—Denki, ¿estás seguro que es por aquí? —preguntaste al chico.

Este asintió y empezó a ver hacia todos lados.

—Me acuerdo que el local estaba por acá —dijo llevando su mano a su mentón, como si eso lo hiciera ver más inteligente.

—Nos perdimos.

—No, claro que no —dijo nervioso—. Ja, ja, como crees...

—Sí, nos perdimos. 

Suspiraste derrotada y el chico tomó una posición de disculpa, con sus manos juntas y su rostro apenado. Miraste alrededor para buscar a alguien a quién preguntar. Viste a un chico un par de pasos de ustedes, parecía mayor. Te dirigiste hacia él, alertándolo. 

—Disculpe —hablaste, este se te quedó mirando—, con mi amigo estamos un poco perdidos ¿no sabe si por aquí hay algún lugar de juegos? Un Arcade.

El chico pensó un momento antes de dar una respuesta.

—A la vuelta de la esquina —dijo apuntando al final del camino—, allí lo encontrarás si sigues de largo después de doblar.

Tu cara de alegría le dio curiosidad al muchacho. Le agradeciste por todo y te despediste cordialmente, también disculpándote por las molestias.

Te devolviste donde el rubio con una sonrisa, el chico no entendía tu alegría tan repentina. 

Antes de que pudiera decir cualquier tontería, le tomaste de la mano y lo arrastraste contigo. Caminaron por donde te dijo el chico de antes y en un par de minutos ya se encontraban afuera del local que el rubio te quería llevar.

—¿Cómo lo hiciste? —preguntó asombrado. Sonreíste con suficiencia.

—Preguntando se llega a roma.

Después de esa corta charla, se adentraron al local encontrándose con cientos de máquinas Arcade. De lucha, aventura, terror, cooperativo, individual, etc.

El chico se posicionó al frente tuyo y estiró su mano para que la tomaras.

—¿Me permitiría darle una tarde divertida con este radiante caballero? —preguntó mientras se agachaba en reverencia. Reíste por su actitud y negaste con la cabeza divertida.

—Me encantaría, y más por el radiante caballero —dijiste haciendo que el chico eléctrico se sonrojara por lo adorable que eras.

Le tomaste la mano que te extendió y entrelazaron sus dedos. El chico levantó la cabeza con una sonrisa de oreja a oreja y te atrajo hasta él. 

—Vamos.

—¡Sí!

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Disparaste a la pantalla al ver como el zombie estaba atacando a tu compañero. Pero no alcanzaste a salvarlo, y por ir a ayudarlo te atraparon a ti, dando por finalizada la partida y que saliera en la pantalla el típico "Game Over"

—Estuvo divertido.

—¿Quieres probar uno de pelea? —preguntó el chico.

Asentiste por lo que dijo y se fueron a una de las máquinas con ese estilo. Estuvieron jugando una partida "VS", y siguieron hasta que le ganaste al rubio.

—¡¿Qué?! ¡Imposible! ¡Eso fue trampa!—gritó el chico cuando le diste el último golpe a su personaje, dejándolo K.O.    

Le sacaste la lengua divertida por como estaba asombrado.

—Sé un buen perdedor Denki y arrodíllate ante mí —dijiste mientras reías. El chico bufó, pero luego empezó a reír contigo.

—¡Eres muy buena! —alagó el chico—, a la próxima dime para estar preparado y patearte el trasero de verdad.  

Llevaste una mano a tu pecho en indignación y abriste la boca sin creer lo que decía.

—¿Patearme el trasero? ¡Ja, y Ja Ja! —Te burlaste de él—. ¿Acaso es un reto?—preguntaste desafiante.

—Claro que sí. —El chico sonrió de lado—. Hagamos un trato.

—¿Un trato?

El chico asintió y empezó a explicar.

—Si tu ganas, hago lo que tú me digas—dijo—. Y si yo gano, haces lo que yo diga.

Te quedaste pensando un poco, pero al final aceptaste la apuesta, eso hacia más divertido el juego. Ahora sí le ganarías con ganas.

Decidieron no ocupar la misma máquina, así que estuvieron buscando otra con la misma temática y que estuviera desocupada. A lo lejos viste una sin nadie que la ocupase; le dijiste al rubio y se dirigieron hasta allí. 

Cada uno se posicionó al frente de cada manilla y botones correspondiente, sus miradas de guerra entre ustedes no cesaban. 

—¿Listo para perder? —dijiste mientras veías al chico terminar de poner las monedas a la máquina.

—Estoy listo —dijo apretando el botón de Start—, ¡pero para ganar!    

Y así empezó una lucha de tres rounds entre ustedes. Ninguno de los dos quería perder y daba todo de sí para no fallar. ¿Por qué no eran así de dedicados en sus estudios?

Unos minutos después terminó el primer round, dando de ganadora tu personaje. Celebraste con unos pequeños saltitos antes de que el segundo round empezara.

—Prepárate para lo que elegiré — dijiste.

—Quisieras.

El chico a tu lado se estaba poniendo nervioso, no sabía que era lo que le podrías pedir si perdiera. Pero un poco de la preocupación se fue cuando ganó el segundo round.

—Empate, pero no por mucho.

—Ya tengo una idea de lo que voy a pedir.

El inicio del tercer round y último empezaba, era la decisiva. 

—Vas a perder —dijiste dándole golpes al personaje y bajándole la vida. 

El chico estaba viendo su derrota, quedaba muy poco para que perdiera. Pero no lo iba a hacer, no iba a perder contra ti. 

Denki dejó salir un poco de electricidad hacia la máquina, haciendo que te diera un pequeño choque en tus manos. Soltaste la manija por el susto. Como te alejaste, tu personaje quedó indefenso, dándole la oportunidad al chico de acabar definitivamente contigo. Te acercaste rápidamente para seguir, pero ya era demasiado tarde, el chico había ganado.

—¡Eso es trampa! —hiciste una mueca de molestia, que parecía más un mohín.

—Pero gané, y quiero mi premio —dijo sonriendo de extremo a extremo.

—Estas loco, no te daré nada —dijiste cruzándote de brazo y girándote hacia otro lado.

—¿Qué tal un premio robado?

Te giraste extrañada por lo que dijo, pero al hacerlo caíste en su trampa. El chico se acercó a ti rápidamente para darte un pequeño beso en los labios. Tapaste tu rostro con tus manos para esconder el sonrojo que estaba apareciendo por tus mejillas.

—Tonto... —susurraste indefensa.

El chico agarró tus muñecas y las separó de tu rostro. Este se sonrojó al verte.

—Qué linda —dijo mientras depositaba un beso en tu mejilla, haciendo que te sonrojaras más.

Kaminari podría ser un tonto, pero era tú tonto.      

Cita 13: ??/10