Los días comenzaron a pasar corriendo y Roxanne y tres abogados miembros del bufete de su padre comenzaron a leer toda la documentación de Canady Group y encontraron varios delitos más: Tráfico de armas, corrupción política, demandas por productos en mal estado que fueron silenciadas y un sin fin de cosas más.

No podía creer la cantidad de denuncias que tenía aquella familia, pero que muchas quedaron impunes por cuestiones obvias: Familia blanca, adinerada y privilegiada.

Ella le había contado a su familia el paradero de Raquelle y aunque no estuvieron de acuerdo con que se quedara allá, de manera clandestina cada uno fue a verla.

Roxanne estaba trabajando en el prefacio de la revista. Cada uno de los miembros escribía nueve o diez horas diarias, para poder tener listo Luna Negra a tiempo.

Desmontar la blanquitud como ideal de lo humano

es una propuesta anti-sistema, que busca revertir

el orden del status quo en una sociedad construida

con base en el racismo y otras violencias sistémicas

heredadas de una historia de dominación colonial

que tiene sus consecuencias en la vida de todos nosotros.

Es entender que la humanidad no solo es Europa/occidente.

Es entender por qué Black Lives Matters es una consigna pertinente

y necesaria. Es darse cuenta que la blanquitud está naturalizada

como el canon del todo y que el sistema tal cual como ha sido

diseñado siempre ha puesto y sigue colocando las vidas de las personas

racializadas en peligro.

Es cuestionarnos por el uso del lenguaje

y su impacto en el racismo cotidiano.

Es preguntarse por qué consideramos que el cabello afro-rizado

es "malo" o que es indeseable "quemarse como un negro"

(ambos sesgos que tienen su origen en la explicación teológica

de la racialización y la posterior esclavización de las personas negras).

Es re-pensar los máximos símbolos de nuestra cotidianidad.

Es inquietarse sobre la representación de Dios o de Jesucristo

como un hombre caucásico cuando era un hombre medio oriente

y se sabe que las personas de allá son negras.

Desmontar la blanquitud es desbiologizar

las diferencias culturales de los pueblos humanos.

Es apreciar la variedad y la diversidad de los pueblos

valorando cada una de las formas de ser, pensar, y/o

relacionarse con los otros, el medio ambiente y la vida en general.

Desmontar la blanquitud es entender que la producción

de conocimiento se puede dar con base en otros métodos

que no son el "científico", que la episteme tiene variadas

maneras de expresarse y que éstas son adaptables a cada contexto

específico sin tener la necesidad de importar modelos civilizatorios,

eurocéntricos y logocéntricos que desprecian otras formas de ser y relacionarse.

Desmontar la blanquitud como ideal de lo humano es,en fin de cuentas,

NECESARIO para el avance conjunto y la sana colaboración

de las comunidades de todo el mundo.

De inmediato se lo envió a Rachelle para que lo corrigiera. René estaba muy ocupada comprando acciones de Canady Group en la bolsa y su novio Darian-porque habían regresado otra vez o eso entendió Roxanne-le iba a dar el golpe de gracia.

Sin embargo había algo que le inquietaba sobremanera y no sabía por qué; jamás iba a ignorar su instinto como lo había hecho la noche del incendio.

Su padre le había devuelto el teléfono, puesto que ya no lo necesitaba para dar con el paradero de Raquelle. Esta le llegó una notificación del texto que había escrito Sharaman sobre el apartado "Blanquitud ≠ Ser Bkanco"

Lo primero que debemos entender es que:

1) La racialización de los cuerpos considerados 'naturalmente'

diferentes fue un proceso orquestado desde occidente y

fue una cuestión beneficiosa en los procesos de colonialismo

extractivo que saqueó vidas y recursos en el marco

de una invasión 'civilizatoria' en el resto del mundo;

algo completamente hecha desde cuerpos blancos,

Es decir, la raza (y el racismo) es un invento derivado de la blanquitud.

2) No hablar de raza ahora, cuando sus efectos prácticos

siguen materializando en la vida de las personas,

es tanto problemático para quienes sufren sus consecuencias;

como beneficioso al sistema y a quienes lo sostienen desde el poder,

porque el silencio impide que se den las reparaciones necesarias,

y que además, hacen parte de una deuda HISTÓRICA

que tiene la humanidad consigo misma.

3) Hay que hacerse cargo de esto.

Y hacerse cargo es entender que la blanquitud

se ubica más allá del color de piel, significa, en últimas,

saber cómo funciona ésta como aparato ideológico de dominación,

para poder desde ahí, hacerle el revés.

Es una cuestión simple: Si no se habla, no existe.

Si no existe no se repara.

Roxanne lo leyó una vez más y le envió las correcciones pertinentes. Ya le dolía la cabeza y no deseaba estar más en el computador, así que cerró su computadora portátil.

En ese momento sonó su teléfono celular, era Rachelle.

–Hola Rach.

–Hola Rox, adivina dónde estoy.

–En cualquier lugar, menos corrigiendo lo que te envié.

Rachelle se echó a reír–Ya vi la notificación del correo querida, lo corregiré en un santiamén. Ahora quiero que adivines dónde estoy.

–No lo sé Rachelle, Chicago es grande.

–Estoy en el edificio de nuestra revista.

–¿Qué haces allá?

–Sólo quise pasar y no te imaginas... todos los residentes están limpiando todo y tratando de dejarlo como antes.

Roxanne sonrió. Aquellas personas siempre fueron muy buenos vecinos y nunca habían tenido problemas con ellos.

–Ay Rox... me han hecho llorar.

–A ti cualquier cosa te hace llorar.

–Pero no crees que...

En ese momento se escuchó un grito y unos ruidos raros. Roxanne se paralizó y apretó el celular en su oído; la llamada todavía estaba en curso y no deseaba que finalizara.

–¿Rach?–susurró–Rach dime que te tropezaste con algo, sé que eres muy torpe. ¿Rach? ¡¿Rach?!

Roxanne se vio obligada a cortar la llamada de su teléfono y llamar a Tonny, el ex novio de Rachelle mientras salía de su casa. Este era el jefe de seguridad de la famosa banda de Rock Alternativo Decode. No contestó a la primera y decidió insistir.

–¿Roxanne?

–Sí, ya sé que es super extraño que yo te llame a ti puesto que me caes como una patada en el hígado, pero necesito tú ayuda Tonny. La necesito.

Ella quería sonar impersonal, pero al final se le quebró la voz.

–Te escuchas mal ¿Qué sucedió?

–¿Estás en Chicago?

–Sí, ahora sí. Llegué hace dos días, pensé que podía hablar con Rachelle y arreglar las cosas.

–Se trata sobre ella, estábamos hablando y estoy segura que algo le pasó. Hemos estado en la mira de una compañía muy grande, nos han amenazado, quemaron la revista, secuestraron a mi hermana y... Tonny estoy segura que se llevaron a Rachelle.

Este se quedó en silencio un momento–Muy bien, tengo su teléfono enrutado. Puedo saber dónde está.

–¿Eso qué quiere decir?

–Que puedo ver todo lo que ella hace en su teléfono.

–Eres un jodido hijo de... ¿Sabes? Ya no importa.

Roxanne puso en marcha su auto.

–Ella se encontraba al frente del edificio de BoxR, ya me dirijo para allá. Si te sale que el teléfono está allá, seguro ella no lo está.

–¿A qué teléfono te llamó?

–¿Cómo que a cuál teléfono? Ella tiene solo uno.

–Tiene dos, discutimos una vez por eso. Veré donde me arrojan ambos teléfonos y te llamaré de inmediato.

Este colgó y ella llamó a René tres veces y esta no le contestó. Así que decidió llamar a Rena.

–Rena.

–Rena soy Roxanne Rains.

–Lo sé.

Roxanne detestaba y le gustaba que aquella mujer fuera imperturbable.

–Necesito hablar con Marcus Canady.

–El no puede pasar al teléfono, si lo hacen lo enviarán a la cárcel.

–Coloca tu teléfono en altavoz por favor, es urgente. ¡Es de vida o muerte!

–No voy a arriesgar la seguridad de mi patrón, deberá decírmelo a mí.

Roxanne le explicó detalladamente lo que había sucedido.

–Pudo haber sido cualquier cosa–le dijo la mujer con una testaruda calma–vaya al lugar donde ocurrió la escena y si ve algo sospechoso, llámeme. Voy a colgar.

Roxanne gritó de frustración y estuvo apunto de chocar con un auto.

–¡Mujer loca!–le gritó un hombre.

Ella lo ignoró y siguió conduciendo. BoxR quedaba bastante retirado de la residencia donde vivía así que su corazón martilleaba del dolor con cada semáforo en rojo.

Cuando llegó por fin llegó a su destino, visualizó el celular de Rachelle tirado en la acera. Ella bajó corriendo y lo recogió. Preguntó a varias personas si la habían visto y ellos dijeron que no habían visto nada extraño.

Abusando de su orgullo decidió llamar a Rena una vez más.

–Roxanne.

Ella se sobresaltó al escuchar una voz masculina. Era Marcus Canady, no habían hablado desde aquel día.

–Marcus.

Se sorprendió así misma llamándolo por su nombre.

–Creí que podía ser malo para ti contestar el teléfono–continuó ella.

–Sí y no me importa, quizás la policía ya viene para acá. Rena fue a la fábrica dónde encontró a Raquelle, pero no creo que mi hermano sea tan estúpido como para volver allí, sin embargo fue a revisar. Tenemos dos más y me avisará de inmediato.

–No sé qué hacer Marcus...

–Estamos juntos en esto, no puedes decaer.

–Estás arriesgando tu libertad por mí ahora mismo. Lo tendré presente siempre, de verdad. Es una deuda que tendré contigo.

Él se echó a reír–Si logramos salir de esto ¿Aceptarías tener una cita con este hombre, blanco, heterosexual?

Eso le sacó una sonrisa–Claro.

En ese momento le entró la llamada de Tonny.

–Me está llamando el ex de mi amiga que le tenía enrutado el teléfono, déjame y lo agrego a esta llamada–le informó y así lo hizo–¿Tonny?

–Roxanne voy en mi auto junto con dos guardaespaldas armados, el teléfono de Rachelle se mueve hacia el sur–le informó Tonny,

–Sí se mueve hacia el sur, estoy casi seguro que se irán a la fábrica de jabones–le dijo Marcus–la cual no está abandonada, pero dejó de funcionar hace dos semanas.

–¿Quién está allí?–preguntó Tonny consternado.

–Después te explico–le dijo ella–¿Tonny puedes mandarme tú ubicación? Te seguiré en el auto.

–Por supuesto que no–le dijo Marcus–Es demasiado peligroso, lo ideal es avisar a las autoridades.

–Totalmente de acuerdo con este tipo que no sé quién es–añadió Tonny.

–Si ninguno de los dos me dice, lo averiguaré por mi cuenta y no será muy difícil averiguar qué fábrica de jabones de Canady Group dejó de funcionar hace dos semanas y está ubicada al sur–los amenazó.

–Hermano, esta ola del feminismo nos tiene jodidos–le dijo Tonny a Marcus–Las mujeres ya no saben cuál es su lugar.

Roxanne emitió una risa sarcástica.

–No la conozco mucho aún–le dijo Marcus a Tonny–pero creo que ese comentario te va a costar y con creces.

–Ya lo creo–le respondió Tonny–ya te envié la ubicación Juana de Arco.

Esta se subió a su auto–Marcus, debo colgar. Si aún la policía no ha rastreado tu llamada, no quiero darles la oportunidad.

–Vale, cuídate mucho por favor. Avísale a las autoridades.

–Vale. Gracias. Estamos pendientes... para lo que dijiste.

–Claro que sí, le avisaré a Rena para que los apoye. Adiós.

–Adiós.

–Qué ambiente tan romántico se sintió desde acá–comentó Tonny de forma burlesca.

–Cállate idiota.

–Necesito distraerme Rox. Acaban de secuestrar al amor de mi vida y si la pierdo, la verdad... no me lo perdonaría. Tienen que pasar cosas como esta para uno darse cuenta cuán importante es la persona en la vida de uno y... si Dios me da otra oportunidad, le pediré matrimonio a Rachelle.

Ella suspiró mientras conducía.

–Que sea porque tu corazón lo quiere así y no porque en estos momentos es una damisela en apuros. Ese fue el código del machismo del siglo XII.

–Ay Rox por favor.

–Te estoy hablando en serio, esa es una decisión muy importante y ya tu estuviste casado. Debes analizar que ella quiere hijos y ya tienes dos; así que no tomes una decisión tan difícil solo porque estamos en esta situación.

–No me voy a retractar, le daré todos los hijos que ella desee, pero es un hecho de que la haré mi esposa.

–¿Y tú trabajo? Requiere que andes de aquí para allá y Rachelle es tóxica.

–Lo cambio, de todos modos ya me harté de él.

Roxanne se quedó en silencio. Ella adoraba a su amiga y aunque ella había demostrado una madurez al terminar con Tonny, sabía de antemano que ella aún estaba enamorada de él.

–Ya llegué Rox.

–Yo estoy a diez minutos.

–Estacioné una cuadra antes. Debemos tener un plan.

–Ahora mismo no se me ocurre ninguno.

–Esperaré a que llegues.

***

Rena estacionó su moto en la parte de atrás de la fábrica. Había recibido la llamada de su patrón hace tan solo unos minutos y eso le molestó. Él sabía lo que le esperaba y lo más probable era que la policía ya iba en camino.

–¿Vas a ir?–le había preguntado este cuando estaba dispuesta a salir.

–Saldré a ver el perímetro.

–Dame tú celular, por si Roxanne Rains vuelve a llamar.

–Señor no puede hacer eso.

–No me interesa, se escuchó desesperada y si decidió llamarte para hablar conmigo, es porque no tiene a nadie más.

Rena suspiró y decidió subir por una escalera de gato y asomarse por una ventana que destilaba moho. Allí había aproximadamente unos seis hombres, no vio a Bruce Canady. También habían dos mujeres, ambas estaban de espaldas, una llevaba el cabello afro y la otra tenía el cabello largo en rizos más sueltos. Dedujo que una de ellas había tenido que ser la amiga de Roxanne Rains.

Sabía de antemano que sola no podía entrar, así que decidió llamar refuerzos. Mientras daba la alarma decidió darse la vuelta y meterse por uno de los conductos de ventilación, para poder escuchar de qué hablaban y poder reunir pruebas necesarias que beneficien a su patrón.

Rena siempre había tenido problemas con su estatura, eso le generó muchísimas burlas por parte de sus compañeros, pero nunca había sido una cobarde y toda esta situación le sabía a mierda. Hombre como Bruce Canady no pueden estar sueltos y hombres como Marcus Canady encerrados, era injusto.

–¿Seis hombres custodiando dos mujeres indefensas?–escuchó que una de las mujeres dijo–Apuesto a que todos son una manada de inútiles.

–¿Por qué no la amordazaste?–escuchó que un hombre le decía a otro.

–Se lo ha quitado dos veces, además es graciosa–respondió uno de ellos.

–Yo practico BDSM ¿Crees que esa mordaza mal colocada me va a detener? Hijo de puta.

Rena siguió avanzando.

–La empresa de ustedes es denunciada por traficar negros y henos aquí. Ocho negros con mi amiga y conmigo, la cual agradezco que esté inconsciente porque si no estuviera llorando a gritos. Ustedes decidieron quedarse, porque son el típico negro que le decía al amo cuando el esclavo deseaba escapar.

–Después de que no seamos nosotros ¿Qué nos importa?

Rena negó con la cabeza. Así era esta sociedad.

–Partida de imbéciles, buenos para nada. Ustedes no aportan nada a esta causa, todo lo contrario, la retrasan.

En ese momento se escuchó un silencio y Rena temió lo peor.

–¿René? ¿Dónde...? ¿Dónde estoy?

Rena se detuvo al instante. ¿René? ¿René Roberts? No podía dar crédito que el idiota de Bruce Canady haya hecho algo tan estúpido como para secuestrar a la heredera de la cadena de hoteles Prince, la cual mantenía una relación clandestina con el CEO de Zuhair Group.

–Rachelle nos han secuestrado ¿Sí? Pero no te preocupes, el que ríe de último, ríe mejor–le dijo esta a su amiga.

Y Rena comenzó a escuchar sollozos leves. Sacó su teléfono y lo colocó en una pequeña ventana y le dio grabar.

***

Marcus caminaba de un lado a otro en su habitación. No había obtenido una llamada de Rena, ni de Roxanne y se sentía abatido. Necesitaba con desesperación poder hacer algo.

En ese instante entró su padre a la habitación, acompañado por su madre.

–¡Marcus!–le gritó–La policía tiene orden de arrestarme y a tú hermano también por múltiples cargos. Tienen información que solo teníamos nosotros ¿Estás enterado de eso?

Él luchó solemnemente por contener su furia.

–Padre ¿Acaso olvidas que tengo arresto domiciliario?

Su madre se sentó en la cama y se puso a llorar.

–Alguien ha tenido que mandar esa información confidencial, pudo haber sido esa china que tienes por asistente.

–Rena es japonesa papá, no china. Y segundo, ella sería incapaz de hacer algo así.

–¿Cómo eres capaz de hablarle a alguien así? ¡La biblia lo dice! ¡Cuidar del prójimo! ¡Y nuestro prójimo son las personas de nuestro mismo tono de piel! ¡No hay otras!

Marcus lo miró sin dar crédito a los que escuchaban sus oídos.

–Es increíble cómo las personas manipulan las sagradas escrituras para su conveniencia.

–¡Es verdad!

–No me interesa, no me interesa lo que diga ese libro, si tu quieres seguir sus doctrinas, adelante, pero no puedes obligar a otro a que las siga. Cada quien es libre de elegir y yo elegí ver a todos como mi igual y eso, ni tú, ni tu Dios me harán cambiar de parecer.

***

Roxanne estaba desesperada. Aún no habían llegado las autoridades y sentía que cada minuto que pasaba, era otro minuto donde Rachelle podría estar muerta.

–Estoy harta, voy a ir.

Tonny le bloqueó el paso.

–¿En serio crees que no estoy desesperado? Pero hacer eso que planeas es suicida, nos estamos metiendo con gente peligrosa, por eso hay que pensar con cabeza fría.

–¡Tonny la pueden matar!

–No lo harán ¿Crees que son idiotas? ¿Se te olvida que los padres de Rachelle pertenecieron a la marina?

–¡Y René no contesta!

En ese momento su móvil sonó y era Darian Zuhair.

–¡Darian! ¿René está contigo?

–Roxanne... estoy en su apartamento, está hecho un caos y revisamos las cámaras y se la llevaron unos tipos.

–¡¿Qué?!

–Pero no te preocupes, ellos no los saben, pero ya están muertos.

Este colgó.

–¿Darian? Oh Dios mío ¡No puede ser! ¡Tonny se llevaron a René también!

Este cerró los ojos y volvió a llamar.

La angustia la estaba matando a cada segundo. Vio que Tonny y sus amigos se fueron a hablar por teléfono y aprovechó para escaparse de ellos.

***

Rena vio cuando Bruce Canady apareció en la escena y ajustó un poco su teléfono móvil para una mejor grabación.

–Buen día señoritas–las saludó.

–Métete tu saludos por el culo ¡Hijo de puta!–le amonestó René.

–De antemano sé que usted señorita Roberts ha estado comprando a una muy buena oferta las acciones de mi compañía y sé que estoy hundido hasta el cuello puesto que mi propio hermano me traicionó. Entonces deseo hacer un trato con ustedes dos y con Roxanne Rains.

Ambas le tiraron una mirada asesina.

–Pediré por cada una cinco millones de dólares y me iré de este país, prometiendo no regresar jamás.

–¿Y si nos negamos?–le preguntó la que debe ser Rachelle.

–Sí su familia se niega, las mataré. Ya dispuse todo para que la información le llegue a sus familias.

–Me vas a tener que matar–le escupió René–prefiero estar muerta, a vivir con la angustia de que harás exactamente lo mismo en otro país. Así que no hay trato.

–Lo bueno de todo esto–continuó Bruce–es que no depende de ustedes.

De repente un disparo le rozó el rostro a Bruce Canady y Rena pudo ver como Roxanne Rains ingresaba con una mini uzi, de inmediato los hombres de Bruce le apuntaron, pero ella no dejó de apuntarle.

–Señorita Roxanne Rains, alias "Goenji" será mejor que suelte esa arma o le volaré los sesos a sus amigas.

Esta lo dudó unos segundos y luego soltó el arma. Dos hombres se acercaron a ella y le colocaron las esposas. La sentaron en medio de sus amigas.

–Rox ¿Estás bien?–le preguntó Rachelle.

–¿Ustedes están bien?

–Roxanne ¿Viniste sola?–le preguntó René–¿Quién demonios te crees? ¿La mujer maravilla? ¿Ese era tu maldito plan? ¡Ha sido un total fracaso! Si sabías dónde demonios estábamos ¿Por qué carajos no trajiste un ejército contigo?

–Me sentí culpable de que ustedes la tuvieran aquí.

–¡Culpable y un cuerno Roxanne! Ahora sí que este imbécil se va a salir con la suya, maldita sea. ¡Nosotras no somos los ángeles de Charlie!–le gritó René.

–Llevenselas de aquí–ordenó Bruce Canady–Este lugar ya no es seguro.

–¡Maldito todos! ¡Mil veces malditos!–les gritó René.

Rena retiró su celular y envió la evidencia a la policía. A continuación se dispuso a salir de allí. No podía perderlas.