6
—Uh. —Soonyoung hace una mueca cuando Seungkwan, después de haber llegado a casa, lo trata de seguir abrazando, y el pequeño rubio se aparta. —Papá, hueles feo.
Seungkwan junta sus cejas y mira a su cachorro confundido y totalmente indignado.
—¿Perdona?
Soonyoung se cruza de brazos. —Otra vez hueles a ese alfa feo.
—¿Chan? —pregunta Seungkwan por inercia, recordando como el chiquillo castaño lo había llevado hasta su casa.
—Sí. Él no me agrada —se queja Soonyoung.
Seungkwan suspira sin poder evitarlo antes de mirar a su bonito hijo inflando las mejillas.
—A ti no te agrada ningún alfa, cariño.
—¿Qué? —pregunta exaltado Jun, saltando desde el sillón, corriendo hacia su hermano mayor y olvidando su caricatura favorita. —¡¿Cómo no te va a agradar Dino?! ¡Él es el mejor alfa! —reclama con un puchero.
Seungkwan alza una de sus cejas, sintiéndose de pronto un mero espectador.
—¡Oye! —pucherea Soonyoung hacia Jun.
El menor suelta una risita y abre los brazos hacia su hermano, reclamando el torso del mayor. —Es mentira, el mejor alfa eres tú.
Pero Soonyoung de pronto se separa con fuerza del tierno abrazo del castaño y lo mira con enojo.
—El mejor alfa era papá —dice de manera brusca, y corre hasta su habitación cerrando la puerta con un fuerte golpe.
—Pero papi no es... —el menor guarda silencio y mira hacia Seungkwan, de pronto dándose cuenta de que su hermano no habla de él exactamente. —Oh.
Los orbes obscuros de Seungkwan viajan hasta el suelo, porque repentinamente no puede soportar la mirada perdida de su hijo sobre él.
—Acepté la oferta de los directivos de la primaria —dice Chan de un momento a otro.
Le gusta estar en el departamento de Seokmin y Vernon, es más divertido que estar en casa junto a Wonwoo, quien se la pasa leyendo y escribiendo todo el día.
Seokmin alza una ceja y una sonrisa se forma en su rostro. Vernon, en cambio, apaga el televisor y mira al alfa con curiosidad.
—¿De verdad? —Seokmin abre su boca, realmente sorprendido. —Woah, eso es increíble.
—¿Qué oferta? —indaga Vernon, perdido en la conversación, mientras acaricia el lomo de Leo, el pequeño gatito que él y su novio comparten.
—Chan va a trabajar en la primaria en la que hacemos las prácticas apenas se gradúe. ¿No es genial? Es el verdadero sueño.
El menor sonríe, apenado.
—Igual no creo que sea para tanto. Es decir... algo bueno es que podré mantenerme en contacto con los niños de mi salón.
—Junhui —remarca Seokmin en específico con un tono insinuante, alzando una ceja —. O mejor dicho, el padre de Junhui.
—Chicos, me están perdiendo —reclama Vernon con un puchero. Seokmin deja que todos sus dientes se muestren ante la tierna imagen del beta.
—Lee Chan está enamorado —canturrea Seokmin.
—¡No seas chismoso! —reclama Chan.
—¡No soy chismoso! —protesta entonces el otro alfa, risueño.
—¿En verdad estás enamorado? —pregunta Vernon, dejando que Leo baje de sus piernas y vaya directo a su rascador.
—No, quiero decir... es complicado —se defiende Chan, sintiendo sus mejillas tan calientes que no duda que pronto toda su cara comience a quemarle.
—Siempre que el hombre va a recoger a su hijo, Chan se le queda coqueteando por media hora —dice Seokmin, pasando su brazo sobre los hombros de su novio.
—Pensé que no estabas interesado en las relaciones por ahora —comenta Vernon, dejándose mimar por Seokmin.
—No lo estoy. O no lo sé. Antes no lo estaba. Pero cuando lo vi... nunca me había sentido así. ¡Y su aroma! ¡Woah, como me encanta su aroma a canela! —exclama sin poder ocultar la gran sonrisa que se asoma en su rostro. —Es él omega más precioso que he visto en mi vida.
—Definitivamente estás enamorado.
Chan rueda los ojos. Claro que no está enamorado, es decir, Seungkwan es bonito, y claro que desea salir con él; pero de eso a estar enamorado... ¿se puede alguien enamorar en unas cuantas semanas?
—Bueno, de cualquier manera no importa lo que yo siento —suelta el castaño —. Él no parece muy interesado en mi.
—¿Por qué lo dices? —cuestiona Seokmin. —No parece desagradarle tu compañía.
—Pero tampoco es como que le agrade mucho. ¡Y su hijo mayor pareció odiarme el único día que lo vi! —contesta suspirando. Se muerde la lengua antes de seguir hablando —. Quiero intentar salir con él, pero tampoco deseo que mi insistencia llegue a incomodarlo, mucho menos que afecte su relación con sus hijos.
Vernon se acomoda en el sillón ante el
ambiente que de pronto parece algo tenso.
—Supongo que si lo incomodas, te lo dirá —dice el beta, y Seokmin asiente en concordancia —. ¿Y desde cuándo te van los mayores? —se burla.
Chan echa una carcajada y vuelve a encender el televisor.
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