-¿Disculpe, usted es Togata?

El chico al frente tuyo negó con la cabeza y tú te disculpaste por las molestías. Suspiraste frustrada, hace media hora que habías quedado con un nuevo chico que habías conocido por la aplicación, pero al parecer nunca llegó.

Miraste tu celular por enésima vez desde que estabas allí sentada sola esperando algún indicio, pero no existía rastro de él.

Te levantaste del escalón donde te sentaste a esperarlo fuera del centro recreativo. Te había invitado a pasar una tarde de béisbol y otros juegos más, pero ahora que no estaba, solo te ibas a ir directo a tu casa.

-Pss...

Levantaste la mirada del celular al escuchar un extraño zumbido.

-¡Psssss...!

Te asustaste al escuchar el mismo sonido pero ahora más cerca. Ese pitido no era normal de un insecto, parecía más como si alguien estuviera llamando la atención.

-Desde aquí pareces muy alta. -Escuchaste la voz provenir desde abajo, cosa que si era cierto. Justo bajo tus pies se encontraba la cara de un chico en el suelo, como si de una pintura fuese. Le miraste sin creerte lo que estaba pasando-. Hola.

Te diste cuenta que llevabas falda, así que con tus manos agarraste la tela y juntaste los pies.

-¡Ah! ¡Pervertido! -gritaste segundos antes de levantar el pie y darle un zapaton al suelo.

ooo

-Lo siento mucho, Togata. -Te disculpaste con el chico al verlo con la nariz raspada-. No quería herirlo.

-Debería disculparme yo por asustarte -dijo devuelta.

Los dos chicos estaban dentro del ascensor que los llevaría hasta la terraza donde se encontraban todos los juegos.

Estabas muy avergonzada por darle un zapatazo en toda la cara, y peor que era mayor a ti.

-¿Jugamos béisbol o quieres ir a las máquinas? -preguntó.

Saliste de tus pensamientos, ya estaban fuera del ascensor y esperando para pedir una máquina de tirar pelotas.

-Béisbol está bien, aunque nunca he jugado antes. -Rascaste tu mejillas nerviosa.

-¡No te preocupes! ¡Yo tampoco! -Jurabas que él ya sabía y que te iba a enseñar, pero al parecer los dos estaban en el mismo aprieto-. ¡Seamos novatos juntos!

El chico levantó su puño, esperando que le devolvieras el saludo. Sonreíste por su gesto e ibas a chocar puños, pero tu mano atravesó la suya como si de un fantasma fuese.

-¿Qué? -Te quedaste callada al ver al chico.

Sus ropas empezaron a caer de su cuerpo, dejándolo completamente desnudo. La mayoría de las chicas que estaban esperando igual que ustedes empezaron a gritar.

Te tapaste los ojos rápidamente.

-¡¡Pervertido!!

ooo

Suspiraste frustrada por la situación. Después de ese pequeño problema dentro del recinto de juegos, los dos fueron sacados del lugar por molestar a los demás. Así que ahora se encontraban vagando por las calles buscando otra cosa que hacer.

-¿Te gustan los Gatcha?

Togata preguntó mientras apuntaba una tienda de únicamente máquinas de Gatcha. Te encogiste de hombros y asentiste, pues a veces ibas y sacabas alguna figura de tu anime favorito.

Fueron hasta la tienda. Era algo estrecha, siendo que tenían 4 pasillos llenos de máquinas con distintas figuras dentro.

-¿Qué te parecen estos? -preguntó. Te diste vuelta para ver qué estaba mirando-. ¡Son Gatchas de dinosaurios!

Reíste por la actitud infantil de tu mayor. Le viste seguir mirando y buscando algo que le gustara, cosa que también lo hacías tú.

Llegaste hasta el fondo de la tienda, donde se encontraban las máquinas más caras y grandes. Te agacharse para ver una de un anime extraño, pero que te interesó.

-¿Boku... Boku no Hero academia? -Trataste de leer los símbolos, pero estaban muy borrados.

-¿Encontraste alguno que te interesó?

Preguntó el chico al verte agachada al frente de una de las extensas máquinas. Se puso de cuclillas a tu lado y echó un par de monedas a la máquina.

Después de darle vuelta a la manilla, salió una esfera transparente que contenía una pequeña figura de un héroe.

-Ten, te lo regalo -dijo mientras lo extendía hacia ti.

-Uhm, gracias -dijiste tomándolo y abriendo la esfera.

Dentro salió una figurita de un chico rubio en un traje con un millón escrito en número, además tenía una capa. Te pareció muy mona y la volviste a guardar.

El chico se levantó pero tú te quedaste en la misma posición. Sacaste un par de monedas y las echaste para sacar otra figurita.

Togata solo miraba tus movimientos.

Sacaste la bola transparente y se la entregaste al chico.

-Ahora yo te doy una -dijiste con una sonrisa en la cara. El chico la tomó feliz y la abrió de una. Pudiste ver que le había salido una chica común, un civil.

-Muchas Gracias, [Nombre]. -Agradeció-. ¡La atesoraré como si fueras tú!

Te shockeo la frase que soltó tan alegre y el como se fue tan campante hasta la salida del local. De un momento a otro tus mejillas empezaron a calentarse. Llevaste tus manos a tu rostro para tirarte aire como abanico, tratando de bajar el rubor.

Miraste la figurita que Mirio te había regalado.

-Yo también la atesoraré como si fueras tú -susurraste antes de guardarla y caminar donde el chico te esperaba.

-¿Por dónde queda tu casa? -preguntó.

-Tengo que ir a la estación.

-¡Yo te llevó!

Asentiste a su propuesta y se fueron caminando hasta la estación más cercana. Togata era alguien un poco peculiar, pero súper alegre a fin de cuentas.

Cita 34: ??/10