Al mirarme al espejo podía notar pequeños cambios físicos, anteriormente me vi curvas, pero mis labios lucían un poco de color durazno, mis ojos parecían relucir un poco más, menos muertos que antes, mi cabello pareció crecer y lucir un tanto salvaje en marcando mi rostro y mi piel, parecía un poco más blanquecina.

No podía creer que al ver mi reflejo, ese era yo.

Es decir, ¿desde cuándo había cambiado tanto?.

Salí del baño, ya limpio y al salir no encuentre ninguna prenda que ponerme, ni siquiera estaba Atem como lo había prometido.

¿Donde demonios estaba?, me dijo que no tardaría.

Me abrace a mi mismo, intentando conseguir un poco de color, sin embargo, eso no era suficiente e instintivamente corrí hacía que mueble donde el había buscado los collares y al hacerlo, me encontré con varias prendas en tonos oscuros.

Espero no le moleste que tome uno, sera solo un préstamo, sí, eso.

Tome lo que parecía ser una camisa de manga larga de botones y con pequeños destellos dorados, al sacarla me di cuenta que era grande e incluso me atrevo a decir que me llegaría un poco más arriba de las rodillas.

No se por que, pero acaricie la tela, parecía suave y desprendía un agradable aroma a menta.

"Huele delicioso."

Sin esperar mucho me coloque la camisa y tal como sospechaba, me quedaba grande, pero me cubría lo necesario, la abotone, dejando los tres primeros botones sueltos, dejando mi piel expuesta dejando resalta aquel collar que me Atem me dio.

De repente un me quise ver al espejo, ¿cómo luciría?, quiero decir, estoy usando una camisa grande pero cómoda.

Cuándo menos lo note estaba frente al espejo admirando mi reflejo, yo... lucía... adorable y... Bonito.

Mis mejillas se sonrojaron un poco, ¿de verdad estaba pensando eso de mi?, quiero decir; jamás le he puesto atención a mi apariencia, consideraba que me veía normal, igual a todos, pero...

¿Pero que estoy haciendo?, yo no soy así.

Me alejo unos cuantos pasos del espejo.

¿Por qué estoy actuando así?, se supone que debo ser yo mismo, pero...

Me miro nuevamente al espejo.

Siento que me estoy volviendo otro.

Toco mi rostro y al hacerlo, una parte de la camisa muestra mi hombro, exponiendo aquel parche que cubre la herida.

"No me gusta. No me gusta que eso esté ahí."

La gasa que me había puesto para cubrir la marca después de la ducha, me estaba desgranando de a poco.

"No creo que a Alfa le disguste su lo quito..."

Sin más removí la gasa, exponiendo con gusto esa marca que ahora estaba rosada.

La acaricie con la yema de mis dedos, cerré los ojos y al instante, el vivo recuerdo de ser marcado invadió mis pensamientos.

Es cierto que dolió, pero el dolor pasó a segundo plano cuando sentí una sensación extraña recorrer todo mi ser; ¿gusto?, ¿placer?, ¿satisfacción?.

"Libertad..."

Abrí mis ojos al escuchar aquel murmullo que provenía de mi cabeza.

- ¿Qué?. -

Toque el espejo donde mi reflejo había cambiado; ojos en un tono completamente, una sonrisa que parecía agradable pero maliciosa a su vez .

- ¿Estoy alucinando?. - Me pregunté a mi mismo.

-"¿Tu crees?". - Respondió mi reflejo mostrando unos colmillos afilados.

Abrí mis ojos expectante. Mi mente estaba jugando conmigo.

- "No digas ridículeces, ¿quieres?."-Volvió a decir mi reflejo como si supiera lo que yo pensaba. - "Exacto." -

Quise gritar, pero por alguna extraña razón, no pude, todo lo contrario. Me quedé callado y sin ser yo quien controle mis acciones, lleve mi dedo índice a mis labios para hacer un gesto de silencio, luego mi cabeza comenzó a negar.

- "No grites." - Dijo. - "No quieres que nos escuchen, ¿verdad?."

Trague duramente saliva.

-"Mirate." - Sonrió complacido. -"Cuanto has crecido, cariño." - Baje mi mano y mis pies caminaron hasta estar más cerca del espejo. -"Déjame contemplarte más a detalle." - Mis manos comenzaron acariciar mi rostro con un extremo cuidado que me dio escalofríos, después, mis manos fueron hasta los botones de la camisa desabrochandola, dejó caer la mitad de la camisa hasta la altura de mis codos.

-"Definitivamente somos perfectos, ¿no lo crees?." - Mordí mis labios y nuevamente lleve la yema de mis dedos a la marca. - "Lindo." - Murmuró. - "Es una lastima que deba matarlo." -

¡¿Q-qué?!.

- "¿Donde esta ahora el Alfa?.". - Preguntó, yo no conteste, ni siquiera quise pensar en su nombre.

Hasta que escuche la puerta ser abierta.

- "Es él, ¿verdad?." - Susurró siniestramente.

- ¿Yugi?, ¿Aún sigues en el baño?. -

Escuche pasos acercándose.

Oh, no...

- "Esto será divertido." -

Pude notar como mis uñas se volvían una enormes garras.

- "Muero por saber a que sabe su sangre." -

Por favor, no...

-¿Yugi?. -

Lentamente avanzaba en sigilo para no ser descubierto por Atem, ya que este estaba dándome la espalda mientras sacaba ropa de una bolsa.

Mis garras se elevaron para atacarlo.

¡¡BASTA!!, ¡¡NO LO HAGAS!!

Y en un minuto pude escuchar un ligero tintineo que provenía del collar y un ligero destello provenir del objeto, a continuación un ola expansiva me sacó volando de vuelta la baño haciendo resonar un estruendo ruidoso que hizo que comenzará a toser como si me hubieran sacado todo el aire.

Luego escuche pasos apresurados acercándose hacia a mi.

Mi vista estaba nublada, pero podía distinguir perfectamente a Atem.

- ¡Oh, Luna!, ¡¿Estas bien?!. - Pregunto preocupado, estuvo a punto de tomarme en brazos, pero yo con las pocas fuerzas que tenía y el miedo invadiendome rápidamente, hizo que me abalanzará a los brazos de Atem, así comenzando a llorar desesperadamente.

¿¡Qué había sido eso?!, ¡¿qué había pasado?!.

×Continuará...