Siempre supe que cambiarme de país sería todo un lío, pero nunca pensé que fuera para tanto.

Llevo más de 9 cajas y todavía me falta casi un cuarto de la habitación.

Cuando mamá me dijo que nos íbamos a mudar no pude estar más feliz, aunque también me da un poco de miedo porque no voy a tener a nadie con quien conversar, no es que tenga tantos amigos de echo solo hablo con una persona, Benjamín es un chico de 18 años, es nuestro vecino, podría decir que es un conocido porque no hay tanta confianza.

Escucho pasos que se dirigen a mi habitación.

—Viktoria trata de apurarte acuérdate que nos tenemos que ir en la noche—Dijo mi madre

—estoy haciéndolo lo más rápido que puedo ma

—Te aconsejo irte con ropa cómoda en el avión porque son cinco horas de vuelo

—Bueno mamá por cierto no encuentro mi cargador debo haberlo echado en una de las cajas me prestas el tuyo

—Altiro te lo traigo

Va a buscarlo y me lo pasa.

—Gracias—Le tiro un beso

El resto de la tarde me la paso guardado lo que me queda y ordenó mi bolso para llevar mis cosas en el avión.

Por suerte mamá pudo encontrar una empresa de mudanzas que llevará las cosas que nos faltaban hoy mismo, antes había mandado los autos, la moto, sillones, la mesa y todas esas cosas.

Mamá dijo que no le importaba cuanto gastaba en la nueva casa ni en mandar las cosas, total el dinero no es un problema.

El camión vino a buscar las cosas, cuando se fue nosotras tomamos un taxi para el aeropuerto, llegamos un poco antes así que no había que hacer las cosas tan apuradas, mamá fue a hacer lo de los papeles y después solo tocaba esperar.

El tiempo se pasó muy lento, tanto así que cuando llamaron nuestro vuelo casi me pongo a saltar de la emoción.

Ya en el avión me puse los audífonos y ni cuenta me di cuando me quedé dormida, solo sé que mamá me despertó porque ya íbamos a aterrizar. Bajamos, fuimos a buscar las maletas, salimos y fuimos a tomar un taxi.

El viaje a la nueva casa fue un poco largo, pero cuando el taxista le dijo a mamá que ya habíamos llegado a la dirección que le dio casi me da un infarto.

Salí lo más rápido que pude del taxi y me quedé mirando la casa.

Que casa ni que nada esto es una puta mansión.

Mamá llegó a mi lado.

—¿Te gusta?

—Me encanta, pero no encuentras que está un poco grande para dos personas—Le pregunto

—Si, pero le doy lo mejor a mí hija

—Lo sé y te quiero por eso, pero hemos hablado mil veces de esto

—Te prometo que no es con esa intención—Dice abrazándome

—Bueno

—Ahora pasemos a conocer nuestro nuevo hogar

Mamá saca las llaves de su cartera y abre la puerta. Si antes pensaba que por fuera era linda por dentó lo es aún más.

Subimos las escaleras y vamos a mirar las habitaciones. Me muestra la que eligió para ella y me dice que elija la que yo quiera. Las miro todas y elijo la que tiene un gran ventanal que da al patio de atrás el cual tiene una piscina gigante aparte del patio.

Ayudo a mamá a organizar el living y la cocina ya que son las cosas que ya están aquí. Mientras organizamos mamá puso música en su celular.

—Viste si hay colegios por la zona

—Si, vi algunos podríamos ir después de terminar aquí

—Bueno

Después de terminar mamá fue al garaje a sacar su auto para ir a mirar colegios. Ella manejaba y yo iba mirando por la ventana, muchas casas eran como la de nosotras y algunas eran un poco más chicas. Salimos por una reja que no había visto, seguramente porque en el taxi venia pendiente del celular.

Hicimos nuestra primera parada en el colegio que más cerca quedaba de la casa. En el estacionamiento habían muchos autos caros.

Se ve que estaban en clases.

Entramos no sin antes decirle a una señora a que veníamos que nos indicara donde quedaba la oficina del director.

Justo cuando mamá iba a tocar venía saliendo un chico demasiado enojado, tanto que si el que supongo es el director no toma la puerta seguramente le habría quedado estampada en la cara.

El chico me miró y después se fue, si no lo hubiera visto salir de la oficina creería que es una alucinación.

Nos hace pasar y nos sentamos.

—Hola, que necesitan—le pregunta a mamá

—Quisiera inscribir a mi hija en el colegio

¿Esperen dijo inscribir, no que íbamos a mirar más colegios?

—Trajo los papeles que se necesitan—Le pregunta el director

—Si—le pasa una carpeta con mis papeles

El director los ve y me mira.

—Sus notas son un poco bajas, pero después están excelentes, lo que me preocupa es su comportamiento, tiene varias anotaciones negativas y muy pocas positivas—Dice mirándome

—Si lo que pasa es que estuve un tiempo mal y como ya sabe los adolescentes y sus problemas—Le digo ocultando el motivo real

—Eso no justifica su comportamiento

—Lo que pasa director es que hace poco pasó un problema y Viktoria estaba muy mal con eso y ya sabe los adolescentes no son muy buenos comunicándose—Le dice mamá

—Entiendo, lo demás esta todo bien, empezaría el lunes las clases, eso es todo

—Disculpe que me meta en algo que no me incumbe, pero el chico que salió enojado cuando veníamos llegando ¿Qué es suyo? —le pregunto y me mira confundido

—Es mi nieto ¿Cómo sabe que es familiar mío? —Me mira interrogante

—Se parecen y si estaba enojado con usted yo le daría espacio para que se le pase—Le digo

Salgo de la oficina y escucho que mamá le dice algo al director.

—Que te he dicho de meterte en cosas que no te incumben—Me dice mamá

—Lo sé lo sé, pero a veces los adultos son muy asfixiantes con uno—Digo eso y empiezo a caminar al auto dejándola atrás

Voy llegando al auto y veo al chico fumando apoyado en un BMW negro.

Preciosura de auto.

—Lindo auto—Le digo

—Gracias—Me dice él

Saco un cigarro de mi cartera, busco el encendedor, pero no lo encuentro.

—Me prestas fuego

—Claro

Prendo el cigarro y se lo devuelvo

—Gracias

—Como te llamas—Le pregunto

—Me llamo Daniel y tu

—Me llamo Viktoria

—Bonito nombre, por cierto—Dice sonriendo

—Gracias

Vi que mamá venia caminado hacia nosotros, pero no le preste atención.

—Hola—Le dice al chico

—Hola—Le dice él

—Nos vamos—Dice enojada

—Adiós—Le digo al chico

Camino al auto y estoy a punto de entrar cuando lo escucho.

—Espera—Grita

Me doy la vuelta y lo veo caminando hacia mí.

—Me das tu número—Me dice

Contengo una sonrisa.

—Claro dame tu celular

Me pasa su celular y yo anoto mi número, llamo para que quede registrado y se lo paso.

Nos subimos al auto y lo primero que hago es hablarle a mamá.

—¿Por qué me dijiste que íbamos a mirar colegios si ya habías elegido uno?

—Porque si te decía que había elegido uno no ibas a venir además de que tenías que conocer el colegio

—No sé qué comes que adivinas

Después de parar en un supermercado para hacer las compras nos vamos a casa.

Mamá: Ayúdame a ordenar lo que compramos y después puedes hacer lo que quieras

Termino de ayudarla y me voy al garaje a ver los autos y la moto. Son 4 autos, una camioneta y una moto.

La moto es una Kawasaki ninja 400 negra, la camioneta es una Dodge Durango blanca, los autos son un Chevrolet camaro negro, un Dogde Charger Daytona del 69, un Chevrolet Impala del 67 y un Audi R8 azul.

Todos son mis favoritos, pero sin duda me quedo con el impala, ese auto es un clásico.

Después de admirar estas bellezas me decido por sacar la moto e ir a dar una vuela a mi nuevo vecindario.

Le aviso a mamá y me pasa las llaves para abrir la reja y las de la casa.

Salgo y empiezo a seguir derecho sin destino alguno.

Llego al centro y paso a comprar unas galletas y una bebida, sigo andando hasta que llego a una carretera vacía, por las marcas en el piso se ve que por aquí hacen carreras.

Me voy de ahí antes de que me meta en problemas.

Busco en el GPS la dirección del parque más cercano y manejo hasta allá.

Me paso el resto de la tarde en el parque mirando a la gente y cuando empieza a anochecer me voy a la casa.

—¡Ya llegué! —Aviso y me voy a acostar.

Hello bbys

¿Como están?

Aquí les traigo el primer capitulo de esta historia.

Espero que les guste 🥰

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Nos vemos en el próximo capítulo el jueves ❤️

Los quiere

Kotte 💖