Cita 55: Shigaraki Tomura.
¿Un villano en una cita?
Algo extraño, pero no imposible. Era más extraño que alguien aceptara esa cita.
¿Estabas loca? Un poco. Desde que empezaron a hablar por la aplicación no pensaste que fuera un chico tan malo, o es lo que aparentaba. Tu madre siempre te dijo que tuvieras cuidado con los desconocidos de internet, pero nunca le habías hecho caso.
Levantaste la mirada al sentir la presencia de alguien frente a ti. A unos pasos se encontraba un chico encapuchado, con el pelo desordenado. Sabías que era él, nadie más tenía esa aura tan extraña alrededor suya.
Te levantaste del banco. Estaban en medio de la plaza del centro comercial. Fuiste tú quien decidió estar en un lugar mas público, tal vez por eso también él estaba más retraído y escondido.
—¿Tomura?
El chico no hizo más que mirarte todo el tiempo, habías llegado al frente de él, tratando de ver su rostro.
—No me gusta este lugar —dijo en voz baja.
Miraste alrededor. No había nada malo con el sitio, tal un poco más de gente de lo habitual.
—¿Quieres ir a otro lugar? —preguntaste.
Tomura te miró neutral, dio media vuelta y salió de allí sin siquiera decirte nada. Lo miraste perpleja, ¿había terminado la cita antes de que empezara? ¿quería que lo siguieras? No perdiste el tiempo y fuiste tras de él.
—¡Hey! ¡espera! —gritaste mirando su silueta alejarse.
Lo alcanzaste justo en el momento que dobló una esquina. Con toda la caminata habían salido del centro comercial y estaban una calle alejados de allí.
—¡Oye! Dime algo si quiera. ¿No quieres una cita? ¡bien! pero no me dejes plantada así como así.
—Qué irritante eres.
—¡Tú fuiste el primero! —gritaste indignada por lo que dijo—. ¿Me pides una cita y luego te largas? ¡Las agallas!
Tomura no dijo nada, simplemente siguió caminando. Por tu lado, seguías recriminándole, ya que no vivías específicamente cerca del lugar y no te habías arreglado por nada.
—Argh, y estuve tanto tiempo alistándome para esta cita —susurraste, aunque seguramente el chico escuchó.
Llegaron a un puente, que se encontraba sobre un pequeño canal de agua. Al parecer era un sector más tradicional y suburbano de la ciudad, ya que el puente era de madera y era exclusivo para peatones.
—Qué bonito este lugar...
Te impresionó el ambiente tranquilo que el lugar radicaba, era tan calmado y sereno. Tus manos se posaron en la baranda de madera, mirando hacia el agua. Tu silueta reflejada en el agua se encontraba a un lado de la del chico, que ahora te miraba directamente.
Ahora te dabas cuenta que solo quería alejarse de todo el ruido del centro comercial. ¿Qué hubiera pasado si no lo seguías?
Giraste tu cabeza para verlo mejor. Se había sacado la capucha, mostrado su desastroso cabello. Acercaste tu mano a su rostro, querías despejar su frente de esos cabellos sueltos que tapaban su visión.
Antes de que llegara tu mano a su rostro, se alejó dando un paso hacia atrás.
—Solo quería..., perdón —titubeaste. No pensaste mucho en esa acción, fue muy osado de tu parte hacer ese movimiento.
—Simplemente no me toques.
Te sentiste pequeña a su lado cuando soltó esas palabras, era un villano que no tendría problemas en matarte, lo sabías. Agachaste la cabeza incómoda ante esa situación, no podías hacer un paso en falso.
Tomura vio que la forma en como te habló hizo que decaiga tu ánimo. Iba a consolarte, pero cuando su mano casi toca tu cabeza decidió parar, no podía hacer algo así como así. Esto era algo que ahora mismo no le agradaba, no poder tocarte normalmente sin hacer daño.
—¿Por qué decidiste aceptar la cita?
Levantaste la mirada, presenciando el semblante lúgubre del chico al frente tuyo. Quedaste muda unos segundos pensando en tu respuesta.
—Me atrajo... la idea de una cita contigo.
—¿Eso es todo? —respondió—. Soy un villano buscado por todos, pero quisiste aún así salir conmigo.
—Bueno... ¿eso no es lo que te hace interesante?
Tomura tomó mayor atención a tus palabras.
—Osea, digo, eh... No es como que ser un villano te quite el atractivo que tienes y... eso también te hace más interesante.
Podías sentir la vergüenza salir por tus poros, ¿por qué te hacía responder eso? Jugueteaste con tus manos de lo nerviosa que estabas, ¿se tomaría bien lo que dijiste de él?
Te quedó mirando unos segundos más, hasta que sentiste su mano sobre tu cabeza. Sabías que no estaba ocupando todos sus dedos, ya que no habías muerto al instante. Te extrañó su movimiento, pero simplemente estaba allí contemplándote, analizándote.
Movió su mano hasta tu mejilla, pero se separó de inmediato y guardó ambas manos en los bolsillos de su abrigo. Se dio media vuelta y empezó a caminar, alejándose de ti.
—¿Eh? ¿Qué...? —Saliste del trance cuando lo viste parar al darse cuenta que no caminabas junto a él—. ¡Hey!, ¿¡qué fue eso!?
—Si no vienes, esto termina aquí.
No entendías qué fue todo ese espectáculo anterior, ¿estaba jugando contigo? ¿te estaba poniendo a prueba? ¿te iba a matar pero se retractó?
—Tienes un concepto muy errado de una cita —dijiste al llegar a su lado. Ambos empezaron a caminar a la par, alejándose del puente y entrando al sector residencial.
Le miraste atenta a ver su reacción, pero te sorprendiste al ver que su rostro estaba relajado. Sonreíste para ti misma.
—Deberás enseñarme.
Levantaste la mirada otra vez. Te veían de reojo, bajo esa cabellera despeinada. Tu sonrojo no se hizo esperar, estaba insinuando tener más citas.
Le tomaste del brazo despacio para ver si te dejaba. No hizo una acción de rechazo así que estaba bien con eso.
—Si es lo que quieres, con gusto te enseñaré, Tomura.
Si la poca gente a tu alrededor supiera quién era, se volverían histéricos. Pero también él estaba loco por haber pedido una cita y tú estabas más loca por aceptarla.
No importaba, tendrían que acostumbrarse, ya que quedaban muchas citas por delante.
Cita 55: ??/10
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