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Jungkook caminaba a lo largo del súper mercado, se sentía un tanto cansado porque apenas había dormido, pero ese día ya no tenía nada para el almuerzo y necesitaba hacerle algo saludable a su abuela. Aunque ella se quejara diciéndole que ella podía ir a hacer las compras, Jungkook prefería hacerlas el mismo, principalmente porque su abuela tendía a frustrarse haciendo la fila para pagar y también porque ella no podría llevar las cosas pesadas por sí sola.

Camino por el lugar de los lácteos, necesitaba queso y leche, además del queso mozzarella que tanto le gustaba a su abuela. Se quedó viendo por un rato buscando la marca que le gustaba más a su abuela, pero no estaba, odio por completo que el mercado no haya sido re abastecido todavía. Gruño hasta ver en la esquina en donde estaba el dichoso queso, se acercó rápidamente con el carrito sin siquiera ver hacia el frente, solamente escucho un estruendoso ruido al chocar con otro.

—Oh, lo siento mucho, no estaba prestando atención— se disculpó Jungkook inmediatamente haciendo una reverencia hasta levantar la mirada y observar a ¿Vante? Aunque esta persona tenía el cabello color azul y parecía desarreglado, como si acabara de despertar —¿Señor Vante?

— ¿Qué? No— sonrió soltando un par de carcajadas —Vante es mi hermano, soy Taehyun— se presentó con una sonrisa y una leve inclinación —No te preocupes, yo tampoco estaba viendo hacia el frente.

—Entiendo— asintió y al inhalar pudo sentir un aroma a limón —Oh tiene razón, el olor es diferente.

—Sí, es lo único diferente entre nosotros tres— sonrió mientras tomaba el queso que Jungkook había visto y se lo pasaba —Después descubrimos que era más conveniente cambiar nuestros colores de cabello, aunque a Taehyung no le gusta tintarlo. Pero si te soy sincero, creo que es más a su prometida a quién no le gusta que Tae se lo tiña— se encogió de hombros.

—¿Son tres?— cuestionó curioso agradeciendo por el queso.

—Trillizos, toda una locura— sonrió —Yo soy el menor, el artista, el soñador, el romántico— le guiño un ojo – Soy productor musical, Vante es el malo, el frío, sin corazón y dueño de un bar. Por su parte Taehyung es el mayor, el niño bueno, dueño de una empresa en crecimiento y el primero en comprometerse— suspiró, lo último jamás le había agradado pero era la decisión de su hermano.

—¿Por qué pareces triste por eso?— cuestionó Jungkook curioso mientras ambos caminaban recogiendo lo que necesitaban de los estantes —Digo, si me quieres contar, no quiero que pienses que soy un entrometido, es solo que pareces triste y si... eso.

—Bueno, al ser trillizos tenemos una conexión especial ¿sabes? Siempre fuimos muy unidos, teníamos nuestras peleas, peleas duras y que llegaban a los golpes. Pero siempre supimos que ante cualquier problema, estaríamos juntos y lo enfrentaríamos juntos. Sin embargo hace unos años Tae comenzó a salir con esa chica, ella se lo llevo poco a poco, puede sonar tonto lo sé. Pero no me gusto que los días viernes de película se cambiaran a días viernes de salidas.

—Eso debió ser duro— murmuró.

—Lo fue, Vante también se molestó pero no lo dijo y simplemente lo dejo tal cual, ya ninguno volvió a ir a mi habitación para ver películas. A veces quiero gritarles y golpearlos por haberme hecho eso, por alejarme de esa forma pero supongo que así es la vida – suspiró.

—Pero si eso te lastima, deberías ser honesto y decirles que te están lastimando— aconsejó — Deberías de decirle a mm... el señor Taehyung lo que piensas e igual al señor Vante, estoy seguro que te escucharan. 

—No lo creo, los Kim somos muy tercos— bufó molesto.

—¿Kim? ¿Los líderes Kim?— cuestionó impresionado.

—Los líderes son nuestros padres y tíos, nosotros solo somos sus hijos... por ahora— comentó sonrojado —No me veas así— hizo un puchero —Todos me tratan raro cuando se enteran que soy un Kim, pero soy alguien completamente normal, bueno un alfa un tanto consentido, pero alguien normal a fin de cuentas.

—Oh, lo siento – se disculpó Jungkook —Es que según lo que he escuchado, es muy difícil ver a los hijos de los líderes.

—Lo sé, pedimos que no nos mostraran hasta que sea el momento de tomar el liderazgo pero sinceramente no creo que eso sea posible— suspiró —No, si seguimos así.

—Tiene sentido— asintió.

Ambos se acercaron a la caja para pagar sus compras, Jungkook solamente pudo suspirar porque eran muchas compras y estaba cansado al haber trabajado toda la noche. Taehyun lo observo con ternura, porque Jungkook causaba eso en él, mucha ternura y su exquisito olor a fresas lo mantenía bastante feliz.

—¿Quieres que te lleve?— cuestionó Taehyun —Parecen ser muchas compras.

—No quiero ser una molestia— negó.

—No lo eres, enserio que no – aseguró – Yo estaba componiendo, pero necesitaba un respiro y comida, tal vez llevarte a tu casa sea lo que necesito para que la inspiración vuelva— bromeó.

—Ugh, bien solo porque ya es tarde y mi abuela debe estar esperando su almuerzo— sonrió.

Ambos caminaron hasta el auto del mayor, Taehyun hablaba sobre la música que creaba y Jungkook lo escuchaba atentamente. A Jungkook siempre le había gustado la música, su madre siempre tenía el equipo de sonido con música suave mientras hacia cualquier cosa en casa. Se dio cuenta que eso había sido heredado de su abuela cuando comenzó a vivir con ella.

—Es cierto no te pregunte ¿cómo conoces a Vante?— cuestionó Taehyun de pronto.

—Es mi jefe— explicó —Trabajo en su bar, hago tragos y aconsejo a personas borrachas.

—Por eso me aconsejaste, aunque no estoy borracho— bromeó.

—Perdón, es la costumbre— sonrió.

—Está bien ¿qué tal va el bar? La última vez que me contó sobre él, me dijo que todo iba bien y que quería volverlo un lugar seguro para omegas— comentó.

—Es un muy buen bar, las bebidas son buenas, la seguridad también— asintió con una sonrisa— Ningún alfa se propasa con algún omega, usualmente la seguridad se hace cargo de ese tipo de alfas.

—Me alegra— sonrió con orgullo —Una vez, antes de que abriera el bar, fuimos a un antro de mala muerte, vimos como muchos alfas intimidaban a los omegas. Vante quedo asqueado por eso y decidió abrir su propio bar, uno en el que los omegas se sintieran seguros para coquetear sin que los violen.

— Entiendo, eso es genial. En Busan no había lugares así, un omega siempre tenía que tener cuidado al caminar en la calle— comentó —Es aquí, gracias por traerme.

—No hay de qué— sonrió Taehyun, el tiempo se había pasado volando.

Ambos bajaron del auto y sacaron las compras de Jungkook, si el menor hubiera tomado un autobús con todas las bolsas, habría perdido los brazos al tener que caminar desde la parada de autobuses hasta su casa. Cuando Jungkook estuvo a punto de invitar al mayor para beber algo, Taehyun recibió una llamada del trabajo y tuvo que regresar a su departamento.

Jungkook solamente se despidió de Taehyun y vio el auto, que era muy diferente al de Vante, partir y perderse entre las calles. Suspiro e inevitablemente comparo a Vante y Taehyun, ambos son hombres atractivos, cultos pero muy diferentes en personalidad.

Vante siempre es serio, aun si lo vio solo unos minutos en el auto, pudo notar como no dejaba escapar nada en sus expresiones y usualmente era sarcástico y cruel. Mientras que Taehyun hablaba bastante, contaba mucho de su vida y sonreía mucho, le gustaba mucho su sonrisa y se preguntaba si Taehyung y Vante podrían sonreír de esa misma manera o si sus sonrisas serían diferentes.

—Jungkookie ¿volviste?— escuchó como le llamaban y al voltear vio a su abuela entrando con tierra en la ropa pero con una gran sonrisa —Las fresas que plante van creciendo bien, la hierbabuena y la menta están casi listas para usar.

—Me alegro abuela, traje las compras— sonrió con cariño —¿Quieres que preparé el almuerzo?.

—No cariño, yo lo haré— sonrió —Puedo hacer eso al menos, tu ve a darte una ducha, te ves cansado

—Pero...

—Está bien cariño, yo puedo, tú debes descansar para ir a trabajar más tarde.

—¿Trajiste limones?— cuestionó olisqueando el aire.

—Sí, pero supongo que el olor es debido a quien me trajo— comentó siguiendo a su abuela a la cocina — Es un hyung que me encontré el súper, me trajo porque compre mucho.

—Me alegra que tengas buenos amigos Kookie— sonrió su abuela —Siempre quise que tus padres se quedaran aquí, pero la oportunidad de trabajo de tu padre fue muy buena, así que los deje ir— suspiró.

—Lo siento abuela.

—No es tu culpa cariño, es culpa del líder de Busan, me alegra que ahora estés aquí conmigo— asintió decidida —Ve a darte una ducha cariño, yo cocinare.

—Está bien, abuela— sonrió.

Jungkook camino hacia su habitación, a veces tenía dudas, a veces pensaba que si hubiera usado supresores, tal vez aquel alfa no habría matado a sus padres e incluso llego a pensar que si no hubiera nacido, nada de aquello hubiera pasado.

Sin embargo su abuela tenía razón, no era su culpa, solo había sido algo malo que paso en el pasado y que no debería afectar su futuro. Sus padres lo amaron lo suficiente como para dar su vida por él, Jungkook no echaría a perder todo lo que hicieron por él solo porque a veces se sentía deprimido.

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Jungkook se arreglaba frente al espejo, tenía una hora para ir al trabajo nuevamente, su cabello rubio había sido peinado de modo que su frente había quedado descubierta, se había sombreado un poco los ojos y sus labios tenían un bálsamo en ellos que los hacían ver más brillantes y apetitosos. Suspiro, realmente no quería ir a trabajar ese día, su lobo estaba desanimado y tal vez había sido porque recordó a sus padres, pero en realidad no sabía si realmente esa era la razón.

—¡Jungkookie, te buscan!— exclamó su abuela desde el primer piso.

Jungkook se sorprendió, nadie lo llegaba a buscar, no tenía amigos lo suficientemente cercanos como para que lo buscaran de esa manera. Sin embargo bajo rápidamente para ver de quien se trataba, porque si era alguien extraño no podía dejar a su abuela sola.

—¿Quién...?— su pregunta quedo en el aire al ver en el sofá a un muy deprimido Taehyun.

—¿Taehyun?— cuestionó confuso —¿Qué pasa?.

—Jungkook... Taehyung se va a ir— soltó un par de lágrimas e intento acallar los sollozos pero le era difícil —Sa-sabía que así sería, era de esperarse porque se va a casar pero... mi lobo llora y aúlla del dolor porque va a perder a su hermano. Como trillizos nos enseñaron a estar siempre juntos, incluso separarnos unos días era doloroso y ahora él se va a ir.

—¿Él se los dijo?— cuestionó apenado al ver el dolor de Taehyun.

—Sí, yo les pedí que comiéramos antes de que Vante fuera a trabajar— comenzó —Taehyung acepto porque también tenía algo que decirnos, pero no pensé que realmente se fuera a ir, nos va a dejar y Vante se enojó tanto que grito que entonces él también se iría, que incluso tal vez dejaría Daegu— sollozo más fuerte —No puedo perderlos, duele demasiado el siquiera pensar que se irán de casa.

—Tranquilo Taehyun, tal vez puedan hablar sobre eso, llegar a un acuerdo— comentó, pero ni siquiera él sabía que podría hacer.

—A ellos no les importa nada, solo ellos mismos, los odio— gruño molesto y triste.

—Jungkookie el trabajo— murmuró su abuela.

—Pero...

—Ve, yo cuidaré del joven Taehyun— sonrió la mujer —Te esperaremos aquí.

—Ve Jungkook, yo lo siento vine sin avisar pero si no les molesta me quiero quedar un rato. No sé si pueda ver a Taehyung en este momento— suspiró.

—Es-está bien, volveré en un rato— asintió levantándose para tomar su chaqueta

—Cuídate cariño— se despidió su abuela y Taehyun solo pudo secar sus lágrimas de manera ruda y mover la mano en señal de despedida.

Jungkook aún con el corazón lleno de preocupación se fue, salió por la puerta y tomo el autobús que lo llevaría a su trabajo. Sin embargo el recuerdo de Taehyun llorando, destrozado en su casa aun lo atacaba y se preguntaba si Vante también la estaba pasando mal.

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¡Hola!

Solo pasaba a decir que la escritora no especifica mucho en el tiempo entre los capítulos o escenas y que este capitulo ocurre en días diferentes, asi que no se sorprendan si esto avanza rápido o lento.

Le puse a uno de los hermanos Taehyun porque no se me ocurría otro nombre y no queria ponerle solamente "V". Ya se que es el nombre de uno de los integrantes de TxT, pero asi lo voy a dejar. 

Eso es todo.