La prueba de valor
Los autobuses ya se habían detenido y hace unas horas lo estudiantes se encontraban fuera de las cabañas, cada uno con sus grupos de cocina, preparando la cena.
Con las quintillizas, no habría mucho que detallar; ya que cada una se encontraba haciendo sus actividades con el grupo que le tocó. Yotsuba cortando la madera. Miku hechando miso a la comida, mientras que sus compañeras le decían que no tocara la olla principal. Nino mandando a los chicos a que se largaran. Itsuki esperando los quince segundos que faltaban para que su sopa estuviera lista. Y Ichika llevando los trates.
Por el lado de nuestro pelinegro favorito, este se encontraba esperando a que su comida estuviera lista. Mientras hacía eso; Maeda, el chico al que le había roto la boca, se agachó al lado suyo.
Maeda: h-hola, Segador.*nervioso*
Ken: llámame Ken o Kaneki, Maeda.
Maeda: así que sí te acuerdas de mí, Kaneki.
Ken: claro que te recuerdo. ¿Cómo está tu mandíbula?
Maeda: sí, está mejor.
Ken: qué bien. Ahora, ¿dime lo que necesitas de mí?
Maeda:*suspiró* eres muy afortunado de bailar con Nakano-san, ¿sabes? Muchos hombres están celosos de que vayas a bailar con ella.
Ken: sobre eso... ella y yo decidimos dejarlo.
Maeda: ¿eh? ¿Por qué?*sorprendido*
Ken: decidió que lo mejor sería no hacerlo. Quiere pasar el tiempo con sus hermanas.
Maeda: ya veo. Oye... ¿me podrías dar un consejo?*avergonzado*
Ken: ¿consejo?
Maeda: sí, verás... Es que no sé cómo hacer que una chica quiera ir conmigo a la prueba de valor, y quería saber si tú..
Ken: lo único que te puedo decir es que tengas confianza de ti mismo. Luego invítala a la prueba y ya. Pero te advierto: no seré para piadoso.
~Time skip~
La oscuridad del bosque, que solo era iluminado levemente por la luz de la luna que se posicionaba en lo alto. El viento azotando con fuerza las hojas de los árboles, y los arbustos que decoraban el sendero que seguían los estudiantes.
Pero sobre todas las cosa, un silencio tenebroso gobernaba la zona.
En el camino, se podía ver a un chico castaño, siendo acompañado por una chica castaña. Maeda había convencido a una chica de venir con él. Pero en el rostro del chico solo se podía ver frustración, ya que no se podía acercar a la castaña.
???: qué aburrido. Pensaba que iba a pasar algo interesante.*dijo la castaña aburrida*
Maeda: sí. (maldita sea, Kaneki. ¿Dónde demonios estás?)*enojado*
???: ¡hmp!*mirando al castaño* (su cara da miedo)*atemorizada*
Ambos siguieron caminando por el sendero; estando Maeda enojado y la chica asustada por la actitud del castaño. Pero se detuvieron en seco al escuchar un leve llanto que venía de unos arbustos.
Los jóvenes sintieron temor al oírlo, pero de igual forma decidieron ir a ver quién era el que lloraba, ya que podría necesitar ayuda.
Los jóvenes pasaron los arbustos de donde provenían los sonidos, encontrándose con un chico, llorando. Los jóvenes se acercaron al chico que acababan de encontrar, mientras que el chico se acercaban a él.
Maeda: o-oye, ¿estás bien? ¿Necesitas ayuda?
???: no... Pero él sí...
Justo en ese momento, oyeron como una rama de rompió detrás suyo. Justo en ese momento, un escalofrío recorrió la espalda de Maeda y su acompañante, quiénes incrédulos, miraron hacia atrás. Encontrándose con algo que los asustó mucho...
Maeda/Chica: ¡¡¡AHHH!!!*corriendo asustados*
???:*acercándose* ¿crees que no se vayan a traumar, Kaneki?
Ken:*quitándose la máscara y la peluca* tú fuiste quién eligió este disfraz, Hide. Hazte responsable por lo que les pase.
Hide:*apoyándose en un árbol* sí, pero tú fuiste quién le dijo que metiera a una chica.
Ken: pero tú fuiste quién me metió en la prueba de valor.
Hide: anu ma si sierto.
Ken: como sea. Mejor continuamos con esto.
Hide: sí. Está siendo divertido asustar a las personas.
Ken: no tendremos que esperar a Halloween.
Hide:*notando algo* mira, Kaneki, una luz de un celular. Alguien se acerca.
Ken: a sus puestos.*escondiéndose*
Hide:*sentándose en el suelo* estoy listo.
Las personas que iluminaban el camino se acercaron hasta donde Hide se encontraba. Pero justo antes de que pudiera iniciar a actuar, las personas lo llamaron.
???: oh, es Hide.
???2: ¿qué haces aquí?
Hide: ¿eh?*levantando la cabeza* ¿Ichika? ¿Miku?
Ichika: las mismas.
Hide:*suspiró* vaya. Sal, Kaneki. Ellas ya conocen el truco.
Ken:*colocando su cabeza en el hombro de Miku* ya veo.
Miku: ¡ahhh!
Ichika: oh, por Dios. Ken-kun, te ves horrible.
Ken:*quitándose la máscara* ese es el punto, Ichika.
Miku:*golpeado levemente el pecho de Ken* me asustaste, tonto.*haciendo un puchero*
Ken: ¿de eso no se trata la prueba de valor?
Ichika: ¿cómo les va, Ken-kun?
Ken: pues, bien. Supongo. Hemos asustado a casi todos los estudiantes. Solo se pudieron escapar un grupo.
Ichika:*acercándose más al peliengro* ¿eh? ¿Y por qué?
Ken:*mirando a Hide* alguien tuvo que ir al baño.
Hide: ¡oye! ¡Tomar mucha agua, da ganas!
Ken: como sea. En todo caso, chicas. Tomen el camino de la derecha si van a seguir derecho. Del lado izquierdo hay un barranco, así que tengan cuidado y sigan los letreros.
Ichika: ya veo. Vamos, Miku.*caminado*
Miku: sí.*siguiéndola*
Hide: bueno, ha volver al trabajo.
~Time skip~
Se podía ver cómo dos de las quintillizas, caminaban por la ruta en la cual se estaba llevando a cabo la prueba de valor. Nino y Itsuki, caminaban por la ruta, esperando que algo emocionante pasara; aunque, solo era Nino quién esperaba eso.
Por el lado de Itsuki, esta se encontraba aterrada por la decoración, ya que era muy sombría y callada. La pelirroja ya de por sí era muy miedosa, y el estar en una situación como ésta no era para nada favorable; por esa razón estaba aferrada al brazo de Nino.
Nino: oye, Itsuki. Me estás apretando muy fuerte.*quejándose*
Itsuki: ¡lo siento! No puedo evitarlo.*mirando a su alrededor* Cuando Kaneki-kun dijo que se esforzaría en la decoración creí que lo decía de broma, pero ahora que miro todo esto...
Nino: por favor, Itsuki. Se nota que la sangre que está en los árboles son solo pintura roja. Nos para asustarse.
Ken: oh, entonces tu sangre será la nueva decoración, je, je, je...
De un árbol, Ken salió con su traje, máscara y peluca puestas, listo para asustar a las chicas.
Nino y Itsuki se asustaron al verlo, tanto que Itsuki salió corriendo mientras lloraba.
Itsuki: ¡¡ya no lo soporto!!*corriendo hacia lo más profundo del bosque*
Nino: ¡Itsuki! ¡Espera!*siguiéndola*
Hide:*saliendo de su escondite* vaya. No esperé este resultado.
Ken:*quitándose la máscara* ni yo. Un momento. ¿Cuál camino fue el que tomaron?
Hide: eh... Creo que el izquierdo.
Ken: ¿el izquierdo? Mierda, tengo que ir a buscarlas.
Hide: un momento. ¿Quién será la víctima y el asesino?
Ken:*lanzándole la máscara y la peluca* te las ingenierás.*comenzando a correr*
Hide:*suspiró* rayos...
~Time skip~
Nino: ¡Itsuki! ¡Itsuki, ¿dónde estás?!*buscándola*
En medio del bosque, en plena noche oscura, Nino Nakano buscaba a su hermana menor, Itsuki. Habían pasado unos minutos desde que habían corrido hacia el lado izquierdo del camino.
Nino: ¿dónde te habrás metido, Itsuki?
La pelirosa seguía buscando a la chica de cabellos rojos. Alumbrando el camino que seguía con su celular. Pero desafortunadamente, la batería de éste se había agotado, apagándose en el proceso.
Nino: ¡eh! No, no, no... ~moo~ ¡este campamento ha sido un fiasco!*se quejó* Primero tenemos que viajar con el idiota de Kaneki hacia el campamento, luego dormimos con él en una habitación. Después nos asusta y hace que nos separemos, ¡y ahora estoy perdida en un bosque aterrador sola!
Ken: ¿te quieres callar, Nino?
La pelirosa quedó congelada al escuchar la voz del pelinegro que venía detrás de ella. Esta volteo a ver, notando que tenía un rostro serio como de costumbre, aunque a duras penas se le podía notar que estaba feliz de encontrarla.
Nino: Kaneki...*sorprendida* ¡¿Qué quieres?!*hostil*
Ken: vengo a sacarte de este "bosque aterrador".*burlón*
Nino: ¡¿quién te crees que eres para escuchar a los demás?!*avergonzada*
Ken: un don nadie.
Nino:*suspiró* bueno... ¿por dónde hay que ir?
Ken: solo sígueme.*dándole la espalda y comenzando a caminar*
Nino solo se limitó a seguir al pelinegro en silencio. No le gustaba en lo absoluto estar a solas con el oji-gris, pero debía suprimir u orgullo si quería salir de ahí.
Los minutos pasaron y no habían salido del bosque, y Nino se empezaba a incomodar más, ya que había un silencio incómodo.
Nino: oye... ¿cuánto falta para que salgamos?
Ken: ¿y abandonar a Itsuki? Primero la encontraremos, luego nos iremos de aquí.
Nino: ¿por qué te preocupa tanto ella? Sé que es una situación muy preocupante, pero tú te ves ansioso por encontrarla. ¿Por qué será?
Ken: tú misma lo dijiste: es una situación muy preocupante. Itsuki podría hacerse algún daño estando aquí sola. ¿Qué tiene de raro preocuparse?
Nino: sí, hay algo raro. Tú no eres de las personas que se preocupan por las demás. Además, de que pasas mucho tiempo con Itsuki. ¿Ustedes...?
Ken: se nota que no me conoces. Me preocupo por todas ustedes. Soy su tutor, ¿no? Aparte de ser su compañero, soy su amigo... Bueno, de las demás. No me gustaría que nada malo les pasase.
Nino: oye, ¿y dónde estoy yo?
Ken: ¿dónde estás tú en qué?
Nino: dices que te preocupamos, pero solo resaltas a las demás. ¿Dónde quedo yo en esto? ¿No te preocupo en lo más mínimo?
Ken: no. Si por mí fuera, te dejaría sola a la primera señal de problemas.
Nino: ¡¡eh!!*sorprendida* Eres un...*suspiró* Como sea, no es como si me importara que te preocupes por mí. Yo puedo defenderme sola.
Ken: ¿y por eso estabas a punto de llorar cuando te quedaste a oscuras?*burlón*
Nino: ¡a ti no te importa que haga a oscuras!
Ken: je, je... Pero... hablando en serio. Sí, me preocupo por ti.
Nino: ¿eh...?*sorprendida*
La pelirosa se sorprendió por lo dicho por el pelinegro. Ken no le dirigía la mirada, y eso era algo bueno para Nino, ya que así no podría ver el ligero sonrojo en sus mejillas.
Ken: aunque, claro. Si no lo hago y algo malo te pasa, tu padre me culpará a mí.
El sonrojo de Nino se esfumó de la misma manera que apareció, y en lugar de estar conmovida por las palabras del peliengro, volvió a ser hostil como siempre.
Nino: te odio.
Ken: lo sé. El sentimiento es mutuo.
~Ahhhh~
El llanto de alguien se hizo escuchó por la zona en la que Ken y Nino se encontraban, erizándole la piel a la pelirosa y haciendo que el pelinegro esté en alerta.
Nino: eh... Kaneki, éste no será parte de la prueba, ¿verdad?*dando un paso hacia atrás*
Ken: no. El camino ha seguir no es por aquí.
~Ahhh~
Ken: se escucha cada vez más cerca.
Nino: Itsuki mencionó antes de entrar que había escuchado que en éste bosque habían fantasmas. ¿Será verdad?
Ken: Nino, detrás de mí. Ahora.*ordenó*
Nino sin responder hizo caso a la orden del pelinegro. El llanto, se iba acercando cada vez más a ellos, ocasionando que Nino apretara con más fuerza la ropa del pelinegro. Mientras que Ken solo se mantenía serio ante la situación.
La vista del pelinegro logró divisar a alguien que caminaba hacia ellos, Ken estuvo confuso ya que por la oscuridad de la noche no podía distinguir a la persona. Pero todo cambió cuando la luz de la luna la iluminó.
Ken: ¿Itsuki?
Itsuki Nakano. La chica que se había perdido unos momentos atrás, había aparecido.
Itsuki:*snif* ¿eh?*mirando al pelinegro* ¡Kaneki-kun!*saltando a abrazarlo* Kaneki-kun estaba tan asustada.*snif* No sabía que hacer, creí que me perdería para siempre.*tranquilizándose un poco*
Ken: me alegra haberte encontrado, Itsuki.*correspondiendo al abrazo*
Itsuki: pero... ¿Qué haces aquí? Pensé que estabas con Hide.
Ken: tenía que venir a buscarlas. No podía abandonarte a tu suerte. Después de todo, ¿qué haría si mi Itsuki nunca vuelve?
Itsuki: ¿tu.. Itsuki?*sonrojada*
Nino: oye, ¿qué estás haciendo?
Ken: oh... Había olvidado que estabas aquí.*suspiró* Bueno, vámonos.*tomando de la mano a Itsuki*
Nino notó como ambos iban tomados de la mano, pero no quiso decir nada ya que vió como su hermana tenía una sonrisa en su rostro, mientras se acercaba un poco más al pelinegro.
Itsuki: (mi héroe)*apretando un poco el agarre de sus manos*
~Time skip~
Los tres habían vuelto al campamento, después de la aventura que habían tenido durante la noche, por fin había terminado.
Nino: bueno, adiós. Tengo cosas que hacer.*lléndose*
Ken: ¿ni un "gracias"? Qué malagradecida.
Itsuki: déjala. A propósito, Kaneki-kun, ¿qué harás ahora?
Ken: iré a armar la fogata para mañana en la noche.
Itsuki: ya veo. Oye... sobre la fogata...*sonrojada* ¿ya tienes a alguien con quién bailar?*apartando la mirada*
Ken: no. Y no creo que baile.
Itsuki: ¿eh? ¿Por qué?*sorprendida*
Ken: bueno, no le veo lo interesante.*suspiró* En fin, Itsuki. Se me hará tarde, y aún tengo cosas que hacer. Adiós, y no corras hacia el bosque otra vez.*lléndose*
Itsuki: ¡ya supéralo!*avergonzada*
~Time skip~
Se podía ver a un pelinegro cargando un tronco de roble con ayuda de una pelinaranja enérgica. Ambos llevaban el tronco hacia la zona en la que se estaba armando la fogata.
Ken: gracias por la ayuda, Yotsuba.
Yotsuba: no es nada, Kaneki-san.
Ken: aunque, sabes que lo podría haber hecho yo solo, ¿cierto?
Yotsuba: lo sé, pero es más divertido si lo haces con ayuda.*dándole una sonrisa*
Ken: supongo que tienes razón.*sonriendo levemente*
Yotsuba: bueno, Kaneki-san. Dejemos esto por aquí.*dejando el tronco junto al oji-gris* Ufff...*suspiró*
Ken: ¿estás cansada? Si quieres podemos sentarnos unos momentos.
Yotsuba: no, no es nada. ¡Esto es un buen ejercicio! ¡Sigamos!*enérgica, y caminando por otro tronco*
Ken:*siguiéndola* sabes, a veces me pregunto cómo es que eres tan enérgica. ¿Comes muchas azúcar o qué?
Yotsuba: hablas como un viejo, Kaneki-san. Pero, desde mi punto de vista, tú eres quién tiene mejor salud física de los dos.
Ken: ¿hmn? ¿Por qué?
Yotsuba: eh...*deteniéndose* Bueno...*rascándose la cabeza* T-tu cuerpo... Se nota que estás en forma.*sonrojada*
Ken: ¿hmn? ¿Mi cuerpo? ¿Te refieres a esto?*alzándose un poco la camisa*
La pelinaranja se sonrojó mucho más al ver el abdomen de Ken. Se notaba que había trabajado mucho en eso. Pero la expresión de Yotsuba cambió al ver el lado derecho del abdomen.
Una cicatriz de tamaño medio, se podía apreciar. Yotsuba sin darse cuenta acercó la mano hacia ella con la intención de tocarla.
Ken: ¿Yotsuba?
Yotsuba: ¿eh?*volviendo en sí* ¡Ahhh!*se sonroja* ¡Lo siento, Kaneki-san! Yo... Este... Es que... No es lo que piensas.*nerviosa* Es solo que... quería saber ¿cómo es que te hiciste eso?*apuntando a su cicatriz*
Ken: ¿mi cicatriz?*Yotsuba asintió* Bueno.*comenzando a caminar* Cuando era pequeño, no era muy agradable a los ojos de los demás. Me decían "bicho raro" o "nerd". Nunca les hice caso sus insultos, pero siempre buscaban la forma de llevar sus "bromas" a otro nivel.
Yotsuba: ¿sus bromas?
Ken: un día me empujaron hacia una ventana que daba hacia afuera del salón de clases, creyeron que era gracioso. Al principio se rieron todos lo que estaban allí, pero luego sus rostros pasaron a mostrar horror al verme.
Yotsuba: ¿horror?
Ken: yo no me había dado cuenta de lo que estaba pasando, apenas me estaba recuperando del pequeño impacto que me había dado. Pero luego... sentí un dolor horrible en mi abdomen. Y en ese momento me dí cuenta que... un fragmento de cristal mediano... me estaba atravesando el estómago.*finalizó*
Yotsuba había quedado atónita al escuchar todo eso. Su preocupación hacia el chico dueño de los ojos grises se hacía notar en su rostro. Aunque esa historia era preocupante, Ken no mostraba ningún sentimiento ante ello.
Ambos estaban delante de la bodega en la cual estaban los troncos, ya faltaba solamente uno, así que debían apresurarse.
Ken: solo una más y esto estará listo para mañana.
Dicho eso el peliengro se dispuso a alzar el último tronco con sus manos. Pero al alzar la cabeza, nota como había otra chica parecida a Yotsuba.
Ken: ¿Ichika?
Ichika: ¿oh? Ken-kun. Pensé que era otra persona.
Ken: ¿dónde está Yotsuba?
Ichika: no lo sé. Solo ví a una persona que necesitaba ayuda y vine a dársela.
Ken: bueno, llevemos este tronco. Es el último.*alzándolo*
Ichika: entendido.*alzándolo* Y dime, Ken-kun. ¿Has encontrado a alguien con quién bailar?
Ken: no. No bailaré.
Ichika: ¿eh? ¿Por qué?
Ken: solo no le veo lo divertido.
Ichika: ya veo. Sabes... Miku me contó sobre lo que le dijiste a Maeda. Dijo que si tú querías podríamos bailar.*levemente sonrojada*
Ken: lo recuerdo. Pero de todas formas no lo haré. Solo quiero estar solo ese día.
Ichika:...
Ken: ¿huh? ¿Ichika?
Sin darse cuenta, la pelirosa comenzó a derramar unas cuantas lágrimas. No sabía por qué lo hacia, pero se sentía algo triste por la respuesta. Pero al notar que estaba llorando, esta miró hacia otro lado.
Ichika: eh... No es lo que piensas, Ken-kun. Disculpa, ¿podemos bajar el tronco?*bajando el tronco*
Ken: seguro...*confundido*
Ichika: dime, Ken-kun. ¿Hay una chica que te guste?
Ken: ¿eh? ¿Qué me guste...?
Ichika: sí. Quisiera saberlo.
Ken: sí... me gustó una chica una vez... Pero eso ya fue hace muchos años.
Ichika: ¿qué pasó?
Ken: nada... No es importante. Solo... no quiero recordar eso.*bajando la cabeza*
Ichika: sabes...*acercándose a él* cuando dije que no hubiera más secretos, lo dije en serio.
Ken: lo sé. Pero esto es muy diferente. No quiero recordarlo, por favor entiéndelo.
Al alzar la cabeza, Ken notó que el rostro de Ichika estaba muy cerca del suyo. Estaban a pocos centímetros uno del otro.
Sin embargo, ninguno apartó la mirada o se alejó, sino que siguieron acercándose.
Ichika: sea lo que sea que hizo esa chica... Deja que yo sea quién te sane.
Fue lo último que dijo, antes de besar al pelinegro en la boca....
(Próximo capítulo: Confusión)
Lore-craft: ¡y la cosa se prendió! ¡Ichika se lanzó con todo! ¿Qué sigue para nuestro pelinegro? ¿Qué pasará ahora con los sentimientos de Ken?
Descúbrelo en el próximo capítulo.
(Por cierto, ¿quieren que está sea la nueva portada de la historia?)
Sayonara......
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro