Marzo 2015

Acababa de recibir un mensaje de Inés, con las escuetas palabras que rezaban: “Pipe y yo somos pareja”. No sabía cómo reaccionar a eso, ¿Era una broma? No, Inés, no jugaría con ella de esa manera.

Ni siquiera sabía mi sentir, obviamente estaba confundida ¿Por qué no me lo había dicho? ¿Cuándo se habían enamorado? ¡¿Cómo sucedió?! Y por sobre todo ¿Qué era esa opresión en el pecho que amenazaba con dejarme sin aire?

Me vestí lo más decente que podía al estar conmocionada por la noticia, salí corriendo de mi habitación y con unas palabras tiradas al vacío, abandone mi casa para dirigirme a la parada de autobús.

Claro que iría con Inés, a exigirle respuestas. Ellos eran como hermanos desde mi punto de vista. No, no deberían ser pareja.

Llegue a mi destino, toqué el timbre con una ansiedad imperiosa que se presentaba como el temblar incesante de mis manos. Me abrió como de costumbre la señora Adela, encargada de la casa y parte de la familia; ya que trabajaba años en el lugar.

Le agradecí, pasando directamente a la habitación de mi amiga, que debido a los años conocía la ruta a la perfección. Ella ya me esperaba sentada en uno de los sillones y dejaba el otro para mí.

Cuando tomé asiento donde era “mi lugar” y la miraba con insistencia esperando que me comunicara que era una broma de Pipe, en la que quiso participar, aun si nunca las hubiera aprobado.

⎯ Sarah, con la cara que llevar pareciera que te mencionado que tengo una enfermedad terminal y no una pareja ⎯ menciono ligeramente.

⎯ No entiendo nada⎯ dije sin ningún filtro y con tono elevado⎯ Quisiera pero, no puedo, ustedes eran como hermanos, esto es como el incesto ⎯ levante las manos hacia ella.

En el fondo, muy en el fondo sabía que estaba armando un drama que no me correspondía. O sea, como mejor amiga es mi deber sagrado advertir que el fulano, le va a causar daño; pero, siendo sinceros, Pipe, no le va a causar daño a nadie y mucho menos a su adorado ángel de ojos negros.
¿Por qué no me di cuenta de eso antes? Se llamaban con apodos amorosos, claro, desde mi punto de vista, eran cosas de amigos pero, nunca pensé que pasarían a más.

⎯ ¿Incesto? Yo no lo veo de esa forma, él y yo somos algo lejanos de este mundo, consideramos el amor como algo importante, es cierto, pero no lo vemos como una necesidad, tal cual lo harían parecer las demás personas, estando con alguien solo por estar. Concordamos que aunque sea real, muchas veces no puede ser y que si va a ser falso, que debe ser con alguien agradable.

⎯ ¿Me estás diciendo que lo que tienen es falso? ⎯ Dije en un susurro mal contenido.

⎯ Falso es una palabra muy fea Sarah ⎯ dijo mirándome con la mirada de fría noche ⎯ Creemos en el amor, pero no creemos en las personas que dicen amar.

No llegue a comprender del todo y cuando hice un ademan de próxima pregunta, ella me detuvo para seguir hablando.

⎯ Las personas de nuestra edad fingen amar solo para no sentir soledad, sin embargo, en el fondo todos buscamos estabilidad, algo o en este caso alguien que nos complemente y que te diga que todo va a estar bien, incluso si ves que todo se está derrumbando a tu alrededor. Desean, deseamos, no sentirnos solos, sentirnos queridos. Encontrar a alguien que te quiera en este mundo de odio, ya es motivo suficiente para que la vida te valga poco, porque sabes que volverán a estar juntos alguna vez.

⎯ Eso es muy filosófico y poético de tu parte ⎯ respondí ya cansada de las vueltas sin sentido que estaba dando ⎯  Me dices, que están juntos sólo por no sentir soledad.

⎯ Si quieres poner las cosas de ese modo, así será ⎯ respondió levantándose de su sillón, ese verde pastel que cambiaba de tapicería semestralmente pero que en fondo, era el mismo.

Caminamos juntas hasta el patio, donde luego de estas instaladas en una hamaca de madera que daba al jardín llena de gerberas, botones de oro, petunias, narcisos, rosas y lirios, que eran exagerados.

⎯ ¿Por qué con él? ⎯ Dije luego de unos minutos procesando lo ocurrido.

⎯ Yo nunca he criticado tus opciones amorosas, ¿Hay un porqué en específico para que lo hagas?

⎯ Yo soy yo y tú pues, eres tú ⎯ me dedico la mirada esa de “que observadora” ⎯ Quiero decir, solo soy una persona normal, de carne y hueso, que toda la vida ha sido expuesta a sentimientos y los expresa, pero tú eras perfecta. La definición de sobriedad, quien desearíamos ser todas las chicas, nunca has necesitado de un novio.

⎯ No lo necesito, el concepto de noviazgo que tienes es muy obsoleto y realmente preferiría que lo llamáramos pareja. Los novios se casan, firman papeles para unirse y luego para para liberarse, no deberíamos buscar eso. Yo abogo por las parejas que son como una muestra de que aún existen cosas buenas, no como un complemento sino como alguien que te impulse a ser mejor, por qué, quién quiere completar a alguien cuando puedes ayudar que sea una pieza sola y que brille por serlo.

⎯ Viéndolo así tienes razón, yo no quería que te sintieras mal por mis palabras, solo buscaba que no sintieras lo que es un corazón roto.

⎯ Nunca he amado a alguien románticamente, sin embargo, sí amor fraternal y lo han roto; y con toda seriedad, duelen cien veces más los sueños rotos que un corazón. Porque el corazón es solo un órgano que moviliza sangre pero los sueños, son las visiones de tú mundo ideal.

Dicho esto logro convencerme de su veracidad, al recordar tantos momentos en que los habría sufrido y dándole una sonrisa tenue me acomodé en el sillón.

Esa tarde pude comprobar nuevamente el raciocinio de mi amiga, dejándome en claro que podría ver más allá de lo normal y que poseía una sabiduría no común para nuestra edad.

Sucesos como estos me demuestran, que no sabemos nada del mundo porque no lo vemos realmente, sólo obtenemos de él lo que necesitamos. Tal como lo dijo Inés: “Para no sentir soledad”. Y creo que debería despertar.

Pregunta súper ramdom
¿Cómo desearían morir?