Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Los fuegos artificiales (parte 1)


~Al siguiente día~

Ken despertaba de un largo y agradable sueño. Al abrir los ojos, notó que Eto se encontraba dormida encima de él; esto extrañó al pelinegro, ya que si mal no recordaba, Eto había dormido a su lado, no encima. El oji-gris fue sacado de sus pensamientos al notar como Eto se movió un poco, haciendo que sus pechos cubrieran la cara del pelinegro. Ken se sonrojó un poco por esto, aunque la sensación era agradable; este no podía caer ante tal tentación, por lo menos todavía no.

Ken movió a un lado a la peliverde, haciendo que esta cayera en la cama. Eto comenzó a abrir los ojos, mirando a Ken con una pequeña sonrisa.

Eto: buenos días, Ken-kun.*abrazándolo*

Ken: buenos días, Eto.

Eto: de seguro tienes hambre, ¿verdad? En seguida te haré el desayuno. A propósito, ¿Hide ya llegó?

Ken: creo.

Eto: ve a ver si llegó. Yo voy a preparar el desayuno.

Ken: vale.

La peliverde se levantó y salió de la habitación del pelinegro. Ken hizo lo mismo, y fue hacia la habitación de su amigo. Al llegar, tocó la puerta un par de veces, pero no recibió respuesta.

Ken abrió la puerta de la habitación, encontrándose a un Hide dormido en el escritorio de su PC. El pelinegro esbozó una leve sonrisa al ver eso, recordó que algo parecido había pasado hace unos años. Solo que los papeles estaban invertidos ahora.

El oji-gris se acercó a la cama de su amigo y tomó una sábana, para después colocarla en el cuerpo dormido de su amigo. Después de eso, el pelinegro salió del lugar, para así poder dejar descansar a su amigo. Fue a tomar un baño, para comer después.

~Time skip~

Ken salió de su habitación ya bañado y cambiado. Fue a la sala donde estaba Eto preparando el desayuno. Al llegar, quedó mirando por un corto periodo de tiempo a Eto. La peliverde notó y eso, y decidió aprovecharse de la situación.

Eto: ¿me estás desnudando con la mirada, pervertido?*con tono burlón*

Ken: de hecho, sí.

Eto: ¿eh...?*se sonroja* ¿en serio?

Ken: no. Era una broma.*sentándose*

Eto:*haciendo un puchero* eres malo...

Ken: no me importa serlo.*tomando un libro, y empezando a leerlo*

Eto: ¿y Hide?

Ken: durmiendo. Parece que tuvo una noche pesada.

Eto: ya veo. Preparé algo de café, ¿quieres un poco?

Ken: sí.

Eto le sirvió algo de café al pelinegro, y luego se lo llevó. Ken agradeció, y comenzó a beberlo.

Eto: ¿qué tal? ¿Te gusta?

Ken: sabes que tu café es mi favorito.*dando otro sorbo*

Eto:*sonriéndole* sabes cómo hacer feliz a una mujer, Ken-kun.

La peliverde y el pelinegro siguieron hablando, mientras esperaban que el desayuno estuviera listo. Mientras hablaban, Eto recordaba el beso que Ken le dió ayer, eso hacía que el rostro de la chica se pusiera levemente rojo, pero lo lograba ocultar.

Eto quería volver a repetir el beso, pero no sabía cómo volver a pedirlo. Ayer se armó de valor pedir eso, además de que Ken estaba de buen humor y aceptó. Pero tenía miedo de que el pelinegro se molestara por la insistencia de la oji-verde.

Eto: a propósito, ¿dónde están los lentes que te regalé? No he visto que los has usado.

Ken: claro que los uso. Solo cuando hay letras muy pequeñas que no puedo ver. ¿Y los tuyos? Tampoco he visto que los hayas usado.

Eto: muy bien cambiemos de tema, jejeje...*mirando hacia otro lado*

Ken:*serio* las dañaste... ¿Verdad?

Eto: sí...*agachando la cabeza*

Ken:*suspiró* te compraré otros cuando tenga tiempo.

La peliverde iba a agradecerle, pero se detuvo al escuchar el timbre. Alguien había venido.

El pelinegro se paró y fue a abrir. Quedó algo sorprendido de ver quién era, hoy había decidido darle un descanso a las quintillizas, entonces ¿por qué una de ellas estaba aquí?

Ken: buenos días, Itsuki. ¿Qué necesitas?

Itsuki Nakano, la última quintilliza, estaba parada afuera de la residencia de él pelinegro y sus amigos. La pelirroja estaba un poco sonrojada al verlo como ya venía haciendo desde hace unos días.

Itsuki: b-buenos días, Kaneki-kun. Vine a entregarte tu paga.

Ken: ¿paga?

~Time skip~

Ken se encontraba un tanto sorprendido por la paga que le había dado Itsuki.

Itsuki: son 50 mil yenes. Por lo días que fuiste.

Ken: entiendo... Pero, Ichika y Nino no han estudiado nada, ¿por qué contarlas a ellas como si hubieran estudiado? No puedo aceptar el dinero completo.

Itsuki: ¿eh...?*sorprendida* ¿Por qué?

Ken: soy su tutor. Mi deber; ayudarlas a todas a mejorar en sus puntos débiles. Pero eso, no puedo aceptar la parte de ellas.*devolviéndole 20 yenes*

Itsuki: no me los devuelvas, son tuyos. Es por el esfuerzo de intentar ayudarlas.

Ken: pero...

Eto: vamos Ken-kun, acéptalo. No importa si no has podido cumplir con tu deber de ayudarlas a todas, aún queda mucho tiempo para hacerlo. El dinero que Itsuki te ha dado hoy, significa que tu esfuerzo ha sido recompensado.*sonriéndole*

Ken:*suspiró* si lo dices tú... Supongo que lo aceptaré.*tomando el dinero* Gracias, Itsuki.

Itsuki: no es nada, Kaneki-kun.

Ken: mmm... ¿Quieren ir a algún lugar?

Eto/Itsuki: ¿eh?*sorprendida*

Eto: ¿nos estás invitando a salir? ¿Cómo en una cita?

Al oír la palabra "cita", Itsuki se sonrojó y se imaginó estando ella y Ken solos en una cita.

Ken: no te emociones. A parte, es para agradecerle a Itsuki por haberse tomado la molestia en venir aquí en un domingo.

Itsuki: no te preocupes, no es nada.

Ken: insisto en hacerlo.

Itsuki: bueno... No puedo hacerte cambiar de opinión, ¿verdad?*bajando la cabeza con una leve sonrisa y sus mejillas levemente rojas*

Ken: no. Eto, ve a bañarte, quieres ir con nosotros, ¿cierto?

Eto: ya voy...*llendo al baño*

Itsuki: veo que tu relación con Yoshimura-san es muy buena.

Ken: bueno... Hemos pasado casi toda nuestras vidas juntos. Es prácticamente mi hermanita menor.*dando un sorbo a su taza de café* (aunque... No sé  si esa relación pueda cambiar... ¿Puede que seamos más que solo amigos?)*pensativo*

Itsuki vió como el pelinegro se había sumergido en sus pensamientos, esto causó que la pelirroja sonriera levemente. Sin duda, sentía una profunda atracción hacia el oji-gris, aunque aún no sabía que era.

Itsuki iba a sacar de sus pensamientos al pelinegro, pero en ese momento su estómago sonó, dando a entender que no había comido. La pelirroja se sonrojó por eso, pero se avergonzó más al ver como el pelinegro la estaba viendo con confusión.

Ken: ¿no... Has comido?

Itsuki: eh... Eh... N-no...*dijo apenada*

Ken: ya veo... No te preocupes, el desayuno estará listo en breves. Solo déjame servirlo.*parándose*

El oji-gris fue a la cocina a servir el desayuno. Mientras que Ken hacia eso, Itsuki miró a su alrededor, viendo unas fotos de Ken, Eto y Hide. Eran tres fotografías, la primera se podía ver a un Ken de unos ocho años, y a un Hide de la misma edad, ambos mirando con una sonrisa a la cámara.

La segunda estaban los dos chicos con diez de edad, pero esta vez, Eto estaba con ellos. Los tres niños en la foto, llevaban su respectivo uniforme de por aquel entonces su escuela.

Y por último, la tercera foto, se podía ver a un Ken, Hide y Eto, portando el uniforme de su actual escuela. Itsuki al ver todo esto sonrió al ver que parte de la vida de quién amaba en secreto.

Ken: veo que te interesó eso...*trayendo el desayuno*

Itsuki: n-no tenía nada m-más que hacer, jejeje...

Ken: no me molesta. Siéntate, ya te traje la comida.*poniendo los platos en la mesa*

Itsuki:*sentándose* gracias por la comida.*comenzando a comer*

La pelirroja quedó deleitada por tal sabor de esta comida, sin duda, esta comida podía competir con demasiada facilidad con la de Nino. Itsuki iba a halagar la comida, pero vió que el pelinegro no había tocado la suya; esto preocupó a Itsuki.

Itsuki: Kaneki-kun, ¿estás bien? ¿Por qué no has comido?

Ken: simplemente espero a Eto.

Itsuki: ¿hum...?  ¿Por qué?*un poco celosa*

Ken: estoy acostumbrado a comer con ella y Hide. Por eso no he comido...

Itsuki: mmm... ¿Por qué no comes conmigo?

Ken: ¿hum?

Itsuki: claro... Si no te importa... Jejeje...*bajando un poco la cabeza*

Ken: muy bien...*comenzando a comer*

Itsuki se alegró al ver que Ken aceptó, y sin perder más tiempo comió. Al terminar, Ken se levantó y fue a dónde Itsuki estaba, tomando su plato para ir a lavarlo. La pelirroja se acercó a dónde estaba el pelinegro, queriendo ayudarlo...

Itsuki: Kaneki-kun, ¿puedo ayudarte?

Ken: mmm... Está bien, supongo.

La pelirroja tomó los platos mojados y los empezó a secar con una trapo que estaba cerca. Y así estuvieron, Ken lavaba los platos y Itsuki los secaba. La pelirroja tenía una pequeña sonrisa en su rostro al hacer eso, ya que parecía una actividad que solo las parejas realizaban. Mientras que el pelinegro, mostraba una expresión algo relajada, y al la vez indiferente.

Itsuki: parece que ya está.*secando el último plato*

Ken: sí...

Itsuki: oye Kaneki-kun, ¿irás a ver los fuegos artificiales hoy en la noche?

Ken: no lo sé... Los fuegos artificiales me traen... Buenos y malos recuerdos...

Itsuki: ¿buenos y malos recuerdos?

Ken: sí...*colocando su mano en su cabeza* Hay algunas cosas... Qué preferiría olvidar.

Itsuki: sabes... Yo siempre pienso que la forma de olvidar malos recuerdos, es creando unos nuevos.*sonriéndole*

Ken: lo haces sonar tan fácil...*susurró*

Itsuki: ¿dijiste algo?

Ken: nada...

Itsuki: ¿qué tal si vienes con nosotras a ver los fuegos artificiales? Así crearemos unos nuevos recuerdos para ti. Unos que no sean malos.*tomándolo de las manos y mirándolo directamente a los ojos*

Ken: Itsuki...*algo sorprendido*

Itsuki: Kaneki-kun...*acercando su rostro al del oji-gris*

???: ¿qué estás haciendo, Itsuki?*preguntó con una sonrisa*

El pelinegro y la pelirroja miraron hacia la cocina, encontrándose con una Eto que les sonreía de una manera demasiado amable. Itsuki se sonrojó y soltó las manos del oji-gris, mientras que el pelinegro miró con duda la expresión de la peliverde.

Ken iba a responder, pero rápidamente fue abrazado por Eto, quién le susurró...

Eto: tú eres mío, y yo soy tuya.*dijo para después ir a comer su desayuno*

Ken: (¿qué demonios le dió?)

~Time skip~

Después de aquel incómodo momento, Ken, Eto y Itsuki, iban caminando por un parque para poder llegar más rápido al arcade. En el camino, Eto tomó desprevenido el brazo de un Ken que se encontraba hablando con Itsuki sobre sus sesiones.

La acción de la peliverde hizo que Ken se sorprendiera y Itsuki se pusiera celosa. La pelirroja intentó hacer lo mismo que la peliverde, pero sus nervios se lo impidieron, ya que no sabía cómo reaccionaria Ken ante eso.

Cuando por fin llegaron al arcade, fueron inmediatamente por la monedas de juego, para después empezar a jugar.

~Time skip~

Los tres habían estado jugando por horas ahí dentro. Actualmente, Ken, Itsuki y Eto se encontraban caminando de regreso la residencia del pelinegro y la peliverde. Mientras caminaban, Itsuki abrazaba con mucha fuerza un oso de peluche, de tamaño medio, de color marrón. La pelirroja miraba con un sonrojo a la persona que le había dado tal regalo; Ken Kaneki.

Quién caminaba al lado izquierdo de ella. El pelinegro hablaba con Eto, quién lucia unos nuevos lentes dados por su amado pelinegro.

Itsuki: (este día fue divertido, espero que se vuelva a repetir... Pero esta vez, sin Yoshimura-san)*pensando con una sonrisa*

Los tres siguieron caminando un par de segundos, hasta que se detuvieron en seco y sus rostros mostraron una expresión de sorpresa.

Ken: no me fastidies.


(Próximo capítulo: Los fuegos artificiales *parte 2*)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro