Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12: Rareza

— Estas temblando, déjame traerte una bebida caliente y relajante para calmarte los nervios. —

Me dijo aquella mujer amable y bondadosa que me miraba de forma maternal, se acercó a mí y por última vez me arropo con una manta que había traído de su habitación para luego retirarse.

Suspiré con pesadez, mire mis manos y estas aun seguían temblando, de hecho, todo mi cuerpo.

— ¿Quieres algo de comer?. — Mi hermano se acerca a mi lado, acaricia mi espalda y me apega a él. Negué sin decir nada. — Lamento que te este pasando esto, de nuevo. —

Cerré los ojos en automático, mi memoria volvió a recordarme mi duró y sangriento pasado donde lo único que puedo ver es mucha sangre en el suelo, cuerpos sin vida a mi lado y mis manos cubiertas de sangre por aquellos mismos cuerpo mientras sostenía un cuchillo.

Abrí mis ojos lentamente mientras guardo algo de distancia con él.

— Yugi. — Me llama mi hermano, su voz suena lastimera. Note que quería decir algunas cosas, pero fue interrumpido por la puerta que se abrió de golpe haciendo que yo saltará del susto.

— ¿Quién es Yugi Muto?.—  La potente voz de aquel hombre que acababa de entrar me estremeció por completo, pero me mantuve en mi lugar.

— Es mi hermano, señor Halackti. — Mi hermano toma la palabra y se planta frente a mí, cubriendome de aquel hombre que se veía imponente.

— No te estaba preguntando a ti, chico.  Le preguntó al niño que ocultas detrás de ti. — Responde el hombre con voz grave , escucho a mi hermano gruñir con molestia.

Yo me paro enseguida y salgo detrás de mi hermano.

— S-soy yo. —  Respondí con dificultad pues mi voz sonaba frágil, aún que trataba de verme fuerte.

— ¡¿Yugi...?!.—  Al verme el hombre parecía que en cualquier momento sus ojos se saldrían de sus cuencas, pues parecía muy sorprendido de verme.  — ¿Enserio, tu eres Yugi Muto?. —

—¿M-me conoce Señor?. —

Él se quedó callado me analizó de pies a cabeza y luego me encudriño en sus ojos, su mirada antes poderosa y feroz y fría ahora me veía de diferente forma, como si yo me tratara de alguien muy especial para él.

— Yo... —

— Deja de asustar al hermano de mi amigo, papá. No tienes el derecho. — Mana entra en la habitación, se acerca hasta a mi y me abraza. — ¿No ves que ha pasado por al terrible?. —

El Señor aún seguía viéndome, con su boca ligeramente abierta.

¿Realmente estaba muy sorprendido por verme?.

— T-tienes razon. — Tartamudeo él dejando extrañados tanto a mi hermano como a Mana. — Tengo que hacer unas llamadas, quédense aquí un momento, no se muevan. — Me dio una última mirada y después de fue dejándome completamente extrañado de su comportamiento.

—Creí que haría algo. — Me atrevo a decir.

— Yo tambien. — Dijo mi hermano cruzando  de brazos. — Qué extraño es tu padre, Mana. —

— Eso fue raro. — Dijo la castaña soltandome. — Vine a qui para defenderlos si él les decía algo, pero al parecer el se fue por su propia voluntad. —  Coloco sus manos en sus barbilla en modo pensativo. — Realmente es raro. —

¿Raro?, me parece más bien, que le parecí familiar como si le recordará a alguien, note su cambio de expresión, me vio primero con frialdad y amargura y después me vio entre una mezcla de sorpresa y cariño.

— Sí, definitivamente fue raro. —Dije.

....

— ¿No sabes nada?. —

— No. — Respondieron del otro lado de la línea. Luego se escucho un suspiro del otro lado. — Pero si pasa algo, no dudaré en decirte. — Ahora la voz se escuchaba preocupada.

— Haré lo mismo por ti. — Dijo el padre de Mana y Atem. — Confía en mí, ¿sí?. —

— Siempre he confiado en ti. No tengo dudas. — Sé escucho cómo reían del otro lado de la línea. — Cuidalos por mí, ¿sí?. —

—Sí. —

… …

—¿Sospecharon de nuestro plan?. — Preguntó la mujer del otro lado de la línea.

El chico sonrió.

—Para nada. Son tan estúpidos que ni siquiera se dieron cuenta que en realidad mate a dos jóvenes. De verdad estaban tan enfocados en aquel chiquillo. — Se burló el asesino.

— Debes dejar de jugar así, ¿no ves que puedes exponernos?. — Hablo otra mujer desde la viollamada.

El chico solo sonrió burlesco hacia sus dos madres.

— Oh, venga, soy tan cuidadoso, lindo y bonito como ustedes. Paso desapersivido. —

*Continuará...










Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro