33; Madrastra ( 2/2 )
DESCRIPCIÓN Donde las cosas salen verdaderamente mal entre Jungkook y su madrastra.
* * *
Dos semanas después.
— Jungkook. Silencio.— Le ordenó Lisa a Jungkook que, hacía caso omiso mientras lamía el seno derecho de ella.
— Calla y sólo disfruta...madre.— La molestó con aquel apodo de siempre, haciendo que Lisa simplemente rozará más su entrada con el miembro de Jungkook, que sólo gruñó contra su pecho. — Yo de ti no hago eso, muñeca.— Se acercó a su cuello, mientras susurraba esas palabras con tono ronco.
— ¿Cómo puedo disfrutar sino sé a qué hora regresa tu padre?— Dijo casi que sin respiración. Su garganta dejó salir un gritito, al sentir como Jungkook introducía su miembro en ella de manera imprevista y sin avisar. Se aferró a su espalda y envolvió su cintura con las piernas.
— No te preocupes por eso. Papá va a demorar.— Gimió en su oído. Lisa estaba tan apretada como siempre.— Oye...¿Estás segura de qué mi padre sí te da?— preguntó sin vergüenza ajena.
Lisa abrió exageradamente los ojos y mientras aguantaba los gemidos le dio un leve golpe en el hombro a Jungkook; que rió roncamente en su cuello, mientras entraba y salía de ella.
— Cállate.— Masculló de mala manera.— Vamos a hacerlo rápido antes de que tu padre llegue.
Así era todo desde aquel encuentro en la cocina. Lo hacían y después se olvidaban de eso. Lisa volvía a su vida de esposa y Jungkook fingía verla sólo como una madre.
Gran mentira.
Era tanto el compromiso que el joven Jungkook empezaba a tener con Lalisa, que ya ni se fijaba en Hyuna. Hasta Taehyung y Jennie se quedaron sorprendidos, la última advirtiendo a su novio que nunca le hiciese eso.
Jungkook se movía rápidamente dentro y fuera de Lisa. La chica se derretía debajo de su cuerpo, soltando pequeños suspiros de placer.
Definitivamente era mucho mejor que su padre.
La planta baja de la casa estaba en silencio. Justo ese día Lisa le había pedido a todos los trabajadores que se tomaran un descanso por ser domingo. Claro está que lo hacía con doble intención.
El sonido de llaves rompió con la silenciosa atmósfera de la sala. Pronto la puerta principal se abrió silenciosamente, sin rechistar o hacer algún ruido que alertara a la pareja de amantes.
El señor Jeon entró a su casa mientras suspiraba de felicidad. Su proyecto había sido todo un éxito y no podía esperar para contarle a su esposa e hijo.
Con la alegría siendo la emoción protagonista de cada una de sus sonrisas, subió aquellas extensas escaleras.
Por otro lado; Lisa se aferraba al cuerpo de Jungkook buscando que sentirse más llena. Notando como su cuerpo empezaba a temblar debido a la cantidad de excitación que estaba acumulando.
—Me vengo.— Repitió aquella frase que Jungkook llevaba escuchando todos los días y que le inflaba el pecho de orgullo. Más al saber que por él, Lisa podía decirlas.
Apretando sus uñas en los hombros del menor, soltó un grito tan desgarrador y agudo. El señor Jeon que estaba llegando a la habitación de su hijo, se alarmó.
Con los ojos bien abiertos y preocupado corrió levemente hasta llegar a la puerta de éste. Pero cuando la abrió, se encontró con una escena que no le hubiese gustado ver.
Lisa se sobresaltó al ver como la puerta era abierta de una manera tan abrupta.
Toda la calentura y excitación se le fueron al ver a su esposo parado en el marco de la puerta. Empujó a Jungkook con una fuerza que ambos desconocían y se tapó con las sábanas blancas, sus respiraciones mezcladas era lo único que se podía escuchar.
Jungkook se apresuró a ponerse su ropa interior y antes de que pudiera decir algo, su padre ya se estaba llendo.
Lisa se llenó de pánico y sin ni siquiera importarse por su apariencia, corrió con la sábana envuelta en su cuerpo hacía las escaleras.
— Mi amor ¡Espera! — Gritó a la mitad de las escaleras. Sus ojos llenos de lágrimas gruesas.
Jeon Hyuk se volteó lleno de rabia y alzando una ceja.
— ¡¿Qué quieres que espere?!— Le grita asustandola. — ¡¿Quieres que espere a que termines de hacerlo con mi hijo?! ¡Lisa! ¡Es mi hijo! ¡¿Cómo pudieron hacerse esto?!
Jungkook bajó por las escalera vestido y un poco presentable. Lisa sollozó.
— Lo siento tanto. Me dejé llevar.— Susurró. Hyuk rió sarcástico.
— Qué manera de dejarse llevar...— Dijo casi que inaudible.— Pensé en cualquier persona, menos en ustedes dos para que me traicionaran de esta manera.— Levantó la mirada, chocando con los ojos de Lisa.
Por primera vez se sintió culpable. Al ver a su esposo tan herido y roto por su culpa, sólo podía pensar en lo culpable que era. Se sentía como la peor mierda de este universo, porque él no lo merecía. Era un hombre increíble con ella y todo el mundo. La había cagado hasta el fondo esta vez.
— Por favor...— Dio un paso hacia al frente, pero Hyuk se alejó. Lisa se sintió peor.— Perdóname ¿Qué quieres que haga? Dime y lo haré. — Dijo desesperada.
— Quiero que te largues de mi vida.— Respondió en tono frío. Miró a Jungkook.— Y tú...olvida que soy tu padre.
Con esto dicho se largó, cerrando la puerta con una rabia inmensa y una fuerza que casi hace pensar a Lisa que la había roto.
Lisa se dejó caer en el sofá de la sala y ocultó su rostro entre sus manos, sollozando y sintiendo como más lágrimas caían por sus mejillas.
— Lili...— Jungkook se dejó caer al lado de Lisa, que se alejó al escuchar ese apodo.
— No me llames así. Sólo Hyuk puede decirme así.— Dijo con la voz casi que ronca.
Jungkook suspiró.
— ¿No crees que es mejor así?— Sugirió Jungkook.— Tal vez mi padre no era para ti.
Lisa miró fría a Jungkook. Lágrimas secas en sus mejillas.
— ¿A qué te refieres? Yo amo a Hyuk. Él es el amor de mi vida.
— ¿Entonces por qué lo engañaste?
La cabeza de Lisa empezó a dar vueltas. Jungkook tenía un punto. Si tanto amaba a Hyuk ¿Por qué se había metido con Jungkook? Aquello era deslealtad.
Jungkook se inclinó hacia Lisa, la cual limpiaba sus lágrimas chocando su mirada con la de él.
— Admite que estas empezando a sentir algo por mí, Lisa. Que no todo es sexo.— Dijo en voz ronca. Lisa tragó saliva fuertemente.— Porque yo eso ya lo he empezado a sentir desde hace mucho.— Confiesa.
Lisa se sorprende por sus palabras. Nunca llegó a pensar que Jungkook se le declararía o que le diría que siente algo por ella.
Mierda. Se suponía que las cosas no iban a ser así.
— Dame una oportunidad...— Jungkook tomó las manos de Lisa entre las suyas.— Déjame demostrarte que puedo ser algo bueno en tu vida.— Le pidió.
Lisa suspiró.
— Jungkook, tu padre...— La interrumpe.
— Al carajo mi padre. Es obvio que no lo amabas verdaderamente. — Espetó. — Tal vez el destino sólo te llevó a él, porque quería reunirnos a ambos.— Dijo con una pequeña sonrisa.— Dime Lisa ¿Quieres intentarlo?
Lisa suspiró, sus ojos grandes rojos y húmedos aún. El miedo en todo su cuerpo.
— Está bien. Vamos a intentarlo.
Sea lo que sea, al menos tendría a Jungkook a su lado.
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