Mia y Addison juegan tiro al blanco en su habitación, Mia es una experta mientras que Addison con suerte logra encajar uno o dos dardos en la diana en cada partida, los otros terminan clavados en la pared o en el suelo.

- Estas mejorando. - Ríe Mia. - Sigue así e iremos al bar a hacer competencias.

- Y vamos a perder.

Addison retira los dardos del blanco y del suelo.

- Te aseguro que en un mes serás experta en esto.

- Mejor me voy, tengo clase.

- Buen día, te veo mas tarde.

- ¿En el café a las 4?

- Claro.

Addison toma su mochila, al salir de los dormitorios mira la hora nuevamente, faltan cinco minutos para que su clase comience, al notarlo corre lo más rápido que puede, ya que, su edificio está a la mitad del campus universitario, al correr pasa junto a su profesor, al verlo se relaja un poco y desacelera el paso, entra casi jadeando a su clase, ve a Steven a la mitad de la clase, le ha guardado un lugar, así que camina hasta ese lugar, se sienta antes de saludarlo.

- Parece que corriste hasta aquí. - Se burla.

- Tenía cinco minutos para llegar, corrí como si no hubiese un mañana.

- Sí, pude notarlo.

- ¿Cuál fue el resultado que obtuviste en el último inciso de la tarea? - Dice mientras busca su tarea en su mochila.

- ¿Tarea? - Dice con preocupación. - Lo olvidé por completo.

- ¿No la hiciste?

Ella niega con la cabeza.

- Apresurate a copiar la mia, siempre traigo hojas en blanco.

- No me va a dar tiempo. 

- El ingeniero siempre pide las tareas al terminar su clase.

- Tienes razón, la copiaré muy rápido.

Sin perder más tiempo Addison comienza a copiar los problemas intentando que parezca que esta tomando notas de lo que dice el profesor, cada cierto tiempo lo mira unos segundos, posteriormente continúa copiando la tarea.
Al final de la clase el profesor comienza a recibir las tareas, Addison se apresura para terminar de copiar el último problema, pero algo no cuadra en el resultado, rápidamente toma su calculadora para hacerlo de nuevo.

- Cópialo rápido, te faltó este dato en la ecuación.

Sin dudarlo Steven lo copia, ambos se ponen al final de la fila y entregan sus trabajos.

- Eso estuvo cerca, te debo una. - Le da un leve golpe en el brazo con su codo.

- Para eso están los amigos ¿No?

- Te invito a un helado luego de clases.

- ¿Vamos al centro comercial?

- Claro.

Ambos caminan hacia su siguiente clase, en la puerta hay una hoja de papel que indica que no habrán clases, pero deben hacer un informe del tema de ese día y entregarlo en la siguiente clase.

- ¿Trabajamos juntos? - Pregunta Addison.

- Sí, vamos por el helado y luego hacemos el informe. - Sugiere Steven.

Steven lleva en su auto a Addison al centro comercial, en vez de solamente ir por un helado terminan entrando a ver una película al cine y almorzando comida rápida.
El celular de Addison suena, es Mia, en ese instante recuerda que debía verla a las 4 en el café.

- Lo olvidé completamente, perdóname ¿Aún estás en el café?

- Espero que estés con un chico al menos.

- Sí, de hecho sí, estoy en el centro comercial. Podemos ir aun por ese café si quieres.

- Olvídalo, sigue divirtiéndote.

- ¿No estás molesta?

- Para nada, ve por ese chico. - Se ríe. - Debes contarme todo cuando vuelvas.

- Por supuesto, hasta luego.

Cuelga la llamada, Steven quien la ha estado mirando todo este tiempo le ofrece una cálida sonrisa.

- ¿Tenías una cita?

- Sí, con mi compañera de dormitorio, debíamos vernos en el café a las cuatro.

Steven mira el reloj en su muñeca, ahora son las seis y media, aun deben hacer ese informe para no retrasarse.

- ¿Vamos a la biblioteca?

- Sí, aún tenemos trabajo pendiente.

- Cuando terminemos ese trabajo te invito a un café.

- Eso suena bien. - Sonríe Addison.

Luego de buscar en libros de la biblioteca y páginas en internet sobre el tema de su clase ambos terminan sus informes, uno revisa el trabajo del otro antes de dar por terminada su tarea.
En el café se sientan en una mesa al fondo, ya que es de noche hay muchas mesas vacías.

- Que suerte que cierren a media noche ¿No lo crees?

- Sí, los estudiantes necesitamos nuestra cafeína.

Ambos ríen por esa broma.

- He querido preguntarte algo... - Dice Steven doblando una servilleta varias veces muy nervioso.

- ¿Ah sí? - Pregunta ansiosa.

- En estos dos meses nos hemos conocido mejor, pienso que eres la chica más inteligente, divertida y bella que...

- Steve ¿Qué haces aquí tan tarde hermanito? - Oliver se sienta junto a él. - Hola Addy. - Le ofrece una sonrisa coqueta.

- Hola. - Dice Addison sonriendo de vuelta.

- ¿Interrumpo?

- Como siempre. - Dice Steven molesto. - ¿Podrías irte?

- En un minuto. - Pone su brazo al rededor de Steven. - Addison Me gustaría invitarte a cenar mañana ¿Qué dices?

Addison ve a Steven quien parece estar cada vez más molesto, luego ve a Oliver quien espera una respuesta con brillo en sus ojos en la espera de un si.

- Supongo que estaría bien. - Se encoje de hombros.

- Perfecto, paso por ti a tu dormitorio a las siete. - Dice muy animado.

- Genial.

- Te estuve llamando todo el día. - Se dirige a Steven.

- Estuve ocupado.

- ¿Ocupado? Tú nunca estás ocupado.

- Fuimos al cine y luego a almorzar. - Dice Addison.

- Pudieron invitarme. - Sonríe.

- La próxima vez será. - Dice Steven entre dientes.

- Te veo en casa hermanito, hasta luego - Le guiña el ojo a Addison.

- Adiós. - Sonríe ella.

Cuando Oliver se retira a otra mesa con sus amigos un incómodo silencio queda entre ambos.

- ¿En donde estábamos? - Pregunta Addison.

- Estaba diciendo que me...

- Stevie. - Dice una chica sentándose junto a Steven. - Amorcito.

La chica le da un beso en los labios, él intenta alejarla, pero ella coloca sus brazos al rededor de su cuello para tomarlo más fuerte y no dejar que se separe, Addison ve aquella escena perpleja, muchos pensamientos comienzan a rondar por su cabeza ¿Quién es esa chica? ¿Por qué actúa de manera tan extraña? ¿Por que aparece de la nada para besar forzadamente a Steven? ¿Será su novia? El nunca mencionó tener una novia.

Addison aclara su garganta para llamar la atención de ambos, aquella chica por fin deja respirar a Steven, él la ve con una mezcla de confusión, enojo y sorpresa.

- ¿Qué haces aquí Melissa? - Pregunta molesto.

- Estuve buscándote todo el día terroncito de azúcar. - Dice con una rara voz aguda.

- Ya deja de buscarme, ya te lo he dicho. - Aparta su mano de las manos de Melissa.

- Estás de muy mal genio ¿Tuviste un mal día? ¿Esta chica te está molestando? - Mira a Addison con desprecio.

- Claro que no. - Responde nervioso.

- Al parecer quien está causando molestias eres tú. - Dice Addison al no poder oprimir ni un segundo más su molestia.

- Tu cállate. ¿Quién te crees que eres para hablarme así? Defiendeme osito. - Le pega a Steven con su codo para llamar su atención.

- Melissa ya vete. - Dice Steven muy molesto.

- La única que debe irse es esta interesada zorra roba novios.

- ¿Qué soy que? - Addison se pone de pie muy molesta. - ¿Sabes qué? Al carajo, la única que se ve como prostituta aquí eres tú con ese vestido tan corto y escotado.

Steven se sorprende mucho al escuchar el comentario, el cual le causa un poco de risa, pero intenta ocultarlo. Addison toma su celular de la mesa para marcharse de allí, antes de que lo haga Melissa toma el frappé de Steven y se lo arroja a Ayleen en la cara.

- ¿Qué demonios? - Dice Steven muy molesto empujando a Melissa para poder salir de la mesa.

- ¡Me llamó prostituta! - Hace un pequeño berrinche.

- Addison, lo lamento tanto. - La mira muy apenado intentando pensar como ayudarla a secarse.

- Ady ¿Estás bien? - Pregunta Oliver acercándose a Addison con un pañuelo en la mano para que limpie su rostro, ella lo toma y se limpia lo mejor que puede.

Los demás clientes los están observando, están deseosos por saber que más va a suceder.

- Lo siento, no se que demonios pasa con ella.

Sin prestarle atención, Addison sale del café caminando muy a prisa, algunas lágrimas recorren sus mejillas por el enojo y la vergüenza que sintió.

- Ni se te ocurra ir tras ella. - Le ordena Oliver a su hermano.

- Ya deja de decirme lo que debo hacer.

- Por una vez has lo que te digo, te aseguro que ella no quiere verte ahora.

Steven se queda pensando en que hay mucha verdad en ello, Addison no querrá verlo después de lo que pasó, Oliver corre para alcanzar a Addison del otro lado de la calle.

- Ady. - Dice Oliver sin aliento al alcanzarla.

Ella no se detiene, pero pone su cabello de forma que su rostro no pueda verse.

- Espera un segundo, por favor. - La toma de la mano para detenerla.

- Solo quiero llegar a mi dormitorio. Por favor, vete.

- Está helando aquí afuera, toma mi suéter.

Oliver se quita su suéter poniéndolo sobre los hombros de ella.

- Se va a ensuciar con el café. - Intenta quitárselo.

- No importa, puedo lavarlo después.

Ella deja de intentar quitarlo para poder seguir caminando, después de aquellas pocas lágrimas comienza a pensar en que tuvo que haberla golpeado antes de irse, ella lo merecía.

- ¿Ella es la novia de Steven?

- Eso creo. Salieron juntos el año pasado, pero no sé si aun siguen juntos.

- A Steven parecía molestarle su presencia.

- Quizás pelearon, así son ellos, pelean, terminan y regresan, es una clase de relación tóxica.

- Ya veo. - Dice Addison mirando el suelo con desilusión. - Yo tuve la mala fortuna de quedar en medio. - Frunce el ceño.

- Lamento mucho que haya sucedido eso.

- No es tu culpa, gracias por acompañarme.

- Quisiera poder hacer más para que te sientas mejor.

- Ya hiciste suficiente.

Abre la puerta de su dormitorio dejandola entre abierta, se quita el suéter para darselo de vuelta a Oliver.

- Te lo puedes quedar. - Le ofrece una sonrisa seductora. - Para que pienses en mi cuando lo veas.

- Solo no la quieres de vuelta por qué ahora está manchada con café. - Se burla.

Oliver niega con la cabeza sin quitar la sonrisa de su rostro.

- Buenas noches.

- Buenas noches, regresa a tu apartamento con cuidado ¿Sí?

Él asiente con la cabeza mientras se ven a los ojos y sonríen, ella se acerca a él, se para casi de puntitas para poder darle un beso en la mejilla antes de entrar al dormitorio.
Él se queda frente a la puerta sonriendo ampliamente y suspirando al pensar en su amada Addison.

Al entrar a la habitación Mia nota la mancha de café en su ropa, frunce el ceño y se sienta en el borde de su cama.

- ¿Qué te pasó? Pensé que la estabas pasando de lo mejor con tu galán.

- Así era. - Suspira con pesar. - Luego apareció su novia y me hizo esto. - Señala su ropa.

- Dime que también le arrojaste algo.

- No, solo me largué de allí, es la peor vergüenza que he pasado en mi vida. - Se deja caer de espaldas a su cama. - Soy una idiota. - Cubre su rostro con sus manos. - Pensé que estaba a punto de decirme que le gusto, hasta que ella apareció, debí haberlo imaginado, los chicos como él siempre tienen novia.

- Quizás si le gustas y va a dejar a su novia por ti ¿Al menos es bonita?

- Es alta, rubia, delgada y viste como prostituta ¿Qué más podría pedir? Ella es bonita-bonita, yo solo soy bonita- promedio ¿Por qué razón querría dejarla a ella por mi?

- No te subestimes, no todo es superficial, tienes mucho carisma, eres encantadora, inteligente y graciosa, ella tal vez no tiene ni la mitad de las cualidades que tienes tú.

- Puede ser, pero ya me estoy intentando convencer a mi misma de que no quiero estar con él, no tengo oportunidades.

- No seas dramática, si vino a dejarte hasta aquí quiere decir que le interesas.

- Él no vino a dejarme, fue Oliver.

- ¿Oliver? No me has presentado a ningún Oliver.

- Es su hermano mayor.

- Hermano mayor ¿Eh? ¿Te gustan los dos? ¿Esperas a ver quien es mejor?

- ¿Cómo crees? - Dice alarmada ante la pregunta. - Ambos me gustan, pero Steven me gusta mucho más, ahora ya no sé, hoy me percaté de que Oliver siempre es tan atento conmigo, siempre está allí para mi cuando lo necesito.

- ¿Entonces por ahora estan empatados?

- ¡No es competencia!

- Lo siento, solo decía. ¿Qué piensas hacer con respecto a Steven y su novia?

- Nada, no soy la clase de chica que destruye relaciones, a demás Oliver me dijo que ellos tienen una relación desde hace un año, aunque algo toxica al parecer, pelean y se reconcilian.

- Eso no suena para nada bien.

- Exacto, no quiero terminar en el medio de todo eso.

- Eres inteligente al no entrometerte. Ahora... Cuéntame más sobre Oliver ¿Como es él?

- ¿Que es exactamente lo que quieres saber?

- ¿Es atractivo?

- Muchísimo, es alto, de tez blanca, ojos verdes, cabello castaño lacio...

- ¿Complexión?

- Atlética.

- ¿Entonces?  ¿Cuál es el problema? ¿El también tiene novia?

- No, lo sé. Siendo sincera no he querido fijarme en él porque parece ser de esos chicos que solo juegan con tus sentimientos ¿Me entiendes? De esos que salen con muchas mujeres a la vez, no quiero experimentar eso jamás en mi vida, soy muy frágil.

- Deberías darle una oportunidad, solo ve a una cita con él para saber cómo es, intenta conocerlo mejor, a veces los chicos no son como crees, los que parecen más mujeriegos son en realidad los mas fieles y los que parecen tranquilos y amables terminan no siendo como lo imaginaste, solo dale una oportunidad, anímate ¿Qué puedes perder?

- No lo sé. - Dice pensativa.

- Desearía tener tus problemas. Soy de la opinión que si no puedes estar con uno ve por el otro de inmediato.

- Cuando lo dices así siento que no los ves como personas, no son objetos Mia.

- Claro que no lo son. Solo digo que Oliver está probablemente soltero y es atractivo, deberías optar por esa opción que es más viable que el chico que tiene una novia loca ¿No crees?

- Lo voy a pensar más despacio después de bañarme, ahora me siento pegajosa por el cafe.

- Deberías invitar a Oliver para que te ayude. - Se mofa.

- Cállate. - Le lanza una almohada.