21: Error Tras Error.
“El mundo es un caos total.”
—¿Es él?. —
El hombre no estaba tan convencido de ver al niño inconsciente enfrente de él.
— Es muy pequeño. — Dijo. — Y parece frágil. Cómo un humano. —
— Tiene la apariencia de un humano, pero créame, señor. Es todo lo contrario. — Dijo la mujer viendo al pequeño tricolor. — Está dotado de un gran poder. ¿Acaso no a escuchado el refrán: El lobo que se disfraza de oveja?. —
El hombre miró a la mujer.
— ¡Es justamente eso!. — Se acercó la encaprichada mujer con una sonrisa divertida. — El lobo está disfrazado de un lindo e inofensivo humano. —
Acaricia la mejilla del menor. — Es la arma perfecta. —
— Si tú lo que dices. —
El hombre de entre su saco sacó una jeringa con una sustancia roja.
— Vamos a ponerlo a prueba. —
el hombre inyectó aquella sustancia en el cuello del niño.
➖➖➖➖➖➖➖
Yugi se despertó de inmediato, respirando agitadamente , tocandose el cuello varias veces, asegurándose que estuviera bien.
No duele, pensó.
No hay dolor. No hay ardor. Ni siquiera la reconocible asfixia y el calor abrumante, que rodeaba su cuerpo cuando “eso” pasaba.
Volteo hacia todos lados, analizando su entorno; un cuarto con las luces apagadas, gruesas cortinas que volvían aún más oscuro la habitación, tocó de bajo de donde estaba sentado y sintió la textura suave y acolchonada, se dio cuenta que estaba en una cama.
¿Pero en que lugar?.
Guiándose por su tacto y sus instintos palpo lo que estaba cerca, muebles, cajones, pared y, ¡bingo!, un interruptor.
*Click.
Las luces se prendieron y entonces vio donde estaba.
Claramente no estaba en la habitación de Atem, pero era similar.
Se paro y noto que sus piernas estaban descubiertas, pero el resto de su cuerpo estaba cubierto por una camisa grande, el doble de la talla que él.
Ahora lo recuerda, cuando el salió de bañarse, Atem tardaba con su ropa que le iba conseguir y para poder estar cómodo, busco una camisa para cubrirse, además de que esta poseía el olor de Atem impregnada, como la que tenía actualmente.
Camino por la habitación se dirigió hacia las cortinas para descubrirlas y noto que era de noche, pero había un detalle que no pudo dejar pasar.
¿Por qué las ventanas tenían barrotes?, ¿y por qué parecía estar en un piso alto?, ¿qué significaba todo esto?.
Se alejo de las ventanas.
¿Cuánto tiempo estuvo inconsciente?.
Volvió a caminar, pero esta vez se dirigió hacia la puerta.
Cerrada.
¿Qué estaba ocurriendo?, ¿por qué lo habían encerrado?.
No, no podía estar encerrado.
➖➖➖➖➖➖➖
— No lo puedo creer. —
Atem dejó el libro sobre la mesa haciendo un eco enorme en toda la biblioteca de su casa.
El libro sacó polvo, pues llevaba varios años en aquel estante viejo de esa aburrida biblioteca.
— Yugi no podría ser una de estas criaturas. — Decía Atem frustrado, al ver la imagen de una criatura oscura y de ojos rojos. — Estaban extintas hace años. — Murmuró y recordó la reunión de su padre con Timeus. —
➖➖➖➖
—Yugi es un ser despreciable. — Dijo Tim.
— ¡No te atrevas hablarle así!. — grito Atem con evidente molestia. Su lobo y él querían moler a golpes a Timeaus, pues ya se lo estaba ganando enserio un verdadero castigo. — ¡¿Acaso quieres que te enseñe un poco de respeto?!. —
— ATEM. — Su padre había alzado su voz llamando la atención de su hijo.
Pero Atem le miró mal, su padre también comenzaba a fastidiarle, ¿acaso estaba de lado del albino?.
— Timaus, tiene razón. — Nuevamente dijo su padre. — Yugi es... —
Atem no lo aguanto más, o mejor dicho su lobo, pues antes de que su padre pudiera terminar la frase, Atem se abalanzó hacia el adulto para desgarrarle el cuello.
¡Nadie podía hablar mal de su pareja!
Su padre, quién ya había provisto las acciones de su hijo, dejó que se abalanzara, pero antes de que el lobo de Atem, pudiera llegar incluso tocarlo, el hombre adulto, se hizo a un lado y con un moviento rápido sujeto a su hijo del cuello para luego arrojarlo hacia el suelo, la acción sorprendió al albino pues jamás espero que el padre de Atem actuará así con su hijo; Atem cayó boca abajo y rápidamente el hombre coloco su rodilla sobre la espalda de su hijo mientras sujetaba las manos de su hijo en agarre firme para que este no pudiera liberarse o tener oportunidad de hacerlo.
Sabía de sobra que su linaje era fuerte, sobre todo cuando eran jóvenes.
Desafortundamente para su hijo, él aún no podía desarrollar esas habilidades que le proporcionaba su lobo, si Atem quisiera de verdad y su lobo, podrían incluso derrotarlo, pero...
Mientras no desarrollarán esas habilidad, su hijo era inofensivo para él.
— Cálmate cachorro. — Dijo su padre.
Atem le gruñó en respuesta, ya qué era vergonzoso que su padre lo llamara así.
¡Ya no era un niño!
— Déjanos explicarte. — Habló nuevamente el hombre. — Yugi, no es lo que piensas. — Dijo. — El guarda un enorme y oscuro secreto dentro de su ser que debe ser controlado. —
Atem seguía luchando por liberarse, pero seguía escuchando a su padre.
— Su sangre es especial. —
— ¡Ja!, ¿ahora vas a decirme que es un vampiro?. — Se quiso reír el moreno.
— Qué bueno que te lo tomes con humor, Atem. — Dijo sarcasticamente Tim
—Hijo, por favor, debes tomarte este tema enserio. —
—¿Y cómo quieres que me tomé el tema enserio? si todo el tiempo lo están llamando que es un monstruo, ¡una bestia que debe de ser asesinado!. —
Atem miró de reojo al de ojos esmeralda que estaba sorprendido por las palabras de su futuro líder, ¿acaso había escuchado la conversación que tuvo con su omega?.
—¡No permitiré que le hagan daño!, ¡sobre mi cadáver!. — Decía Atem mientras sentía su lobo rugir, rasguñar por poder salir y hacerles pagar por hablar mal así de su pareja.
Su padre lo miró con tristeza.
¿Cómo su hijo podía ser tan cabezota?, ¿por qué arriesgar su vida por alguien cómo Yugi?.
“Te recuerdo que tú hiciste lo mismo por él padre de ese chiquillo.” Le regaño su lobo interno con voz gruesa mientras el hombre se estremecía, por escuchar a su lobo después de tantos años. “¿Acaso ya se te olvidó?.” Volvió a decir su lobo. “¿No recuerdas cómo amamos con locura a ese chico de bellos ojos?, pensabas qué era el ser más hermoso que había pisado la tierra.”
— Esto es diferente... — Susurro el padre de familia , tan bajo como podía.
“¿Cuál es la maldita diferencia? .”
—¿Qué es diferente?. —
Preguntaron tanto su lobo como su hijo y este gruñó por lo bajo cuando noto que su hijo lo había escuchado.
— Nada. — Contestó el hombre y soltó a su hijo, mientras este se quejaba del dolor y preguntándose, ¿cómo ese viejo es que poseía esa tipo de fuerza?, ¡para su edad ya debería estar oxidado! — Retirate por ahora. —Ordenó.
—¿Y donde esta mi explicación?. — Exigió este.
— Te la daré después. — contestó su padre con tono serio, hablar con su lobo lo había puesto de mal humor y no quería descargarse con ese par, sobre todo con su hijo que poseía el mismo carácter que él.
Sería fastidioso pelear y una considerable pérdida de tiempo.
— Timaeus. — Llamó al otro tricolor.
—¿Sí, señor?. —
—Lleva a Atem a la biblioteca y muestrale lo que posiblemente sea Yugi. —
Tim asintió y se llevó a rastras a un Atem que aún se quejaba por todo. ¡Pues no entendía ni una mierda de que lo estaba pasando!
El par se retiro y el hombre se dejó caer en su asiento frustrado.
— Después de mucho tiempo sin hablarme, ¿ahora te presentas para defender a mi hijo?. —
“Quería hacerte recordar la mierda de persona como eres; vi la oportunidad y la aproveche.” Respondió su lobo.
El hombre gruñó.
“Además, ¿te recuerdo quien fue quien nos quito a nuestra pareja destinada?, ¿al compañero que tanto amábamos?.”
—Ya basta, eso fue hace mucho tiempo. — Dijo el hombre, sintiendo como su pecho comenzaba a estrujarse al recordar a ese joven de ojos amatistas que cada mañana en su cama le decía un Buenos días, cariño.
“¿Duele cierto?.”
—¿Solo me hablaste para hacerme sentir mal?. —
“Solo para advertirte que yo mismo protegeré a esos dos.”
Los ojos del hombre se abrieron como platos, incrédulo de lo que escuchaba de lobo interno.
— No serias capaz...
“Por supuesto que sí.”
— Pero nosotros estaríamos...
“¿Y qué importa si nos dividimos?” Dijo sin interés el lobo. “Tú me quiste lo que yo más amaba, ahora yo seré quien proteja tanto a mí cachorro como al destinado de este de ti, de todos aquellos que se les impongan.”
— ¿Acaso estas escuchándote?, está no es una maldita guerra. De verdad, ese muchacho Yugi es un peligro para...
“¿Pará quién?, ¿para ti?, ¿para todos?, ¿recuerdas que eso mismo le estaban diciendo a nuestro destinado?, ¿a nuestro dulce omega?.”
El hombre se quedó callado.
“Esos bastardos decían que nuestro omega era una aberración, que merecía ser asesinado. Un monstruo. ¿Acaso le estas diciendo lo mismo a tu hijo?, ¿qué su destinado es un monstruo?, ¿qué jamás debió existir y qué por eso debe de ser asesinado?, ¿eso quieres decir?.”
—Yo... —
“No intentes justificarte. Te conozco por completo.” Le interrumpió su lobo. “Tú hijo es idéntico a ti y esa pareja suya es idéntico a nuestro omega.”
—¿Quieres decir que toda la historia se volverá a repetir?. — Dijo el hombre con voz sombría.
“Digo que esto puede evitarse. No lastimes a tu hijo. Se supone que tu existes para protegerlo, no para herirlo. Y no lastimes a su pareja, deja que ellos lo solucionen. Al igual que tú, creeme o no, también estoy asustado pero intrigado por ese chico que creo nuestro omega.”
—Entonces, tu sabes que Yugi es...
—
“Quisiera que solo fuera un mal entendido, como paso con nuestro omega pero, lastimosamente Yugi posee al ser oscuro en su interior.”
×Continuará....
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro