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Finalmente pondría mi plan en marcha, tuve tres meses de ardua labor para pensar bien, analizar y trazar un gran plan para mi venganza. Porque sí, jamás olvidaría lo que esos tres alfas tontos me hicieron pasar durante mi celo.

Está bien, acepto que había sido muy bueno, pasar ese celo con ellos tres me llevo a una semana entera de dolor muscular, pero pese a eso, había sido bastante placentero tenerlos a los tres dentro y las mordidas.

Muchos se sorprendían, no entendían como había sido posible y yo, yo tampoco sabía cómo era posible pero tampoco me importaba. Amo a mis alfas, amo a esos hombres que son tan diferentes pero tan similares.

—Su alteza Omega Luna, creo que deberíamos dejar el trabajo por hoy, veo que se siente un poco mal— comentó el abogado que había llegado para explicarme como habían procedido en contra de Yewoon.

—Solo dime Jungkook, Yoongi-hyung— pedí con una sonrisa tímida.

—Claro Jungkook, pero dime solo Yoongi, tu eres mi superior— pidió con una bonita sonrisa.

—Bien, lo entiendo— asentí —Gracias por todo tu trabajo estos meses, sin ti no hubiéramos podido recuperar el dinero robado.

—No fue nada, pero tenías razón en pedir ayuda a un omega y no a un alfa, incluso si habían alfas en el jurado, se veían encantados por la belleza y el olor dulce de esa estúpida— soltó con desprecio, fuera del rubro laboral, Seokjin era un omega como yo, con ansias de ser mejor

— Creo que desde ahora en adelante confiaré en ti, gracias— agradeció.

— No hay de que— sonrió mientras se levantaba.

— Jungkookie Tae te está... hola— saludó Jimin mientras entraba a la sala de juntas, quedándose embobado por la belleza de mi abogado.

— Hola, soy Min Yoongi abogado de su alteza el omega Luna— sonrió presentándose.

— Yo... soy Park Jimin, accionista principal en K's— se presentó con una sonrisa tímida y algo coqueta, Jimin me recordaba a mí cuando estoy con Vante.

— Bueno yo iré con Taehyungie, Jimin-hyung deberías mostrarle a Yoongi los alrededores, ya sabes porque ahora él vendrá más seguido— sonreí con inocencia.

— Ah claro— asintió.

Salí de la oficina para ir directamente a la oficina de mi alfa, ahora pasaba bastante tiempo en la oficina y era por el simple hecho de que en la empresa podía concentrarme en estudiar. No es como si el departamento que comparto con mis alfas fuera malo o incomodo, más bien era demasiado cómodo como para poder enfocarme.

Salí de la oficina para ir directamente a la oficina de mi alfa, ahora pasaba bastante tiempo en la oficina y era por el simple hecho de que en la empresa podía concentrarme en estudiar. No es como si el departamento que comparto con mis alfas fuera malo o incomodo, más bien era demasiado cómodo como para poder enfocarme.

Había intentado arduamente estudiar en el departamento, pero no había salido bien porque siempre estaba Vante o Taehyun rondando pidiéndome mimos, más Vante que cualquiera de los otros. Taehyung llegaba por la noche y se robaba mi atención, no me dejaban tiempo para estudiar. Por eso había decidido ir a la empresa para estudiar, tenía mi propia oficina incluso, era pequeña y solo tenía una gran ventana detrás del escritorio, pero eso estaba bien porque solo necesitaba estudiar.

Pero para aprovechar, almorzaba con Yoongi y nos dábamos mimos, después salía de la empresa para ir con Vante y darle mimos toda la tarde. Por la noche en cambio dormía con Taehyun, porque él era mi osito de peluche, porque a diferencia de Taehyung y Vante, a Taehyun siempre le había gustado ser la cuchara pequeña y a mí me gustaba eso.

Era una linda rutina que habíamos hecho, ni siquiera el celo de los tres lo arruino. Había sido una semana dura, porque el primero en entrar en celo fue Taehyung, duro 24 horas exactas y las otras 24 la pasamos entre mimos. El segundo fue Vante y fue similar, el tercero fue Taehyun, pero con él pase 48 horas entre mimos después de haber tenido un maratón de buen sexo.

Cada uno me mordió para reafirmar la marca, pero nos cuidamos, no quiero cachorros aún y ellos tampoco porque respetan mi decisión.

De hecho algo que habíamos adoptado después de entrar a terapia, era que los problemas debían ser hablados por los cuatro, si había algo que no me gustaba se los decía y no debía temer que ellos se enojaran porque al fin y al cabo su prioridad es cuidarme. Para ellos fue igual, ellos eran completamente sinceros pero respetaban mi opinión, como a veces les gustaba que tuviéramos sexo los cuatro, fuera del celo y no me molestaba decir que sí o decirles que no si es que estaba muy cansado.

Pero solo en mi celo es que los tres entran en mí, para evitar lastimarme más que nada.

—Taehyungie— saludé sentándome en sus piernas para darle un buen beso, sí uno muy caliente porque me sentía caliente.

—Creo que alguien está entrando en celo— murmuró amasando mis nalgas con sus grandes manos.

—Uh sí, necesito tenerlos a los tres juntos— gemí al sentir como besaba mi cuello, justo del lado que él mismo había marcado.

—¿Deberíamos irnos a la mansión?— me preguntó juguetón.

—Yo sí, tú no— me reí y me levante de sus piernas dejándolo con una expresión molesta.

—¿Por qué? El trabajo lo pueden hacer Seokjin y Jimin— gruño molesto.

—Jin-hyung pidió que aligeraras su carga de trabajo porque intenta cortejar a Namjoon, pero parece que te interpones a propósito, claro que yo le dije que no porque mi alfa no es así ¿verdad?— cuestioné viéndolo directamente a los ojos poniéndolo nervioso, porque Taehyung si era un primo celoso y no quería que su mejor amigo lo cortejara.

—Claro que no cariño, no soy un alfa cavernícola que piensa que todo es suyo— negó con temor bajando la mirada.

—Bien, entonces déjalo tranquilo y a Jimin también, parece llevarse bien con Yoongi, el abogado— explique con una sonrisa —Te veré en la noche, alfa.

Me despedí después de unos cuantos besos, después del tercer beso decidí obligarme a salir porque de lo contrario le suplicaría que me tome allí mismo en la oficina sobre el escritorio y quería que mi plan fuera exitoso.

No vivíamos en la mansión aún, más que nada porque primero quería estudiar y después de eso, podría liderar la manada junto a mis alfas, sería en ese momento en el que si podríamos vivir en la mansión. Pero por el momento, es más cómodo estar en el departamento con mis alfas.

—Buenas tardes Omega Luna— saludó el mayordomo, aún no me sentía del todo cómodo con tanta formalidad pero Yeseul me había dicho que debía aceptarlo porque así sería de ahora en adelante.

—Buenas tardes señor Ahn— saludé —¿Está todo listo?.

—Por supuesto, limpiamos y acomodamos todo en la habitación de los líderes— asintió con una pequeña sonrisa picara.

—Bien, en cuanto lleguen tienes que darles café o té, lo que ellos prefieran pero tiene que tener eso en la bebida ¿está bien?— pregunté con una sonrisa.

—Por supuesto joven— asintió.

—Gracias, iré a la habitación.

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Después de arreglarme durante horas, escuché como varias personas entraban en la habitación y después de unos minutos se iban. Al asomarme por la puerta del baño me di cuenta de que ya no había nadie más que mis alfas dormidos y atados en unas sillas que había pedido especialmente para ese día.

Mientras aún siguen dormidos, poco a poco los fui desnudando, era un poco difícil debido a que estaban inconscientes pero nada que una tijera no pudiera arreglar. Me alegro que estuvieran acomodados justo para ver la cama, en donde decidí descansar, no sabía bien cuanto duraría el somnífero pero suponía que sería una o dos horas, debería descansar antes de todo lo que tenía planeado.

Mi celo ya había comenzado pero lo había retrasado con un supresor, terminaría en una hora o poco más, perfecto para cuando ellos despertaran.

Me quede dormido hasta escuchar un fuerte gruñido y todo hubiera estado mal, porque hubiera maldecido por haberme despertado, pero ese gruñido pertenecía a Vante y me había calentado debido a eso. Al verlos, ellos estaban amarrados, despertando poco a poco y viéndome con curiosidad, no los culpaba.

Mi vestimenta era un simple baby doll para omegas, con ropa interior de seda, podía ver a Vante tragar con fuerza y morder sus labios. Taehyun y Taehyung no se quedaban atrás.

—Hola alfas— saludé mientras me estiraba un poco dejando ver mis lindas piernas, esas que Taehyung amaba morder.

—Jungkookie ¿podrías soltarnos? Sabemos que estas en celo— murmuró Taehyun intentando romper las ataduras.

—¿Recuerdan el primer celo que pasamos juntos? Ustedes hicieron una competencia para ver quien me hacía correr primero— les recordé —¿Saben lo adolorido que estuve por eso?.

—Omega— gruño Vante.

—No, hoy mando yo, hoy será mi venganza, una tan dulce que disfrutaremos los cuatro— sonreí mientras me sentaba en la orilla de la cama, con las piernas abiertas dejando a la vista mi semi duro miembro

—Pero Kookie— intentó suplicar Taehyung.

—No alfas, ustedes fueron malos con su omega y ahora su omega les dará un show que jamás van a olvidar— sonreí con inocencia mientras me levantaba para caminar alrededor.

Los veía tensos y excitados, lamí mis labios con deseo. A decir verdad, antes pensaba que hacer una mamada era asqueroso, pero con mis alfas era diferente, moría en este mismo instante por arrodillarme frente a uno de ellos y hacerle una mamada, en especial a Taehyun porque parece que él las disfruta más y Vante es quien las disfruta menos, él prefiere besarme mientras lo masturbo.

Como yo llevaba el control de todo, hice lo que quise, me acerque a Taehyun y me arrodille frente a él. Su miembro se veía despierto, unos cuantos toques y ya estaba completamente erecto. Escuchaba a Taehyung y Vante bufar molestos porque no los atendía, pero esto era parte de la venganza.

Sonreí al verlos de reojo y acerque mi cara al pene de Taehyun, lamí el glande y deje caer bastante saliva para poder mover con mayor facilidad mi mano. Taehyun no podía hacer más que gruñir en satisfacción, veía sus brazos tensos al querer tomarme del cabello y obligarme a meterlo en mi boca, pero no, esta vez yo llevaba el ritmo.

—¿Quieres que lo meta?— cuestioné en voz baja y lo sentí temblar.

—Sí— gruño.

—¿Por qué?— pregunté nuevamente.

—Porque deseo sentir la calidez de tu boquita alrededor de mi polla— gruño.

—No Hyun, las palabras mágicas— sonreí mientras bajaba la velocidad con la que movía mi mano.

—Por favor Jungkookie, por favor mételo a tu boquita— suplicó.

—Bien, pero si te corres te voy a castigar, tienes que aguantar ¿estamos?— cuestioné.

—Sí bebé, no me voy a correr sin tu permiso— asintió emocionado.

Observe de reojo a mis otros alfas y cuando me di cuenta de que ellos no apartaban su mirada, fue el momento exacto para meter el miembro de Taehyun en mi boca. Escuché gruñidos de parte de los alfas y eso me hacía feliz, estaban tan calientes por mí, por verme hacerle una mamada a Taehyun.

Ahueque las mejillas y succioné, subía y bajaba a lo largo de la erección, podía sentir las piernas de Taehyun algo tensas debido al placer y los gruñidos tampoco bajaban de intensidad. Cuando sentí a Taehyun estar a punto de dejarse ir, subí la mirada para encontrarlo un poco sudado y con la quijada tensa, estaba aguantándose, era tan lindo de esa manera que solo me hacía querer hacer maldades.

Fue por eso mismo que me aleje, saque su miembro de mi boca y deje de tocarlo, observe su ceño fruncido, estaba enojado por quitarle el placer pero, como dije, esta era mi pequeña venganza.

—Eso fue muy rico sonreí con alegría— ¿Les gusto el espectáculo? ¿Quién quiere ser el siguiente? Taehyung o Vante.

Los escuchaba pedirme que fuera con ellos, que hiciera algo por aliviarlos, eran tan lindos cuando me suplicaban. Sin embargo me acerque a Taehyung, me senté en sus piernas dándole la espalda, sabía que a Taehyung le gustaba más verme y tocarme cuando lo hacemos, a diferencia de los otros, Taehyung es bastante sensitivo y le gusta tomar el control, acorralarme hasta hacerme perder la cordura.

—Estás tan duro alfa— murmuré dejando caer mi cabeza en su hombro, solamente movía mis caderas levemente para sentir su erección.

—Jungkookie, estas siendo muy malo— gruño tenso, quería desatarse para tomarme con fuerza, pero no podía.

—¿Yo? Solo estoy jugando alfa— sonreí con gusto evitando su rostro para que no pudiera besarme, inevitablemente vi la mueca llena de molestia de Vante porque era el único al que no me había acercado, aún.

Era divertido, me sentía tan deseado en ese momento, jugué un poco más con Taehyung, calentándolo y calentándome también. Nuestros aromas se mezclaban tan bien que nos hacían perder la cordura, sabía lo que ellos querían y yo también lo quería, moría por desatarlos para que pudieran tomarme de una buena vez, pero quería jugar solo un poco más.

Al terminar de jugar con Taehyung, me levante, esta vez para sentarme a horcajadas sobre Vante y, como dije antes, para Vante era más placentero besarme mientras nos masturbamos mutuamente. Pero esta vez solo lamí mi mano, dejando una buena cantidad de saliva y lo acaricie, pero no me acerque para que me besara. Vante hacia el intento de besarme, pero yo lo rechazaba, incluso apretaba su erección si se ponía brusco.

—Todos son tan lindos, tan buenos chicos— sonreí con emoción.

—Omega, desátame— ordenó, sin llegar a usar su voz de mando, Vante no lo haría y mucho menos en este tipo de situación.

—Todavía quiero jugar— sonreí con cariño mientras me levantaba y me alejaba —¿Saben lo que los doctores recomiendan para pasar los dolores del celo? No siempre podemos tomar supresores, así que ellos nos dan una alternativa ¿qué creen que sea?.

—La masturbación— contestó Taehyung.

—Muy bien Taehyungie, eres tan inteligente alfa— sonreí dándole un beso en la mejilla —Compre estos juguetes hace unos días— mostré algunos —Son increíbles porque se controlan con una aplicación en el celular.

—¿Qué vas a hacer con eso?— cuestionó Taehyun nervioso.

—Voy a jugar con ustedes y conmigo— los señale y me señale.

No pudieron negarse, aunque quisieran, simplemente coloque los pequeños vibradores en sus miembros y yo tome el último. Una vez encendidos tome mi celular para comenzar, primero el nivel uno, los hizo jadear pero no al grado de maldecir por lo que debía ser una buena sensación.

—Disfruten, alfas— sonreí mientras me acostaba en la cama.

Ellos podían ver mis piernas abiertas, el encaje estaba completamente empapado por mi lubricación natural y mi pene se salía de la pequeña prenda. Levante mis piernas y me la quite, al bajar las piernas las abrí todo lo que podía. Mis alfas siempre me decían lo delicioso que era debido a mi flexibilidad y, bueno, yo también me sentía bien con eso.

Sabía que ellos podían ver mi entrada, la sentía ansiosa, necesitaba ser penetrado por algo, pero me aguantaría todo lo que pudiera. Subí un nivel de vibración y los escuché jadear nuevamente, me acomode para comenzar a masturbarme, eran suaves movimientos sobre mi pene, y mi otra mano se dirigía a mi entrada.

Vante me veía con ojos deseosos, igual que Taehyung, ambos deseaban hacer mucho más que tocarme y Taehyun, él intentaba contenerse pero se le hacía difícil, después de todo lo deje bastante estimulado.

Metí mis propios dedos en mi entrada, eran solo dos pero el placer fue inmenso, gemía sin poder contenerme, tampoco quería hacerlo porque eso les encendía lo sabía. Cuando pensé que estaba bien, tome el vibrador y lo metí poco a poco en mi interior. La vibración era buena, gemí en alto, no era suficiente pero me gustaba.

Subí un par de niveles y eso si los hizo maldecir, eran tan sensibles, pero al momento de hacerme el amor siempre me dejaban sin aliento. Acaricie mi pene y siempre les dejaba ver cómo me masturbaba, acaricie mis pezones, incluso lamí mis dedos como si fuera una mamada. Todo era tan bueno, tan increíble, subí más niveles hasta que nos perdimos en el placer, escuchaba las maldiciones de mis alfas, ellos gemían mi nombre y yo gemía el nombre de ellos, necesitábamos más, mucho más.

Antes de correrme me levante, tenía las piernas temblorosas porque el vibrador daba en mi próstata. Pero me acerque para desatarlos uno a uno, primero Vante, luego Taehyung y finalmente Taehyun.

No paso ni medio minuto cuando ya me tenían contra la cama, acariciándome y acariciándose, se quitaron los vibradores y me quitaron el que tenía dentro. Vante fue el más desesperado, me dejo en cuatro sobre la cama y me penetro de manera dura y rápida.

— Agust!— gemí en alto al sentirlo correrse dentro, sin anudarme.

—Ven Jungkook— ordenó Taehyung, esta vez dejándome boca arriba, abrió mis piernas y me penetro sin dejarme un minuto para calmarme.

—¡Taehyung! ¡Tan bueno!— grité mientras me aferraba a sus hombros, Vante tomo mi rostro para besarme y Taehyun mi mano para masturbarse.

—Delicioso— murmuró Taehyung mientras se corría.

—Es mi turno— gruño Taehyun y esta vez me acomodo de lado, levanto mi pierna y él se acomodó para penetrarme.

Las embestidas de Taehyun eran más erráticas, solo eran duras y rápidas, no tenían ritmo pero eso no importaba porque estaba en mi límite. No había tenido los nudos de mis alfas, eso me había creado una sensación de incomodidad, pero Taehyun no me permitía pensar en otra cosa que no fuera su polla penetrándome de manera dura.

Cuando estuve a punto de correrme, grite y gemí, me aferre a las sabanas. Finalmente Taehyun si pudo anudarme y mis otros dos alfas se corrieron en mi cara. Mi cuerpo sufría de pequeños temblores debido al orgasmo tan intenso que había tenido, estaba cansado, realmente lo estaba.

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—Cuando la tía Yeseul me dijo que no te veías bien, no bromeaba— se burló Namjoon al verme en la cama sin poder moverme demasiado.

—Sí bueno, la pequeña venganza termino en ellos follándome una y otra vez hasta que me desmaye— suspiré.

—Bueno, solo puedo decir que al menos te ves satisfecho— asintió con una gran sonrisa.

—Por supuesto que sí— asentí con una gran sonrisa —Vale la pena el dolor en mi cadera, además de la vergüenza cuando el doctor me dijo que debía descansar y que la próxima vez tenían que ser más suaves conmigo.

—Hubiera querido ver la cara de Taehyung— se burló Nam y sí, había sido gracioso.

—Los tres estaban arrepentidos, Taehyun no dejo de pedirme disculpas y Taehyung me llama cada tanto para saber cómo estoy— explique.

—¿Y Vante?— cuestionó curioso.

—Bueno él...

—Omega, aquí está tu medicina— Vante entro por la puerta para darme mi medicina —No te levantes solo, déjame ayudarte, Namjoon estorbas será mejor que te vayas.

—Woah— soltó Namjoon —Si no fuera porque me dijiste estorbo, diría que eres alguien diferente V— sonrió Nam.

—Sigo siendo el mismo, podría golpearte ahora mismo para que lo compruebes— soltó con una mirada seria y molesta.

—Vante— lo regañe —Mejor ayúdame a levantarme.

—Sí, perdón Omega— se disculpó y me ayudo.

—Oh bien, solo venía a darte los folletos de las universidades— me mostró —Deje post-it en cada una para decirte cuál es el nivel de educación en ellas y cuál es la opinión de las personas en Daegu.

—Gracias Nam— sonreí agradeciéndole.

—No hay de qué— se despidió.

—Al menos hace algo ese mocoso— gruño Vante dándome unas pastillas y el vaso de agua que había traído.

—Gracias— sonreí —Alfa ¿puedes darme mimos antes de que te vayas a trabajar?.

—Claro omega— asintió quitándome el vaso para después recostarse a mi lado.

Me encantaban los momentos como ese, pero eran aún mejores cuando estábamos los cuatro juntos. Cualquiera que me conocía, pensaba que era raro amar a tres personas, incluso pensaban que era un oportunista y que solo jugaba con mis alfas. Bueno jugábamos mucho, pero nada tenía que ver con aprovecharme de su posición social.

Tal vez para algunos era raro amar a tres personas, pero para mí era natural y para mi lobo también, no podríamos vivir si alguno de ellos faltara. Los necesitaba a los tres y quería vivir a su lado, felices por el resto de mi vida.

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Les traigo otro lemmon para sus mentes cochambrosas, asi que espero  que lo disfruten, solo quedan dos extras y esto se acaba.