Capitulo 6
CINDEREKI
fanfic by: Sora Vasconcelos
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🔥-Capítulo 6-❄
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Ya había pasado una semana desde el encuentro de CindeReki y el príncipe Langa. Todo el reino por ese momento se encontraba bien, pero, no pasaba lo mismo en el castillo.
Desde la noche del baile, el príncipe Langa había tenido un cambio muy drástico de actitud. Era más enérgico y más alegre. Hasta empezó a interesarse por el skateboard, lo cual no era normal en él. A pesar de que el snowboard y el skateboard sean similares hasta cierto punto, también eran muy diferentes.
Así eran todos los días, en los jardines del palacio el príncipe Langa se la pasaba todo el día practicando con un skate que les pidió a los sirvientes que le hicieran.
Pero al parecer ese skate no lo ayudaba, ya que siempre se caía y se lastimaba todo el tiempo. El príncipe Langa necesitaba que alguien le siguiera enseñando...
Ya que se sintió muy feliz de hacer skate con ese chico en el baile, quería seguir sintiendo eso, pero cuando lograba avanzar y hacer un ollie ya no sentía esa misma emoción, por alguna razón ahora se sentía vacío...
Fue entonces que el príncipe Langa logró entender que quizá... necesitaba a ese chico para volver a divertirse como en esa noche...
Sólo había un problema, el príncipe Langa no sabía cómo se llamaba el pelirrojo, ni dónde vivía, sólo tenía el zapato de cristal como recuerdo de que lo había visitado en el día del baile... y que había dejado caer en su huída.
Cierta noche, el príncipe Langa estaba admirando el zapato de cristal en su habitación y lo contemplaba de cerca por si encontraba alguna pista, pero no había nada. De pronto, mientras sostenía el zapato de cristal se le ocurrió una idea.
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La mañana siguiente empezó de forma agitada para el Rey y la Reina.
Los dos dormían muy tranquilos en su habitación, pero su hijo entró de pronto de forma muy brusca —¡PADRES! — gritó Langa apenas entró a la habitación despertando a sus padres quienes saltaron asustados.
—¡¿QUÉ, QUÉ, ¡¿QUÉ PASA?! —Oliver preguntó alarmado por el grito de su hijo.
—Necesito su ayuda para buscar a alguien— Langa se subió en la cama, sentado de rodillas y con su expresión seria, pero los reyes pudieron notar un brillo de emoción en los ojos de su hijo.
—¿Quieres encontrar a alguien? — preguntó Nanako quien ya se había despertado de su aturdimiento, pero ahora estaba confundida por la actitud de su hijo.
—Sí, al dueño de este zapato... — El peli celeste le mostró a sus padres el zapato de cristal que CindeReki había dejado abandonado.
—¿Y por qué quieres encontrar al dueño de ese zapato?— preguntó el Rey, quién no sabía nada, mirando muy confundido el zapato de cristal.
—Porque... el dueño de este zapato estuvo conmigo toda la noche del baile, y quiero volver a verlo y estar con él infinitamente— Contestó el príncipe mirando el zapato con una tierna sonrisa.
—¿infinitamente?— preguntó la Reina, muy interesada en el tema.
—Sí, toda mi vida, para siempre— Susurró el príncipe un poco sonrojado por la emoción.
—Hijo... quiero que me seas sincero...— La reina puso su mano en la del príncipe de forma maternal —¿Te gusta esa persona?— preguntó la mujer de forma tierna.
—¿Eh?— Se sorprendió el príncipe por la pregunta de su madre, sin embargo lo pensó un poco y supo qué responder —Bueno... sí...— El príncipe se avergonzó al externar su respuesta.
—Bien, hijo...— habló esta vez el Rey —Si quieres conocer a esa persona, pues... nosotros vamos a hacer todo lo posible para encontrarlo.—
El príncipe se puso muy feliz por tener el apoyo de sus padres y saber que podría encontrar al chico que no podía sacar de su cabeza desde que lo conoció.
Así que... desde ese momento, los reyes lanzaron un comunicado muy importante que fue escuchado en todo el reino.
Ese comunicado decía:
——👑👑——
Por orden del Rey y la Reina.
Todos los súbditos, leales de su majestad, son notificados por el presente aviso con respecto a cierto zapato de cristal. Se declara en este día una búsqueda del siguiente:
Cada doncel soltero de nuestro amado reino se tendrá que probar el zapato de cristal antes mencionado. Dicho dueño a quien le calce será proclamado como el único y verdadero compañero de nuestro noble príncipe, y dicho príncipe solicitará humildemente a los padres de dicho doncel su mano en matrimonio.
——👑👑——
Inmediatamente el comunicado recorrió todo el reino y fue dado a conocer a todos los ciudadanos, muy pronto todos hablaban de ello.
Con la misma rapidez todos los donceles se empezaron a preparar en sus hogares, anticipando la visita del sirviente del príncipe y, por igual, recibir la honorable presencia del mismísimo príncipe Langa.
——🔥❄️——
Mientras tanto en la casa de CindeReki, el chico pelirrojo se encontraba barriendo la cocina. La mente de CindeReki desde hace días estaba en otro lado, casi siempre se la pasaba en las nubes y eso era porque no dejaba de pensar en el chico que había conocido en los jardines del palacio.
Desde que lo conoció, los sueños de CindeReki habían cambiado, ahora siempre soñaba con ese chico y él patinando por toda la noche. En el sueño estaban ellos dos riendo, sonriendo, y disfrutando de la compañía del otro. Es por esa noche que a CindeReki le gustaría volver a ver a ese chico misterioso, y también esperaba poder darle la patineta que había estado haciendo durante todo este tiempo, especialmente para él.
La patineta que había hecho pensando en el chico y los gustos que tenía, parecía tener la forma de un skate de snowboard, además era de un bonito color azul, con un dibujo de monstruo de las nieves que CindeReki había diseñado en la parte de atrás de la tabla.
Había hecho esa patineta a escondidas de su padrastro y hermanastros, ya que si veían la patineta podrían saber que fue al baile y que conoció a alguien, y no quería que rompieran la patineta como lo hicieron con el traje de su padre.
CindeReki no conocía mucho a ese chico, pero como le había mencionado que él antes hacía snowboard, y que disfrutaba hacerlo, intentó hacerle una patineta de skate con las características de una de snowboard.
—Dios... ese chico...— Sin darse cuenta, CindeReki soltó un suspiro de enamorado mientras terminaba de barrer.
Mientras estaba limpiando escuchó la voz de Shadow.
—¡CINDEREKI, CINDEREKI, ¿DÓNDE TE HAS METIDO?! — Preguntó Shadow desde la sala principal, llamándolo de forma desesperada.
—Aquí estoy señor— CindeReki salió de la cocina para entrar a la sala principal.
—Vaya, ya era hora...— Shadow miró molesto a CindeReki, pero no tenía tiempo para regañarlo —¿Dónde están mis hijos?— preguntó molesto mientras subía las escaleras.
—Creo que siguen durmiendo, señor— contestó CindeReki confundido por el extraño comportamiento de su padrastro.
—Demonios— El hombre siguió subiendo las escaleras, y vio al pelirrojo molesto — ¡¿QUÉ HACES TODAVÍA ALLÍ DE PIE? ¡SUBE EL DESAYUNO RÁPIDO!— le gritó el mayor molesto, y CindeReki hizo lo que se le ordenó.
—¿Qué le pasará?— Se preguntó el pelirrojo sin entender la actitud del hombre.
Shadow subió las escaleras, y fue a las habitaciones de sus hijos para despertarlos. Primero fue con Cherry.
—¡CHERRY, LEVÁNTATE!— Gritó Shadow entrando a la habitación y abriendo la cortina —¡QUE TE LEVANTES!— Cherry se iba levantando muy despacio.
Shadow cuando vio que su hijo mayor se estiraba se fue a levantar a Miya.
—¡MIYA, MIYA DESPIERTA!— Shadow entró a la habitación y abrió las cortinas para que entrara la luz, pero Miya no se despertó, así que Shadow empezó a moverlo hasta lograr despertarlo.
—¿Qué sucede, padre?— Preguntó Miya despertando molesto con su padre.
—Todo el reino habla de lo mismo, es asombroso— Empezó a explicar Shadow mientras Miya se levantaba, y Cherry entraba a la habitación bostezando —No debe tardar en llegar— Shadow empezó a buscar en el armario de Miya la mejor ropa de su hijo.
—¿Quién?— preguntó Cherry bostezando, habiendo seguido a su padre a la habitación de Miya para ver qué asunto se traía su padre entre manos.
—El príncipe, ha estado buscándolo desde muy temprano— Respondió Shadow a su hijo —A ese chico, al que perdió su zapato de cristal en el baile— Mientras Shadow hablaba, CindeReki iba entrando a la habitación con el desayuno en una bandeja —Todos dicen que el príncipe está enamorado de él—
—¿El príncipe? ¿Otra vez están hablando del príncipe?— Se preguntó CindeReki confundido. CindeReki empezó a unir todo lo que estaba escuchando hablar a su padrastro.
Él mismo había perdido su zapato de cristal en el baile, pero nunca había visto al príncipe. CindeReki solamente se pasó toda la noche enseñándole a patinar a ese chico... A menos que... ese chico ¡sea el príncipe!
—(Momento, ¿ese chico era el príncipe, y yo no lo sabía?)— Pensó CindeReki con una expresión de sorpresa.
No había duda alguna, el único que sabía que él había ido al baile era ese chico tan guapo. No había hablado con nadie más, y ese chico era el único que pudo encontrar su zapato de cristal. Ahora, su padrastro estaba diciendo que el príncipe estaba buscando al dueño del zapato de cristal, que era él.
Entonces todo apuntaba a que el chico con el que estuvo en el baile, y al que le enseñó a andar en skate... era el príncipe, ¡y CindeReki nunca lo supo!
—Así que, él era el príncipe...— susurró CindeReki todavía impresionado llevándose una mano al mentón. El chico pelirrojo estaba tan ensimismado en sus pensamientos que se le olvidó que estaba sujetando la bandeja del desayuno y eso provocó que la dejara caer.
El sonido de las tazas de café rompiéndose fueron escuchados por Shadow, quien se molestó al ver lo que había hecho CindeReki.
—¡Qué torpe y tonto eres!— CindeReki al darse cuenta de lo que había ocasionado rápidamente se inclinó para levantar las cosas del suelo —Recoge eso y ayuda a mis hijos a vestirse—
—S-sí señor— CindeReki recogía las cosas del suelo, pero seguía prestando atención a lo que decían su padrastro y hermanastros.
—Pero padre, si el príncipe está enamorado de ese chico, ¿Qué tenemos que ver nosotros?— preguntó Miya sin entender ya que ni él, ni Cherry pudieron bailar con el príncipe.
—Escuchen muy bien los dos— no solo los hermanastros prestaban atención sino también CindeReki quien seguía en el suelo recogiendo todo el desastre que había hecho —Aún alguno de los dos puede casarse con él—
—¿Qué? ¿Casarse con él?— preguntó Miya impresionado.
—Papá explícate— exigió Cherry quien tampoco podía contener su asombro.
—Escuchen, ninguna persona, ni el príncipe siquiera, sabe el nombre de ese chico— CindeReki estaba escuchando todo sin podérselo creer —La única pista con la que cuentan es con el zapato de cristal, el cual el Rey ha ordenado que cada doncel del reino se la pruebe— CindeReki se estaba poniendo de pie con lo que había tirado antes —Si llegaran a encontrar a algún chico que le quede el zapato, entonces, por orden de la Reina, ese chico será, el esposo del príncipe— Shadow terminó de explicar. Miya y Cherry se quedaron con la boca abierta, igual que CindeReki.
—¿Su esposo...?— Susurró el pelirrojo impresionado.
—¡SU ESPOSO!— gritaron los hermanastros emocionados y se acercaron a CindeReki.
—¡SLIME, AYÚDAME A MÍ PRIMERO!— Miya le quitó la bandeja que tenía, y tomó el brazo de CindeReki.
—¿Estás loco? ¡ÉL ME VA AYUDAR A MÍ PRIMERO!— Cherry tomó el otro brazo del chico.
—No, a mí— Miya jaló el brazo de CindeReki hacia él.
—Nooo, a mí— Cherry hizo lo mismo hacia su lado.
Ambos chicos estaban lastimando mucho a CindeReki, zarandeándolo y peleándose por tenerlo.
—¡NIÑOS!— los detuvo Shadow, y CindeReki agradeció eso ya que sí le estaba doliendo cómo lo estaban tratando —No tenemos tiempo que perder, CindeReki ayudará primero a Miya, mientras yo ayudaré a Cherry con su traje, ¡RÁPIDO!— Shadow le gritó a CindeReki y Miya arrastró al pelirrojo cerca de su armario, y Cherry se fue a su habitación con Shadow.
——🔥❄️——
Por otro lado, en el pueblo, estaba el príncipe Langa con su fiel sirviente Tadashi.
Tadashi era un hombre alto y delgado, él siempre se vestía con trajes muy formales y elegantes. Tenía el cabello negro con unos hermosos ojos verdes. Un bonito lunar debajo del ojo derecho y siempre mostraba una cara tranquila y seria. Siempre demostrando una actitud profesional y calmada.
—Príncipe, ¿en verdad quiere encontrar a ese chico? — preguntó Tadashi en su típico tono de hablar.
—Sí Tadashi, quiero volver a verlo, y patinar con él...—el príncipe Langa tenía el zapato de cristal en sus manos y lo miraba con cierta tristeza, ya que no sabía si volvería a ver a ese chico.
—Pero alteza, ni siquiera sabe su nombre, o dónde vive, así que buscarlo será un poco difícil— Cuando Tadashi vio al príncipe se sorprendió, ya que Langa tenía un rostro melancólico.
Tadashi sólo había visto al príncipe con una expresión seria o de aburrimiento, era la primera vez que lo veía triste... —¿Al menos recuerda su rostro?—
—Mmmmm, su rostro era extraño— respondió Langa recordando el rostro del chico con el que estuvo en el baile.
—¿Extraño?— preguntó Tadashi, muy confundido.
—Sí, su rostro era extraño, único, pero lo que sí recuerdo muy bien son sus ojos— El príncipe suspiró —Sus ojos eran de un maravilloso color ámbar, y eran muy brillosos... Mmm... es difícil de explicar, pero cuando vea sus ojos otra vez, sabré que es él— La voz del príncipe sonaba con mucha seguridad, algo dentro de él le decía que iba a encontrar a ese chico.
—Muy bien, supongo que tenemos una pista de cómo lucía— Tadashi soltó un suspiro de cansancio.
—Y ahora tenemos el zapato de cristal— Langa seguía con la prenda en sus manos —Estoy seguro que cuando lo vea lo voy a reconocer...— por primera vez Tadashi pudo ver una sonrisa en el rostro del príncipe, así que lo acompañó a cada casa a buscar a ese chico.
Como era de esperar... a muchos chicos les quedó el zapato, pero no tenían los ojos ámbar que el príncipe recordaba. No importaba a quién le calzara el zapato de cristal, nadie tenía los ojos ámbar de ese chico. Aún faltaba muchas casas que ver, pero el príncipe Langa no se daba por vencido.
——🔥❄️——
En la casa de CindeReki, las cosas no iban muy bien para el pelirrojo. Miya, en todo momento se quejaba mientras se probaba trajes. Culpaba a CindeReki de que los trajes le quedaban pequeños, grandes, o que lo hacían ver gordo.
Cuando Miya pudo elegir un traje CindeReki tuvo que arreglar también el cabello de Miya, pero él no dejaba de insultarle en todo momento.
—¡ME ESTÁS JALANDO EL PELO, TONTO SLIME!— Se quejaba Miya muy molesto.
—Pero, todavía ni te he tocado, tranquilo— dijo CindeReki con el cepillo en la mano.
Así fue por unos minutos... Cuando Miya estuvo listo por fin, fue a la habitación de Cherry. Por suerte, el pelirrosa ya tenía puesto su traje, sólo faltaba peinarlo. CindeReki soltó un suspiro, su hermanastro mayor era muy delicado con su cabello.
—Si me jalas el cabello te mato— amenazó Cherry, mirando al pelirrojo por sobre su abanico, con enojo.
Pasaron 5 minutos, los cuales fueron los más largos de la vida de CindeReki. Cherry, al igual que su hermano, no dejaba de quejarse, ni de moverse y pegaba a CindeReki en las manos, a cada rato, con su abanico rosa.
Al terminar, los dos hermanastros ya estaban listos y se veían muy hermosos. Ambos se dirigían a la sala principal de la casa para esperar al Príncipe Langa y a su fiel sirviente Tadashi para poder probarse el zapato de cristal.
—Niños, es su última oportunidad, no la desperdicien— habló Shadow mirando cómo bajaban las escaleras sus hijos, y ellos eran seguidos por CindeReki.
Shadow, al ver que el pelirrojo se estaba quedando en la sala principal se acercó a él muy molesto.
—Escúchame muy bien, sólo mis hijos se van a probar el zapato. ¡TÚ NO!— Shadow tomó el brazo de CindeReki de forma muy brusca — ¿Me escuchaste, renacuajo?— Shadow iba apretando más fuerte su mano y CindeReki soltó un quejido de dolor.
—¡Ah...! Sí, lo escuché, señor— Cuando CindeReki contestó Shadow soltó el brazo del chico. Al pelirrojo le había dolido mucho y no pudo evitar soltar unas lágrimas.
Shadow volvió a acercarse a sus hijos para decirles cómo debían actuar ante el príncipe, pero CindeReki quería que le dieran la oportunidad de que se probara el zapato...
CindeReki estaba seguro que él era la persona a la que estaban buscando, por ello entristeció ya que sabía que su padrastro y sus hermanastros no lo dejarían comprobarlo,
Pero... lo que temía más el pelirrojo... era que el Príncipe no lo notara, ya que mucha gente lo ignoraba por su apariencia sucia y por sus ropas viejas y llenas de ceniza...
CindeReki esperaba que, cuando llegara el príncipe, no lo ignorara y que lo invitara a probarse el zapato de cristal...
Era más que obvio que a CindeReki le quedaría el zapato, ya que era suyo desde que se creó, había sido creado especialmente para él... pero si alguien tenía una duda de que CindeReki fuera el chico que estuvo con el príncipe, el pelirrojo podría mostrar el segundo zapato de cristal que tenía muy bien escondido...
Por el momento, solo tenía que esperar la llegada del príncipe.
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