Las horas pasaban y la ciudad había sido invadida por completo por la nieve en cada rincón que hubiese y yo entre las sombras me desplazaba no oliendo una sola alma a la vista de sur, este, oeste o norte a lo que fui más lejos por el noroeste a algún super mercado cercano decidiendo que tal vez pueda robar algo de comida sabiendo que así aplicaría aunque sea algo este voraz apetito, pero desvíe mi ruta una vez olí el olor de la carne humana, ese tan tentador olor sin nombre alguna más haya de exquisito siendo una fragancia mareante a la par que abrumadora empezando a correr más rápido a medida que el olor se hacía más potente hasta llegar a ver unos treinta metros lejos de mí una pareja algo ebria besandose en el parque y riendo, yo me acercaba lentamente empezando a quitarme mi máscara y modificando mi cuerpo, pero en especial mi rostro perdiendo ese aspecto que se caracteriza por humano solo habiendo una silueta sonriente de intensos ojos rojos de lo que antes era mi cara.

Deje de correr empezando a ir más despacio y por cada pisada que daba hacían que mis pasos resonaran por toda la acera ellos tan enfocados en sus besos, caricias y frases cargadas de mensajes lascivos ocultas tras esas bellas oraciones a manera de indirectas que no notaron jamás mi presencia, quedando quieta al final mientras los olía por última vez capturando esa escencia tan atrapante en mis fosas y tras ello fui corriendo hasta lanzarme a la mujer tirándole al suelo con mi peso mientras ella inútilmente trataba de huir y su pareja me daba patadas que apenas me hacían algo con tal de que los dejase en paz combinada a un aluvión de maldiciones los cuales solo ignore dando una feroz mordida a dónde estaba su codo oyendose un violento crack mientras arrancaba ese tan jugoso, anhelado y por sobre todo con un sabor casi divino trozo de carne con ese inigualable sabor de humano siendo un placer sin nombre.

Tras ello mis dedos se modificaron volviéndose de forma abrupta garras de las cuales emergia un líquido de tonalidades carmesí casi similar a la sangre ella dejando de luchar y unos pocos segundos gritar ahora nuestras miradas cruzando de forma fija viendo su temor mezclado con pavor por leves momentos mi rostro empezando a volver a esa forma humana aunque no fue por mucho el instinto prevaleciendo por sobre la cordura y moral dando mordiscos por todas partes a ese placer prohibido aún enloquecida por el sabor de los humanos no habiendo ningún sabor que se le compare realmente exepto en ocasiones de cierta forma una semejanza a el chocolate mezclado con miel aunque miles de veces mejor jamás cansandome de tal manjar y al final algo de moral me remordio decidiendo solo terminar con su agonía dando una mordida en el cuello a lo que acerque mi mandíbula apunto de cerrarla abruptamente, pero justo en ese momento sentí como con fuerza me golpeada siendo lanzada varios metros a la distancia hasta que me golpee con una farola.

- Señor Mavericks ¿Está muerta? -

- no, solo muy herida. Mejor retiraré y lleva a estos dos a un lugar seguro, va a necesitar un hospital para ya -

- gracias por el diagnóstico, bueno creí que es hora de terminar con esta bestia. Un criminal con super poderes que se deleita comiendo carne humana, esto parece un show de Freaks -

En ese momento cuando volví a ver a mi presa pude ver a una mujer en un traje fino que desprendía un olor a menta fresca muy relajante, llevaba un sombrero de copa a lo que abrí los ojos notando como en realidad era un ser vivo al estar abierto a la mitad saliendole una lengua que se movía ocasionalmente junto a una hilera de colmillos dispersos este teniendo arriba un ojo hecho de tela el cual por leves momentos cambio su expresión abierta a una de analizas viéndome curioso y la chica que lo tenía se lo quito sacando del mismo una puerta que flotaba en el aire está una vez abriéndola ví un hospital ella metiendo a la mi presa allí y tras ello el chico a un perplejo por lo que pasaba entro, una vez ambos entraron esa puerta se cerró de golpe convirtiéndose en polvo que una fría brisa se llevó.

Tras ello esa chica saco de su sombrero un gran mazo de hierro corriendo a una velocidad abrupta hacia mi yo esquivando el primer golpe que iba en dirrección lateral a la izquierda, luego siguió dando uno tras otro golpe con tal de herirme y yo en postura defensiva me límite a estar esquivando todos sus ataques hasta que salte a una azotea decidida a perder su rastro para darle un ataque furtivo, pero atrás de mi oí unas pisadas dándome vuelta para ver qué era esa chica aunque no tuviera su mazo me dió un fuerte golpe en el rostro dejando mi ojo morado mientras volvía a mi forma humana por completo y tras ello simplemente tome un respiro ondo mientras imaginaba todo más pesado la gravedad aumentando ella quedando casi inmovilizada tratando de moverse en vano, aunque justo cuando la fui a atacar todo cambio

No quería probar su carne, no quería matarla, no quería hacerle nada sino únicamente huir como si mi instinto gritara a los cuatro vientos que corriera por mi vida a lo que aumente la gravedad de golpe en esa chica notando como se empezaban a romper el piso de concreto hasta que así fue ella cayendo piso tras piso y yo solo seguí mis instintos corriendo mientras el temor se apoderaba de mi mente incluso dejando en totalidad mi firma humana siendo esa cosa que a ciencia cierta no podía llamar humana, sino monstruo a lo que seguí y seguí corriendo hasta llegar a mi casa, el pavor desapareció aunque era curioso en el poco tiempo que llevo de estar vivo jamás había sentido esa sensación de huir.