Mayo 2004

Es el día del desfile, nunca antes lo había hecho pero mi hermano decía que era muy divertido pasar con tus compañeros y con las banderitas. Toda la gente en las aceras están felices por ver a sus hijos.

Mis padres estaba trabajando por lo que no podrán verme, pero mi hermano está tres grupos más atrás con los de su grado. Al final de la calle estaba la rotonda en la cual tendríamos que vernos.

Cuando llegamos mis compañeros se acercaron a sus respectivas familias y yo a la rotonda, en la cual me senté, otra niña estaba también allí, buscando con la mirada a alguien. Estaba perdida entre la multitud.

La observo, tiene mi mismo uniforme y bandera, indicadores de que es de la misma escuela y del mismo grado, sin embargo yo nunca la había visto.

⎯ Hola ⎯ digo y me acerco a ella ⎯ ¿Me podría sentar a tu lado mientras espero a mi hermano? ⎯

⎯ Hola, siéntate yo también estoy esperando a mi hermano ⎯ sus ojos negros me observaron con detenimiento ⎯ No te había visto antes, pero por lo que veo estas en el mismo grado que yo, un gusto soy Inés.

⎯ Yo soy Sarah, tampoco te había visto. Soy de la sección A ¿Tú en que sección vas? ⎯ Vuelve a mirar hacia el desfile y sonríe.

⎯ De la sección C ⎯ dijo con orgullo y moviendo su cabello lacio tan negro como el carbón ⎯ Mi profesora es Merlina, muy amable y responsable, por eso todos nosotros también lo somos ⎯

⎯ Veo que quieres mucho a tu maestra, la mía es Clayde, es más divertida pero con ella aprendí mucho ⎯ No iba a dejar que una niña a la cual acabo de conocer diga que su maestra es mejor que la mía ⎯ Ya sabemos las sílabas que comienzan con la “M”, “P” y “T”.

⎯ Qué bueno ⎯ dijo para mirarme entrecerrando los ojos ⎯ Mi hermano está en el tercer grado ¿El tuyo a que grado va?

⎯ Va al cuarto grado, ¡tenemos muchas cosas en común! ⎯ Dije feliz y ella solo esbozo una tenue sonrisa ⎯ deberíamos hablar más seguido cuando estemos en la escuela.

⎯ Cuando quieras ⎯ me respondió, se levantó y un niño como de dos años mayor se acercó a nosotras ⎯ Benjamín, que bueno que llegues ⎯ me miró ⎯ ella es Sarah, la conocí hace poco, me cae bien.

⎯ Un gusto, soy Benjamín ⎯ me observó con tanto detenimiento tal como lo había hecho Inés ⎯ Con su permiso, pasamos a retirarnos.

⎯ Claro, los veo en la escuela ⎯ dije emocionada y pasándoles la mano para despedirnos, como había visto a mis padres hacerlo.

⎯ Nosotros no hacemos eso ⎯ fue la contestación de mi nueva amiga y Benjamín solo asintió con la cabeza ⎯ Nos vemos.

Ambos desaparecieron entre la multitud, me sentí un poco sola pero mi hermano llegó a donde estaba con una sonrisa y me abrazó.

⎯ Oziel debiste llegar antes ⎯ le dije correspondiendo su abrazo ⎯ conocí a dos hermanos que entran en nuestra escuela, son un tanto raros pero me agradan mucho.

⎯ Me los presentas luego, ahora vamos a comer helado y a ver el desfile ⎯ me tomó de la mano y fuimos hasta el puesto de helado, caminando entre la multitud.

Esos dos hermanos eran muy diferentes a todas las personas que había conocido, no solo por sus ojos y cabellos negros como una noche sin luna o por la piel blanca y tersa, sino por todo en general, la manera tan elegante de hablar y rechazar el contacto.

Sin duda quería seguir manteniendo contacto con ellos y saber los motivos de su comportamiento tan frío pero a la vez agradable. Sí, sería el comienzo de una bella amistad.