Tus dedos flacos entrelazando los míos, tu cabello lacio cubriendo mi hombro, tus labios rosas tocando mi mejilla, tus ojos claros
clavándose en los míos.

Las hormigas imaginarias recorren mi cuerpo provocándome
cosquillas, sonrío cuando tú lo haces, me aprietas
y nos acercas más.

Tienes un pequeño espacio
entre tus dientes frontales,
te desagradan y te sientes insegura, pero para mí,
son una característica
única y linda.

Me concentro en lo que dices,
tu voz es la más bonita,
es un tono suave y ligero,
me arrulla en las noches.

Tus labios son finos,
pero al chocarlos con los míos,
ellos encajan perfectamente,
me dan sed y calor.

Tus dedos recorren
cada centímetro mío,
mi piel es un camino
abierto para ellos,
siempre son bienvenidos.

Tu mirada me da seguridad
y encuentro amor en ellos,
me transmiten tantas cosas,
nunca me cansaría de verlos.

Tu cabello es lo más suave,
al acercarme a ti  su olor llega hasta mi nariz, puedo notar que huele a tu fruta favorita.

Tus pies avanzan y dan pasos lentos, siento como me envuelves,
te pegas a mi como
criatura felina.

Tu compañía me llena,
valoro tu existencia,
humanos como tú
no se encuentran
más.

Me llenas de emociones y colores que nunca fueron vistos antes,
empezamos a mezclarnos,
creamos un lazo fuerte,
jamas existió nada igual.

Me contagias tus brillos,
sacamos muchas chispas,
resplandecemos,
somos una
sola luz.

Alumbramos cada rincón vacío,
no hay oscuridad y no hace frío,
somos una fuerza el estar juntos.

Sólo tú logras darme claridad,
me invade el cuerpo,
llega hasta mi interior,
a mí corazón y alma.

Eres la luz que necesito,
eres tú la claridad en mi vida.