DESCRIPCIÓN Donde Jungkook es un fanboy de Lisa.

* * *

Jungkook estaba entrando en pánico. No podía estar pasando. No estaba listo. Su corazón saldría de su pecho y todo por aquella tailandesa que lo volvía loco.

¡Lisa iría a su país!

Al fin, después de crear miles de hashtags Lisa iría a Europa con su nuevo tour mundial.

Jeon Jungkook era uno de los fanáticos más dedicados de Lisa. Él junto a sus dos mejores amigos, Taehyung y Hoseok, se sabían cada dato, canción y discurso que la joven rapera hubiese hecho. La amaban en cantidades irracionales.

— ¡Jungkook conseguí las entradas VIP!— Gritó eufórico Hoseok, mientras su gingatezca sonrisa alumbraba la oscura habitación del menor.

Jungkook sintió su corazón vibrar de alegría. Una hermosa sonrisa fue esbozada por sus labios. Soltó una pequeña carcajada al imaginar que podría conocer a su Lisa en persona.

Podría llorar en aquel instante.

— ¡Tienes que mostrarle tus dibujos!— Taehyung señaló los dibujos pegados con cinta en la pared blanca y un poco sucia de Jungkook.

Él arrugó la frente.

— ¿Crees que le guste?— Preguntó dudoso. Las suaves facciones de Lisa, dibujadas por las manos llenas de amor de Jungkook le decían mil palabras.

— ¡Claro!— Dice un muy animado Hoseok.— Son hermosos y nuestra Lisa sabe apreciar muy bien los regalos que le dan sus fans. — Le recordó al joven, que sólo asintió estando de acuerdo con lo que decía su mejor amigo.

— Hobi tiene razón.— Taehyung se enganchó al brazo de Jungkook, acercando su rostro al de él. — ¿Qué tal que Lisa quedé flechada por tus dibujos?

—... O todo lo contrario.— Intervino Taehyung.— ¿Qué tal que le parezcan feos?— Opinó. Jungkook se asustó y Hoseok le dio un zape que lo hizo gemir de dolor.

— ¿Pero qué dices Taehyung?— Le regañó. Después miró a Jungkook y le sonrió dulcemente.— No te preocupes, eres muy bueno dibujando. No lo pienses tanto.— Le animó.

Jungkook suspiró y asintió:— ¿Qué debería ponerme?— Preguntó con una sonrisa de medio lado.

Hoseok y Taehyung chillaron felices y corrieron a buscar atuendos para aquella noche inolvidable de sus vidas.

* * *

— Lisa te juro que si no dejas tu trasero inexistente quieto, te clavaré esta brocha en el ojo.

La pobre tailandesa abrió sus ojos exageradamente llena de pánico al escuchar las palabras de Kim Jisoo, su maquilladora.

— Cálmate. Por eso te están saliendo arrugas tan pronto.— Respondió Jennie del otro lado de la habitación. Jisoo se sobresaltó levemente y tocó sus mejillas, una expresión de preocupación en su rostro.

— ¡Rosie!— llamó a la rubia.— ¿Me veo vieja?— Preguntó al tener la atención de la menor. Rosé movió tiernamente su cabeza hacia la derecha y negó con una dulce sonrisa, para después volver a lo suyo.

— Sólo lo dice porque te quiere.— Canturreó Jennie mientras cosía el vestuario que Lisa tendría que usar.

— ¿Podrían dejar de hablar tan fuerte? Alguien está intentando dormir por aquí.— Susurró la chica.

Sus tres amigas se callaron de inmediato. Entendiendo que Lisa debía estar cansada después de tantos viajes y presentaciones.

Jennie, Rosé y Jisoo eran el equipo principal de Lisa; Jennie era la diseñadora del grupo. Ella era la responsable de que Lisa se viese sofisticada, elegante, sensual y muy bonita en cada concierto, evento o presentación que tuviese; Jisoo se encargaba de su maquillaje y peinado, la hacía ver reluciente; Rosé manejaba todo, ella era la que debía confirmar que todo estuviese en su posición. Que cada bailarín, luz y escenario estuviesen seguros y dispuestos para el show de Lalisa Manoban.

— ¿Cuándo es el meet and greet?— Preguntó medio dormida, mientras Jisoo aplicaba un poco de sombra para ojos en sus párpados.

— En media hora.— Respondió Jennie.— Utilizarás esto.— Lisa abrió un solo ojo, para ver un atuendo mucho más sencillo que consistía en un par de pantalones de mezclilla, una blusa blanca de su propia marca y un par de Adidas aprovechando que estaba promocionando esta marca.

— Recuerda que tienes que subir las fotos para la marca de Samsung.— Le dijo Rosé.

Jennie rió burlona:— Creo que ya la mitad de tus fans saben que tienes un iPhone 11, no sé para qué sigues con ese contrato.

— ¿Sabes lo que costaría terminarlo? Tenemos un tiempo en específico. Hasta que este no termine, tendré que fingir que no conozco otra marca que no sea Samsung.— Explicó Lisa.

— Bueno. Al menos intenta no subir fotos en las cuales se vea un iPhone de fondo, Lili. Al CEO no le gustó. — Señaló Jisoo.

Lisa bufó.

— A mi no me gustan muchas cosas que él hace, pero me tengo que quedar callada.— Se quejó la chica.— ¿Pueden creer que pretende que haga otro comeback cuando el más reciente salió hace un mes? Literalmente me está explotando.— Reclamó.

Las tres chicas se miraron entre ellas, era tan cierto. Desde que Lisa debutó hace exactamente dos años, no ha parado. Se puede decir que es la idol con más comebacks por año, teniendo entre cinco y seis. El más reciente siendo Kill this love y preparándose para uno nuevo, al finalizar el año.

— Señorita Manoban, es momento del meet and greet.

Jungkook.

Pánico.
Eso es lo único que mi cuerpo puede sentir en estos instantes. Un miedo irracional y nervios azotaban mi cuerpo, que no sabía cómo controlarlo. La adrenalina, emoción y ansiedad hacían que mis manos temblaran ligeramente y mi voz también.

Miré los dibujos que estaba sujetando y suspiré temblorosamente. Usualmente los idols no hacían meets and greets con sus fans, pero mi Lisa era diferente. Ella amaba tener esa confianza y conexión con nosotros.

— Chico, eres el siguiente.— Uno de los guardias de seguridad me avisó mientras tendía su mano, entregué el pase VIP.

Taehyung y Hoseok estaban mucho más atrás en la fila. Podía ver cómo se asomaban para darme palabras de aliento y levantar sus dedos pulgares en señal de aprobación, sonreí nervioso.

— Ya puede pasar.

Ya puedo pasar.

Mierda.

Tragando saliva nervioso, entré a la cabina donde podría charlar con Lisa y tomarme una foto junto a ella.

Hice una reverencia saludando al fotógrafo allí presente y a sus amigas, Rosé, Jennie y Jisoo; ellas siempre la apoyaban quedándose ahí en todo momento. Eran como una familia y me parecía tierno.

Mis ojos cayeron en una melena de tonos grisáceos y me sentí en el cielo. Admiré cómo podía hacer que ese atuendo tan sencillo luciera despampanante en sus curvas y piernas largas.

– ¡Hola!— Me saludó con una gran sonrisa y juro que podía escuchar el canto de los ángeles a nuestro alrededor.

Las palabras no salían de mi boca, intenté responderle pero parecían atascadas en mi garganta. Lisa frunció su ceño y dejó caer su mano en mi hombro.

– ¿Estás bien?— Preguntó con un tono de voz que demostraba preocupación. Estando tan cerca, podía ver sus ojos grandes de un tono café oscuro, que me volvían loco. Su piel casi que perfecta y sus labios gruesos de color rojizo.

No. Definitivamente no estoy bien.

Bajé la mirada un segundo porque sus ojos me llegaban a intimidar y señalé mis dibujos. Lisa pareció darse cuenta de lo que quería decirle.

— ¡Oh! ¡¿Me hiciste dibujos?!— Dijo emocionada. Asentí sonriendo abiertamente y sintiéndome mucho más feliz de lo que estaba hace segundos.

Hablable. Vamos, Jungkook. Tú puedes.

— Estos son uno de los muchos que te he hecho.— Dije sin trabarme o titubear. Un sentimiento de orgullo se plasmó en mi rostro.

Lisa los miraba uno por uno con una tierna sonrisa. Para después chocar con mis ojos y ampliar esta.

— Son muy lindos...— Dijo dulcemente. — ¿Cómo te llamas?— Preguntó curiosa.

— Jeon Jungkook.

— Que lindo nombre. Mira.— Señaló la cámara.— Nos tomaremos una foto que te será enviada en un par de semanas.— Asentí.

El ambiente se volvió un tanto incómodo, ya que no sabíamos como posar.

— ¿Te puedo dar un abrazo?— Solté de repente. Lisa se vio un tanto sorprendida por mis palabras.

Se escucharon pequeñas risas, que reconocí serían de las otras chicas. Lisa las fulminó con la mirada, haciendo que pararan de reír.

— Claro. No hay problema.— Cedió sorprendiéndome.

Sentí como Lisa envolvía su brazo en mi cintura y yo en la de ella. Su perfume de flores llenó mis fosas nasales y por un segundo me sentí bajo algún tipo de encanto.

— Sonríe. — Me susurró. — Tu sonrisa es linda.

Mi corazón se disparó al escuchar estas palabras. Casi que me ahogo con mi propia saliva, pero pude disimular mostrando una sonrisa nerviosa.

— Listo.— Dijo después de tomarnos un par de fotos.— Fue un placer, Jungkook.— Me dijo suavemnte y juro que nunca nadie había pronunciado mi nombre de una manera tan linda.

— Gracias, Lisa.— Fue lo único que pude decir. Cuando estuve apunto de salir de la habitación, una pequeña mano agarró mi antebrazo.

— Espera...— dijo levemente. Miró hacia su alrededor, todos estaban en sus teléfonos, hasta el fotógrafo. Disimuladamente me entregó un pequeño papel doblado.— Espero saber de ti pronto.— Sonrió sin mostrar sus dientes y se despidió moviendo la mano derecha. Sus anillos cartier brillando con cada movimiento.

Antes de que pudiese decir algo, el guardia de antes entró diciendo que debía salir. Le hice caso, no sin antes hacer una reverencia despidiéndome de todos.

Al salir todos empezaron a preguntarme cómo había sido. Yo estaba en shock. No veía a Hoseok o Taehyung.

Con manos temblorosas desdoble el papel blanco y mis ojos se abrieron en sorpresa.

Mierda.

Lalisa Manoban me había dado su número.