Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

40; Obsesión.

DESCRIPCIÓN Donde Jungkook está obsesionado con Lisa, así que la lleva a un cuarto de limpieza.

* * *

La chica se removió incómoda en su asiento mientras veía la presentación de SEVENTEEN. Quería poder bailar y cantar como sus compañeras estaban haciendo, pero simplemente no podía quitar aquella sensación de ser observada.

— ¿Estás bien?— Rosé se dio cuenta de la actitud de Lisa y decidió preguntarle, preocupada por la menor.

Lisa intentó sonreír, pero le salió más como una mueca.

— Sí. Es sólo que siento como si alguien me estuviese mirando.— Explicó mirando a su alrededor, de repente sintiéndose con miedo.

— Deben ser las fancam, no te preocupes. — Intentó tranquilizar a su amiga, para después posar de nuevo su mirada en la presentación.

Lisa no se sentía muy convencida de sus palabras. Esa sensación era terrorífica para ella. No le gustaba sentirse así y menos en un lugar con tanta gente que no conocía.

Intento pensar y llenar su mente de ideas positivas. Tal vez sean las fancam o algún BLINK.

— Sí. Debe ser eso.— Murmuró sólo para ella. Dejando eso de lado, esta vez se concentro más en la nueva categoría que presentaban.

Mejor grupo femenino era una de las muchas en las cuales BLACKPINK estaba nominada aquella noche. Había sido un año muy productivo para las cuatro chicas; hace unos días tuvieron su tercer comeback del año, con un concepto mucho más oscuro y se prepararían para el nuevo tour para el siguiente año.

— Y el ganador es...— El presentador tomó una pausa que fue llenada por los gritos eufóricos y desesperantes de algunos presentes.— ¡BLACKPINK!¡Felicitaciones!— Exclamó.

La primera en levantarse fue Jisoo, guiando a las chicas hasta llegar al escenario. Lisa estaba de última y podía jurar que sintió dos ojos pegados en su espalda durante todo su recorrido.

Tragó nerviosa mientras daba reverencias agradeciendo por el premio. Se paró al lado de Rosé mientras se podía escuchar como Jennie empezaba a dar un discurso, agradeciendo por un nuevo logro.

Se podía percibir como Lisa ya empezaba a entrar en pánico y asustarse mucho más. Sus ojos empezaron a recorrer cada parte del recinto, queriendo saber quién era el que no paraba de mirarla. Pero no podía ver a nadie.

WANNA ONE, BTS, MAMAMOO, iKON. Todos esos grupos las miraban atentamente mientras Jennie daba el discurso; pero Lisa estaba en otro mundo. Con el miedo siendo notable, empezó a jugar con sus manos intentando quitar esos nervios que empezaban a desesperarla aún más.

Dio una reverencia al ver que era momento de salir del escenario. Le dio una última mirada al público y sus ojos chocaron con él. La estaba mirando fijamente, con una sonrisa que le heló los huesos.

— Lili...— Despegó la mirada y clavó sus ojos en el rostro de Jennie tan abruptamente, que la última se asustó un poco.—¿Estás bien?— Preguntó preocupada.

Lisa tragó saliva y asintió como pudo.

— Debemos volver a los asientos.— Les dijo Jisoo con una sonrisa, aún no notaba el estado de Lisa.

— Iré al baño, tengo ganas.

— ¿Quieres que te acompañemos?— Preguntó Rosé, que ya había notado la rara actitud de Lisa.

Lisa negó rápidamente:— No tardaré. Lo prometo.

Sin esperar respuesta alguna, prácticamente corrió a su camerino. Cuando su mano estuvo a punto de tomar el pomo de la puerta, sintió como algo tapaba su boca. Abrió los ojos asustada y llena de pánico. Empezó a mover su cuerpo intentando salir del agarre fuerte que tenía la otra persona sobre ella. Sintió como era arrastrada y pensó lo peor.

La puerta de lo que parecía ser el cuarto de limpieza se abrió y sólo sintió como era arrojada adentro. La oscuridad envolviendo su cuerpo y sin permitirle ver quién estaba frente a ella. Acercó sus piernas a su pecho y el corazón casi se sale cuando vio su rostro por fin.

Jeon Jungkook.

Estaba serio, pero mantenía sus ojos fijos en los de ella. Lisa sintió un escalofrío en su columna y pasó saliva fuertemente.

— ¿Por qué debes poner resistencia?— Preguntó en un tono que la asustó. 

Se escuchaba tan frío, calculador y casi que loco cuando hablaba de esa manera.

— Pero debo admitir que me encantó que estuvieras buscándome entre la gente, mi amor.

Lisa no sabía por qué, pero escuchar aquel apodo cursi salir de sus labios, había hecho que su corazón latiera rápidamente, sensación que no le gustó.

— He estado enviando regalos a tu dormitorio por meses, nunca los recibes ¿Por qué?— Preguntó en un tono suave. Espero paciente a que Lisa respondiera. Al notar que se quedó callada, sonrió levemente. — ¡¿Te hice una pregunta?!— Gritó y le dio un golpe a un estante. Lisa se sobresaltó y tapó sus orejas inmediatamente.

— No sabía quién eras.— Respondió con la voz temblorosa y con sus manos aún en los costados de su cabeza.

— Sí debías saberlo. Dejaba notas en cada maldita cosa que te enviaba. Siempre lo firmaba con mi nombre.— Le recordó. — Lisa, yo sólo quiero que sepas de mis sentimientos. No soporto verte junto a otras personas, cuando yo sé que puedo darte cosas mejores.

— Jungkook, esto es obsesión. Ya para. En verdad. No quiero más regalos, ni diamantes, ni tú apareciendo en nuestro dormitorio a altas horas de la madrugada. No quiero que llenes mi teléfono con fotos tuyas, para después tener que bloquearte. No quiero ver que me sigues persiguiendo cuando salgo con mis amigos ¡Déjame en paz!— Gritó lo último, sintiéndose un poco más libre al haberle dicho todo.

Todo ese año había aguantado como el famoso Jeon Jungkook la perseguía, vigilaba y muchas cosas más. Cuando él no podía por sus compromisos, le pedía el favor a uno de sus guardaespaldas que la siguiera y reportara todo lo que hacía. Y Lisa estaba tan cansada.

— ¿Quién mierda te crees que eres?— Preguntó el chico, para después ponerse en cuclillas y acercar su rostro al de Lisa.

La tailandesa sólo pudo pegarse más a la pared, para evitar que su rostro estuviese cerca al de Jeon.

— Tú eres mía.— Susurró cerca de sus labios. Los ojos de Jungkook se deslizaron a estos y soltó una sonrisa socarrona.— Mete eso en tu cabecita, Lali. Sólo eres mía y de nadie más.

Antes de que Lisa pudiera hacer o decir algo, sintió como unos labios eran presionados contra su cuello. Aguantó un gemido cuando Jungkook empezó a depositar besos mojados hasta su clavícula. Apoyó sus manos en los hombros del chico, intentando luchar contra los incontrolables sonidos de placer que su boca quería soltar.

— Vamos. Quiero escucharte.— Susurró cerca de su oreja, para después morder su lóbulo.

Y como si esto hubiese hecho algún tipo de impacto en ella, su boca soltó un gemido casi que inaudible cuando Jungkook mordisqueó su hombro.

No sabía qué estaba pasando, pero de repente sintió las manos de Jungkook abrazar su trasero y darles un buen apretón. Pronto, sin previo aviso devoró sus labios. Poco le importó que trajera un labial rojo, él solo quería sentirla cerca.

Quería que Lisa dejara de verlo como un sasaeng. Porque no era así, él estaba enamorado de ella.

Lisa envolvió su cuello dándole más profundidad al beso y sentía la mente nublada. Una parte de ella se preguntaba qué demonios estaba haciendo, le decía que parara y que esto no estaba bien. En cambio, otra parte le pedía seguir, totalmente necesitada del toque de Jungkook.

Así que inconscientemente envuelve la cintura del menor con sus piernas, acercandolo más a ella.

— Espera. Alguien puede vernos Yoongi.

—No, nadie nos verá ¿Quién se mete a un cuarto de limpieza?

— Nosotros.

Lisa se separó de inmediato al escuchar esas voces y Jungkook la miró confundida. Intentando ser lo más silenciosa posible, quitó sus piernas de la cintura del chico y miró hacia la puerta.

— ¿Qué fue eso?— Preguntó en un susurrro.

— Espera.— Le dijo Jungkook al escucha como alguien intentaba abrir la puerta.

— Nini, está cerrada.— Dijo el más pálido.

Jennie bufó y se cruzó de brazos.

— ¿Cerrado? Eso no pasará bajo mi vista.— Dijo y quitó a Yoongi de su lugar para poder plantarse frente a la puerta.

La chica quitó una de sus hebillas para después abrirla e introducirla en el pomo de la puerta, logrando lo que su novio veía imposible.

Yoongi miró sorprendido a su novia, no sabía que tenía esos trucos.

— Está bien, Nini. Podemos ir a otro lugar para hablar.

— No, Yoongi. Este es el único lugar que no tiene cámaras. No sé por qué está cerrado.

Y mientras la parejita hablaba, Lisa y Jungkook estaban entrando en pánico. La chica miró a Jungkook nerviosa y soltó un suspiro.

— Será mejor decirles la verdad.— Dijo Jungkook.

— ¿Y para ti cuál es la verdad?

Jungkook sonrió.

Ya verás.

— ¡¿Lisa?!— Gritó Jennie al ver a su mejor amiga, con el cabello desordenado y la boca peor aún.— Yo no lo puedo creer.— Tapó su boca viendo el estado de su amiga.

— Aquí huele a sexo.— Comentó Yoongi mientras se posicionaba detrás de su chica, poniendo una mano en su cintura. — No pierden el tiempo.

— No hicimos nada, hyung.— Se quejó Jungkook y descargó su brazo en el hombro de Lisa.— Igual si lo hacemos, es totalmente entendible. Somos novios.

Lisa abrió sus ojos al escuchar la última parte y quiso golpear aquella sonrisita que Jungkook le estaba dando.

— Lili, no nos habías dicho nada.

— Sí. Es que quería decirles hoy...— Dijo no muy segura.

Jennie asintió entendiendo.

— Bueno, nosotros nos vamos. No hagan que este lugar huela más a sexo, por favor.— Dijo Jungkook y le guiñó un ojo a Yoongi cuando pasó al lado de él.

Cuando los dos estuvieron lejos, Lisa se separó rápidamente y le dio una mala mirada a Jungkook.

— No te preocupes, novia. Terminaremos esto cuando quieras.— Le dio un corto beso.— Tal vez así deje de espiarte.— Dijo y antes de que Lisa pudiera decirle algo, se fue corriendo.

Lisa miró por donde se había ido y solto un chillido lleno de frustración y rabia. Ahora debía fingir que ella y Jungkook eran algo ante todos.

Maldito seas, Jeon.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro