─Holly, ¿estas libre hoy? ─ pregunta una de las chicas que caminan a su lado.

Holly voltea a verla, para después sonreír apenada.

─Lo siento, tengo algo que hacer, así que… ─

─ ¿¡De nuevo!?  ─ exclama otra, en total eran tres chicas y Holly─. Nos haz dicho lo mismo varias veces, nosotras solo queremos que experimentes la juventud con nosotras, ¿verdad? ─ la chica busca apoyo en las otras dos.

Holly se detiene, haciendo que ellas también hagan lo mismo. Las tres chicas voltearon a verla con un poco de incomodidad y molestia.

─Lo siento ─ dice Holly de nuevo, sonriendo y apenada, su voz era suave.

Hubo un silencio algo incómodo para Holly, en la cual las tres chicas se miraron entre ellas, como si estuvieran hablando se con la mirada, una de ellas camino un paso hacia ella.

─Verás… ─ empieza ella, sonriendo algo juguetona─. Unos chicos nos han pedido reunirnos en el café que esta cerca de la estación, solo que nos han pedido que te convenzamos, ya que uno de ellos quiere conocerte un poco mejor, les hemos explicado que no sueles venir a este tipos de reuniones pero… ─

─Si─ secundo otra─. Por favor, Holly, si no vas, ellos tampoco lo harán, así que por favor ─ dijo juntando las manos mientras hacía la petición.
Holly se sintió presionada ante eso.

Ella no quería que sus amigas se perdieran de algo que habían estado esperando solo porque ella no podía ir, un sentimiento de culpa la embargo, pero no podía ceder, no podía hacerlo por el hecho de que no le gustaba eso de las citas a ciegas.

─Realmente lo siento ─ empezó a disculparse, haciendo que la chica que había juntado las manos las bajara lentamente mientras la veía─. Les pido disculpas, pero realmente no puedo ir ─

─¿Por qué? ─ comentó la chica que había juntado las manos, la cual parecía más entusiasmada─. No es como si tuvieras un novio o algo así ─

─Cierto, además nosotras nunca te hemos pedido nada, esta es la primera vez que lo hacemos, y resulta que tú te niegas, pensé que éramos amigas ─ dijo la primera que se había acercado a Holly.

─¡No! ─ exclamó Holly─. Claro que somos amigas… yo─ Holly empezó a ponerse nerviosa, mordió su labio inferior un poco. Lo que estaba por decir era algo que la podría salvar, pero también condenar─. Lo que pasa es…  es cierto, tengo novio, así que…  ─ Holly sentía como su corazón latía rápidamente.

─¿Qué? ¿De verdad? ─ exclamaron las dos chicas que tenía frente a ella al unísono. Holly asintió avergonzada y sintiendo sus latidos cada vez más fuerte.

Las personas que salían de clases, las miraban por el revuelo que estaban haciendo.

─¿Quién es? ─

─¿Lo conocemos? ─

Empezaron a preguntar. Holly se sintió mareada por las preguntas y también por la ansiedad que empezaba a sentir al saber que un error, y todo quedaría descubierto.

─¿Quién es, preguntan? ─sonrió nerviosa─. Bueno… ─ ella volteó hacia un lado, buscando la manera de escaparse de lo que ella misma había provocado─. Es una persona que odia las fotos, así que no tengo manera de mostrarles, y no, no lo conocen, él no viene a esta universidad ─

─¡Él es mayor! ─ gritaron ambas chicas emocionadas por el nuevo chisme que acaban de escuchar.

─Déjenla ya, es hora de irnos, nos vemos Holly ─ la tercera chica que se había mantenido callada hasta el momento, habló, mientras arrastraba a ambas chicas que seguían parloteando por el dato.

Holly sonrió agradecida hacia su otra amiga, la cual aprecia tener más tacto, se había librado de más preguntas sobre su “novio”, pues no sabía que más decir.

Ella sabía mejor que nadie, que las mentiras siempre salían a relucir. Pero antes de que eso pase, ella terminaría con eso.