✦ Capítulo trece.
Capítulo trece: Sentimientos floreciendo.
A pesar de ser un inexperto, su beso fue tan dulce como delicado, quizás tan delicado como torpe, la típica torpeza del primer beso.
Aún con ello, Jisoo no podía mentirse a sí misma: no podía decir que ese beso no le gustó.
—Perdón... —dijo él al separarse, apartando abruptamente sus manos del rostro de Kim—, no quería incomodarte, f-fue un impulso, yo...
Sus palabras quedaron en el aire cuando ella tomó sus manos, transmitiéndole la calidez que antes sintió con ellas y se puso de puntitas, besándolo de vuelta.
Se sorprendió un poco pero de igual manera cerró los ojos como la primera vez, correspondiendo y sintió un cosquilleo porque esta vez ella tomó la iniciativa. Una sonrisa se le escapó de los labios después, contagiando a la chica en medio del beso.
Se miraron a los ojos y tres besos cortos pero suaves se dieron antes de separarse, sin soltar sus manos.
—¿De verdad fue solo un impulso? —cuestionó ella al ver la expresión llena de felicidad en el rostro de él luego de lo ocurrido.
—Vámonos —miró hacia un costado, evitando la pregunta de la chica y haciéndola reír al verlo sonrojado hasta las orejas.
—Cuídate, nos vemos mañana.
Un beso fue plantado en su mejilla, uno que hizo a Jisoo sonreír.
Entró al departamento en silencio, con su llave pues cada una de las chicas tenía una copia y ella no era la excepción.
Se puso su pijama y con rapidez y sigilo se metió entre sus sábanas a descansar.
Una, dos, tres, cuatro y quién sabe cuántas vueltas más dio en el colchón para terminar mirando al techo y pensando en lo de hace tan solo unos cuantos minutos atrás.
“Perdón... no quería incomodarte, f-fue un impulso, yo...”
¿En qué estaba pensando cuando lo interrumpió besándolo de vuelta?
Lo suyo también fue un impulso, ¿no?
Sí... ¿o no? Después de que él le robó el primer beso, le fue inevitable no querer un segundo.
Se tapó con las cobijas hasta la cabeza, escondiéndose de sus propios pensamientos y ocultando sus mejillas rojas.
Mientras que, por otro lado, específicamente en el departamento de los chicos, Jinyoung se encontraba igual.
Hasta que recordó el beso que le dio en la mejilla antes de dejarla entrar al departamento de las chicas.
—Esa mejilla la lamió el perro —torció la boca con los ojos bien abiertos, espantado—, aish.
Al día siguiente, el rostro de Jinyoung estaba adornado con un ligero sonrojo, los nervios lo invadían por ver a Jisoo luego de lo ocurrido la noche anterior.
—Buen día —saluda Jennie al verlo.
Era bastante temprano, pero ya se encontraba en la empresa junto a algunos trainees.
—Hola, Jen —ve que a su lado se encuentran Rosé y Lisa—, buenos días a ustedes también —les regala una sonrisa y ambas solo pueden mirarse entre sí, asombradas, sin lograr responder nada.
Una vez estuvo un poco más lejos de ellas, Lisa se atreve a preguntarle a Jennie.
—¿Por qué está tan de buen humor de repente? Nos sonrió, a nosotras —enmarca lo último.
—¿Sabes algo que nosotras no? —Rosé continúa la interrogación.
—Por primera vez, puedo decir que no tengo ni idea...
Y no miente.
Las tres chicas se quedaron extrañadas, pero decidieron no tomarle mucha importancia al asunto y esperar a que Jisoo viniera para comenzar el ensayo.
Pasos firmes son los que da hasta llegar a la sala de práctica de las chicas, en donde se encuentra a las ya cuatro conocidas trainees, sudando la gota gorda.
—¿Qué tal les va? —sin avisar, la mano derecha del Ceo ingresa a la sala, haciendo que las chicas, casi de inmediato, se levanten para saludarla como corresponde.
—Todo muy bien —Jennie toma la palabra luego de haber hecho una reverencia junto a las demás—, ya casi acabamos de entrenar —refiriéndose al baile.
—¿Ya casi? —alza una ceja, provocando que las chicas frunzan el ceño, sin entender—, eso es solo el calentamiento. Desde ahora comienzan los verdaderos ensayos.
Jisoo separó un poco los labios, esperando a que la mujer continuara con lo que vino a decirles.
—Practicarán para su debut, ya es hora de que lo hagan, los chicos también comenzaron hoy.
Inevitablemente, una sonrisa se cola en los labios de Kim, al fin podría mostrar su talento y eso la ponía muy contenta.
Por otro lado, Rosé se alarma.
—¿Tendremos mentores? —su pregunta es absurda y con una respuesta obvia y lo sabe, pero solo quiere estar segura de un detalle.
—Por supuesto que los tendrán, y vaya que son afortunadas porque sus mentores tienen mucho talento.
—¿Podemos saber quiénes son? —curiosea Lisa.
—Lo sabrán más adelante.
Todas quedan pensativas, sin saber muy bien si esperar buenas o malas noticias.
—Muy bien, comencemos.
La hora del almuerzo llegó y, esta vez, a diferencia de las anteriores, los chicos no pudieron almorzar con las chicas.
Comenzaron a ponerles más restricciones, y no entendían del todo el porqué si el día anterior estaban compartiendo como si nada.
—¡Ah, al fin! Podría comerme una vaca entera —dice BamBam, haciendo reír a los demás que comenzaban a sentarse para comer.
—Si quieres te doy de lo mío, yo no tengo tanta hambre —ofrece Jackson, recibiendo un codazo por parte de Jaebum.
—Tienes que alimentarte bien si quieres llevar tus habilidades al máximo, no digas tonterías.
Una sonrisa ladina se dibuja en los labios de Jinyoung, a pesar de todo, Jaebum es un buen líder incluso si el puesto ya no le corresponde.
Suspira, si no estuviera tan enamorado de Dahyun, quizás las cosas serían diferentes.
Quizás seguirían como dúo y no estaría almorzando con más trainees.
Quizás ni siquiera sería parte del grupo y otros tendrían la oportunidad de debutar.
Quizás... no habría conocido a Jisoo de la forma en la que lo hizo.
¿Debería disculparse con Im por hostigarlo hasta el cansancio para que termine con Dahyun?
Tan solo ayer recriminó a Jaebum por salir con una chica, para, horas después, ser él quien terminara besando a una.
¿Acaso el amor no es tan malo como creía?
—¿Estás bien? —Yugyeom, quien está a su lado, le pregunta.
—Sí, lo estoy... ¿por qué la pregunta?
—No has dicho ni una sola palabra desde que nos sentamos a comer, ¿pasó algo malo?
—No —le muestra una media sonrisa, indicando que todo está en orden—, todo está bien.
Maldición, por supuesto que no, nada lo está.
Ver los ojos de Yugyeom preocupados por él lo hacen sentir culpable, y tan mal amigo.
Besé a la chica que te gusta.
Por supuesto que no le contará lo que ocurrió con Jisoo, porque, de alguna manera, lo traicionó.
Lisa camina por la azotea, quiso salir a dar un respiro. Se cansó de estar bailando, y eso es mucho decir.
—Hey... creí que era el único aquí, hola —saluda Jackson con su coreano raro, caminando hacia ella.
—Hola —Lisa ríe un poco, sabe que su pronunciación tampoco es excelente pero aún así, le sigue la plática—, ¿cómo estás?
—Agotado —se detiene frente a ella, a una distancia considerable—, casi me desmayo ahí adentro, hacía tanto calor. No creí que alguien más vendría aquí, pero me alegra encontrarte —le sonríe y Lisa le devuelve la sonrisa—. ¿Qué tal estás tú?
—Agotada también, nos dieron un pequeño recreo.
—Quince minutos, ¿no?
—Correcto —ambos rieron levemente por el acierto de Wang—, no es más que eso. Sigue la clase de canto y estoy muy nerviosa, siempre recibo regaños ahí.
—Uh, yo también. Aunque rapeas y bailas muy bien, ¿qué más necesitan que hagas?, ¿que vueles? —y Lisa vuelve a reír.
—Probablemente lo conviertan en un requisito algún día —ella bromea y Jackson chasquea con la lengua, indignado—. Al menos todavía podemos hablar en los descansos, de repente nos dividieron a todos.
—Es un poco raro, ayer almorzábamos todos en la misma mesa...
—Y ensayábamos juntos. ¿Tú crees que haya pasado algo de lo que no estemos enterados?
—¿Algo como qué?
—No lo sé, solo digo que es extraño.
Jackson se encogió de hombros.
—No creo que debamos preocuparnos tanto, quizás solo quieren que estemos más enfocados, sin distracciones.
Lisa asintió con la cabeza, dándole la razón.
Pero por otro lado...
—Jisoo, el Ceo te busca.
Demonios.
Algo corto pero quería actualizar, feliz año nuevo.
No olviden dejar su voto si les gustó y comentar si quieren.
Nos vemos en una próxima actualización (pronto).
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