Especial 5: Drabbles.
Especial 10k lecturas.
Fem!Todoroki x Lectora.
—Ah, Todoroki.
La bicolor al frente tuyo dejó de comer de su helado y posó su vista en ti.
—¿Sí? —preguntó casual.
—Tienes un poco de helado cerca del labio.
La chica llevó su mano libre a su rostro, tratando de limpiarse.
—¿Aquí?
—No, más a la derecha. —Todoroki movió su mano al lado contrario—. No, mi derecha... —Volvió a mover su mano sin encontrar la suciedad.
La chica trataba de limpiarse sin éxito. Sus muecas de extrañeza la hacían ver tierna.
Tomaste una servilleta de la mesa en la que se encontraban y estiraste tu brazo hasta llegar al rostro de la fémina. Antes de poder limpiarle esta, te agarró de la muñeca parando tu movimiento. Miraste extrañada su actuar.
—Quisiera probar algo que vi —dijo.
Como estabas cerca de ella, esta solo se inclinó un poco y así darte un beso en los labios. No duró mucho, pero fue lo suficiente como para disfrutarlo.
Se separaron después de eso y volviste a tu puesto, con un -no tan notorio- sonrojo.
—Todoroki, ¿dónde aprendiste eso? —preguntaste, sabías que la chica era una primeriza en todo ese ámbito, por eso era extraño.
—Vi a Midoriya y Bakugou hacer lo mismo.
—Ah. —Asentiste entendiendo, pero tu ceño se frunció al comprender sus palabras—. ¡¿Ah?! ¡¿En serio?!
Ella asintió y empezaron a hablar como si el anterior suceso no hubiera pasado. Pero sí que lo recordarías.
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Bakugou x Male!Lectora.
Hace un tiempo que empezaste a tener "salidas" con Bakugou, aunque siempre fue en plan amigos. Siempre lo molestabas con que lo amabas en secreto, aunque a él no le gustaba.
Ahora mismo estaban los dos sentados en el sillón de tu sala de estar, ayudándote a estudiar.
—Ah... No entiendo. —Suspiraste frustrado y echaste a morir encima del rubio.
Este te empujó rápidamente fuera de él y te miró mal.
—No hagas esa mierda, bastardo. —Su vista chocó con la tuya.
Mantenian la vista fija en el otro, como en una pelea de miradas. Llevaste tu mano donde se posiciona el corazón.
—¿Escuchas eso Katsuki? —llamaste por su nombre.
—¿Qué?
—Mi corazón latiendo por ti.
El rubio puso una mueca de asco.
—Deja tus estupideces de lado.
Te molestó, tenías que decirlo. Que él fuese quién dijera eso, te molestó.
—¡Bien! —gritaste enfadado—, se quién sí querrá estar conmigo.
Bakugou frunció el ceño cuando te vio sacar el celular y marcar.
Esperaste a que contestarán del otro lado. Cuando contestaron pusiste el altavoz para que el rubio escuchara.
—¿Aló? —Sonó del otro lado una voz masculina.
—¿Midoriya?
Cuando dijiste ese nombre, la cara del rubio cambio a una hastiada.
—¿[Nombre]? ¿Necesitas algo? ¿Estás bien? ¿Pasó algo? —La preocupación que tenía el chico por ti siempre daba ternura.
—No pasa nada, Izuku —contestaste, miraste al rubio y este se mantenía callado pero sus nudillos blancos de la presión mostraban sus ganas de maldecir—. Oye, Izuku. Pensaba si quería venir a casa hoy, no hay nadie y hace mucho que no vienes.
Los ojos de Bakugou se abrieron de sorpresa y te miró con el ceño fruncido, mucho más que antes. Además de mantener los dientes apretados.
—¿Ir a tu casa? Creo que sería buena idea vernos otra vez...
Antes de poder contestar, el rubio te arrebató el celular.
—¡Maldito Deku! ¡¿Qué mierda te crees, bastardo?!
—¡¿Kacchan?! Espera... ¿Estás con [Nombre]?
—¡Eso no te importa! ¡Ahora deja de molestar y vete a la mierda! —gritó al celular y colgó cabreado tirando el aparato con rabia.
Te quedaste mirándolo con desaprobación.
—Qué.
—Eres un celoso, Katsuki.
—¿Ah? Tú me das razones. —Miró a otro lado para no verte.
Sonreíste por lo que dijo y te acercaste a él.
—Pero así me quieres —dijiste abrazándolo.
—Lamentablemente.
Levantaste la miraba sorprendido y con la boca abierta, nunca te había dicho algo tan bonito.
—¡Kacchan! —Saltaste encima de él de nuevo y lo abrazaste como si no hubiese mañana. Este trataba de soltarse.
—¡¡No me llames así!!
Mantuviste el agarre por un tiempo más, ya que ese lado de Katsuki nunca se dejaba ver.
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Fem!Monoma x Male!Lector
—¡La clase A se cree lo mejor! Pero adivina, ¡Sus estudiantes son solo basura incompetente! Tan creídos. —Su risa maniática se escuchó por toda la cafetería.
Asentiste a todo lo que decía mientras dabas un bostezo. Miraste tu reloj de muñeca y volviste a bostezar.
La chica rubia estuvo hablando de la clase paralela a la suya por aproximadamente una hora. Esta debió haber sido una cita romántica, pero más que eso parecía una consulta en el sicólogo.
—¡¿Me estás escuchando?!
Reaccionaste a su llamado y asentiste a lo que dijo.
—Claro que sí, ¿así que la clase A son unos sobrevalorados? —Trataste de disimular.
La chica sonrió y volvió a chusmear sobre sus enemigos mortales.
Te desparramaste en la mesa del café donde se encontraban y empezaste a juguetear con la mano de la chica. Esta trataba de apartar su mano pero volvías a tomarla.
Te hartaste de tanta palabrería y agarraste la muñeca de la chica. Esta te miró raro.
—Oye, ¿qué te pasa?
—Eres muy linda, pero con una boca tremenda. ¿No te cansas?
—¡Eh! ¿Pero que des...?
Tomaste las mejillas de la chica y le diste un beso en sus labios. Trató de alejarte, pero al final se dejó llevar.
—Eres un estúpido —dijo después que se separasen.
Le sonreíste, pero tu sonrisa se desvaneció cuando empezó a hablar de nuevo.
¿Todas las chicas de UA son así de competitivas, o a ti te tocó la más extraña?
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