Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1: Había Una Vez...

No se cómo comenzar todo esto, desde "había una vez" o "todo inicio..."

No soy muy bueno para relatar una historia, ni siquiera para hablar, pero lo haré lo mejor que pueda, quiero contar lo que he me pasó desde que llegué a Domino, un pueblo que está lejos de la ciudad y de mi propia zona de confort.

Un lugar al que fui obligado a viajar para quedarme durante tres años, en lo que concluía mi bachillerato, mientras mi hermano mayor cursaba la universidad en el mismo campus que yo.

Era realmente increíble como bachiller y universidad estaban juntos, claro que divididos por el estacionamiento, se podría decir que la universidad que daba solo cruzando la calle, quedaba justo enfrente de mi instituto, así que sería fácil buscar a mi hermano para irnos a casa juntos o para buscarlo si requería de algo.

Pero creo que me estoy adelantando mucho.

Empezaré desde el principio.

Mi nombre es Yugi Muto , hijo de Diana Muto y Jerad Muto, son mis padres y junto con mi inseparable hermano Timaeus Muto, iba a viajar con él a un lugar alejado de todo lo que conocía.

Claro que mi madre en un principio no estaba de acuerdo, pero a la larga, cuando se estaba planea do lo del viaje, aceptó, pues así me mantendría alejado de los problemas que habían surgido en la empresa de mamá y papá y debían de arreglarlo pronto o tendrian problemas más grandes más adelante si no lo resolvían ahora y eso les quitaba el tiempo para atendernos, para cuidarnos y vigilarnos de que no estuviéramos haciendo algo incorrecto, era imposible que nos cuidaran.

Pará ello Timaeus surgió algo que me desconcertó por conpleto; sugirió la idea de que él me cuidaría mientras ellos resolvían sus problemas, mis padres lo dudaron muchas veces, no creían que Timaeus estuviera preparado para tenerme bajo su cuidado, pero mi padre, al pensarlo varios días aceptó justificándose ante mamá que esto demostraría que Timaeus sería un buen Alfa para la familia; cuidaría de mi, me protegería, me vigilaria en el transcurso de mi estadía allá, en Domino.

Mamá dudaba, le decía a papá que yo no estaba listo para ese tipo de cosas y no es que desconfiara de su primer hijo, no. Ella sabía que Timaeus sería capaz de dar su vida por mí y por cualquier miembro de la familia... Solo qué...

Ella se refería a mi como un ser frágil cómo ella.

Pará estar en Domino yo no estaba preparado, apenas cumpliría los 15 años, entraría por primera vez al instituto, un territorio desconocido para mi como lo eran esas tierras.

Mamá le decía a papá y a mi hermano que yo no estaba preparado, ¿cómo entregaría a su hijo a los lobos sin saber protegerse? ¡Se lo comerian vivo!.

Expresó mi madre mientras negaba repetidas veces y desempacaba mis cosas que ya habían sido empacadas por mi propio padre y mi hermano.

Ellos protestaron, me dijeron que aún que fuera un simple mortal tendrían que dejarme ir; “algún día Yugi será todo un hombre y ya no va a necesitar más a su mamá. Debes dejarlo vivir, mujer.”

Dijo mi padre con voz calmada mientras sujetaba a mamá de los hombros, ella solo lloro en su pecho contestando:

“Lo sé, es solo qué... Yo pensé que no era necesario esto. Qué no era necesario entrenarlo, pensé que viviría como un chico normal y ahora, él debe de conocer las tierras donde alguna vez vivimos y sin entrenamiento... Jared, tengo miedo a que le pase algo.”

Dijo mamá lamentándose.

“No le va a pasar nada mi cielo. Esta con Timaeus, él lo protegerá, recuerda que mis mocosos son inseparables, se cuidan la espalda el uno al otro y aun que no hayamos entrenado a Yugi, el sabe que debe de cuidar de su hermano así como Timaeus de él.”

“Pero...”

“Pero nada mi amor.” Le calló mi padre con un beso en sus labios y luego se separó. “Es hora, debemos de cumplir nuestra misión.”

Mi madre con ojos lagrimosos asintió, volvió empacar mis cosas y se fue con mi padre a su habitación sin saber que yo los estaba escuchando desde otra parte de mi habitación dejándome con miles de preguntas.

¿Qué era Alfa?, ¿qué sabía mi hermano y de qué debía de protegerme?, ¿De qué tierras estaban hablando mis padres?, ¿qué me esconden?, ¿De qué entrenamiento hablaban?.

No lo sé... Jamás lo supe, jamás me atreví a preguntarles, pues resultaría castigado por ello.

Entonces, aquí estábamos. Aún qué confundido y algo molesto por irme lejos de lo que una vez fue mi casa, nos encontrábamos en el aeropuerto de Japón.

— ¿Enserio no me puedo quedar?. — Intente por última vez converger a mis padres de queswrme en la ciudad pero ellos se negaban.

— Ya te dijimos por sexta vez que no. —Mi madre me besa la frente acomoda mi camisa, peina mi cabello con sus dedos y luego se aleja con un pellizco de mejillas. Pará hacerle lo mismo a mi hermano, mire a mi padre.

Este me veía con una sonrisa de medio lado, golpeó gentilmente mi hombro y luego me despeino haciendo que mi madre le reprochar a por demoro ar su trabajo, eso no evitó que ambos se vieran con amor y que se tomarán de sus manos.

— Muy bien, repasemos una vez más el plan... —Dijo mi padre.

—Tomar el avión, llamar un taxi, llegar a casa y desempacar. No salir, no hablar con desconocidos. Cuidar y proteger al enano...

—¡Oye!. — Me queje.

—Seré responsable, no se preocupen, vayan tranquilos. Yo lo cuido. — Prosiguió mi hermano.

Mi padre asintió.

—Perfecto, veo que te sabes el plan de memoria. — Dijo.

— [ Vuelo 105. Londres, Inglaterra, favor de abordar su vuelo. Repito...]. —

—Llegó la hora, mocosos. — Dijo papá con su boleto en mano cómo mamá.

—[Vuelo 110. Pueblo, Domino. Favor de abordar su vuelo.] —

—Sí, ya es hora. —Dijo mi hermano pasándome mi boleto de avión. — Los llamaré en cuanto lleguemos en casa, me aseguraré de que todo esté en orden. —

—Asegúrate de eso, ¿de acuerdo?. —Mi padre y mi hermano cruzaron miradas, parecían que se estaban diciendo algo con la mirada, a saber que era...

—Cualquier cosa, por mínima que sea. Avisanos de lo que ocurra, ¿de acuerdo?. — Le dijo mi madre a Timaeus, este asintió. — Cuídense mucho mis niños. Recuerden que los amo mucho. — Mi madre nos abrazo por última vez, aún que jote que el abrazo que le dio a mi hermano perduró un poco más.

—Mujer, es hora. — Mi padre jalo a mi madre lentamente hasta donde debían de partir, nos miraron una vez más mientras caminaban y se despedían con su mano, al igual que nosotros de ellos.

Cuando ya no los vimos, nosotros nos marchamos de igual modo hacia nuestro avión.

Pasamos por todo el proceso y cuando estuvimos dentro del avión, me sentí muy melancólico.

Jamás me había separado de mis padres y mi familia, ahora nos separabamos por el asunto de la empresa que tenían mis padres. Siempre tenía a mi familia unida y ahora ya no la tengo.

No se por qué, pero algo me dice que yo me quedaré sólo en este viaje.

Debí negarme.

— Descuida, Yu. Vamos estar bien. Voy a protegerte. — Timaeus, coloca su mano sobre mí hombro para reconfortarme.

— Lo sé. Es solo qué... — Mire por la ventanilla a lo lejos podía ver como el avión de mamá y papá despegaba. — Jamás había sentido este sentimiento de vacío. —

—Descuida, ya pasará. Te prometo que cuando estemos en Domino, te pondrás mejor. — Me consoló y después me abrazo. — ¡Ya se!, ¿qué tal si cuando llegamos, te doy un recorrido por el pueblo?, se que no te gusta salir, pero apuesto que te gustara el lugar, es tranquilo y pacifico, nada del otro mundo. Sólo es un pueblito con criaturas "inofensivas". —

Parecía que el lugar que decía mi hermano le gustaba y doy por hecho que ya lo conoce, no por nada me habla muy bien de ello.

— Okey. Aceptó el recorrido. —

Hubiera preferido otra cosa, pues al aceptar también estaba aceptando mi condena.

*Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro