City of Stars
La Ciudad de las Estrellas, podía simplemente describirse como un lugar mágico, lleno de brillo y encantó único, con construcciones magníficamente hermosas, hechas de polvo de estrellas, tan radiantes que ahora entendía, el porque, desde la tierra, se veían como pequeños puntitos brillantes en el cielo.
Pero ahí, arriba, podía ver las verdaderas estrellas, conformadas con material estelar, también podía observar las constelaciones que las casas de la ciudad replicaban para que fuesen vistas desde la tierra.
Yoongi no cabía de la emoción y el asombro, pues todo ante sus ojos era realmente hermoso, los planetas se miraban aun más hermosos de cerca, y supo, por boca de SeokJin, que en efecto, cada planeta tenía su propio mundo, su propia vida, y que hasta ahora, lo que los humanos habían descubierto, era solo lo que los habitantes de cada planeta habían permitido.
—Es increíble —había murmurando Yoongi, realmente asombrado, y deseando, poder conocer todos aquellos maravillosos lugares que le describía SeokJin, quería conocer a los habitantes de luna, con sus cabellos blancos y sus pieles pálidas, o a los habitantes de Marte, que se caracterizaban por tener sus cabellos tan rojizos que bien podían simular los rayos del sol, o conocer simplemente todo aquel nuevo mundo que se abría ante sus ojos.
—Tu podrías pasar por un habitante de Luna —murmuro SeokJin, cortando el tren de pensamiento de Yoongi.
—¿Por qué?
—Por tu piel, es casi tan blanca como la de los lunares, solo que tú cabello no cuadra, es tan negro que simplemente no hay manera, y en luna, sus cabellos plata o blancos son característicos.
—Tal vez soy hijo de la luna, pero aún no lo saben, tal vez me perdí al nacer y quedé varado en la tierra, podría ser —dijo en broma el pelinegro, sonriendo juguetón hacia SeokJin.
—No lo creo, los lunares son hermosos, y tú no eres hermoso —dijo SeokJin con indiferencia, sonriendo para sus adentros por la pequeña broma.
Y es que, desde que SeokJin había salvado a Yoongi, ya habían pasado algunos meses, y durante ese tiempo, Yoongi había estado yendo y viniendo entre la tierra y la Ciudad de las Estrellas.
Ahora, Yoongi conocía a la perfección, cada una de las colonias en las que se dividía la enorme ciudad, inclusive, había llegado a conocer a los doce signos zodiacales, quedando asombrado por la belleza y poder que emanaban aquellas personas, tan brillantes y llenos de hermosura, sin embargo, para el, había solo una estrella que le resultaba más bella, aquella que le había salvado la vida hacia ya varios meses.
Suspirando ante el giro de sus pensamientos, Yoongi murmuró.
—Si mal no recuerdo, tú dijiste que era lindo cuando me salvaste, así que, no creo una sola palabra de lo que acabas de decir.
—Estaba equivocado —dijo el pelimorado, sonriendo juguetón—, eres realmente feo Gigi.
—En ese caso, tu también eres muy feo, SeokJinnie, creo que la regente de la casa de Acuario es más linda, ¡No! Espera, todos sus hermanos y hermanas son más lindas que tú —asintió, como nforme con su resolución.
Pero en realidad, SeokJin era aún más hermoso, ante sus ojos, y simplemente decía aquello para molestar al pelimorado, quien con sus cabellos púrpura, llenos de polvo estelar, que hacía que parecieran llenos de purpurina, con pequeños mini planetas salpicados, aquí y allá, como brochecitos adornando sus cabellos, con esos ojitos color lila, que brillaban con constelaciones en ellos, y esas mejillas llenas de pequitas brillantes que le hacían verse tierno, aún estando enojado, SeokJin, definitivamente era el chico mas hermoso que hubiese visto algún día.
Sonriendo y mirando a SeokJin, pudo darse cuenta del pequeño pucherito que se encontraba haciendo el pelimorado, y sin darse cuenta de cuánto tiempo se quedó hipnotizado mirando a aquel lindo chico, Yoongi analizo sus opciones.
1. Podía simplemente decirle a SeokJin que lo amaba y pedirle ser su eterno en la vida o; 2. Mantenerse alejado y como un simple amigo, pues aún se consideraba poca cosa ante la maravilla que consideraba, era SeokJin.
Yoongi dió un respingo, al escuchar la voz de SeokJin sacarlo de su trance, pues al parecer, se había quedado perdido mirando las constelaciones en los ojos de SeokJin.
—¿Que tanto me miras? —preguntó el pelimorado, curioso por la atenta mirada que le daba el pelinegro.
—En realidad, estaba pensando que... Eres hermoso —dijo sin más, sonriendo al chico que con lentitud, se volvía de un tono rosado en sus mejillas.
—¡Por los dioses estrella! Pero si acabas de decirme que soy feo y que los regentes zodiacales son más hermosos, ¿Quien te entiende, Gigi? —decía con timidez, tintando su voz, mientras trataba de camuflar su nerviosismo.
—Es la verdad, ellos son hermosos, muy hermosos.
Seokjin bufo, perdiendo rápidamente el nerviosismo que le había atacado hacía tan solo unos segundos.
—Sabía que solo estabas jugando conmigo.
—No me dejaste terminar —dijo Yoongi con seriedad—, dije que si, que ellos son sumamente hermosos, pero tú... Tu eres realmente el chico mas hermoso que mis ojos han visto, eres la estrella que más brilla en este lugar, ¡Oh!, tu eres mi Ciudad de las Estrellas, esa que solo brilla para mí, esa que atrapa mi mirada aún si hay miles de estrellas más a su alrededor. Tu SeokJin, eres realmente hermoso, muchísimo mas hermoso que los regentes zodiacales, muchísimo mas hermoso que cualquier otro.
—Gi... —los ojitos de SeokJin brillaron aún más intensamente, con una sonrisa radiante acompañando aquellos brillantes ojos lila.
—Jinnie, en realidad, yo se que solo soy un simple mortal, no tengo ningún poder sobre el fuego, el aire, el agua o la tierra, ni siquiera soy tan hermoso como los habitantes de esta gran ciudad, no tengo ni una pizca de encantó y soy más gruñón que un gato, pero realmente, espero que me elijas, se que está no es la forma más bonita de declararsele a alguien, menos a alguien tan hermoso y con las habilidades mágicas que tú posees, pero, realmente no puedo seguir guardando estos sentimiento, SeokJin, estoy enamorado de ti, y quisiera, realmente, quisiera pasar en resto de mis días a tu lado, aquí, junto a ti.
—Oh, Gi, realmente... —los ojitos de SeokJin se llenaron de lágrimas, y pronto, una brillante lágrima recorrió su sonrosada mejilla—, yo, yo creía que era el único que había experimentado estos extraños sentimientos, nunca imaginé que tú llegarías a sentirte de la misma manera, creía que solo jugueteabas conmigo, que nunca sería posible algo así, pero, ¡Oh, dioses estrellas! ¿Esto es real?
—Lo es, SeokJin, realmente agradezco haberme perdido aquel día en el bosque, agradezco que tú buen corazón te haya llevado a salvarme, y agradezco aún más, que aún a pesar de ser desconocidos, y de pertenecer a mundos distintos, aún me hayas traído de vuelta aquí, para formar parte de tu vida. Gracias por llegar a iluminar mi vida.
—¡Dioses! —proclamo SeokJin, antes de tirarse sobre los brazos de Yoongi, y sin tapujos, besar con cariño y desespero, los rosados labios del pelinegro.
Y así, surgió el amor entre un ciudadano de la Ciudad de las Estrellas y un humano, una historia de amor que pocos creerían posible o incluso creíble, una historia de amor que a pesar de todos los obstáculos próspero y aún en la actualidad, brilla con la fuerza de su amor, así como el primer día que aquel mismo surgió.
—¡Woah! ¡Es increíble!
—¿Y eso es real?
—Pues claro que es real, tonto, es la historia de amor de papá Gi y papi Jin.
—Oooooh —canturrearon al unisono los otros dos pequeños, sonriendo emocionados ante la reciente revelación.
—Yo también quiero encontrar a mi amor eterno, quiero un amor así como el de papá y papi.
—¡Yo también! ¡Yo también! —brincoteo el otro menor.
—Pero papá Gi, ¿Por qué no estamos en la Ciudad de las Estrellas?
—Porque teníamos algunas cosas que resolver aquí en la tierra, pero pronto, conocerán el mágico lugar del que viene su papi SeokJin.
—¿Y tendremos poderes como papi Jin?
—Posoblemente —respondió Yoongi, cobijando al pequeñito de cabellos negros con rayitos morados, que inquieto, se revolvía en la cama.
—Ya quiero ir allí, papá —dijo el pequeño peli egro, sentándose en la cama nuevamente.
—Si, yo también —dijo la pequeña de sedosos cabellos color lila.
—Los tres irán ahí, pero ahora, a dormir, mañana será otro día, y posiblemente, amanezcan en un lugar mágico, dónde las estrellas pueden tocarse, y el polvo estelar brilla con intensidad.
Yoongi apagó la luz de la pequeña habitación de sus tres pequeños niños, y salió hacia la sala de estar, donde su adorado esposo de cabellos púrpura, leía tranquilamente un libro.
—Les contaste nuestra historia —dijo SeokJin, dejando de lado su libro para mirar a Yoongi.
—Tenía que prepararlos para su llegada a la Ciudad de las Estrellas, no quería que mi adorado esposo volviera a tartamudear intentando explicar dónde es ese lugar y por qué estamos ahí.
—La diferencia —dijo SeokJin, mientras se ponía de pie y caminaba hacia Yoongi, cepillando los negros cabellos de este—, es que en esta ocasión, tendría apoyo de mi esposo, y no sería simplemente abandonado por mi hermano para explicar todo cuando sabe perfectamente que no tengo una mínima idea de cómo explicar las cosas con sutileza y sin tantos rodeos.
—Cierto —asintió Yoongi—, aún recuerdo, como si fuera ayer, aquel día que me llevaste a la Ciudad de las Estrellas.
—Y ¿Estás listo para volver?
—En relaidad, nunca ame fui de ahí, porque tú, Eres mi Ciudad de las Estrellas, esa ciudad que solo brilla para mí.
Seokjin sonrió, antes de besar con ternura los labios de su esposo, totalmente enamorado y feliz de volver al fin, a la CIUDAD DE LAS ESTRELLAS.
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Un poquito X, pero espero les guste, muchas gracias por su apoyo, mis lunitas, les amito mucho y les mando muchos besitos cariñositos 🥺😘💕
Jeons_BxbyGxrl lamento mucho la demora pero aquí ta, gracias y mil gracias por el tiempo extra 🥺💕
Ahora sí, me retiro 🤭💫💕
✿kim☆palomita✿
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