Pov. Holly.

─¿Tienes todo?─ pregunta mi madre mientras me ayuda a llevar mi maleta al taxi.

─Si, no te preocupes, no será por mucho tiempo ─ trate de sonreí.

Le estaba mintiendo a mi madre, la escusa que había usado era que tenía que quedarme en casa de una amiga por una tarea final que teníamos que hacer en grupo. Le había dicho que solo sería hasta que terminara el trabajo en equipo, ella había aceptado en parte porque se sentía culpable de que siempre estuviese sola en casa.

Echar mentiras me dejaba un mal sabor de boca.

─Te llamaré una vez llegué ─ le dije mientras sonría un poco.

─Esta bien, trata de no ser una carga cariño, si ocupas dinero me avisas ─

Asentí, le di un abrazo para después entrar al taxi, mi madre se quedó de pie observando como el taxi arrancaba hacia la dirección que le había dicho.

Hace unos días había estado pensando en lo que me había dicho Jungkook, maldije mil veces por mis estúpidas decisiones, ahora no solo me había metido en problemas, si no que si decidía quedarme en casa mi madre también correría peligro.

Él me había prometido cuidar de mí en lo que se resolvía todo, tal vez no tarde mucho en hacerlo y así pronto estaré en casa.

El taxi condujo hasta la dirección que le había dado, Jungkook me había apuntado una dirección en una hoja de papel, pero el lugar donde estaba deteniéndose el taxi no era la casa donde había estado días atrás.

─¿Es este el lugar de la dirección?─ pregunto al taxista.

─Sí, señorita. ¿Hay algún problema?─

Mire hacia fuera, donde el conductor se había detenido era un bar, uno de lujo. Suspire.

─No, ninguno muchas gracias ─

─¿Señorita, está segura que la deje aqui? aún puedo regresar─

─No, esta bien gracias ─ le pase un billete al señor, el cual dudo por unos segundos después asintió.

Si me había apuntado esta direccione Jungkook tal vez era por algo, además no podría regresarme ahora.

Con ayuda del señor baje mi maleta, puse mi bolso en mi hombro y me quedé de pie por unos segundos más. El señor se fue, quedando sola en este lugar completamente desconocido. Miré de nuevo el local, aun era de día, así que no habria ningún cliente, pero aun y así se podía escuchar algo de ruido desde adentro, tal vez estaban limpiando el lugar.

No tenía a donde ir más que a ese lugar, tal vez preguntando pondría encontrar una pista. O tal vez él estaba en el lugar.

Cogí mi maleta y me dirigí hacia el lugar, con los nervios flor de piel traspase la puerta, algunas personas iban de un lado a otro, algunos con charolas vacías, otros acomodando las sillas y otros con diferentes cosas en sus manos, pero todos estaban ocupados.

Caminé hasta la barra, donde había una mujer detrás de esta, quien estaba contando algunos billetes y en su boca había un cigarrillo. Se podía ver que era una mujer madura, pero de aspecto bonito, su cabello corto y de color negro la hacia ver mas joven pero sabia a la vez.

Al detenerme en la barra ella levanto la vista un poco para verme y después siguió contando los billetes.

─Si quiere consumir algo, aun no abrimos, tendrá que esperar ─ dijo ella amablemente pero sin dejar de mover esos billetes.

Confundida me le quede viendo, rápidamente hablé para corregir su equivocación.

─Ah no, no quiero beber nada ─

─Entonces supongo que vienes por trabajo, lo siento cielo, pero no tengo vacantes ─

─Creo que me está malinterpretando, no estoy buscando trabajo tampoco, solo estoy buscando a alguien ─ confesé.

─¿Alguien?─ deja de contar los billetes y me mira─. Bueno, si me dices su nombre puedo llamarlo para que venga, pero te aviso que todos aqui están ocupados, ¿cómo se llama?─

Me pensé un poco el si decirle, pero no sabía cómo se lo iba a tomar o si al menos lo conocía.

─Jungkook─ dije, y aunque mi voz salió un poco baja, la mujer me escucho a la perfección.

Abrió sus ojos a más no poder, miro hacia todos lados y después se acercó un poco más sobre el mesón.

─¿A quien dijiste que estabas buscando?─ pregunta ella atónita.

─A Jungkook, es un hombre de esta altura ─ señale con mi mano hasta donde decía qué sería su estatura─. Es de tes blanca y viste muy bien ─ dije, tratando de describir un poco su físico, o al menos de lo qué recordaba.

─Se de quién hablas, pero cielo ¿Estás segura que lo buscas?─ ella estaba completamente seria.

─Sí─ asentí segura.

No se cual es el problema en esto, solo lo estaba buscando por que el me había mandado a esta dirección.

─Cielo, en esta vida hay personas que debes conocer y otras no, realmente te ves como una chica inteligente y si lo eres, saldrás de aquí sin hacer más preguntas ─ me dice, algo en su tono me hace querer responderle de una manera brusca, pues pareciera que me estaba corriendo del lugar de una manera "sutil".

─Lo siento, pero lo estoy esperando, al menos en la tarjeta que el mismo escribió esta esta dirección ─ dije mostrando la tarjeta con la dirección.

Ella cogió con cuidado la tarjeta para mirarla por unos segundos.

─Pues sí, este es el lugar que dice la tarjeta, pero... ─

De un momento a otro el ambiente cambió, pasó de uno con un poco de ruido por estar moviendo cosas y un poco de música a completo silencio. Me giré para ver qué estaba pasando, Jungkook estaba entrando por la puerta que minutos atrás había traspasado y junto a él un par de personas que parecían cuidar su espalda.

Jungkook se acercó hasta donde estábamos, su semblante era serio. La mujer que estaba detrás del mostrador parecía sorprendida, pero de inmediato sacó una sonrisa brillante de entre sus labios.

─Buenos días, ¿Que te trae hasta acá a estas horas? ─ dice, y aunque parece que esta conversando con un amigo, se puede notar respeto en su voz.

─Buen día, María. Solo estoy pasando por una invitada mía, perdona las molestias por no haber avisado con anterioridad ─ una sonrisa ladina apareció en sus labios, aunque más que sonrisa parecía una mueca.

─¿Ella es tu invitada? Lo siento, pensé que era una chiquilla que venia buscando algo de adrenalina, ya sabes, como las anteriores ─ ambos se miran, es Jungkook quien suelta una risilla baja, después voltea a verme.

─¿Estas lista? ─ Asentí─. ¿Esto es todo lo que traes? ─ señala mi maleta.

─No tengo mucha ropa, solo tengo lo que necesito ─

─Que extraña eres ─ dice mientras señala a uno de los hombres que tome mi maleta─. Vámonos ahora, tengo trabajo que hacer así que mi tiempo esta contado, gracias por cuidarla María ─ dice Jungkook mientras da media vuelta mientras posa una de sus manos en mi espalda y hace que camine junto a él.

Puedo sentir la mirada de María en mi espalda, se que se preguntara del porqué conozco a alguien como Jungkook, pero era mejor no contar nada.

Jungkook me lleva hasta su auto, donde ambos nos subimos en la parte trasera del auto mientras los dos hombres adelante. El auto se movió por entre las calles siguiendo la ruta establecida.

Estaba nerviosa, le había mentido a mi madre, me quedaría en la casa de un hombre que apenas y conocía, y no solo eso, mi vida corría peligro. Bueno, si las chicas que habían mencionado antes en el bar, estaban buscando adrenalina, podría decirles que no era aconsejable, que más bien era mejor tener una vida normal y tranquila.

─Pronto llegaremos a la casa, te dejare ahí y después tendré que irme, no te preocupes, hay personas que te ayudaran a instalarte en la casa, puedes usar lo que quieras y si necesitas algo pídeselo a cualquiera que veas por ahí. Trata de no salir de la casa sin antes haber avisado ─

─¿Estarás en casa más tarde? ─ pregunto.

─¿Me extrañarás? ─ suelta una risita.

─¡No es eso!─ exclamo de inmediato─. Es solo... ─ no sé como explicarle que no era eso porque ni yo misma se porqué pregunté.

─Como sea, estaré en casa pero entrada la noche, así que si pensabas esperarme para la comida, mejor empieza sin mi o podrías morir de hambre ─ en sus labios aparece una sonrisa burlona.

─Claro que comeré sin ti, no tengo porque esperarte ─ me cruce de brazos y me gire hacia la ventana para ver el paisaje.

Estaba haciendo una rabieta con alguien que apenas conocía, pero este alguien era la única persona que podría mantenerme con vida en estos momentos. Le estaba confiando mi vida, así que lo demás tenía menos importancia. 

─Oye Jungkook, tengo una pregunta ─

─Dime ─

─¿Podré seguir asistiendo a clases? mañana es sábado, así que no hay problemas, pero el lunes empiezo clases de nuevo y necesito saber... ─

─Lo más recomendable es que no salgas de casa, pero necesitas llevar una vida normal... ─ se queda pensativo con una mano en la mejilla mientras el codo esta apoyado en la orilla de la ventana─. Puedes ir, pondré a alguien que cuide de ti en la escuela así que no te preocupes ─

─¿A alguien dentro de la escuela? imposible, los profesores se preguntarán que esta pasando, dudo que dejen entrar a tipos con armas y de apariencia amenazante ─

─No te preocupes por eso, yo me encargo ─

Jungkook no dijo nada más, yo me dediqué a mirar por la ventana mientras el auto seguia andando. En el camino el teléfono de Jungkook sonó, él se enfrasco en una plática con respuestas breves, daba algunas ordenes mientras pensaba en lo que sea que le estaban diciendo.

Todo esto era raro, pase de una vida tranquila a una donde tendría que cuidarme de todo para no perder la vida.

Tenía que aguantar hasta que todo terminase, solo tenía que ser paciente y después solo retomaría mi vida tranquila que tenía, regresaría a casa con mi madre y sin que ella se diera cuenta de que su hija le había mentido descaradamente para quedarse en casa de un hombre.

Si, todo estaría bien.