—¡Hey, hola! —hablaste al plateado desde atrás, haciendo que se girara—. Lo siento por llegar un poco tarde, no encontraba mi botella de agua.

El chico te saludó y empezaron a caminar por la pista de corredores. Estaban en la costa de la playa, ya que allí podían hacer ejercicio al aire libre y sin molestar a nadie. Conociste a Tetsutetsu por recomendación en la página, habías visto que tenían cosas en común y decidieron juntarse para hacer ejercicios juntos, ya que querías empezar a cuidarte más. Aunque sabías que lo dejarías luego de dos semanas.

—Muchas gracias por acompañarme a hacer ejercicio —dijiste.

Estaban empezando con un pequeño estiramiento para empezar a trotar y calentar el cuerpo. Tetsutetsu estiraba sus brazos y tú seguías sus movimientos. Terminó con la parte superior de su cuerpo y se puso recto. Sin doblar las rodillas, fue bajando el torso hasta tocar el piso. Tú, al igual que antes, seguiste el ejercicio, pero no te salió muy bien, ya que con suerte y llegabas más allá de la rodilla.

—N... no puedo. —Tratabas de bajar todo lo posible pero tu cuerpo no podía mucho más. Sentiste dos manos posarse en tu espalda y tirar hacia abajo. Gritaste por el tirón repentino.  

—¡Vamos! ¡tú puedes! —decía mientras aún te ayudaba. Solo llorabas internamente de dolor.

Terminaron con los estiramiento, y prosiguieron a trotar por el camino de la costa. La playa era extensa, así que pararían en un punto para empezar otros ejercicios.

Ibas detrás del de cabellos plateados siguiendo su ritmo, este soltaba algunas veces frases de ánimo para que siguieras trotando.

—Vamos [Apellido], descansaremos más adelante —dijo bajando la velocidad para ponerse a tu lado. 

¿Por qué decidiste empezar con una vida llena de salud? En estos momento podías estar bien agustín acostada en tu cama comiendo mientras leías historias en wattpad.

Avanzaron un poco más y pararon en un pequeño espacio de la playa. Allí el chico te sonrió con energía y prosiguió a indicarte lo que tenías que hacer.

Empezaron con cosas básicas por ser tu primer día. Tetsu te ayudaba en todo lo posible, y también hacía sus ejercicios. Estabas que ya no podías más, pero no había pasado ni una hora desde que empezaron. 

Te sentaste en el suelo abatida, con la respiración agitada. El plateado te extendió tu botella de agua y la tomaste para empezar a beber como desesperada. El chico te miraba como te esforzabas, aunque se notaba que no te gustaba.

—[Apellido], —Dejaste de beber y lo miraste atenta—, ¿segura que quieres seguir? podemos dejarlo para otro día.

—¡No! Yo puedo seguir. Tengo que seguir. —Te levantaste y caminaste un poco, pero el chico te detuvo.

—¿Por qué? —preguntó.

Te quedaste callada y agachaste la cabeza, no sabías si decirlo o no. Pero sentías que el chico era de confianza.

—Mi ex... me decía que estaba muy gorda, que bajara de peso. —Cerraste los ojos con fuerza—. A veces le avergonzaba salir conmigo, y yo le creí. Por eso estoy aquí...

Aún seguías con la mirada bajada. Como no escuchaste nada de parte del chico, eso te extrañó y levantaste tu mirada para posarla en él. Te asustaste por la cara extrañamente deformada que tenía, sus puños estaban apretados.

—¡Cuando vea a ese tipo lo voy a moler a golpes! ¡Nadie puede decir cosas así como si nada! —gritaba con los puños al aire—. ¡Y menos a alguien como tú, que eres muy linda! 

Abriste los ojos de sorpresa y te sonrojaste por lo que dijo, lo había gritado y las pocas personas que pasaban por allí los miraban raro. El chico seguía sacando humo por la nariz, hasta que se calmó.

—Tetsu...

El chico se dio cuenta de lo que dijo. Tetsutetsu podía ser un poco bruto y rudo, pero sus palabras siempre eran sinceras, siempre buscaba velar por sus amigos. Reíste y le agradeciste sus palabras de apoyo.

—Gracias Tetsu, me siento mejor —dijiste mientras dejabas de reír—. Sigamos con los ejercicios.

El chico sonrió mostrando sus dientes, y siguieron con lo suyo. Solo estuvieron un poco más en ese lugar, era hora de comer y querían terminar por ahora.

—Trotemos para aliviar los músculos —dijo mientras se posicionaba para partir.

Asentiste y volvieron por el mismo camino por donde empezaron. Tu cuerpo estaba al límite, pero no querías parar. Tetsutetsu te apoyaba y tú querías terminar bien.    

El chico te miraba desde atrás, esta vez él estaba detrás tuya para cuidarte. Su mirada se frunció cuando vio que estabas bajando la velocidad y parecías tambaleante.

—Ya no puedo más —dijiste mientras sentías tu cuerpo más pesado de lo normal, tu vista se ponía borrosa—, que cansancio.

De repente sentiste como te tomaban desde atrás y te levantaban. No entendías que pasaba hasta que viste la cara de Tetsutetsu, te estaba cargando en modo princesa. Te sorprendiste por el hecho, y te afirmaste pasando los brazos por su cuello para no caer, aunque sabías que él no te dejaría caer. Siguió trotando contigo en brazos.

—No es necesario que me lleves Tetsu —dijiste—. Puedo seguir, no quiero que te canses más por mi culpa.

—¡No es ningún problema! Puedo hacer esto por ti. —Seguía trotando a paso firme, tú solo sentías los zarandeos de su trote—. Te vi cansada y quise ayudarte.

Le sonreíste al chico en agradecimiento, este puso una cara rara pero su sonrojo era notorio. Acomodaste tu cabeza en su pecho y cerraste los ojos, podías escuchar su corazón como palpitaba de la agitación. ¿Era por el ejercicio o por tu cercanía? 

Esperabas que fuese la segunda opción.

—Aunque me muera en cada entrenamiento, espero que podamos volver a hacer ejercicio juntos, Tetsu.  

—Yo también lo espero...

Cita 6: ??/10