"¿Lo conocía personalmente?"

- No, no realmente. Aunque era muy sociable nunca llegue a conocerlo de manera íntima. Es una lastima lo que le pasó, no era mala persona después de todo.

"¿Qué nos puede decir sobre él?"

- Él.. era muy brillante... incluso cuando no quería serlo. Yo... lo siento n-no puedo seguir...

"¿Cuando empezó realmente?"

- Cuando lo conoció...

La brisa golpeaba su rostro y sus mejillas, algo sonrojadas por el frío, el invierno había llegado antes a la ciudad tomando por sorpresa a las personas. Taehyung se preguntaba si por fin habrían arreglado el calefactor de su pequeña aula o si aún seguía averiado. Por lo general el otoño en Seúl era soportable pero esta terrible oleada de frío era inusual, aunque no le molestaba. Kim Taehyung amaba el frío, lo prefería por sobre el calor, siempre le habían dicho lo raro que era respecto a gustos.

Empujó la puerta de entrada de su escuela. Caminando por los pasillos saludaba a sus compañeros con una pequeña sonrisa. La mayoría allí conocía a Taehyung, él era muy amigable y tenía bastantes amistades, así que por consecuencia casi todo el mundo sabia quien era el castaño de sonrisa cuadrada. Dobló una esquina para subir las escaleras, los olores se mezclaban en el aire, perfume femenino, loción masculina, incluso el olor a la comida de la cafetería llegaba al pasillo y por ende a sus fosas nasales. Tenía que admitir que no era especialmente fanático de las mezclas del aroma de todos juntos.

Sólo tuvo que caminar un poco más hasta poder encontrarse con la puerta corrediza de su salón de clases.

- Buenos días a todos.

Con una pequeña sonrisa saludó a sus compañeros mientras caminaba a su lugar. Todos le devolvieron el saludo de forma desorganizada y de diferentes maneras. En camino hacia su lugar escucho como dos de sus compañeros hablan sobre un estudiante transferido, que probablemente estaría con ellos, o eso habían escuchado decir al tutor de su clase. Sin darle tanta importancia tomó asiento en su lugar, quitándose la gran bufanda que traía puesta para usarla como una almohada sobre la mesa. Anoche no había dormido de maravilla, había vuelto a tener aquellas pesadillas horribles de las cuales se despertaba sudado y asustado. También odiaba sentirse tan cansando, los antidepresivos no ayudaban.

Taehyung detestaba tomarlos, nunca le hacían bien y le daban mucho sueño, también oo hacían sentir siempre cansado. Sumándose el tener que siempre mantener un aura brillante y agradable, no quería ser amargado y desquitarse con los demás, ellos no tenían la culpa de sus problemas, pero a veces le resultaba demasiado difícil sonreír para todos. Sonaba ridículo pero así era. Alejando esos pensamientos se incorporó en su silla cuando escucho el saludo de sus compañeros hacía su profesor.

— Bien muchachos espero que todos hayan terminado sus reportes sobre la dinastía Joseon, recuerden que deben presentarlo hoy frente a la clase así que sabré si realmente lo hicieron, ¿entendido?

Uno que otro perezoso "si" se escuchó en el lugar. Taehyung sacó su reporte de su mochila, estaba enfundado en un perfecto y prolijo folio transparente,  le gustaba tener todos sus trabajos ordenados, no soportaba el desorden. Antes de que el profesor Kang llamará a la primera persona de la lista de su mano, la puerta corrediza fue abierta dejándose ver al tutor entrar por está. El señor Noh era un hombre serio, con una que otra cana en su cabello negro azabache y con una barba mal rasurada. Siempre traía un horrible traje de pantalones color caqui, un blazer café a juego con una camisa color plátano, y una corbata negra. El sentido de la moda del señor Noh era nulo y Taehyung sentía pena por su pobre esposa, si es que tenía una claro.

— Disculpe la interrupción profesor Kang. Chicos buenos días, espero que tengan, como siempre, una buena jornada. - hizo una señal de acercamiento con su mano hacia la puerta la cuál no había sido cerrada. - Déjenme presentarles a un nuevo compañero que se unirá a ustedes este año, sean amigables con él. Presentese Jeon.

De la puerta había entrado un castaño con el cabello algo largo y una sonrisa algo tímida, seguramente aw encontraba nervioso. Taehyung lo miro más detalladamente y pudo notar un piercing en su oreja derecha, también vio sus ojos, brillantes y llenos de vida. El chico que había entrado era por lejos el hombre más hermoso que Kim Taehyung haya visto en su corta vida. Se sorprendió así mismo por sus pensamientos hacia su nuevo compañero de aula, sin embargo, no los negó, el muchacho era precioso.

— Hola a todos, me llamo Jeon Jungkook. Espero que nos llevemos bien.

Todos dentro de la habitación comenzaron a murmurar sobre el nuevo estudiante. Podía escuchar a las chicas decir lo atractivo que era, sobre sus músculos o su cabello. Los muchachos afirmaban que seguro jugaba bien al fútbol y se lo ameritaban a su contextura física. Sin embargo Taehyung no podía dejar de ver sus ojos, parecía que en ellos llevaba galaxias ocultas, como si las estrellas mismas se reflejaban en aquellos brillantes orbes negros. El tutor se retiró con una leve sonrisa dejando dar su clase al profesor Kang.

— Bien, Jungkook. Busca un lugar libre y siéntate.

Taehyung dejo de mirarlo cuando sintió un toque en su brazo derecho, distraídamente volteo encontrándose con Jimin, su amigo y compañero.

— Se te cae la baba, ¿tanto te gustó?

— No digas tontería, ambos somos hombres.

Sin embargo Taehyung limpio sin darse cuenta, por si de verdad algo de baba había caído de su boca, Jimin se rió en voz baja, negando con la cabeza.

[...]

Cuando la clase dio por acabada, y el profesor Kang se retiró, muchos se acercaron a hablar con Jeon Jungkook, posicionándose a su alrededor, a Taehyung también le hubiera gustado hacerlo pero se sorprendió al encontrarse tímido ante la idea de hablar con el castaño, y se sintió raro. Él nunca había sido tímido con respecto a hacer amigos. Taehyung era todo lo contrario a tímido, a él le encantaba hacer nuevas amistades y conocer diferentes tipos de personas. Su abuela siempre le había dicho que cada humano era un mundo distinto, con emociones distintas e historias diferentes para contar. Por eso a Taehyung le gustaba conocer a nuevas personas y, con ellas, nuevas experiencias.

Se sentía extraño hacia esta timidez que el nuevo estudiante generaba en él. Mantenía su labio inferior prisionero entre sus dientes mientras miraba como Jungkook se reía de algo que una de las chicas había dicho, Taehyung sentía la inevitable necesidad de de ser él quien lo hiciera reír y se asustó, él jamás había tenido esa clase de pensamientos y mucho menos hacia un muchacho. Jungkook volteo al sentir su mirada sobre él, dándole una sonrisa, Taehyung se sonrojo y volteó su rostro hacia otro lado para evitar la mirada del castaño.

"Que mierda..."