Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

48; Demostrar.

DESCRIPCIÓN Donde Jungkook cree que Lisa es lesbiana.

Contiene escenas subidas de tono. Mucho tono.

* * *

— Te digo que le gustan las chicas. Hay que ver cómo estaba bailando con Kim Jennie en la fiesta de cumpleaños de Rosé. Jisoo tuvo que calmar a Kai porque pensó que la tailandesa le quería bajar a su novia.— Explicó Jimin.

Jungkook bufó, cansado de hablar de lo mismo una y otra vez, sin parar ¿No había nada más interesante que hablar sobre la sexualidad de aquella chica? Porque al parecer para sus amigos y el resto del colegio, cuestionar si Lalisa Manoban era lesbiana o no, parecía ser lo más increíble del mundo.

Recorrió aquella cafetería hasta que dio con la famosa chica de flequillo. Estaba como siempre, en la mesa junto a sus amigas. Eran un grupo pequeño e inseparable de cuatro chicas. Al lado de Lisa logró distinguir a Jennie, ambas veían algo en el teléfono de Jisoo.

Jungkook no podía negar que era guapa. Mierda, era hermosa. Pero, tampoco podía negar que comenzaba a creer los rumores. No era de ese tipo de personas que se dejaba llevar por opiniones externas sin saber qué sucede en realidad, pero escuchar como todo el mundo saca cada día más y más pruebas que demuestran que sí es cierto, lo descoloca.

Lamió sus labios y suspiró poniéndose sus audífonos, para después irse ahí. Ya no le apetecía seguir escuchando lo mismo de siempre, sentía que explotaría.

Le dio una mirada rápida a la mesa de Lisa, antes de desaparecer por la puerta de la cafetería; se sorprendió cuando notó que la pelinegra ya tenía los ojos en él.

Ignoró aquello, no queriendo darle mayor importancia a lo más irrelevante que le pasó en el día. Pero su cabeza no podía dejar pasar como se sintieron sus ojos encima de él.  Profundos e intimidantes.

Se quitó los audífonos y continuó su camino por los pasillos vacíos. Todo el mundo estaba en la cafetería disfrutando de su recreo, pero Jungkook se sentía tan agobiado. Sólo quería aire fresco.

— ¿Tú también les crees?

Pegó un salto, sintiéndose sorprendido y a la vez aterrado. Se dio la vuelta y su sorpresa fue aún más grande cuando vio como Lalisa Manoban lo miraba fijamente, una pequeña sonrisa curvando sus labios.

— Dime, Jeon.— Dijo en un tono que era... ¿Seductor? El chico de cabello largo frunció el ceño y se cruzó de brazos, sintiendo desconfianza por la actitud rara de Lisa.— ¿No me responderás?

— ¿Qué quieres?— Preguntó en el tono más frío que podía. Pero la mirada llena de lujuria que Lisa le estaba dando, se sintió mucho más fuerte que su fuerza de voluntad.— Nunca habíamos hablado.

Lisa se acercó a paso lento. Sus tacones altos haciendo sonidos con cada acercamiento. Jungkook casi que se ahoga con su saliva, pero quiso permanecer sereno ante la situación.

— Sé que eres el único que no cree esas cosas que dicen de mi.— Susurró tan cerca, que la piel del chico se erizó. — Y quería agradecer. Te he estado observando, por eso lo sé. — Continuó con voz tan lenta, que parecía una tortura para Jungkook.

Pronto, las manos de Lisa bajaron a su abdomen; acariciaba por encima de aquella camisa blanca. Subió estas hasta llegar a su pecho, sonriendo levemente al sentir cómo el corazón de Jungkook latía rápidamente.

— No sabes lo mucho que me gustas, Jeon.— Dijo y aquello sorprendió a Jungkook, que la miró con los ojos abiertos como platos.

La pelinegra se arrodilló frente a Jungkook, desabrochando su pantalón.

— ¿A qué te refieres?— Jungkook agradeció internamente que su voz saliera bien.— Lisa...— No logró terminar su frase porque cerró sus ojos fuertemente, al sentir el placer invadir su zona íntima y cuerpo en general.

Lisa movía su boca tan bien, que Jungkook se sintió desfallecer. Metía y sacaba. Sin parar.

— Lisa.— Dijo su nombre de nuevo, pero esta vez en un gemido ronco que puso demasiado a la pelinegra.

Jungkook llevó inevitablemente sus manos al cabello de Lisa. Moviendo inconscientemente su cabeza para que tragara más, buscando más satisfacción.

Si es que aquello era posible.

Fueron varios minutos los que pasaron y se sintió como la mejor eternidad para Jungkook. Pronto, su frente dejó caer pequeñas gotas de sudor y cerró los ojos cuando sintió las piernas temblar. Estaba cerca.

— Me voy a venir.— Dijo como pudo después de haber tomado una gran respiración.

Lisa se separó y en menos de un segundo tomó la mano de Jungkook, empujando su cuerpo dentro del cuarto del conserje. No quería que nadie la viera. Así que sin querer esperar más o bajar su calentura, se despojó de aquella falda negra que llevaba ese día; clavando sus ojos en Jungkook, provocándole.

Y sí que lo hizo.

Con su erección tocándole el abdomen, Jungkook no dudó ni un segundo en tomar las caderas de Lisa y hundirse en ella sin previo aviso, incluso sin prepararla. Sintió como sus paredes lo apretaban y se relajó un poco, sin moverse.

Lisa apretó sus hombros con sus largos dados y buscó un poco de soporte, envolviendo la cintura del chico con sus piernas. Y aquello sólo le dio más libertad de movimiento, así que pronto comenzó a dar leves embestidas dentro de ella.

La pelinegra ahogó algunos gemidos, pero después de segundos en los cuales aquel cuarto se hacía más y más caliente, no pudo evitar gritar el nombre de Jungkook con cada embestida.

El sonido de sus pieles chocando, sus fluidos y aquellos gemidos eran lo único que se podía escuchar. Jungkook sostenía las caderas de Lisa tan fuerte, que sabía que dejaría marca pronto.

— Dime...— Dijo de repente Lisa, la respiración agitada y soltó un leve gemido cuando Jungkook se clavó en ella, tocando su punto.— ¿Les creerás después de esto?

Jungkook alzó la mirada, clavando sus ojos en ella sin dejar de hacer lo suyo. Sonrió de lado y negó con la cabeza, su cabello un tanto mojado por el sudor, al igual que su pecho.

Que imagen tan malditamente caliente ante los ojos de Lisa.

— No sé qué quieres lograr con todo esto, Lisa.— Susurró ronco.— ¿Un polvo y ya?— Cuestionó.

Lisa clavó más fuerte sus dedos en la espalda de Jungkook, porque sentía sus piernas casi que temblar.

— No...— Tomó una fuerte respiración.— Te lo dije. Me gustas. Fue un impulso, no quiero que creas todo lo que esas personas dicen.

— ¿Así que no es cierto?

— ¿Qué pasaría si fuera cierto?— Preguntó Lisa, fijándose en las facciones de Jungkook.

— No me importaría.— Admitió.

Lisa sonrió orgullosa, porque ya sabía que esa sería su respuesta. A diferencia de mucha gente que la rodea, el chico no era tan cerrado a la hora de hablar de esos temas.

— Me voy a venir.— Susurró cerca de su boca, dándose cuenta de que no se habían besado en todo el tiempo que estuvieron allí.

— Puedes hacerlo adentro.

Y como si eso hubiese sido su señal, Jungkook se descargó dentro de Lisa. Sintiendo como su cuerpo se tensaba, para después relajarse casi que de inmediato. Suspiró llegando a su punto y pronto la chica en sus brazos, lo hizo también.

Lisa mordió su labio inferior, tragándose aquel gemido que se hubiese escuchado muy fuerte.

Sus respiraciones agitadas se mezclaban y antes de que Lisa pudiera decir algo, Jungkook la calló chocando sus labios con los de ella. En un beso lleno de pasión y un poco agresivo. Sus cabezas se movían al unísono, sintiendo cada sensación que les brindaba aquel momento tan íntimo para ambos.

— Jungkook.— Dijo su nombre. Sonaba diferente. Lisa lo miró a los ojos, expectante a que dijese algo después de lo ocurrido.— ¿Qué va pasar ahora?

Tenía miedo de que fuera sólo un polvo. Mierda, se había confesado con sexo oral ante su crush de secundaria y había tenido sexo casual en el cuarto del conserje.

¿En qué estaba pensando?

— ¿Te gustaría ir a comer helado después de clases?— Dijo con cierto nerviosismo en su voz. Había sido tan inesperado y random que le encantó a la tailandesa.

Lisa soltó una sonrisa, asintiendo sin querer esperar más.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro