Era un hermoso día en el café de Liara, pero no para ella... ya que Ryo había llegado temprano por Keiko encima de que ella vivía en el edificio con él.

Estaba ahí acaparando el tiempo con su hermana, su excusa de que citó a un amigo suyo ya que sus desayunos eran los mejores y venga lo eran, pero no debía usar eso como excusa.

Para su sorpresa entró un joven alto de cabellos de fuego y una pinta medio de lobo, sin pensarlo mucho el chico parecía algo extranjero acompañado de una hermosa y elegante señorita, ella usaba una vestimenta de alta costura que resaltaba su hermoso cuerpo, para su sorpresa Ryo abrazó al joven pelirrojo en camaradería y tomaron una mesa.

—Vaya, de haber sabido que eras tan hermosa, yo jamás hubiera rechazado el caso—Ryo extrañamente se comportaba ante una dama.

—Que alago tan grande señor Saeba, es un placer conocerlo finalmente— la noble y educada señorita le sonrió a Ryo.

—Perdone que se lo diga pero— la cara de Ryo se tornó como la de un curioso pervertido — pero es que su belleza atrae tanto que la verdad está de no aguantarse— con esa última frase, Ryo se levantó de su silla y cuando intentó ponerle las manos encima a la chica, el pelirrojo tomó la cara de Ryo y lo llevó a su asiento.

—Relájate, Ryo, que estoy en servicio y es mi deber protegerla anta cualquier amenaza— el amigo de apariencia lobezna de Ryo tomó con calma el arrebato "normal" de su amigo.

De momento Keiko en su traje de Maid se acercó a tomar su orden, presentándole sus cartas y regresando a su lugar después de darles una sonrisa dulce y tierna.

—Ahora entiendo por qué te gusta el lugar, las chicas de aquí son muy guapas Ryo— el lobezno sonrió con una sonrisa bastante pícara y le guiñó el ojo a su buen amigo.

—La verdad es que la comida es maravillosa aquí, y la hermosa Maid que nos atendió es mi preciosa clienta— Ryo inclinó su cabeza hacia su brazo derecho, mirando a la despistada de Keiko —Como amo mi trabajo — y suspiró.

—Comprendo, siempre y cuando sea una mujer guapa nunca te negarás por más peligroso que sea el trabajo ¿no es así Ryo?— dijo el pelirrojo.

—Ni yo mismo lo hubiese dicho mejor.

Ambos tenían charlas amenas sobre sus viajes, experiencias y de todo el tiempo en el que no habían estado juntos.

Kano a pesar de ser la clienta de su amigo, aceptó a Ryo fácilmente y le platicó de sus viajes con su guardián, ellos llevaban ya varios años juntos pues así lo había decidido él para poder pagar su deuda de familiar. Kano era una persona profesional que siempre trataba con gran respeto a su guardián.

A Ryo le hizo feliz ver como su amigo trabajaba para alguien tan maravillosa como ella, lo que Ryo no sabía es que ella tenía en su poder una Witchblade y de eso no se habló, ya que eso era algo oculto para los demás, un secreto entre ellos dos.

Al acercarse Keiko, quien al servirle el desayuno notó un ligero parpadeo en su Witchblade al estar cerca del de ella, ¿Qué era eso?¿acaso una señal?, no estaba segura de ello...

Cuando Keiko se retiró, el parpadeo se hizo más intenso, el acompañante de Kano sabía lo que estaba por pasar así que Kano le hizo una señal de que saldría afuera y él debía quedarse con Ryo y alcanzarla después ya que era un protocolo que ellos dos habían establecido para proteger su identidad.

Así pues Kano buscó desesperadamente un callejón para activar su witchblade y así sin ningún dolor la elegante señorita se transformó en una rubia de armadura roja.

Mientras Kano se transformó sin dolor alguno.

Para Keiko el detectar un X-Con era un dolor insoportable, el dolor comenzaba en su muñeca, cada parpadeo de su brazalete era un latido acompañado de pulsaciones que recorrían su cuerpo, lentamente parecía que iban quemándola por dentro y por si su dolor físico no era lo suficiente, Keiko consideraba aquello como una maldición, como si ella hubiera perdido su humanidad y se transformara en un monstruo.

Así que lloraba gimiendo que parara ya de una buena vez, sus lamentos jamás eran escuchados por la armadura de la Witchblade.

Para Liara no era posible detener la transformación de Keiko, para ella escuchar a su hermana quejarse de aquel dolor, así como el hecho de no querer transformarse era un infierno que se tenía que guardar ya que Keiko tenía la capacidad de detectar un X-Con mucho antes que ella.

Y al estar transformada Keiko perdía gran parte de su personalidad, era totalmente opuesta, de ser una chica tímida pasaba a ser una chica sexualmente atrevida, además de no ver a su hermana como aliada, algunas veces perdía más la conciencia que otras veces donde si podían trabajar juntas, todo dependía que tanto durara un combate y el poder del oponente.

Liara a diferencia de Keiko, controlaba bien su Witchblade y decidía sus combates; el poder de Keiko era incontrolable debido a que era mayor al de su hermana y realizaba más control y robo de la humanidad de su portadora.

Kano encontró al X-Con primero, aquella "máquina humana" era de tamaño bestial y poseía dos brazos con hélices giratorias, Kano se movía ágilmente, pero aquellos brazos la seguían a donde iba, eran una molestia para ella, sabía que su cuerpo no era tan resistente, por ello movía aquellos grandes ventiladores hacia ella sin dejarle saltar encima, ¿cómo lo haría? ¿cómo lo lograría?

Afortunadamente Ryo y su amigo llegaron al lugar.

Ryo estuvo a punto de sacar su revólver cuando su hermosa Shadow apareció desde los cielos como un ángel de la muerte, se puso a un lado de Kano ya transformada y sonrió arrogantemente utilizando su cabello como unos látigos punzantes impactando varias veces en el cuerpo aquella máquina que sacó un misil de la parte de atrás de su cuerpo al ser atacada por Shadow.

Kano tomó a Shadow y la lanzó hacia unas vigas del lugar cuando el humo se disipó, Kano tomó los brazos de la máquina que atrapó en medio de la confusión del humo que él mismo provocó, Shadow saltó de las vigas hacia su cuerpo y eso era algo que no esperaba aquella máquina bestial y con una espada que provenía de su brazo derecho en la parte de su arma cortó aquella maquina en dos, Kano saltó hacia atrás ágilmente así como la hermosa "Shadow" para evitar la explosión.

Lo cierto es que la Witchblade de Kano se impacientó un poco al sentir el poder de la otra portadora, pero Shadow jamás peleó contra ella así como llegó, desapareció nuevamente brincando por los tejados dejando a Ryo con mucha alegría y esperanza de haberla visto una vez más.

Más tarde Ryo y Kazuhiko - el pelirrojo -, regresaron al café de Liara donde Kano ya estaba en la mesa, se despidieron.

Kano y Kazuhiko se fueron en un taxi rumbo al aeropuerto para ir a otra negociación muy importante para Kano, ella parecía perdida en sus pensamientos mirando por la ventana hacia el cielo.

—Señorita, será que realmente encontró algo especial en este lugar, Ryo le apoda "Shadow", me dijo que era el amor de su vida— Kazuhiko pudo ver como Kano sonrió con entusiasmo.

—Al fin esta ciudad me ha dado un motivo para volver una vez más— Para Kano era un reto personal saber quién estaba bajo esa armadura y que tan fuerte podía ser esa tal Shadow.

Dibujo: Candynecroft

Historia: Trishiana