Capítulo 6: Momentos.
Sara apretaba con fuerza el papel, estaba dolida, tenía una hermana ¿será que sus padres lo sabían? Muchas preguntas comenzaban a hacerse en su cabeza, laboratorios, niños, súper humanos, Gen S, era demasiada información para procesar.
—Creo que será mejor que tú y yo comencemos a hablar niña.
—Te llamas S ¿cierto?
—Mi nombre es T recuérdalo, no es muy difícil, todo lo que acabas de leer es la verdad, tenía mis dudas con dejarte hablar con ese hombre, en el momento que nos implementaron en sus cuerpos sentía malicia proveniente de él, pero admito que los años lo hicieron cambiar. Ahora, ponte ese lente de contacto, necesitamos saber con qué ayuda contamos.
Lo único que hizo fue abrir la caja, sin más preguntas, no le importaba saber por ahora más de lo que conocía, del mundo en el que estaba sumergida. Tomó el lente de contacto y lo fue colocando lentamente. Pensó que sería molesto y no lo fue, se acercó al espejo, y en efecto el blanco por fin había desaparecido.
—Te queda mejor el blanco.
—Gracias, pero esto nos permitirá ganar tiempo.
—Tienes razón, lo necesitamos para sincronizarnos.
De pronto, un pequeño rayo Salió del ojo de Sara, frente a ella tenía un holograma. Su curiosidad aumentó, pico el ojo para ver qué pasaba y en efecto desaparecía. <<como un video beam pensó>> lo volvió a abrir y comenzó a detallar a profundidad. Vio la calle, la puerta azul, pudo observar todo, sentía como su mente se llenaba de información.
—Ese Clasmok es un genio, —admitió T—gracias a este lente, puedo entender a donde tenemos que ir, es mejor que yo desglose la información y la almacene en tu memoria, verás en adelante que mejorará, con que en ese lugar nos esperara S estoy feliz de verdad. Cuando quieras partimos niña.
—¿Y mis padres?
—Estarán más seguros sin ti, créeme.
—Debemos fortalecernos, es lo único que podemos hacer para contrarrestar todo esto.
—Para que.
—No es una opción recibir a Megan siendo débiles, además, tenemos una sorpresa para ustedes, creo que la merecen. Ahora empaca que nos vamos ya mismo.
—Será después del funeral, ¿o lo olvidabas?
—Es verdad... lo siento niña, me deje llevar. Será después entonces, pero está atenta a todos los que van. Estoy seguro que ella estará.
La mañana siguiente Sara despertó un poco mejor, se sentó a orilla de la cama acariciando la carta, esta vez, lo único que hizo fue sonreír y dar gracias. Bajo lentamente las escaleras y como todos los días, vio a sus padres bromeando y sonriendo. Su rostro se entristeció un poco al verlos, era entendible, al tomar la decisión que era más por obligación que ganas, tenía que despedirse.
—Buenos días amor.
—Buenos días mamá —respondió.
—Creo que algo falta aquí —dijo su padre bajando el periódico.
—Buenos días papá —dijo mientras se acercaba para darle un beso en la mejilla.
—Perfecto, ¿Cómo amaneces?
—Necesito hablar con ustedes —Sara terminó con la agradable conversación de golpe.
Ambos, al verla a los ojos, notaron que se trataba de algo serio. Su madre dejó los platos y apago la cafetera, mientras que su padre soltó el periódico dejándolo ahora a un lado y acomodándose para escucharla.
—¿Cuándo me adoptaron, solo estaba yo?
—Bueno amor —dijo su padre —sabes bien que eran muchos niños los que ahí estaban, era un orfanato.
—No me refiero a eso papá —dijo Sara en un tono cortante.
Sus padres se observaron y Sara pudo ver como su madre asintió.
—Estabas sola —termino por decir su padre. —pero los del orfanato dijeron que tenías a una hermana, al ver nuestro interés en la niña, comenzaron a excusarse hasta cambiarnos el tema, recuerdo bien que uno de los encargados observó a la mujer que nos atendía y fue cuando cambió el tema de conversación. Nunca supimos si era verdad o no, y bueno... solo teníamos pensado un niño así que no insistimos. Además, existía la posibilidad de que tu hermana tuviera a alguien.
—¿Por qué no dijeron nunca nada? —preguntó Sara.
—No lo sabíamos con exactitud, además la posibilidad de que te enteraras de todo era muy pequeña y en parte no te estábamos ocultando nada en realidad, no se puede ocultar lo incierto. ¿Quién te habló acerca de eso?
—Eso no importa papá, pero necesito que me escuchen.
—Creo que eso es lo que hacemos ahora mismo. —Dijo su padre mirandola fijamente.
Los padres de Sara se tornaron un poco serios, ya su padre debía irse o llegaría tarde, sin embargo, eso ni siquiera lo había mencionado. Solo querían escuchar lo que su hija tenía que decir; cuando le escondes a un familiar un gran secreto, lo mejor que se puede hacer en ese momento es eso... escuchar.
—Debo irme —terminó diciendo.
—¿Para la casa de Lucy? —preguntó su madre.
—No... debo irme de casa.
—¿Cómo que debes irte Sara? ¿enserio te iras por esto?
Su madre soltó un sollozo, mientras tapaba su rostro con las manos. Era la primera vez que no veían a Sara como aquella niña tímida, esa que cambiaba el canal en las escenas de un beso, o cuando sabía que el protagonista se metería en problemas, la Sara que era ahora sería capaz de mantener el canal y soportar toda la escena.
—No es por eso, están en peligro...
—¿nosotros?
—Si... ustedes, y les explicare el porqué. —tomo aire y comenzó a hablar —hace veinte años, antes de que llegara a sus vidas, fui parte de un importante experimento. Imagino que varios agentes desconocidos del gobierno buscaban la creación de un súper humano, capaz de hacer cualquier cantidad de cosas y convertirlo en el humano perfecto.
Su padre intentó interrumpirla, pero Sara levantó su mano para evitar que lo hiciera y continúo hablando.
—Gracias a eso, nació el Proyecto S.
—¿Cómo sabes todo eso? —su padre insistía en conocer la fuente de esta información.
—Por un regalo —terminó diciendo...
—Se especifica Sara, primero preguntas por tu hermana, luego te vas de la casa, ahora nos hablas de un proyecto científico ¡que es lo que te pasa!
Era la primera vez que su padre levantaba la voz, y ella era consciente del por qué. Lo único que hizo fue levantar su mano derecha nuevamente, intentando calmarlo, él reaccióno, bajo la voz y le pidió que continuara. Su madre seguía en estado de shock, por todo lo que estaba escuchando, pero no se movía a ningún lado.
—El padre de Lucy ha muerto, su nombre era Arthur Clasmok, ya eso lo saben, aunque siempre lo conocieron por Damon, la razón por la que cambió su apellido era para mantener bajo perfil su verdadero trabajo;culpable de mis dolores de cabeza cada año. El Gen que inserto en mi crecía conmigo, y al cumplir años algo nuevo despertaba.
—Creo que estás hablando de más Sara.
—No te preocupes T, debo continuar, y lo siento... pero a mis padres debo decirles la verdad.
—¿con quién hablas Sara? —preguntó finalmente su madre rompiendo el silencio que hace poco la acompañaba.
—Pensaran que estoy loca —soltó una risa —habló con T, el Gen que vive dentro de mí; cuando tu cerebro está en blanco, tu percepción y concentración aumenta al igual que el control de ti mismo.
—¿Cómo sabes todo eso? —a su padre no se le ocurría algo más que preguntar.
—Por el obsequio, me permite tener acceso a muchas áreas de mi cerebro, y T me ayuda a clasificar mejor mis recuerdos.
Sara bajó la cabeza, quitándose el lente de contacto para mostrar de nuevo su anillo blanco, sus padres estaban tan consternados, que no lo notaron. Cerró fuerte los ojos y al abrirlos, eran amarillos...
—Se ve muy bien con estos ojos —terminó diciendo.
Su madre retrocedió un poco, incluso su padre se levantó de la mesa dejando caer el periódico.
—Sigo siendo yo, no se preocupen, solo quería enseñarles una de las habilidades para que no pensaran que estoy loca.
Sara a medida que decía estas palabras, su voz se iba tornando ronca, sus ánimos bajaron a tal nivel, que se pudo ver cómo siempre, tímida, indefensa, asustada... su padre al verla de esta forma no soporto más y se acercó para abrazarla.
—Lo siento —dijo, mientras rodeaba a su hija con los brazos —por nosotros no te preocupes, estaremos bien. Puedes hacer lo que creas que es correcto, confiamos en ti, pero por favor no dejes de llamar.
—Sabes que sería imposible dejar de escucharlos papa. ¡los amo!
—Y nosotros te amamos a ti, ¿Cuándo debes partir?
—Será después del funeral del doctor Clasmok.
—¿Qué te parece si desayunamos entonces? —dijo su padre.
—Me parece perfecto —dijo Sara sonriendo.
Se sentó por primera vez en el centro, con su padre a la izquierda y su madre a la derecha, los tres estaban sonriendo y contándose cosas nuevamente, luego de unos cuantos minutos, su padre se despidió dándole un beso a los dos y se fue volando de casa. Mientras, su madre subió a la habitación, Sara volvió a la suya para comenzar a empacar, tendría que irse en el bus, y luego tomar el tren para llegar a ese lugar, pero qué más daba, allí le deparaba su destino, la razón de sus dolores, y de esa necesidad de llenar un vacío. <<¿encontraré las respuestas?>> Se preguntaba, mientras la ropa doblaba.
El teléfono de la cocina comenzó a sonar, Sara fue a atenderlo y para su sorpresa Lucy llamaba.
—Acaban de entregar el cuerpo de papá, está sellada la urna, al parecer quedó en muy mal estado luego del accidente, mamá está enojada, pero no podemos hacer nada... por lo menos no lo han incinerado y entregado en un frasco.
—¿Cuándo será entonces?
—Te veo en el cementerio de Low Bridge, será ahí. Mamá quiere salir de todo esto, esperaba una misa o algo parecido, pero quiero respetar la decisión que ella tome. Por favor, apresúrate... te necesito aquí conmigo.
—Voy en camino.
Sara subió a su habitación, se cambió de ropa rápidamente y terminó por colocar de nuevo el lente de contacto. Entró a la habitación de sus padres, y ahí vio a su madre recostada en la cama, terminó acercándose lentamente para darle un beso en la mejilla e irse.
—¿A dónde vas Sara?
—No te preocupes mamá, no me iré de casa aún. Llamo Lucy, han entregado el cuerpo del señor Clasmok, así que debo ir a acompañarla, por como la escuche en el teléfono, me necesita.
—¿Podrías darme otro beso?
—Los que quieras.
Se acercó, beso a su madre en la mejilla de nuevo y le tendió sus brazos para abrazarla.
—No te preocupes por nada mamá.
—Aun no me creo lo rápido que has cambiado pequeña, siempre te vi frágil, delicada, y mírate ahora. Intentando no romperte, manteniendo la compostura ante lo desconocido. Y por primera vez en tantos años no sé cómo actuar.
—Lo estás haciendo muy bien Dana.
Su madre dejó escapar unas lágrimas, en tantos años Sara jamás había mencionado su nombre, hecho que es algo común cuando se trata de madre e hijo, pero para ella ese pequeño momento con su hija era demasiado importante.
—En el instante que te vi lo supe, mi madre me dijo que cuando llegara el tiempo de ser madre, lo sabría, sintiera en mi o no a alguien crecer, podría saberlo. Este lazo que tenemos tu y yo no lo hace la sangre, nuestro lazo está lleno de amor, momentos, situaciones, eventos; recuerdo ese invierno en donde te invitaron a jugar fuera, todos los niños se veían felices y tu solo los observabas desde la ventana, llamándolos partida de idiotas. Al día siguiente todos estaban en casa enfermos porque se habían resfriado, tú te veías triunfante ante este evento, y cada vez que los veías pasar con sus padres al llegar de la farmacia le gritabas: ¡Quien es la tonta ahora! Para ellos eras aburrida porque no hacías lo que un niño a esa edad debería, para mi eras lo más increíble, pensé que amar a un ser que no viene de ti es complicado, pero que fácil fue amarte a ti. Y como no, si mírate, eres mi lazo de amor, más fuerte que el de la sangre.
—Sé que te lo dije ya, pero nunca será suficiente, te amo mamá.
Sara después de unos minutos dejando a su madre acariciar su mejilla se levantó y bajó para dirigirse al funeral de Arthur Clasmok.
—Tuviste la suerte de tocar con personas increíbles Sara.
—Lo se T. tanta que si no me voy ahora mismo no podré hacerlo después. Pero no puedo ponerlos en riesgo, no me perdonaría que algo les ocurriera por mi culpa. Nos vamos hoy mismo de casa al salir del funeral del señor Clasmok.
—Pues así será Sara. Y creo que ya estas preparada para tu segunda habilidad, cuando llegue el momento la podrás usar.
—¿De qué se trata T?
—Es una sorpresa, pero te gustara.
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Aqui termina el capítulo seis de esta historia que comenzo como algo simple y en el camino dio giros inesperadamente increibles, espero que disfruten tanto de leerla como yo de escribirla, el encuentro entre las hermanas cada vez se acerca más. lo importante de todo esto es poder saber que es lo que sucedera luego y como reaccionara Megan ante tal evento, nos vemos en el Cap siete en unos dias, Chauuuu!
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