—Cerró los ojos, y solo un segundo antes de dejarse caer, dos disparos se escucharon. El sonido fue fuerte, sin embargo, Tamara siguió respirando. Al abrir los ojos el hombre anciano que había visto estaba de pie todo sucio y con el pelo desdeñado, los hombres que hace unos segundos la perseguían estaban en el suelo con un impacto de bala cada uno en su cráneo.

—Deberíamos irnos —sugirió el extraño hombre.

—¿Que te hace pensar que me iré contigo? además, ¿como sé que no tienes algo que ver con esto?

—Con estos hombres por supuesto que tengo algo que ver, además si no hubiera llegado estarías muerta, son treinta metros ¿Qué esperabas? ¿Que una bolsa amortiguara esa caída? Deberías dejar de ver tantas películas.

—No veo televisión —dijo Tamara.

—Te explicare todo, pero ahora vámonos.

—Haz caso Tamara, no siento nada malo en él.

—¿estás seguro S?

—Sabes que no te enviaría a un lugar peligroso, solo vete.

—Bien...

El hombre sonrió iba unos pasos delante de Tamara, entraron en el edificio, bajando solo unos dos pisos y terminaron en una habitación.

—¿De verdad? Tu plan es traernos dos pisos más abajo cuando en el techo de este lugar hay dos cadáveres. Interesante...

—No te preocupes por los hombres, los que te perseguían lo limpiaran, no le gusta dejar rastro de su organización, ahora bien. Sé que te debo algunas respuestas y te las daré con el tiempo, ahora solo ten un poco de paciencia.

—¿Tienes alguna idea de quiénes son?

—Por supuesto que se, alguna vez trabajé con ellos. Mi nombre es Samuel Jones, han pasado veinte años desde la última vez que estuvimos así de cerca.

La cabeza de Tamara comenzó a doler, y por un segundo tuvo la visión de un hombre parecido al que ahora estaba frente a ella, con la diferencia de que era más joven en su memoria.

—¿Te encuentras bien Tamara?

—Lo estoy gracias, ahora necesito que por favor me explique qué está pasando.

—¿Estuviste cerca de Sara cierto?

—¿Sara?

—No te acercaste lo suficiente al parecer, me refiero a tu gemela.

—¡mi otra mitad! —se escuchó en el interior de Tamara.

—Así que esa chica...

—Sí, es tu hermana, acababa de hablar con un viejo amigo solo un poco antes de que esto comenzara, pero ya mi amigo no está. Tu hermana lo conoció hoy, sin embargo, Arthur cometió un error garrafal que le costó la vida. Hace veinte años, cuando ustedes llegaron al mundo pasaron por nuestras manos, en cuanto nacieron, fueron trasladadas de la sala de parto a nuestro orfanato, y de allí al laboratorio.

—¿Mi madre que hizo entonces?

—Para serte sincero no sé quién es tu madre, los niños que entran a este programa son dados a orfanatos como el nuestro que le buscan una familia, obviamente todo es una fachada, la verdadera intención es utilizar a estos niños como ratones de laboratorio, experimentando con ellos y creando para el gobierno a seres superiores que trabajen para ellos, sin embargo, por la codicia y a la vez los remordimientos, cuando ustedes llegaron algo cambió. Estábamos trabajando en un Gen al que se le colocó proyecto S.

Tamara lo único que hacía era escuchar mientras Jones que ahora se veía más envejecido decía esto con una tristeza enorme en su rostro.

—¿Así que lo que vive en mí se llama S? —Como si no lo supiera.

—Veo que has notado tus habilidades... tuve un pequeño error de cálculo admito. Sin embargo, todo lo que hacías siempre lo note, eras rebelde, no te dejabas domar por ningún tipo de ley y apenas pudiste completar el plazo dentro del orfanato, sé que esa mujer fue muy dura contigo, me disculpo por no haber hecho algo, pero necesito que entiendas que fue por tu propia seguridad.

—Estuvo observando desde que era una niña, ¿por qué lo hacía?

—Acabo de explicarte cómo llegaste al laboratorio, acabo de decirte que implantamos un Gen en tu cuerpo, pero este no debía estar listo hasta ahora, no entiendo cómo despertó.

—Como sabe que...

—Te veía Tamara, como hablabas y te reías, sabía que no estabas loca, entendía a la perfección que dentro de ti algo extraordinario habitaba, algo que nosotros mismos te implantamos, el Gen S para ser creado acabó con muchas vidas, bueno... acabamos para lograrlo, cuando las vi a las dos entendí que tenía la oportunidad de mi vida, comencé a trabajar solo, mi amigo Clasmok me cubría aunque no conocía lo que estaba haciendo, logre separar el Gen en dos partes, dos partes que crecerían en lugares diferentes pero al mismo ritmo y que con el pasar de los años se acoplarían a la perfección. Ahora necesito que me digas Tamara, ¿era con el Gen S con el que hablabas cierto? Eso es más creíble que pensar que estás loca.

—Díselo —escuchó Tamara.

—Si, S vive en mí, es la razón por la que no necesite amigos, si me observo lo suficiente pudo darse cuenta también de eso ¿o no? —el tono de voz de Tamara comenzaba a cambiar, Jones entró a un terreno al que ella había cercado y cerrado con llave hace mucho tiempo.

—Sé que fue duro, pero nunca te deje sola, ¿recuerdas ese día en la lluvia?

—Tenía siete años...

—Esos niños te dejaron sin alimentos, le dijiste a esa mujer, pero lo único que te dijo fue que cerraras los ojos y dejaras de quejarte, tú saliste por la ventana del orfanato y alcanzaste un árbol que estaba cerca del tejado, caminaste durante horas en busca de algo en los cestos de basura, pensé en recogerte en serio, muchas veces... pero estaba siendo espiado. No todo el tiempo lo admito, pero no podía confiarme...

Jones la observó con un poco de tristeza y luego continuó.

 ¿recuerdas aquel vagabundo?

—No lo olvidaría —respondió Tamara. —lo único que tenía en aquel entonces era un colgante con mi nombre, pasaba horas observándolo hasta quedarme dormida, pero esa noche lo perdí... no quería entregárselo, pero tenía hambre y frío, él estaba cerca de una fogata bajo un techo de latas y me ofreció comida tenía que ser agradecida de alguna forma.

—Eso fue lo que vi el día que ambas me regalaron una sonrisa, mantuviste el mismo patrón Tamara, tu nobleza... Eso fue lo que me hizo protegerlas, Clasmok se encargaría de tu hermana Sara, yo de ti Tamara.

—Vaya forma de protegerme —respondió ella entre dientes.

—¿Recuerdas el rostro de aquel vagabundo?

—A pesar de que mis recuerdos son claros, debes saber el porqué, así que esta demás explicarlo, solo mantengo en mi memoria su sonrisa, tenía el rostro sucio, y era de noche no pude verlo bien a pesar de que se portó tan bien conmigo, pero pagué mi deuda entregando ese colgante así que en parte me siento satisfecha. Imagino que me dirás que tú lo enviaste o algo así.

—No Tamara, yo era aquel vagabundo...

Jones sacó de su bolsillo el colgante con una sonrisa en su rostro, Tamara al verlo lo reconoció al instante.

—Dije que te protegería siempre, no podía permitir que pasaras un solo día hambre.

Bajo la cabeza esperando lo que Tamara tenía que decir, recientemente la había salvado de aquellos hombres, Jones admitía que se había equivocado en cuanto a los medios utilizados, pero ahí estaba, de nuevo, protegiéndola para de alguna forma saldar su deuda.

—Comentaste que todo cambio por la codicia y el remordimiento, explícate.

—Cuando note las peculiaridades del Gen lo supe enseguida, soy un científico Tamara, quiero pasar todo el tiempo que pueda aprendiendo e investigando, y eso solo se podía lograr con el Gen que ahora está dentro de ti y tu hermana. Sin embargo, al notar que este era invasivo lo que hice fue convertirlo en un pequeño niño como lo eran tú y Sara en ese entonces para que crecieran juntos, así a pesar de que iría destruyendo células para abrirse paso y desarrollarse, ustedes podrían soportarlo.

—Háblame de las peculiaridades.

Jones estaba asombrado de la madurez que ella poseía, Tamara no se veía molesta, o alterada, solo escuchaba.

—Inyectamos Genes animales, alterando sus cargas genéticas.

—Eso explica este anillo blanco en mi ojo.

—Si, exactamente, tu hermana lo tiene en el derecho y tú en el izquierdo, dando a entender el complemento de los mismos. Volviendo a las peculiaridades, tomamos parte de las habilidades animales y las comprimimos en un pequeño Gen, nos costó años de trabajo, muertes y millones de dólares, pero lo logramos. Por su sangre corre la visión del águila, el sentido del murciélago, la fuerza de un oso, la velocidad de un guepardo, la sensibilidad de una mosca, pero lo más importante que está en su interior es la detención de la célula del envejecimiento, por ende, la fuente de la vida eterna.

Las pupilas de Tamara se dilataron.

—No te asustes, esta habilidad solo se activará si los genes se unen, solo por un lazo de sangre realizado por las partes que poseen el Gen, obviamente este puede ser extraído y aplicado a otras personas.

—Te equivocas —dijo Tamara tajantemente.

—¿A qué te refieres?

—El Gen no puede ser extraído, no crearon una célula, crearon a alguien. Puedo sentirlo, tienes razón no estaba sola, en todo momento me acompañó, sin embargo, me dice que está comprimido su poder porque se encuentra dividido.

—Maldición...

—No te veo tan sorprendido.

—No lo estoy —admitió Jones. —Megan lo vio, eso fue lo que le pareció particular hacer veinte años, los valores que ustedes poseían, era alguien dentro de alguien.

—¿Quién es Megan?

—Es la mujer que está detrás de ti, la que mato a Clasmok mi amigo.

Tamara pudo ver que había tocado un tema sensible, cada vez que nombraba ese apellido, Jones entristecía.

—¿quieres hablar acerca de eso?

—Igual te enteraras, hace veinte años, Megan se dio cuenta de nuestro plan, nos enfrentó, solo para ver qué era lo que íbamos a decir, pero no tenía pensado dejarnos con vida. Ella nos apuntaba con lo que según explicó era un arma que nos haría olvidar la memoria, mi compañero Clasmok la golpeó por detrás, ella cayó al suelo y terminamos por acostarla en una de las camillas de la habitación. Sin embargo, nos engañó... pensamos que en efecto al inyectarle a ella lo que debió ser para mí perdería la memoria, pero lo único que contenía era un somnífero. Megan fingió por veinte años haber perdido la memoria para investigarnos, vigilar nuestros movimientos, lo planeó todo muy bien, ubicó primero a Sara, tu por el contrario fuiste un poco más difícil, te movías de ciudad y eso se lo complicó, mantuvo su perfil bajo, sabía dónde estaba una de las gemelas, no tenían el tiempo necesario para extraer el Gen, así que continuó con su plan, se acercó más a Clasmok y lo hizo pensar de que en definitiva no recuperó jamás la memoria, estuvo un tiempo en rehabilitación, eso hizo más real la historia, pero todo fue una treta. Yo fui perseguido muchas veces pero al mantener la distancia contigo nunca lograron encontrarte, a lo que escapaste del orfanato para ellos fue un golpe muy fuerte, te trasladaron a cinco orfanatos diferentes, yo me encargue de malversar los papeles y cuando por fin lograron dar contigo ya que una de las encargadas te tomo una foto y la subió al sistema para actualizar, lograron de nuevo encontrarte, sin embargo escapaste a los dieciocho, nuevamente te perdiste del radar, pero yo mantuve el contacto, creo que lo notaste. Mataron a Clasmok cuando pensó que llegaría y tendría un día de trabajo más; a sus familiares le informaran que murió en un accidente y lamentablemente su cuerpo quedó incinerado, entregaran sus cenizas, pero deberán estar conscientes en lo que su marido trabajaba por lo que solo debía quedar como un accidente.

—Pero fue un estúpido, ¿por qué quedarse?

—Para Megan esto fue un arma de doble filo, Clasmok se enteró de varias cosas, sabía que las buscaban e inscribió a su hija en el mismo colegio que Sara para que se hicieran amigas y la tuviera de alguna manera cerca, no permitió que Sara lo viera hasta este día y bueno, me alegra que conociera a mi viejo amigo, aunque fuera solo una vez.

—Una cosa...

—¿dime?

—¿Que pasara si el Gen se une?

—Bueno... siempre fue planeado para una sola persona y esa se convertiría en la donadora de las habilidades adquiridas, mas no llegue a imaginar que el Gen tomara conciencia, que fuera receloso, y aunque no te haya hecho examen alguno puedo asegurar que está adherido a ti.

—Eso es algo obvio.

—No estas entendiendo, si es desprendido, morirás. Solo se necesita una donadora, ya sea Sara o tu tendrán que dar su vida para que la otra complete el Gen y viva.

—¿Si decidimos vivir con él, así como esta?

—No puedes —se escuchó en su cabeza, era S —aunque yo no quiera, comenzare a extenderme por todo tu cuerpo buscando complementarme, y al ser una parte desarrollada de forma incorrecta, creare irregularidades que correrán por tu sangre y terminaran destruyéndote.

—¿Cuánto tiempo podré vivir? —Tamara le hizo seña a Jones para que se callara.

—Solo un año después de que madure.

—¿Cuándo pensabas decirme todo esto S?

—Entiende, eres una niña a pesar de tener veinte años, si te decía que tu hermana moriría no aceptarías.

—¿Y el Gen que posee mi hermana sabe esto?

—Es mi otra mitad, mi hermana (sí se puede llamar así) por lo que por supuesto que sabe.

—¿Y piensas que él será capaz de dejar que maten a Sara?

—Solo buscamos juntarnos, sea en ti o en tu hermana, así que estará de acuerdo.

—Debe haber otra solución S

—Tamara...

—Espera Jones.

—¡Habla S! —Tamara comenzaba a alterarse.

—Esa mujer que menciono tu amigo, debe saber cómo extraernos para utilizarnos, si no nos unimos mis poderes jamás estarán al máximo por lo que terminarán perdiendo. Lamento decirte Tamara, que inevitablemente morirás o será tu hermana.

—Tamara, ¡silencio!

La conversación entre Tamara y S se vio interrumpida por un fuerte ruido, provenientes de los pasillos del edificio.

—Creo que son los hombres —dijo Jones preocupado.

—Te dije que no sería una buena idea quedarnos aquí.

—Jamás pensaran que estamos tan cerca, nos deben estar buscando a unos cientos de metros.

Se escuchaban gritos en la habitación de al lado, algo pasaba, y ellos tenían idea de lo que podría ser.

—Al parecer tu plan falló genio, los años no te brindaron mucha sabiduría.

—A mí también llevan años buscándome Tamara, no soy tan idiota.

—Pues escucho tu propuesta, porque en este preciso instante están a punto de entrar a esta habitación para voltearla de cabeza y buscarnos a nosotros.

—Shhh baja la voz y sígueme.

El apartamento era espacioso, con lo primero que se encontraba al entrar era una sala de estar, Jones se acercó a la librería, tomo un libro y esta automáticamente dio paso a una pequeña puerta de unos 60 centímetros. Tamara no estaba muy convencida de entrar en ese lugar, sufría un poco de claustrofobia, sin embargo, debido a la situación no le quedaba de otra.

—¡Entra ya! —dijo Jones.

Tamara cerró los ojos, respiro profundo y acceso sin siquiera abrirlos, estando ahí se sentó en el suelo y rodeo sus rodillas con sus manos, se veía frágil y asustada, su actitud tosca y desafiante se había desvanecido.

—Solo no me hables —le dijo a Jones.

—Avisare entonces cuando estemos a salvo.

Los ruidos no tardaron en llegar, pasos, se podía deducir que eran más de dos, Jones estaba en silencio total, Tamara cada vez temblaba más, los pasos seguían escuchándose dentro del apartamento, cada vez más cerca, sin embargo, la tensión solo duro unos pocos minutos, Jones sacó de su bolsillo un teléfono celular, lo reviso y aviso a Tamara que era tiempo de salir de ahí. Ella no lo pensó dos veces, en cuanto el botón fue oprimido salió del lugar dando bocanadas de aire.

—Lo siento, no pensé que te afectarán tanto los espacios cerrados.

—Pues ya lo sabes, ¿Qué vamos hacer ahora?

—Salir de aquí; te dije que sería seguro, corriste con la suerte de que en el edificio que te detuviste, uno de estos departamentos es mío, debes saber una cosa niña, siempre que te estén buscando ocúltate en el lugar más obvio, no intentes distanciarte, de esa forma será más difícil encontrarte. Con respecto a tu pregunta, debemos cuidar de Sara, sin Clasmok no tardaran en dar con ella, es poco probable que no acompañe a su mejor amiga en todo el proceso que está por venir, saben bien que la buscaras y por esa misma debilidad tenemos que intentar acercarnos primero a ella.

—¿por qué no hiciste esto antes?

—Tenía a Clasmok conmigo... no habías cumplido la edad requerida, además tomaste con mucha madurez todo, de verdad estoy sorprendido. Pensé que sería complicado hacerte ver todo lo que está pasando, pero incluso lo del Gen lo tomaste muy bien. Gracias por eso Tamara. Si intentara acercarme a Sara con el perfil que me envió Clasmok mínimo habría llamado a la policía, tu hermana se llena de nervios con facilidad, pero ahora que estas tu todo cambia. Será imposible que no crea lo que le digo si te tiene a ti frente a ella, la misión ahora será sacar a tu hermana de ese funeral, si logramos eso no creas que ganamos, con ese diminuto, pero importante paso esto apenas comenzara...

***************************************************************************************

Bueno chicos aca tenemos el otro capitulo, como se los prometi cuatro dias despues :D espero que con esto vayan adentrándose a la cantidad de posibles escenarios que le depararán a las gemelas Sara y Tamara, y cómo buscarán ellas salir libradas de cada una de estas tretas. 

De nuevo gracias por el apoyo brindado a esta novela, disfrutenla, voten y dejen su estrella y lo más importante... comenta :D Chauuu!