20; Hermanos.
DESCRIPCIÓN Donde Jungkook y Lisa son emparejados por los hermanos de Rosé y Jimin.
* * *
— Es que sólo hay que ver como la mira.— Dijo la recién casada a su esposo, mientras intentaba no caerse con su largo vestido blanco.
— Lo sé. Lisa gira disimuladamente hacía la izquierda para poder devolverle las miradas a Jungkook.— Señaló su esposo. Alice asintió.
— Mi amor debemos hacer algo.— Sonrió pícara esta. Jihyun le devolvió la sonrisa.
— Tú ve con Rosie y yo iré con Jiminie.— Le dijo y ambos partieron cada uno por su lado, no sin antes darse un corto beso en los labios.
Lisa se movía levemente en su puesto al ritmo de James Arthur, Can I be him sonando en el fondo. Sus ojos grandes mirando a su alrededor, todo el mundo bailando en pareja y ella sola como un champiñón.
Triste pero ya estaba acostumbrada a aquello.
Rosé sintió como alguien envolvía unos brazos a su alrededor, se sobresaltó un poco pero sonrió felizmente al ver a Alice dándole también una sonrisa.
— Rosieee.— Dijo con un tono de emoción.— ¡Me casé! ¡Y fue con el hermano de tu esposo!— Exclamó de manera graciosa y Rosé rió.
— Lo se, Ali. ¿Estás feliz?— Preguntó arreglando un mechón de cabello de su hermana, que asentía frenéticamente.
— Yo estoy feliz. A la que no veo muy feliz es a Lili.— Dijo con tono triste. Rosé frunció el ceño y le dio una mirada a su mejor amiga, que tenía el semblante serio y jugaba con sus manos.
— ¿Qué le pasa? Luce aburrida.
— Y eso que nos has visto a Jungkook.
Rosé frunció aún más el ceño y dirigió su vista a la chica. Efectivamente, Jeon Jungkook se veía igual o más aburrido que Lisa. Rosé se sintió preocupada.
— Pero igual, dejando eso de lado ¿Cuándo Lali va a admitir que Jeon le encanta?— Preguntó Alice. Rosé sonrió levemente.
— Lisa ya lo admitió. Bueno, a nosotras ya nos dijo que le gusta Jungkook.— Alice abrió los ojos exageradamente sorprendida.— Pero dice que tiene miedo de que Jungkook la rechace.
Alice rió:— ¿Rechazarla? ¿Qué no se da cuenta de las miradas que Jungkook le lanza? Debe estar ciega.— Reprochó.
— Eso es lo que hemos intentado decirle con las chicas pero ella no hace caso. — Le aclaró Rosé.
Alice sonrió pícara. Rosé se asustó; aquella mirada y sonrisa de su hermana no le daba buena espina.
— Por eso tenemos un plan junto a mi hermoso esposo.— Dijo ella y Rosé entro aún más en pánico.
Oh, oh.
* * *
La delgada chica se quejó al ver que el pasillo estaba muy oscuro. Sus manos empezaron a tocar la pared para encontrar el interruptor y casi que salta de alegría cuando dio con el, encendiendo las luces.
Lisa se abrazó a ella misma ya que estaba empezando a hacer frío. Frunció el ceño viendo a su alrededor.
¿Por qué Rosé le había dicho que aquí quedaba el baño? Se preguntó. El pasillo estaba vacío y había unas cuantas cajas al final de este. Unaa puerta desgastada entre abierta y digamos que Lisa no quería entrar allí.
Suspiró y dio cortas zancadas hasta llegar al objeto de madera. Quería tocar, pero al no escuchar ningún ruido pensó que tal vez no habría nadie.
Cuando se disponía a abrir la puerta una voz la hizo sobresaltarse.
— ¿No te han enseñado a tocar puertas antes de entrar?— Lisa dio un gran salto al escuchar una voz desconocida detrás de ella.
— ¿Jungkook?— Preguntó nerviosa al verlo allí parado.
— Sí. Ese soy yo.— Dijo con una sonrisa socarrona, Lisa bufó quitando su mirada de él.
— ¿Qué haces aquí?— Le preguntó.
— Eso mismo me pregunto yo.— Jungkook alzo una ceja.— Jimin me mandó a buscar unas cosas, pero creo que aquí no están.— Hizo una mueca mirando a su alrededor.
— Se suponía que aquí habría un baño, según Rosie. Pero no hay nada, ese cuarto es el de limpieza.— Señaló la puerta y suspiró.
Jungkook dirigió su mirada al suelo, rascando su nuca y apretando los labios. ¿Porqué Rosé y Jimin los habrán enviado allí? ¿Será que los quiere emparejar?
Jungkook rió levemente. Lisa frunció el ceño pensando que tal vez ella era el motivo de su risa.
— ¿Qué es tan gracioso?— Se quejó.
— Creo que ya sé porqué esos dos nos enviaron aquí.— Dijo y empezó a dar pequeños pasos hasta quedar más cerca de ella.
Lisa casi se atraganta con su propia saliva. Pero digo... ¿Cómo te sentirías tú si tuvieras a Jeon Jungkook tan cerca?
— ¿Por qué?— Preguntó con fingida calma.
— Tal vez se dieron cuenta de lo mucho que te miro.— Dijo Jungkook con voz llena de seducción.— O lo mucho que me gustas.— Agregó.
Lisa se puso muy nerviosa, demasiado a decir verdad. No sabía qué responder a sus palabras y temía decir algo fuera de lugar.
¿Era el momento indicado para decirle que también le gustaba? ¿Debía quedarse callada? Eran muchas cosas.
— ¿No dirás nada?
Lisa aclaró su garganta:— Me gustas.— Dijo rápidamente para después darle la espalda a Jungkook, que soltó una leve risa.
El chico tapó su rostro con sus manos tatuadas y rió sintiendo sus mejillas rojas.
No hay mejor sentimiento que saber que tú también le gustas a esa persona.
— ¿No dirás nada?— Preguntó Lisa todavía dándole la espalda. Jungkook rió al notar que había utilizado su misma pregunta.
— La emoción no me permite hablar.— Soltó y este fue el turno de Lisa para ponerse más que roja.— ¿Podrías voltearte?
La tailandesa se volteó con la mirada baja y al levantar la cabeza, pegó un salto al notar como el rostro de Jungkook estaba mucho más cerca que antes.
— ¿Te pongo nerviosa?— Susurró.
Mierda. Demasiado.
— No.— Mintió. Jungkook sonrió de lado. Dio otro paso, quedando más cerca.
— ¿Y ahora?
Lisa alzó una ceja:— ¿Qué pretendes?— Le preguntó sin poder evitar la inclinación que estaba dando con su cabeza, quedando inconscientemente más cerca de Jungkook.
— Esto pretendo.— Respondió para después chocar abruptamente sus labios con los de Lisa.
Jungkook llevó sus manos a la cintura de Lisa pegandola más a él, mientras tanto ella llevó las suyas a los hombros del chico, dejándolas ahí.
Sus bocas estaban danzando al unísono, mientras sus corazones latian a más no poder. Jungkook sentía que le temblaban las piernas y Lisa se sentía esclava de sus propias emociones, casi que bajo los encantos de él.
El chico se separó de Lisa cuando su tanque de aire se terminó. Ambas respiraciones agitadas y manos temblando.
— ¿Qué mierda acaba de pasar?— Preguntó Jungkook en estado de shock.
Lisa sonrió sin mostrar los dientes y bajó la mirada, sus mejillas más que rojas.
— Supongo que sólo ocurrió lo que debió haber pasado hace mucho.— Respondió.
— Lisa...— Le llamó. La chica levantó la mirada.— ¿Qué seremos ahora?
Lisa rió levemente:— ¿Por qué darle un título? Esperemos a que todo fluya.
Jungkook sonrió:— Me gusta.— Dijo feliz.
Lisa mordio su labio inferior.
— ¿Jungkook?— Le llamó.
— Dime.
— Aún necesito ir al baño.
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