Koo seguía esperando una respuesta que demoró tres latidos. Sintió una mano en su nuca, deslizándose en una delicada caricia de arriba a abajo.

— Prométeme que no te sentirás incómodo luego de eso —. Susurró la voz femenina.

— Lo prometo.

         Y dicho eso, finalmente depositó sus labios sobre los ajenos, tímido e inseguro, como aquel chico inexperto de hace años dando su primer beso, precisamente a su mejor amigo. El mayor sonrió y entre sus labios inmóviles aún en contacto, susurró.

— ¿Acaso es tu primer beso Koo? —. JinHwan sintió los labios contrarios sonreír mientras rozaba aún los suyos.

          Entonces JunHoe atacó su boca con frenesí, adueñándose de los labios ajenos con notable entusiasmo, mordiendo y succionando. JinHwan supo seguirle el ritmo, después de todo, había deseado un beso como ese aun cuando ni siquiera era consciente de lo que sentía por su amigo.

          Ni siquiera les importaba si respiraban bien, en ese reducido espacio delantero del vehículo incluso las manos empezaron a encontrar por sí mismas su camino. Una mano femenina se aferraba con fuerza de los oscuros cabellos ajenos, mientras la otra recorría el cuello masculino, bajaba por el hombro e iba encontrando rumbo por el brazo ajeno que intentaba apoderarse de la espalda baja de Jinny.

          JinHwan recobró los sentidos al oír su puerta abrirse, una suave brisa se abrió paso, él quedó estático, JunHoe había abierto con su mano libre la puerta, confuso lo miró a los ojos, estos brillaban por el reflejo de la luz exterior invadiendo la oscuridad reinante en el interior del auto. Solo podía oír sus respiraciones agitadas antes de que la voz ronca del menor se interpusiera.

— Deberías entrar.

          Kim comprendió que eso era todo, lo que sea que esperaba que pasara entre ellos llegó a su fin.

          Bajó del auto dispuesto a abrir la puerta trasera en busca de su maleta cuando Koo volvió a interrumpirlo.

— Yo me encargo, tú solo entra.

          JinHwan se apresuró en obedecer cerrando la puerta tras de sí, cargando su peso contra la puerta con el corazón casi desbordándosele por la garganta. Las emociones eran contradictorias, JunHoe había besado a Jinny, JunHoe deseaba a Jinny, ¿podía caer tan bajo hasta el punto de conformarse con eso? Era lamentable, era humillante, así como los sentimientos que despertaron en él por su mejor amigo. Y agradecía infinitamente que YunHyeong no estuviera allí para verle la cara.

          Lo que ambos ignoraban era que Song iba llegando cuando presenció lo sucedido y logró esconderse a tiempo para cuando Jinny bajó del auto. Creyendo que era conveniente dejarlos a solas, decidió rodear la casa y quedarse afuera por un tiempo.

          JunHoe bajó del vehículo luego de unos minutos que no se detuvo a contar, estaba por enloquecer porque respetaba a JinHwan, ¡maldición! JinHwan era la persona más importante para él y ahí estaba esa maldita erección por la versión femenina de su mejor amigo. Incluso pensó: Si JinHwan era mujer tal vez... — ¡Maldita sea!

          Cuando intentó abrir por primera vez la puerta de la casa, sintió algo al otro lado, al volver a intentarlo, aquel peso desapareció, solo veía la espalda ajena alejarse en dirección a las escaleras.

          La cabeza de ambos era un caos lleno de contradicciones, ambos limitándose por su relación de "mejores amigos"

— ¡Jinan! —. Kim se detuvo a mitad de su camino por las escaleras, JunHoe dejó tirado el equipaje ajeno y lo alcanzó, Jinny retrocedió hasta sentir la baranda contra su espalda baja.

          Ambos se miraban diciendo — Quiero esto — pero ninguno se animaba a decir palabra alguna, aterrados por la diferencia que se pudiese marcar en su relación luego de eso.

— Estoy asustado —. Articuló JinHwan con la voz femenina de por medio.

           El menor acercó su rostro al contrario, quien retrocedió lo que el espacio le permitía, estaba al borde después de todo. Sintió la mano contraria en su espalda.

— Es peligroso —. Susurró Koo refiriéndose a ambas cosas. El cuerpo de Jinny estaba contra la baranda de las escaleras y si seguía llevando su cuerpo para atrás podría caer, a la vez, estaba lo que ellos intentaban hacer sin saber realmente lo que hacían.

          Jinny asintió, se reincorporó y ambos terminaron de subir las escaleras, JunHoe siguiendo a Kim quien se adentró a su habitación sin molestarse en cerrar la puerta porque sabía que el menor lo estaba siguiendo, confirmándolo la puerta que terminó por cerrarse un pestañeo después.

— ¿Seguro? —. Interrogó Jinny, conociendo las intenciones contrarias.

— Si tú también estás de acuerdo.

          Suspiró armándose de valor para volverse hacia él, sin ser capaz de mirarle a la cara, se quitó la prenda superior con la mirada clavada en la pared.

           El menor rápidamente atrapó las delgadas caderas femeninas con sus manos, empezando un camino de besos por el cuello ajeno. JinHwan cerró los ojos, limitándose a sentir.

           Recordaba haber visto a Koo en acción una vez, específicamente en un trío, la chica disfrutó de la previa con JinHwan, mientras JunHoe solo miraba. A él no le importaba realmente que su amigo mirara mientras lo hacía, recordaba que JunHoe se acercó con una erección y ella se encargó de él con la boca. Ellos se miraban de vez en cuando como si aprobasen a la chica quien era capaz de satisfacerlos a ambos con destreza. Fue una experiencia excitante que acabó con una doble penetración y un informal hasta luego, pero que no se repitió.

         Jinny se dejó caer sobre la cama. Sabiendo que si abría los ojos estaría completamente perdido, de verdad trató de no hacerlo.

          Los besos de JunHoe, sus mordidas, sus caricias, todo, creaban una especie de descarga eléctrica de su vientre para abajo. Y no pudo evitar abrir los ojos y tensarse completamente cuando este le abrió las piernas.

— Puedo parar si quieres —. JinHwan estaba perdido.

         Sin duda Koo JunHoe desnudo era arte, y él sí que sabía de arte.

— N-no —. Vaciló, pero el menor no pareció notarlo.

         Se adentró lentamente en su interior provocándole un profundo dolor.

— D-duele —. Su confesión tomó por sorpresa a su amigo quien se detuvo inmediatamente.

— Lo siento —. Iba a salir, pero unas uñas se aferraron con fuerza de su brazo.

— ¡No te muevas!

          JinHwan no creyó que podía doler tanto, ni siquiera se imaginó en la posibilidad de que Jinny fuera virgen hasta ese maldito momento. El dolor era agudo y punzante, al mismo tiempo que quemaba, ardía terriblemente en su interior.

— Sigue doliendo, mételo de nuevo —. Ordenó con esfuerzo a lo que el otro obedeció — Quédate quieto.

— Lo siento Jinan, estaba muy mojado allá abajo y yo solo entré.

— Abrázame —. Gimió.

         Sintió el torso contrario sobre su cuerpo, abrazó a Koo con lágrimas en los ojos.

— Creo que dejará de doler si te sigues moviendo.

         Error, dolía aunque Koo fuera cuidadoso. Llegó un momento en el que usó los gemidos para exteriorizar el dolor aunque eso el otro no lo notara.

— ¿Sigue doliendo? —. Preguntaba Koo con frecuencia.

— Duele, pero también se siente bien.

           Dolía más de lo que se sentía bien. JinHwan cerró los ojos esperando a que Koo se liberara, una espera que le pareció eterna. En ese punto, no le importaba sentir placer, solo quería que el menor lo disfrutara. Una vez que JunHoe alcanzó terminar en su interior, se abrazaron, sintiendo los latidos acelerados del corazón del otro.

          Le pareció extremadamente dulce que lo ayudara a ponerse de pie e incluso cargara a Jinny hasta el baño para que se lavara. Le acercó la ropa interior y una toalla femenina por si aún sangrara. Ambos en ropa interior se acomodaron bajo las sábanas intentando dormir abrazados de esa manera, con JunHoe pegándose a su espalda. Oyó un sonoro beso en su cabeza que calentó su pecho.

— Buenas noches, te quiero.

— Buenas noches — contestó Jinny, para cuando JunHoe se quedó dormido, agregó — te amo.

          Y deseaba con todas sus fuerzas que al abrir los ojos, solo se tratara de un sueño. Porque JinHwan se estaba arrepintiendo. ¿Podía ser más lamentable que eso?

          Justo en ese momento, en la mansión de los Kim, se llevaba a cabo una reunión amistosa entre el señor Kim y un acaudalado inversionista. Se habían excedido de copas y quizás reían más fuerte de lo que en realidad creían, las horas seguían pasando y la joven de cabellos castaños – también invitada – pasó a sentarse en la sala luego de las señas discretas que le había mandado su futura suegra.

– Parece que va para largo –. Murmuró la señora Kim, colocando una manta sobre las piernas descubiertas de la joven, quien le sonrió con timidez.

          La mansión tendía a ser más fría de lo que en realidad era la temperatura de afuera.

– Me encuentro apenada con usted, seguro está cansada y como anfitriona no puede irse a la cama, le pido disculpas en nombre de mi padre, el alcohol le hizo efecto y se volvió más hablador.

          Ambas mujeres suspiraron, la joven porque quería ir a su solitario departamento, la mayor porque sabía que su esposo estaba mintiendo sobre su hijo. JinHwan no estaba en un viaje de negocios como él lo hacía ver. Pero el hombre insistía en que su hijo se casara con esa joven.

– ¿Su hijo? ­­–. Preguntó la joven señalando con un asentimiento hacia un portarretrato que se encontraba sobre un mueble.

– Sí, ¿quieres ver más fotos?

– Si no es molestia.

          La mujer la dejó a solas durante unos minutos, regresó con un álbum y se sentó junto a la joven, le preocupaba la expresión que pondría la chica respecto a la apariencia de su hijo en la vida cotidiana, completamente distinta a las fotografías que podría encontrar en internet.

         La chica sonrió, alivianando un poco el peso sobre la madre.

– Es más lindo cuando sonríe ­– comentó la castaña – su hijo es realmente apuesto señora Kim.

           Conforme la joven pasaba las páginas, se inflaba más de orgullo el pecho de la madre de JinHwan, por los halagos de la joven. Hasta que....

          La chica se detuvo en una fotografía de JinHwan y JunHoe, solos. Entonces la joven colocó el dedo índice sobre Koo, señalándolo.

– ¿Un familiar?

– Algo así, es su amigo de infancia.

– Lo he visto en casi todas partes –. Ella retrocedió las páginas cerciorándose.

– Son tan cercanos como hermanos.

– Deben extrañarse mucho ahora –. Comentó la joven sin levantar la mirada, pero sintió el temblor de la mujer a su lado, quien palideció, porque ella sospechaba que su hijo estaba oculto en algún lado y Koo lo sabía, no había forma que JunHoe no lo supiera y aun así no pudieron quitarle una sola pista al menor sobre el paradero de su hijo.

          Kim JinHwan y Koo JunHoe eran inseparables, dependientes del otro, con una lealtad irrompible. Casi como si...

– ¿Señora Kim?

– ¿Uh? Lo siento, creo que me dormí con los ojos abiertos.

             Ambas se sonrieron, luego la joven prosiguió.

– Le preguntaba si ellos fueron a ese viaje de negocios juntos.

– Oh no querida.

             La joven siguió pasando las fotos hasta encontrarse con una de JinHwan solo, aparentemente, segundos atrás notó de nuevo al de cabellos oscuros muy en el fondo de la fotografía, observando entre la multitud sin perder a su prometido de vista. Sonrió de lado de manera imperceptible para la otra persona y fingió no notar el detalle.

– Fueron unas vacaciones familiares –. Comentó la mujer con nostalgia. Extrañaba tanto a su hijo, como si se le hubiera arrebatado un pedazo de su propia alma, no se sentía completa, no estaba tranquila.

           La chica colocó una mano sobre la mitad del rostro de Kim, luego la quitó e hizo lo mismo con la otra mitad.

– Me gusta más sin el lunar, que se lo quite –. Murmuró la joven.

           La mayor se molestó un poco con aquel comentario, pero aun así asintió hipócritamente.

– Se lo diré cuando regrese –. Entonces una voz masculina las interrumpió.

– ¡ShinYeong! Vamos.

– Voy padre.

           La joven observó por última vez a Koo.

– Puedes llevar la fotografía si te gusta –. Comentó la señora Kim.

           Luego de las despedidas, la joven dejó a su padre en su casa y regresó sola a su apartamento.

          Empezó a reír sola, dando vueltas abrazada a la fotografía en un baile improvisado, tumbada en la cama, le dio un último vistazo a la imagen bajo su poder.

– Nunca te vi mirar a alguien así – Susurró, señalando al JunHoe de la fotografía – ¿Así que este era el problema mi amor? ¿Un chico ordinario? – Volvió a reír – Sí que soy tonta, siempre le presté atención a las chicas que se acercaban a ti, y el problema era un chico, un insignificante y pequeño chico.

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Espero hayan pasado bien las fiestas ^^

       Retomamos la historia este año ❤️

       Recuerden cuidarse mucho, un abrazo con amors 💕

P. D: Avísenme si wattpad me borra las sangrías y guiones largos pliss xc