Capítulo 10: Una joyería.
Narra Zafiro:
Detesto mi orgullo, lo odio y lo desprecio. Debí hacer caso e ir al instituto antes, pero no, me tuve que poner de necia diciendo que prefería quedarme fastidiando. Y en parte era cierto. No quiero dejarlos solos y que se dejaran de preocupar por mi, me propuse a molestarlos con todo. Ya sé, ridículo e infantil de mi parte, parezco niña de tres años llorando por atención, lo peor es que me la dan, de mala gana, pero logro hacer que dejen el trabajo.
Las primeras dos semanas las pase quejándome de todo y buscando pelea, lograba distraerlos e incluso hice que tuvieran un pequeño ataque de nervios y discusiones entre ellos. No me sentía mal para nada, ellos me trajeron consigo y me van a tener que aguantar.
—Vas a llegar tarde, recuerda que vivimos del otro lado de la ciudad— Dice mi madre, tocando un poco la puerta de mi nuevo cuarto.
No falta mucho para que la primera clase empiece y apenas es que me estoy poniendo el uniforme. Que luce horrible, por cierto. Parecían estar inspirados en los uniformes japoneses, camisas blancas y faldas hasta las rodillas azul marino hasta la rodilla, con un pañuelo que se colocaba en el cuello (Ver el Crewniverse para entender la referencia). Perturbadoramente familiares a los de Yandere Simulator...
Una vez lista, bajé para comer, cosa que solo me retrasaría más, pero no pienso ir con el estomago vacío allí. La mesa tenia una bolsa, supongo que mis padres predijeron lo que pensaba hacer. Tome mi mochila, la única cosa que si tenia lista. No sé que clase toca hoy por eso lleve la mayor parte mis cuadernos en blanco y así anotar su materia de una vez.
— ¡Zafiro! ¡Vamos tarde!— Grito mi padre desde afuera. Salí con mucha calma y con la bolsa en las manos mientras me acomodaba el cabello que cubriera mis ojos — Sube rapido, voy tarde. Tus cosas las llevara unos de los empleados cuando termines tu jornada ya deberían estar en tu cuarto...
Entre y me senté callada, creo que mi padre me estaba regañando, no lo escuche, estaba muy concentrada mirando por la ventana. Íbamos muy rapido, pero aun así estaba segura que llagaría tarde, es un hecho.
— Llegamos... — Dice después de un rato, me baje tomando mi mochila.
El lugar era gigante, me sentí muy pequeña frente al arco que estaba en la entrada. Los porteros me saludaron y me advirtieron que ya era tarde y que hay profesoras que no dejan entrar estudiantes después de un tiempo. Les agradecí y camine rapido hasta la entrada de lo que parecía ser el lugar donde estudio.
Ahora me siento estúpida por no venir antes a este lugar solo por molestar.
Preguntando a un par de chicas que estaban por los pasillos, me ubicaron el salón Nº 14. Estaba en el pasillo del medio en el primer piso. Decir que iba tarde es poco.
— Buenas... — Dije asomando la cabeza por la puerta. Todas voltearon a mirar y la profesora dejo de explicar sus cosas.
— Eran... — Miró su reloj— Linda es tarde, muy tarde — Volteo a mirarme — Agradece que es el primer día, adelante pasa — Invito con la mano. Abrí más la puerta y pase.
Había solo una mesa vacía al lado de una chica de pelo negro y con una curiosa pañoleta atada en su cabeza y no tenia falda, usaba un pantalón del mismo color de mi falda. Le queda muy mal con el uniforme. Estaba de segunda en una fila, era raro que estuviera vacío ¿Sera por ella o por qué es de alguien más?.
— ¿Eres nueva? — Pregunta la profesora ya en su escritorio revisando lo que parece ser la lista de estudiantes.
— Si — Respondí dejando de avanzar.
— Nena, no soy adivina, dime tu nombre — Dice un poco chistosa la maestra, escucho un par de risas.
— Zafiro, me llamo Zafiro — Confirme.
— ¡Ja! Ya tenemos para montar una joyería — Dice una alumna — Hay un cuarzo dando clase, Perla su asistente, Rubí y y en el equipo de fútbol, Lapislazuli en el equipo de natación y Peridot como la niña prodigio. Y próximamente la chica nueva que llega tarde.
Varias risas sonaron por el lugar, no se burlaban de mi, o eso me gusta creer.
— Disculpa, ella es Amatista, me llamo Rose Cuarzo, la de allá— Señala a un chica de pelo muy corto para mi gusto de piel blanca — Es Perla, la rubia de lentes se llama Peridot, Lazuli es la del ultimo pupitre — Me saluda esta ultima con un gesto con los dedos — Y Rubí está allí — Señala la chica de pelo negro, la cual solo me examina con algo de amargura en la mirada.
— ¿Es chiste? — Dije aun sin creer lo que me dicen. Todas casualmente con nombre de piedras preciosas, excepto la tal Perla, esa no es un piedra preciosa es semi-preciosa.
— Nuestro padres son raros, cuando mi bebé nazca no lo pienso poner unos de estos nombre, ¿Azurita Universe? No que va, lo molestaran como a nosotras— Dice anotando algo, supongo que mi retraso a la hora de llegar. Recién me doy cuenta de que está embarazada — Zafiro, sientate con Rubí... No puedo creer que dije eso — Murmura lo ultimo.
Me senté pero Rubí se volteo al pizarron y no creo que voltear verme después de eso.
La profesora volvió a su clase. Saqué mi un cuaderno que estaba en blanco, estaba a punto de escribir la material pero no sabia cual era. Rose, por otro lado, estaba anotando unas cosas en la pizarra.
— Disculpa, ¿Qué materia es esta? — Pregunte en voz baja a Rubí. No se inmutó — ¿Qué materia es esta? — Repetí.
No volteo a verme, solo miraba al frente de forma vacía, creo que ni siquiera esta prestando atención. Me moleste por su actitud tan indiferente pero, no podía dar un juicio justo de ella, no la conozco, tal vez tuvo un mal rato o qué sé yo. De cualquier modo no justifica que me ignore así.
— Si hubieras llegado antes, ya sabrías que materia es... — Respondió después de un rato sin moverse de su pose original. Ok, listo, me cae mal. No le vuelvo hablar en lo que queda de clases.
No le respondí y le pregunte a la chica que estaba delante de mi, me respondió mejor que estaba a mi lado, estoy en clase de "Orientación". Anoto eso en la primera hoja y me encargo de prestar más atención, estoy perdida.
La profesora Rose es bastante entretenida dando clases, aunque más que todo por que se desviaba del tema y se ponía a hablar de algo que fuera familiar o cosas que a ella le habían pasado. Era la primera clase y solo dijo lo que veríamos a los largo del semestre, como un plan de estudio que se divide en dos parte: Primer y segundo trimestres. Luego procedió a dar un pequeño avance de lo que daría en la siguiente vez que no viéramos.
Sonó el timbre y todas salimos. La chica de la pañoleta se fue con la que se llama Amatista y yo me quedé sola paseando por los pasillos y buscando un lugar para comer. Es irritante tener que comenzar desde 0, estar sola en un lugar tan grande y sin nadie con quien hablar o comer en el almuerzo. Tener que hacer amigas otra vez y repetir el proceso de la chica nueva, es tedioso y todo por culpa de un trabajo.
Tener que socializar no es mi cosa favorita, antes, tenia un pequeño grupo de amigas y tenia a mi novio. Todas se llevaban bien y me sentía a gusto donde estaba, ahora no me siento bien, siento que no encajo en ningún lugar. Todas las demás me deben ver como un bicho raro.
El lugar tiene sótano, que al contrario a lo que pensaba, está bien iluminado por luz natural y luz artificial; Parece ser un lugar para comer, hay mesar y sillas bien ubicadas por el sitio. Está activo y hay chicas comiendo en grupos, no hay de mi sección, o por lo menos no las veo.
Era muy extraño solo ver chicas por todos lados, siempre estudié en escuelas mixtas, estoy acostumbrada a ver chicos en los pasillos hablando de como va a ser la jugada ganadora en un juego béisbol o lanzando piropos a las chicas con faldas cortas.
Ahora solo veo mujeres y no puedo decir que me siento incomoda o algo, solo es otra cosa que este lugar tiene y a la que no estoy acostumbrada.
Me siento en una mesa vacía a comer lo que sea que me hayan preparado para comer. Un pan con jamón y mucha mayonesa para mi gusto, se nota que lo hicieron rapido. Me lo comí para no andar con hambre toda la mañana.
Las dos chicas de mi salón, la de la pañoleta y la que dijo algo sobre una joyería, caminaban murmurando cosas bastante entusiasmadas. Supongo que no están fría como lo fue conmigo.
— Hazlo tu — Dijo Amatista.
— Esta bien— Le replico Rubí. Ella se puso de pie en una silla que estaba cerca y llamo la atención de muchas— ¡Su atención por favor!— Grito y la mayoría volteó a verlas — Ok... he... La profesora Bismuto nos dijo que las practicas de fútbol van a empezar esta tarde justo después de las actividades escolares y todas la que estén interesadas en inscribirse, pueden hacerlo con ella directamente con ella...— El lugar se llenó de murmullos y escuche un par de preguntas.
— ¡Amatista!— Gritó la rubia con lentes que también estudia conmigo, olvide su nombre.
— ¡Hola Peridot! — Respondió en saludo.
— ¿Alguna pregunta? — Dijo Rubí, sin bajarse de la silla.
— ¿Las que no son marimachos, también pueden jugar? — Hablo una chica del fondo para fastidiar, el lugar se lleno de risas y unos insultos. Ella pudo ser algo mala conmigo pero no creo que hablarle sea correcta, nadie merece que la hablen así. Ella tenia mucha calma para ser el centro de la burlas.
— No, las que son bien putas también pueden jugar, así que tu y tu grupo también pueden jugar sin problemas, aunque se prefiere a las que patean las pelotas y no a las que se acuestan con ellas... —Respondió con toda calma y se bajo de silla. Todo mundo estaba riendo por la tan ingeniosa respuesta que la dio.
En lo personal creo que se lo tenia merecido la que las empezó a molestar, después de todo, solo estaban informando y es una falta de respeto que te insulten frente a todos. Supongo que yo también les hubiera respondido algo así.
¿A quien engaño?, estoy segura que me hubiera quedado callada.
Me quedé sentada en la silla mirando a las demás chicas, me parece tan extraño no ver ningún varón por ningún lado. ¿Por qué hay lugares así en primer lugar? No veo lo malo en que todos convivamos con personas del sexo opuesto... Debe ser por el tema de compartir cuarto, no creo que todo el mundo se aguante las hormonas.
Me acorde de Tony, él es mi novio desde hace como tres años y voy a tener que estar tan lejos del sujeto que amo. Desearía que él estuviera aquí, siempre fue mejor que yo socializando, de seguro con él ya tuviera una persona con la cual hablar y conocer un poco. Como le extraño, quiero que esté aquí conmigo y me abrace y me diga "No te preocupes hermosa, mira el lado positivo, tienes un lugar nuevo donde hacer millones de amigas nuevas que conocer, vamos, sera divertido".
El timbre sonó con intensidad anunciando una nueva clase. Espero no tener que sentarme con Rubí.
Abandone el sótano y camine hacia mi salón, sol hay un par de chicas, una de ellas es Perla, la que mencionó Amatista, estaba ojeando un libro de texto. Ella si parece una buena persona y buena candidata para amiga.
Me siento tan superficial al pensar en eso... En estos momentos es bueno tener una buena memoria y recordar como fue que hice mis primeros amigos, que no es mi caso ¿Quien en recuerda como hizo amigos en la escuela?.
Preferí sentarme un poco más atrás y esperé a que todas llagaran.
— Buenos días alumnas... — Se escucho a la profesora al entrar. Es una mujer alta y de porte elegante, es rubia y tiene un peinado demasiado peculiar, como el de Princesa Leia pero más puntiagudo y las arriba su cabeza, es ridículo pero le queda demasiado bien— Soy Ágata Blue, pero me pueden llamar Ágata solamente— Dice con arrogancia, deja sus cosas en su escritorio y voltea a vernos— Vamos a esperar a las demás, aun faltan 10 minutos para que inicie la clase.
Las que estaban abrieron sus cuadernos y no hablaron. Puedo decir que es una maestra bastante fuerte. Ágata hace contacto visual conmigo, no sé como lo hace si el cabello me cubre lo ojos pero...
— ¿Señorita Zafiro?— Me cuestiona abandonando un poco su escritorio.
— Si, soy yo — No recuerdo haber hablado con ella, supongo que conoce a mi padres, debe ser eso.
— Pero que maravilla, no imagine darle clases a usted, es todo un honor ser su maestra y guiarla en este proceso de aprendizaje— Si, esta mujer debe conocer a mis padres y su influencia. Recuerda tus modales Zafiro, no le grites que porque mis padres tienes dinero debes ser tratada con privilegios.
—Y para mi será un verdadero honor aprender de la mejor, espero que nos llevemos bien— Respondo cortésmente.
— No tenga duda de ello —Finaliza.
Varias chicas, y Peridot, entraron después de eso, yo saque otro cuaderno para anotar la materia que Ágata me va a dar, como odio no saber que es lo están dando.
— Bien ya es la hora —Cerro la puerta del salón, ni Amatista ni Rubí entraron. Primer día y ya se saltan una clase— Saquen cuaderno, lápiz y borrador y pongan la fecha de hoy. Y como titulo: Pre-Militar, junto a mi nombre y el de la universidad.
Todo el salón empezó a escribir en total silencio acatando la instrucciones de la profesora. Ella procedió a dictar un tema de un libro de texto que tenia aun velocidad un poco más elevada a lo que estoy acostumbrada, aun así, logré no perderme.
— Punto y aparte... La instrucción pre-militar es... la inculcación de practicas militares básicas...— Era como el quinto párrafo que dictaba y unos golpes en la puerta la distrajeron— ¿Quién es a esta hora?.
Ágata abre la puerta y se dejan ver Amatista y Rubí.
— Em... Hola... — Dijo la chica de la pañoleta.
— ¿Por qué están llegando a esta hora? Vienen 10 minutos retrasadas... En el primer día, eso es un nuevo récord, incluso para ustedes— Interroga Ágata.
— La profesora Bismuto no dijo que el ayudaramos a llevar la red de las porterías para la cancha, por eso llegamos tarde, lo sentimos— Habla Amatista.
— Mmm... Pasen... — Ágata abre la puerta por completo y pasan con algo de miedo y muy lento — ¡Apresurence!, Sientense y ponganse al día... No tengo tiempo para esto... — Murmura la ultimo y las chicas pasaron hasta atrás y se sentaron.
Peridot saludo a Amatista como lo hizo antes mientras sacaban sus cosas.
— Te dije que te se la creería... — Se murmuraban entre si.
— Las retardadas dejen una pagina y piden un cuaderno prestado y lo copian después... — Se limita a decir Ágata para continuar dictando más rapido que antes, debe estar molesta.
Termino la clase y mi brazo estaba totalmente acalambrado, sentía cosquilleo. De no ser por esas dos, no se hubiera puesto a dictar tan rapido.
— Perla, ¿Me prestas el cuaderno? —Dijo Amatista acercándose a la ya nombrada.
— ¡No Perla! Prestamelo a mi primero — Dijo Rubí acercándose a las dos. Son amigas las tres, o eso parece.
— A ninguna se lo voy a prestar... — Sentencio las más alta. Yo mientras, guardo mis cosas con lentitud para escuchar lo que dicen; Debo conseguirme una vida, esto de andar espiando a las personas comienza a parecerme raro.
— ¿Por qué no? — Chilló Amatista.
— Ninguna devuelve las cosas... — Dice Perla.
— ¡Por favor! Lo copiamos juntas y en tu cuarto, por favor lo menos que quiero son problemas con Ágata a principio de curso — Rogó Rubí.
— No — Se mantuvo firme Perla.
— Si me lo prestas convenzo a Amatista para te bese como te gusta — Bromea Rubí.
— ¿Te volviste comediante? — Dijo Perla alzando una ceja. Peridot se acerba a la conversación con algo de timidez con un cuaderno en las manos
— Emm... Amatista— Dijo llamando la atención de esta—, si quieres, puedes usar el mio y me lo devuelves luego— Extiende su mano hasta ella con un pequeño sonrojo en sus mejillas, Amatista también estaba sonrojada por el gesto.
— Wow... Gracias Peri...— Amatista tomo el cuaderno con algo de pena— En serio, gracias, me salvaste de Ágata —Río un poco junto a Peridot.
— ¿Quieres ir a caminar en lo que empieza la próxima clase?— Preguntó la de lentes.
— ¡Claro! Vamos, después de todo, aun te debo ese tour — Dijo la otra mientras tomaba su mochila y después ambas caminaban a la salida.
Me siento como una camarógrafo de una telenovela mexicana.
Perla estaba apretando una de las tiras de su bolso con mucha fuerza y observaba la escena con una expresión de enojo, Rubí por otro lado, estaba sonriendo con picardía a la primera.
— ¡¿Que?! —Replico la más alta al darse cuenta de como la estaban mirando.
— Piensas dejar que te la bajen así como si nada...
— Toma el cuaderno, me lo regresas mañana... — Suspiro para darle el objeto a la chica de la pañoleta.
— Aun puedo convencerla para el beso— Dijo la castaña para tomar el cuaderno.
— Dejalo así...
— Vamos, yo te invito un jugo — Con esto salieron del salón.
Creo que la chica de la pañoleta no es tan mala como creí, parece ser buena amiga... Debo dejar de escuchar las conversaciones ajenas.
El resto de las clases pasaron sin nada digno de contar, terminó la hora del almuerzo y todo mundo ya estaba listo para ir a sus cuartos.
Me guiaron a una cartelera para saber cual era mi habitación correspondiente, la cual es sector A cuarto 31. Duré un rato para encontrar el piso y el cuarto, pero llegue y como dijo mi papá las cosas ya estaban allí, solo tenia que acomodarlas.
Me quité mi uniforme y me bañe para refrescarme, me puse algo sencillo para terminar de ordenar las cosas. Mi compañera de cuarto puso una fea cortina, que no combina con nada en la habitación, en la ventana para que no entrara sol. Es lógico que ella, sea quien sea, esté mejor instalada, después de todo es la primera vez que vengo a este lugar.
La cama tenia muchos resortes y no importa la posición en la que me pusiese, me sentía muy incómoda. Por lo menos hay una conexión WI-FI bastante buena. Me entretuve mirando vídeos de gatos en internet a través de mi computadora portátil.
La puerta del cuarto se abrió y yo cerré la tapa de la computadora. La chica que entro me dejó la boca abierta.
— ¿Chica de la pañoleta? — Dije sin pensar.
— ¿Chica del pelo largo? — Respondió con a misma sorpresa en su rostro.
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Continuará...
¡¡HoLa!! Muchas gracias por leer, ya vamos en el capitulo numero 10. Gracias por pasar tu tiempo en leer las cosas locas que escribo, gracias por votar y por sus comentarios de aliento.
Estén atentos a lo que viene.
Voy a responder cualquier pregunta, ya sea de la historia o de mi vida personal, en los comentarios, así que aprovechen que comentar aun es gratis, en lo que el dolar suba comentar va a estar más caro.
¿Que otro personaje quieren que salga? (No estoy segura si se trata de Garnet).
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