Rencor
~Hace dos años~
Sentados en una banca de un parque, una chica y un chico de 15 años, se encontraban comiendo sus respectivos helados mientras tenían un leve sonrojo en sus mejillas. Temblando un poco por la presencia de la chica altamente desarrollada, capaz de cautivar a hombres menores, de igual edad y mayores, por igual. Se preguntaba cómo era que había logrado conquistar a la chica más hermosa de toda la escuela.
Se sentía feliz. Aquel niño que llevaba por nombre Ken Kaneki se sentía el hombre más feliz del mundo, porque a pesar de su falta de experiencia en las relaciones y su falta de dinero, aquella chica siempre lo apoyaba y lo amaba.
Rize Kamishiro, la chica que amó desde que la conoció en aquella clase de autodefensa que Arima dio hace ya dos años atrás.
Su sonrisa se hacía más grande con forma iba devorando su helado hasta el punto de no dejar nada. Antes que se pudiera levantar a tirar el envoltorio del helado, la cálida mano de Rize la tomó de la suya, causando un leve estremecimiento en el pelinegro; quién inmediatamente se sonrojó y se puso nervioso.
Ken: ¿Ri-Rize-san?*mirándola sorprendidos*
Rize: Ken... si alguna vez cometo un gran error y me alejo de ti, ¿existe la posibilidad de que pueda volver a entrar en tu corazón?*mirándolo con intriga y algo de tristeza*
Ken: ¿de qué hablas?*sonriéndole* No es necesario que me pidas perdón, ¡porque siempre serás perdonada por mí antes de hacer algo!
Ante aquella sonrisa llena de luz y pureza, Rize se sorprendió de sobremanera. Su corazón empezó a latir más rápido y sus mejillas se colocaron rojas. Desviando un poco la mirada de su novio, y sonriendo levemente, solo podía agradecer que una persona tan maravillosa como él, se hubiera enamorado de alguien como ella.
Ken: estoy completamente seguro que Rize-san nunca haría nada para lastimarme, ni yo a ella. Estoy seguro de eso porque... Te conozco, Rize-san.*volviéndole a sonreír*
Rize:*sonriendo levemente* gracias, Ken. Me siento más tranquila ahora.
Colocando su cabeza en el hombro del chico, causando que este se estremeciera un poco, Rize se sentía en paz por haber escuchado esas palabras. Cerrando los ojos y sintiendo la brisa recorrer su rostro y mover su cabello, entrelazando sus dedos con los del nervioso pelinegro. Ella podría decir que se siente...
~Tiempo después~
De rodillas en el suelo, anonadado por lo que había visto y escuchado, Ken no podía asimilar todo lo que estaba pasando. Delante de él, la pelirosa que tanto amaba, se encontraba con una sonrisa burlona mientras miraba con diversión las lágrimas del chico.
Ken: ¿por qué...?*snif* ¿Por qué me haces esto, Rize-san?*snif* Yo te amo. ¿Qué fue lo hice mal?
Rize: ¿"qué fue lo hiciste mal"?*pensativa* ¡Oh, ya lo sé! Haberte enamorado de mí.*sonriéndole con crueldad*
Ken: ¿qué?
Rize: oh, ¿no te lo dije? Tú no eres especial, solo eres uno más del montón. Honestamente debo admitir que me la pasé muy bien contigo, fuiste mucho más divertido que el resto de idiotas antes que tú. Pero cualquiera podría tomar tu lugar fácilmente.
Ken: p-pero... ¿qué pasó con lo que decías? Dijiste que íbamos a permanecer juntos por siempre. Incluso entrelazamos nuestros meñiques en señal de promesa.
Rize: ¡JAJAJAJAJA! ¿En serio creíste que cumpliría esa estupidez? ¡Jajajajaja! Qué risa. De verdad, Ken, eres muy estúpido.*burlándose* Deberías ver tu cara, se ve tan tonta.*limpiándose las lágrimas* Como un consejo, deberías dejar de ser tan infantil. El mundo no es color de rosas imbécil. Madura.*mirando su celular* Bueno, Ken. Creo que eso es todo por hoy.*dando media vuelta* Adiós.
Y mientras que la pelirosa se alejaba del mirador, el pelinegro se encontraba inmóvil, perdido. Su corazón le dolía mucho, sentía como si le fuera estallar. Su respiración era rápida, muy rápida, demasiado. Cayendo al suelo mientras seguía apretando su pecho, Ken sentía como su cuerpo se entumecia y la vista empezaba a fallarle.
Lo único que pudo oír antes de caer inconsciente, fue el silbido de los fuegos artificiales explotar en el cielo, alegrando a muchas personas. Pero marcando algo dentro del chico...
~Actualmente~
Miles de emociones pasaron por la mente de ambos al momento en que sus miradas chocaron. La sorpresa expresada en el rostro de la pelirosa con lentes de ver a su amado mientras iba en dirección a su asiento, no podía creer que le había tocado el mismo aula que él; una chispa de felicidad empezó a convertirse en una gran llama de esperanza dentro de Rize, quién dibujaba inconscientemente una leve sonrisa.
Sin embargo, la mirada fría que escondía un profundo odio y rencor contrastaba con la felicidad de la chica. Aguantando la furia que se apoderaba de su cuerpo, suprimiendo todo su odio al sentir el perfume de la chica a su lado izquierdo; apretó con fuerza su lápiz hasta partirlo en dos.
Si Ken había logrado contenerse al tener a Rize tan de cerca, Eto estaba a punto de abalanzarse sobre ella y golpearla. Su sola presencia hacía que su ira se volviera incontrolable. Apretando sus dientes por la furia, Eto sintió como alguien la tocó en su hombro.
Girando su cabeza en busca de aquella persona se encontró con su hermana de otra madre, Touka Kirishima, quién se encontraba con una mirada seria.
Touka: ahora no.
Esa simple palabra hizo que Eto entendiera de inmediato lo que Touka quería decir. Girando nuevamente la mirada y observando a la profesora mientras disimulaba su disgusto, colocó su mano en su boca mientras mordía con fuera. Mirando de reojo como la pelirosa saludaba a Yotsuba y se sentaba detrás de ella, aplicaba más presión sobre su mano, causando que unas cuantas gotas de sangre cayeran en su escritorio.
Touka, por su parte, se encontraba ignorando la presencia de Rize por completo. Es cierto que quería ir y sacarla a patadas, pero sabía que no lo podía hacer en el primer día de escuela. Eso solo le traería problemas y dañaría su reputación.
Observando las actitudes de Ken, Eto y Touka, Nao quería saber la razón de su comportamiento. No obstante, decidió no preguntar a Hide, ya que notó como su pierna derecha se movía rápidamente en señal de molestia, y su rostro corroboraba lo pensado por la albina; así que solo decidió apartar la mirada y concentrarse en lo que la profesora iba a informar.
Profesora: bien. Ya que Kamishiro-san se ha presentado, procederé darles dos noticias importantes. Primero: las clases no iniciarán oficialmente hasta dentro de una semana. Esto es debido a que hemos decidido darles a todos nuestros estudiantes, nuevos y antiguos, una bienvenida diferente a todos. ¡Los docentes hemos decidido hacer una fiesta de bienvenida!*alegre*
Al escuchar eso, la mayoría de estudiantes alzaron la voz en señal de felicidad, mientras aprobaban la fiesta con todas sus ganas.
Profesora: en fin. Lo siguiente que debo decir es que este año, los de tercero tendrán que trabajar mucho. Es el último año para ustedes, y ya casi son adultos que saldrán a la universidad o buscar un trabajo. Es por eso que las clases serán más estrictas y los sábados tendrán que venir unas cuantas horas.*declaró*
Los estudiantes abucharon fuertemente al escuchar la segunda noticia de la profesora. Mientras que los abucheos seguían, Ken seguía tratando de evitar mirar hacia Rize. No obstante, sintió una mano que lo tocaba en el hombro; volteando y mirando quién era, Ken se encontró a Itsuki y a las demás hermanas mirándolo con algo de vergüenza.
Itsuki: esto... Ken-kun, nos ayudarás, ¿cierto?*preguntó mientras sonreía con nerviosismo*
Ichika: esperamos que puedas aguantar un año más, je, je...*rascándose la mejilla izquierda*
Yotsuba: s-sí.*rascándose la cabeza*
Ken:*suspiró* ¿para qué preguntan algo que ya saben la respuesta?*sonriendo levemente* Espero no serles una molestia este año.
Las Nakano sonrieron abiertamente mientras agradecían al pelinegro. Mientras tanto, detrás de Yotsuba, se encontraba Rize mirando con un leve sonrojo la leve sonrisa del pelinegro; causando que su corazón se acelerara.
Profesora: por cierto, Kaneki-kun, Yoshimura-san.
Eto/Ken:*mirando al frente* ¿huh?
Profesora: Yoshimura-san, ¿podrías mostrarle la escuela a Kirishima-san? Y tú, Kaneki-kun, ¿podrías hacer lo mismo con Kamishiro-san?*preguntó mientras sonreía con amabilidad*
Rize: (¿qué?)*pensó con sorpresa*
Hide: (¿qué?)*pensó con incredulidad*
Touka: (¿qué?)*pensó impactada*
Eto/Ken: (¡¿qué verga?!)*pensó con ira/sorpresa*
~Time skip~
Eto: ¡maldita perra!*furiosa* ¡Más le vale no hacerle nada a Ken-kun!
Touka: Eto, cálmate.*intentando que calmarla*
Eto: ¡¿cómo quieres que me calme sabiendo que mi novio está solo con su ex la zorra?!*preguntó mientras apretaba los puños con ira*
Touka: Eto. ¿Crees que Ken-nii-chan va a dejarte por volver con ella?*preguntó con seriedad* No tiene ningún sentido que nos preocupemos por algo que es imposible. Te aseguro que si ella trata de hacer algo, Ken-nii-chan la pondrán en su lugar.
Eto: ¿y si no es así? ¿Y si lo vuelve a engañar?*mirándola con una leve tristeza* No quiero verlo destrozado otra vez. No quiero que su luz se pierda, de nuevo.
Touka:*colocando su mano en su hombro* entonces nosotras no permitiremos eso.
~Time skip~
Silencio...
Era lo que dominaba en aquellos pasillos ya vacíos. Todos los estudiantes, con excepción de los que fueron encargados en mostrarle la escuela a las nuevas, se había ido a sus hogares. Y mientras que Eto le enseñaba la escuela a Touka, Ken lo hacía con Rize.
Sin embargo, el ambiente era muy tenso entre ambos. Ninguno de los dos había hablado desde que cruzaron miradas, solo se mantenían caminando de un lugar al otro. No había necesidad de que se comunicaran para saber en dónde estaban, Rize entendía rápidamente dónde se encontraban. No obstante, la falta de comunicación era agobiante para la pelirosa, quién miraba con nerviosismo al pelinegro.
Quería hablar con él. Después de Mucho tiempo, quería volver a verlo, quería... disculparse. Pero le era difícil. Quería hablarle, pero le era imposible. Quería tocarlo, pero le era imposible... Simplemente podía agachar la mirada y seguirlo en silencio, mientras subían unas escaleras en dirección a la azotea de la escuela.
El sonido de las pisadas que resonaban con un eco angustiante, incomodaba más a la pelirosa. Abriendo la puerta de azotea y dejando entrar la brillante luz de un sol que se ocultaba en el horizonte, Ken miraba aquella puesta de sol mientras Rize se detenía detrás de ella.
Ken: ¿qué quieres?
Fueron las primeras palabras que Rize había recibido por parte del pelinegro desde hace ya dos años. Sorprendiéndose al escucharlas, la alegría e inocencia que el Ken que conoció se había ido, y en su lugar, frialdad y hostilidad eran percibidas.
Ken dio media vuelta y miró a los ojos a la pelirosa, agobiándola con una fulminante mirada fría.
Ken: ¿a qué has venido, Rize Kamishiro?*preguntó con una pizca de enojo*
Los nervios se apoderaron de Rize, quién dio un paso hacia atrás. Una gota de sudor se deslizaba por su mejilla derecha mientras tragaba en seco.
Rize: y-yo... Yo... Yo...*nerviosa* Yo... s-s-solo quería...*agachando la cabeza* d-di-disculparme...*haciendo una reverencia* p-por todo.
Ken:...*mirándola fijamente*
Rize: lamento todo lo que sucedió. Siento mucho todo lo que te hice. Me arrepiento todo el tiempo por lo que te hice, dañé a la única persona que de verdad me amó.*alzando un poco su mirada* Lo siento, Ken.
Ken: dos años...
Rize: ¿huh?
Ken: hace dos años hubiera aceptado las disculpas. Después de todo, seguía siendo muy infantil. Sin embargo, decidí seguir el consejo que me diste. Y puedo decir que... esas disculpas no valen nada para mí.*frío*
Al escuchar esa respuesta, Rize se estremeció un poco y sintió una punzada en su corazón.
Ken: cambiando de tema, no esperaba volver a verte. ¿Solo viniste a disculparte o buscas algo más?
Rize: bueno, yo... solo vine a disculparme.*mirando a otro lado*
Ken: ya veo.*avanzando hacia la puerta* Entonces, hazme el favor de irte de aquí y nunca volver.*pasando a su lado* Tu sola presencia me ofende.*frío*
Rize: ¡espera!*tomándolo de su hombro*
Ken: ¡no me toques!*golpeando su mano* No sé qué es lo que en realidad planeas, pero ten claro esto: no soy el chico que conociste. Aquel idiota que se dejaba engañar por ti ha muerto. ¡Nunca más voy a volver a caer en las artimañas de una zorra como tú!*enojado*
Al escuchar aquello, Rize quedó sorprendida y dolida. Lágrimas amenazaba con salir de sus ojos, mientras apretaba con fuerza su mano golpeada, bajaba la mirada y dejaba caer unas cuantas lágrimas al piso.
Rize: m-me duele oírte decir eso.*con voz quebrada* No sabía que me odiaras tanto.
Ken: sí. Y no sabes cuánto te odio. Me arrepiento de haberme enamorado de ti.*yendo a la salida*
Rize: cuando salimos por primera vez...
Ken: ¿huh?*deteniéndose*
Rize: dijiste que sin importar que te hiciera... me perdonarías. Lo prometiste.*mirándolo fijamente*
Ken: ¿en serio creíste que cumpliría esa estupidez? ¡Jajajajaja! Qué risa. De verdad, Rize, eres muy estúpida.*burlándose* Deberías ver tu cara, se ve tan tonta.*limpiándose las lágrimas por la risa* Como un consejo, deberías dejar de ser tan infantil. El mundo no es color de rosas, imbécil. Madura.
Al escuchar aquellas palabras, Rize sintió como su corazón se rompía en mil pedazos. Había usado las mismas palabras que ella le dijo en su momento.
Rize: haré...*susurró*
Ken: ah...*estresado* ¿Ahora qué quieres?
Rize: haré todo lo que quieras.*alzando su mirada* Si con eso puedo tener al menos una oportunidad de explicarte todo, entonces lo haré.*limpiándose un poco las lágrimas*
Ken: je...*sonriendo con burla* Harás todo lo que yo quiera con tal de que te dé una oportunidad, ¿eh? Bien. Veamos que tanto has cambiado.*pensando* De nuevo: ¿harás todo lo que yo quiera?*preguntó con una sonrisa*
Rize: ¡sí! ¡Todo!*contestó con firmeza*
Ken: desnúdate.
~Mientras tanto en otro lugar~
Se podía ver a un pelinegro caminado por los pasillos de la escuela de una forma algo infantil. Giraba de vez en cuando, iba caminando con los brazos estirados a los lados y saltaba de vez en cuando.
???: ¿dónde? ¿Dónde? ¿Dónde estarás, Rize-chan?
Tarareaba con alegría mientras seguía buscando a la pelirosa.
~De regreso con Ken y Rize~
Rize: ¿q-qué?*preguntó mientras cubría, inconscientemente, sus partes privadas*
Ken: desnúdate. Quiero ver que tanto has cambiado.*sonriendo de una manera pervertida* Dijiste que ibas a hacer TODO lo que yo quisiera. Pues esto es lo que quiero. Aquí y ahora.
Rize: s-sí...
Comenzando a quitarse la camisa rosada, avergonzada y tímida, Rize desabotonaba su camisa blanca con lentitud, mientras que Ken solo observaba con diversión lo que veía. Dejando caer la camisa blanca, mostrando su sostén color negro, prosiguió a bajar su falda con pena, mostrando sus bragas del mismo color del sostén. Estando en ropa interior, Rize dio un paso al frente, tomando su brazo derecho y apretándolo.
Ken: creí haberte dicho que todo.
Al escuchar aquello, nuevamente la vergüenza e incomodidad invadió a Rize, quién se encontraba al borde del llanto por lo que estaba haciendo. Sentía frío, vergüenza. Pero al mismo tiempo, sentía que si esta era la única forma de poder hablar con Ken.
Empezando a desabrochar su sostén, escuchó una pequeña risa creciente. Alzando un poco su cabeza y mirando al pelinegro, se dio cuenta que sus mejillas estaban infladas, evitando que las carcajadas salieran.
Ken: pff... ¡JAJAJAJAJA! ¡¿En serio?! ¡JAJAJAJAJA! ¡¿Vas a hacer todo lo que yo diga?!*riendo sin control* Qué risa. ¡jajajajaja! Ja...*parando de reír* ¿Estás loca...*limpiándose las lágrimas de risa* o es que...*mirándola con seriedad* no tienes ni una pizca de vergüenza en desnudarte frente a un hombre?
Abriendo los ojos como platos al escuchar eso, Rize había quedado incrédula, no entendía a qué se estaba refiriendo. Había hecho todo lo que había querido, entonces ¿por qué le preguntaba eso?
Ken: ¿qué? No me mires con esa cara, tú fuiste la que falló.*sonriéndole de manera burlona*
Rize: hice todo lo que me pediste, ¿por qué dices eso?
Ken: te dije: "quiero ver que tanto has cambiado". Y no me equivocaba, sigues siendo la misma zorra que abre las piernas a cualquier hombre.*dando media vuelta y mirando al frente* Mierda... ¿Tú también aquí?*mirando a un pelinegro que tenía al frente* Furuta Nimura.
Furuta: ¡¡oh!! ¡Kaneki-kun!*acercándose a él* ¿Cómo has estado?
Ken: no te acerques.*molesto* Perfecto, lo que me faltaba, encontrarme con las dos personas que más odio en el mundo.
Furuta:*haciendo un puchero* hmn... No es malo, Kaneki-kun, eso fue hace mucho tiempo, hemos madurado. Ah, y no te preocupes, estoy cuidando muy bien de Rize-chan.*inclinando un poco su cabeza para mirar a la pelirosa* ¿Verdad, querida?
Rize:...*bajando su cabeza*
Ken: tsk... Como si me importara. Me voy.
Intentando dar un paso al frente y salir de la azotea e irse a su casa, fue detenido por Rize, quién lo tomó de la mano. Inmediatamente iba a quejarse con la pelirosa y soltarse, pero al mirar su rostro, toda clase de ira se esfumó en un instante. Pues el rostro de Rize expresaba una emoción que nunca antes había visto en ella. Sus manos temblaban mucho y sus ojos no parpadeaban ni por una milésima de segundo, simplemente se mantenía abiertos. Estaba aterrada.
Rize: te lo suplico... no te vayas...
Dijo mientras miraba a los ojos a Ken. Al ver aquella expresión, Ken no sabía qué hacer en este momento, quedarse o irse. Algo andaba mal, no era normal ver aquella expresión en ella, quién siempre se mantenía calmada. No obstante, no era su problema.
Ken:*saltándose del agarre* ese no es mi problema.
Fue lo único que dijo antes de continuar avanzando hacia la salida. Rize solo podía contemplar como su rayo de esperanza desaparecía.
Furuta:*tomando de los hombros de Rize* Rize-chan, ¿por qué te fuiste de casa? Creí haberte dicho que te quedarás a mi lado.*mirándola con una sonrisa*
Al ver aquella sonrisa, Rize comenzó a temblar de miedo, mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla derecha.
~Al día siguiente~
Ken se encontraba caminando por los pasillos de la escuela. No tenía nada qué hacer, era descanso y la sesiones de estudio no iniciaban hasta dentro de unos días, después de la fiesta de bienvenida.
Cerrando el libro que estaba leyendo, Ken miró al frente suyo; desde ayer el mismo pensamiento se mantiene en la cabeza: "Te lo ruego... no te vayas". Palabras dichas por una de las personas que más odiaba, pero que había logrado despertar el interés del chico. "¿A qué se refería con eso? ¿Había algo que estaba pasando?"
Preguntas que pasaban por su cabeza, mientras seguía avanzando.
Ken: (¿por qué estoy pensando en eso?)*un poco molesto* (No es como si me importara, ¿verdad?*caminando más rápido* (Sí. No es mi problema. Yo ya no tengo que ver nada con ella. Pero, aún así... ¡¿por qué no me la puedo sacar de la cabeza?!)
???: ¡¡SENPAIIII!!
Ken: ¿huh?*mirando a atrás*
Al escuchar aquel grito, Ken miró hacia atrás, encontrándose con dos gemelas ya conocidas por él, quiénes lo miraban con un semblante de enojo.
Ken: Kurona, Nashiro.
Kurona: ¡hasta que por fin respondes!*acercándose a él* Llevamos 5 minutos llamándote, ¿se puede por qué nos ignorabas?
Nashiro:*haciendo un puchero* senpai malo. Ignoras a unas pobres chicas.*fingiendo tristeza*
Ken: lo siento. Estaba... distraído.
Nashiro: ¿nos puede decir qué es lo que le pasa, senpai?*acercándose un poco a él* ¿Quizás podamos ayudar?
Ken: hmn...*pensando* Ya sé. ¿Ustedes tienen clases ahora?
Kurona: no, la mayoría de nuestros profesores están ocupados con los preparativos para la bienvenida. Nos iremos después de que el descanso termine.*explicó*
Ken: ya veo. Si no es mucha molestia, ¿puedo pedirles un favor?
Nashiro: ¡por supuesto, senpai! Estaremos encantadas de ayudar, ¿verdad, Kuro?*mirando a su hermana*
Kurona: exactamente.*alzando su pulgar* Pide lo que quieras, Kaneki-senpai.
Ken: bien. Intuyo que sabrán que Rize Kamishiro ha vuelto, ¿cierto?*cruzando los brazos*
Nashiro: sí. ¿Cómo se siente al respecto, senpai?*levemente preocupada*
Kurona: si quieres que la golpeemos por lo que te hizo, solo dilo.*chocando sus puños con una sonrisa de emoción*
Ken: eh... No es eso, Kurona.*con una gota de sudor en la nuca*
Kurona: ¿ah, no? Je, je.*rascándose la cabeza* Perdón, me dejé llevar.
Nashiro: si no quiere eso, ¿entonces qué necesita de nosotras?*confundida*
Ken: ayer vi a Rize temblar de miedo al ver a Furuta. Y desde ese entonces, no he podido dejar de pensar en el por qué.*pensativo* Se me hace raro que ella esté en mi mente. Por más que la odio, no he podido sacarla.*mirando a las gemelas* Por eso quiero que vigilen de cerca a Rize.
Kurona/Nashiro: ¡¿eh?!*sorprendidas*
Ken: lamento tener que pedirles esto. Lo podría hacer yo, pero todos los de 3ro deben ayudar a los profesores.*se disculpó*
Kurona: ¡no te preocupes, nos haremos cargo!*motivada*
Nashiro: Kuro, parece que por fin vamos a usar esto.*sacando unos binoculares de su bolso*
Kurona: je, y decías que no iban a servir para nada.*tomando uno* ¡Bien, andando!*corriendo hacia el gimnasio*
Nashiro: ¡sí! ¡Nos vemos, senpai!*se despidió*
Ken: gracias, chicas.*sonriendo levemente* Ahora... quisiera saber algo.
~Time skip/Gimnasio~
Sentada en las gradas del escenario, leyendo un pequeño libro, Rize Kamishiro descansaba después de ayudar a los profesores y los compañeros. Había quedado exhausta, mover sillas y mesas resultaba ser muy agotador para una chica con una condición física Intermedia, pero con una gran motivación.
Ocultándose y trasportándose al mágico mundo de la literatura clásica, Rize intentaba no pensar en lo sola que se sentía estando ella sin amigos, ni siquiera alguien que la escuche. Hace años tenía amigas y alguien que la amaba, ahora solo tiene un pequeño libro que sirve como método de escape de esta realidad tan cruel.
Sin embargo, fuera de el gimnasio y gracia que se encontraba cerca de una ventana, Rize era vigilada por las gemelas Yasuhisa, quiénes se encontraban en un segundo piso observándola atentamente.
Kurona: oye, Shiro.*llamó*
Nashiro: ¿huh?
Kurona: ¿por qué no trabajamos de espías en el futuro?*preguntó mientras aún mantenía su mirada en Rize*
Nashiro:*mirando con decepción a su hermana* porque nos matarían si hacemos algo mal.*volviendo a mirar a la pelirosa* Vaya... Aunque no me guste admitirlo, es muy hermosa.*halagó* Debió haber sido fácil para ella enamorar al senpai.
Kurona: para luego destrozar su corazón cruelmente.*dijo con un leve enojo* ¿Por qué el senpai nos pediría que la vigilemos? ¿No se supone que la odia por lo que hizo?*se preguntaba con clara confusión*
Nashiro: quién sabe. Pero el senpai dijo que la vigilemos, así que eso debemos hacer.*respondió*
Kurona: entendido, agente Shiro.
~Mientras tanto con Ken~
Se podía notar algo de tensión en el baño de los hombres. Ken Kaneki y Furuta Nimura, se encontraban cada uno en un diferente orinal, haciendo sus necesidades sin dirigirse ni una sola palabra. Que grandiosa y molesta coincidencia el poder haberse encontrado.
Furuta: vaya... No esperaba verte aquí, Kaneki-kun.*dijo mientras sonreía*
Ken:...*en silencio*
Furuta: aunque es el baño de hombres, en algún momento íbamos a encontrarnos, ¿verdad?*manteniendo aquella sonrisa*
Ken:...
Furuta: hmn...*subiendo su cremallera* Te has vuelto muy frío y callado, Kaneki-kun. Deberías ser más expresivo y dejar hablando solo a las personas. Por eso no tienes muchos amigos.*dijo mientras cruzaba los brazos* Sabes, puedo enseñarte a ser más expresivo si quieres. Así, podrás conseguir una buena novia como Rize-chan.*dando una pequeña vuelta de alegría* ¡Rize-chan es muy tierna y hermosa! ¡Me siento un hombre afortunado al tener una novia tan maravillosa!
Ken:...*subiendo su cremallera*
Furuta: bien. Adiós, Kaneki-kun.*yendo a la salida*
Ken: ¿por qué Rize estaba temblando ayer?*preguntó sin mirarlo*
Furuta: ¿huh?*deteniéndose* ¿Que por qué Rize estaba temblando?*suspiró* Es fácil. Tenía frío.*dijo con simpleza* Le pediste que se desnudara cuando ya empezaba a hacerse de noche, es normal que sintiera frío.*explicó* Aunque, fue muy grosero de parte pedirle eso; si una feminista se enterara de eso te cancelarían o te meterían en prisión.*recriminó* Por esta vez haré la vista gorda y no diré una sola palabra. Pero no quiero que le vuelvas a pedir una cosa así, ¿oíste? Es mi novia, y merece un poco de respeto, ¿entiendes?
Ken: hmn... Creo que no entendiste la pregunta. Permíteme volver a preguntar. ¿Por qué Rize estaba temblando?*mirándolo de una manera fría*
Furuta: ¡ya te dije! ¡Tenía frío!
Ken: Nimura, conozco tus mentiras.*acercándose a él* Dime la verdad.*mirándolo de una manera amenazante* Hoy pude notar que sus labios estaban rotos, como si alguien le hubiera golpeado. Qué extraño, ¿no? Me voy del lugar y hoy Rize aparece con un labio roto. ¿Sabes que si una feminista se enterara de eso te puede cancelar o meter en prisión?
De repente, Furuta tomó por el cuello a Ken y lo estrelló con los lavamanos que se encontraban a su derecha. Mientras apretaba el cuello del oji-gris, el oji-negro miraba con furia a Ken. No obstante, de un rápido movimiento, Ken golpeo con las palmas de las manos los oídos de Furuta; ocasionando que lo soltara y permitiéndole tomarlo de la cabeza y darle un fuerte golpe en el lavamanos.
Sometido, Furuta solo podía expresar odio y furia en su rostro mientras una línea de sangre comenzaba a salir de su cabeza. Y de igual manera, Ken devolvía aquella mirada mientras apretaba con fuerza el brazo derecho de Furuta.
(Reproducir)
Ken: sabes, durante un tiempo estuve pensando en el por qué Rize había terminado de esa manera conmigo. Culpé erróneamente a Eto. Culpé erróneamente a Touka. Culpé erróneamente a todos, menos a ti.*soltándolo con fuerza* Me alegra saber que mis sospechas sobre ti eran ciertas. Sabía que tenías algo que ver. Tu insistencia con Rize en aquel entonces me parecía muy sospechosa.*yendo a la salida* Ahora lo diré yo: deja a Rize en paz.*saliendo del baño*
Dejando solo a Furuta, Ken volvía al gimnasio para terminar de ayudar en lo que pudiera. Sin embargo, unas palabras invadieron la mente del pelinegro.
"Ken... si alguna vez cometo un gran error y me alejo de ti, ¿existe la posibilidad de que pueda volver a entrar en tu corazón"
Ken: ¿ha esto te referías, Rize?*se preguntó mientras llevaba su mano a la frente*
~Mientras tanto en el gimnasio~
Sentada en las gradas, terminando de leer su libro, Rize se encontraba con una leve sonrisa al terminar de leer aquella reta final. Sin embargo, los pasos a su izquierda, hicieron que su sonrisa desapareciera y mirara a su izquierda; sorprendiéndose de ver a aquella chica de cabello verde...
Rize: Eto...
Eto: ¿puedo sentarme?
(Próximo capítulo: La mejor fiesta de bienvenida *1ra parte*)
Lore-Craft: hey, ¿qué pasa raza? ¿Cómo se encuentran en el día de hoy? Espero que todo vaya bien en este regreso a clases. Y hablando de regreso a clases, he de informarles que voy a estar muy ocupado en este último año que me queda de secundaria; así que la constancia de los caps será menor, pero trataré de que eso no ocurra. Si llego a poner en pausa las historias será porque estaré ocupado, y no por otra cosa.
Cambiando de tema, ¿qué les pareció el capítulo?
Tremendo giro de 180 grados se acaba de marcar Rize, ¿no? Si eres de los haters de Rize, que pensaba que iba a ser la mala quiero que escribas tu opinión sobre Rize ahora.
En fin, chicos. Gracias por leer este capítulo. Voten, comenten y esperen por el próximo. No quiero hacerles falsas promesas sobre cuando lo subiré, pero sí les puedo decir que la espera valdrá la pena.
Por cierto, ¡feliz San Valentín a todos!
No lo pude decir en su momento porque he estado muy ocupado.
Ahí está mi regalo de San Valentín.
Sayonara...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro