La mejor fiesta de bienvenida (1ra parte)
Sentadas en las gradas del gimnasio Eto y Rize se encontraban sentadas en silencio. Ninguna de las dos se dirigía la palabra desde hace ya dos años, desde que todo eso pasó. La pelirosa se encontraba nerviosa e incómoda por tener tan cerca a quién alguna vez en el pasado fue su amiga; recuerdos sobre la promesa que le hizo la invadieron, haciéndola sentirse más culpable de lo que ya era.
Por su parte, Eto se encontraba calmada, mirando al frente, a los estudiantes que aún seguían preparando todo para la fiesta de bienvenida.
Rize: E-Eto...*dijo con nerviosismo*
Eto: ¿qué?*sin mirarla*
Rize: ¿de qué quieres hablar? Conociéndote, no vendrías aquí si no fuera para decirme algo...*haciéndose una idea*
Eto: qué rápida. Si ya sabes lo que quiero, entonces no tiene caso que lo diga.*mirándola por primera vez* ¿Lo harás?
Rize: Eto...*bajando la cabeza* En serio... discúlpame, pero no lo puedo hacer.*declaró*
Eto: ¿hmn?*apretando su puño inconscientemente* ¿Qué? ¿No lo harás?
Rize: no. Lo siento, hay algo que-
Eto: no me importa.*interrumpiendo*
Rize: ¿eh?*nerviosa*
Eto: no me importa lo que quieras hacer.*mirándola de manera amenazante* No te acercarás más a Ken-kun, ¿entendido? Te irás de aquí y nunca volverás.*levantándose* De lo contrario...*poniéndose al frente de ella* haré tu estadía aquí un infierno. Tal y como se lo hiciste a Ken-kun.*enojada*
Rize: je...*cabizbaja* En verdad me odias.
Eto: no tienes ni idea. No sabes lo mucho que te odio. Confié en ti, y dañaste lo que más amo. ¡Ken-kun lloró día y noche por ti! ¡¿Sabes lo que se siente que la persona que amas te termine de la misma manera que lo hiciste tú?!*enojada* ¡Creí que éramos amigas! ¡Qué lo amarías tanto como yo lo amo! ¡Aparté todos mis sentimientos por él y te lo di! ¡De haber sabido que todo iba a terminar así, me lo hubiera quedado yo en primer lugar!*tomándola de los hombros con fuerza* ¡Dime, Rize, ¿tienes idea de lo mucho que sufrió por ti?! ¡¿Eres capaz de hacerte una idea?! ¡Responde, Rize!
Al escuchar eso, Rize solo abrió los ojos de la sorpresa, mientras era sacudida por la peliverde, quién exigía que respondiera. Sin embargo, la pelirosa solo se limitaba a mantenerse en silencio. Gracias a Dios que había música alta en el lugar; así nadie las estaba escuchando.
Rize: yo...*susurró*
Eto: ¿huh? ¿Qué? ¡Habla más alto!
Rize: yo nunca quise que esto pasara...*con voz quebrada* Nunca quise herir a Ken. Pero...*apretando con fuerza su falda* ¡¿Qué iba a pensar si le decía todo?!*gritó* Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, ¡pero era más aterrador ser sincera!*llorando*
~¡Slap!~
El sonido de una fuerte cachetada, apenas logró ser oído por ambas chicas que se encontraban cerca la una de la otra gracias al alto volumen de la música.
Confusión, era lo que reflejaba la pelirosa que había recibido el golpe. Desconfianza, era lo que reflejaba la peliverde al tener delante suya a la persona que hirió lo que más ama.
Eto: jamás... ¡Jamás volveré a caer en esa cara!*enojada* Te lo advierto, Rize Kamishiro. ¡No te acerques más a él!
Fue lo último que dijo la peliverde antes irse de ahí, dejando a la pelirosa llorando. Tomando el libro que había caído al suelo cuando le dio aquella cachetada, Rize, desesperadamente intentó escapar de aquella realidad tormentosa y cruel. Intentando volver a leer por donde había quedado, las lágrimas caían en el papel, mojándolo. Cubriendo sus rostro con el libro, la chica no aguantó más y rompió en llanto.
Y en ese instante, por la puerta del gimnasio, el pelinegro hizo acto de presencia. Cabizbajo y con una expresión pensativa en su rostro, Ken solo podía pensar en una persona: Rize. Quizás había averiguado por fin a qué se refería Rize en aquella ocasión. No obstante, el dolor y la desconfianza impedían que fuera y hablara con ella. Por eso, al ver como intentaba esconder que estaba llorando, simplemente fue hacia donde estaban las quintillizas. Sintiéndose un poco mal por no ir a consolarla...
Mientras se acercaba a la mesa donde las quintillizas estaban, estás le sonreían y lo saludaban.
Yotsuba: ¡Kaneki-san!*saludó*
Nino: ¿dónde estabas? Ya casi estamos por terminar todo.*le recriminó*
Ken: lo siento. Me distraje.*distante*
Miku: Ken, tu cuello...*apuntando con su dedo, sorprendida*
Todas las hermanas miraron el cuello del pelinegro, notando marcas de dedos en él como si hubieran tratado de asfixiarlo.
Itsuki: ¡Ken-kun, ¿estás bien?!*preocupada*
Ken: ah, sí.*ocultando sus marcas* No es nada grave.
Ichika: ¿tuviste una pelea?
Ken: podría decirse que sí. Aunque solo fue un aviso...*mirándola* Cambiando de tema, ¿necesitan ayuda en algo?
Itsuki: nosotras no, ya hemos terminado con todo. Pero podrías y a preguntarle a los demás si necesitan ayuda.*dijo*
Ken: ya veo.*yendo hacia donde se encontraban Hide y Nao* Nos vemos al rato.
~Mientras tanto con Kurona y Nashiro~
Las dos hermanas se encontraban sorprendidas por lo que habían visto. Se suponía que solamente debían vigilar a Rize, pero fueron testigos de la discusión de ella y Eto. Y aunque no escucharon de qué hablaron, con solo ver que Rize rompió en llanto y Eto la abofeteó, se hicieron una idea en la cabeza.
Nashiro: ¿por qué Rize estaba llorando?*preguntó mientras miraba a su hermana*
Kurona: no lo sé. Quizás sea porque le dijeron lo que era.*sacando su celular* En todo caso, ya hemos terminado de vigilar a Rize. Le enviaré a Kaneki-senpai un mensaje.*miró a la albina* ¿Nos vamos?
Nashiro: sí. Vámonos.*tomando sus cosas*
Ambas hermanas había terminado el trabajo que se les había encomendado. Felices por haber ayudado al chico que amaban, las gemelas se dirigieron a la salida de la escuela, pero aún se encontraban confundidas por la conversación de Eto y Rize. Girando su cabeza en señal de negación, las gemelas apartaron cualquier pensamiento relacionado a aquello; no era de su incumbencia, era algo que solo lo podían resolver Ken, Eto, Rize y Furuta. Ellas sobraban.
~Time skip/Con Ken~
Saliendo del gimnasio acompañado por las quintillizas, Eto, Touka, Hide y Nao, el pelinegro regresaba a su hogar a descansar. Y mientras que las hermanas Nakano hablaban animadamente entre ellas, y del mismo modo Nao lo hacía con su pareja y Eto lo hacía con Touka, Ken se encontraba detrás de ellos. Desde la pequeña pelea hasta ahora, las preguntas que giraban en torno a Rize seguían llegando a su cabeza. No importaba lo que hiciera para distraerse, luego de unos momentos volvían.
Ken: (¿por qué estoy así por ella? No es cómo si me importara lo que ella hiciera, ¿cierto? Entonces, ¿por qué le dije a Nimura que se alejara de ella? ¿Estoy celoso? No, no es posible. Tengo a Eto, a Itsuki, a Touka y, ahora, a Nino. No debería estar así por ella...)*debatía en su mente* (¿Será que... aún la amo? ¡No, Ken! ¡Ya tienes pareja, y varias además! ¡No pienses en eso, no pienses en ella!)*frunciendo un poco el ceño*
Hide: ¿ocurre algo, Kaneki?*mirándolo*
Ken: ¿eh?*mirándolo* Hide...
Hide: ¿te ocurre algo? Estás peleando contigo mismo otra vez, ¿cierto?*observando su expresión de frustración*
Ken: no. Sí...*se sinceró* Otra vez...
Hide: es por ella, ¿cierto?*refiriéndose a Rize*
Ken: sí. No sale de mi cabeza.
Hide: ¿por qué ella? Pensé que la odias.
Ken: no... No lo sé.
Estando afuera de la escuela ya, las quintillizas se despidieron del grupo de amigos. Pero antes de irse, Itsuki se acercó al pelinegro y le dio un cálido beso en los labios. El resto de hermanas camufló su dolor al ver eso apartando la mirada o concentrándose en sus celulares.
Itsuki: nos vemos mañana, Ken-kun.*sonriéndole de forma angélical*
Ken: sí.*dándole una leve sonrisa* Te veré mañana. Espero verlas a todas.*mirando a las demás*
Ichika: s-sí. ¡Nos vemos!*se despidió*
Nino: ni se te ocurra faltar, Ken.
Miku: adiós.
Yotsuba: ¡adiós, chicos!
Itsuki: buenas tardes a todos. Nos vemos.
Decían todas mientras de alejaban. Estando solos en la entrada de la escuela, los amigos se disponían a ir a casa, pero, de repente y sin avisar, Eto se abalanzó sobre el pelinegro y lo tomó de la mano. Confundido, Ken miró la sonrisa de la peliverde, quien se acercaba más su rostro.
Eto: ¡Ken-kun, tengamos una cita!*dijo con emoción*
Ken: ¿justo ahora?
Eto: ¡sí!*entrelazando sus dedos con los de él* Por favor.*mostrando ternura en su rostro*
Ken: ¡hmnp!*apartando la mirada* Tramposa. Sabes que nunca digo que no cuando pones esa cara.*rascando su cabeza*
Eto: je, je, je.*sacando la lengua de forma boba*
Ken: bien...*estirando su mano* Vamos.*sonriendo levemente*
Eto:*sonriendo abiertamente* ¡sí!*abrazándolo* ¡Vamos, vamos!*impaciente*
Ken: Hide, lo siento. Podrías...
Hide: no te preocupes. Nao y yo tendremos una cita también, ¿cierto?*mirando a la albina*
Nao: ¡sí! Eto-chan, cuñadito. ¡Usen protección! ¡Todavía no quiero sobrinos!*aconsejó con una gran sonrisa*
Al oír aquello, Ken y Eto se sonrojaron levemente, mientras que Hide se echó a reír por la reacción que ambos habían tenido. Sin perder más el tiempo, Ken y Eto comenzaron a caminar hacia el parque. Pero antes de que siquiera llegaran a dar el tercero, una peliazul tomó de la manga al pelinegro, llamando su atención. Al voltear a verla, Ken sonrió de manera burlona por unos segundos al ver la expresión en el rostro de la chica. Se encontraba sonroja, avergonzada y nerviosa. Ya sabía lo que iba a pedir.
Touka: ¿puedo ir también?*jugando con su cabello y mirando a otro lugar*
Riendo un poco, Ken cambió la sonrisa burlona por su habitual sonrisa, para después tomar de la mano a Touka.
Ken: no tienes por qué preguntar, Touka-chan.
Touka: Ken-nii-chan...*sonriendo con felicidad*
Entrelazando sus dedos con los de sus parejas, Ken, Touka y Eto fueron a tener su cita, mientras que Hide y Nao cogían un camino distinto para la suya.
No obstante, mientras caminaban, la sonrisa de la peliverde cambió a una mirada seria mientras veía hacia atrás, más concretamente a la entrada de la escuela, donde se encontraba una Rize sorprendida por lo que veía.
El chico que amaba con todo su ser no solo tenía una novia como Eto, sino que también la propia Touka era otra. Bajando su cabeza en señal de derrota, gotas rojas cayeron al suelo donde la pelirosa miraba. Percatándose de eso, Rize limpió rápidamente la sangre que salía de su nariz con una pañuelo blanco.
Las piernas de la chica temblaban, tenía marcas de golpes en la cara, su ropa se encontraba arrugada y estaba despeinada. Algo pasó en esos cortos minutos que había estado dentro de la escuela...
~Mientras tanto con las Nakano~
Sentadas todas en el sofá de la sala de estar, las quintillizas suspiraban de alivio al poder descansar después un arduo trabajo. Leves sonrisas de satisfacción se dibujaban en sus rostros mientras más se acurrucaban en el suave sofá; hasta que el rugido del estómago de la última quintilliza se presentó, haciendo que la pelirroja llevase su mano a su estómago.
Itsuki: Nino, tengo hambre.
Nino: ¿y? Estoy muy cansada como para moverme. Hazlo tú, ¿sí?*dijo, mientras se estiraba*
Itsuki: mala.*mirando a la castaña* Miku, ¿podrías..?
Miku: no. Hazlo tú.*acurrucándose en el sofá*
Itsuki: ahh...*suspiró de mala gana* Vale, vale... Lo hago yo.*levantándose*
Ichika: oh, Itsuki, ¿podrías hacerme algo de comer a mí también, por favor?*juntando sus manos*
Itsuki: no. Hazlo tú.*dijo mientras se acercaba a la cocina*
Ichika: je, je... (Se desquitó conmigo.)*sonriendo levemente nerviosa*
Y mientras que la última hermana se hacía unos sándwiches hasta que a Nino se le diera la gana de levantarse y hacer una buena cena, Ichika comenzó a observar a su alrededor, obviando el televisor que estaba encendido. De repente, la mirada de la pelirosa se detuvo y se enfocó en un oso de peluche marrón, que había visto hace ya unos cuantos meses atrás.
Ichika: por cierto, Itsuki.*llamando la atención de la pelirroja*
Itsuki: ¿qué sucede?*echándole mayonesa al pan*
Ichika: ese oso de peluche que está cerca del televisor, te lo doy Ken-kun, ¿cierto?*apuntando al peluche*
Itsuki: así es. Ji, ji, ji...*rió un poco con las mejillas sonrojadas* Fue el primer regalo que Ken-kun me dió. De hecho, ustedes estaban ese día, ¿recuerdan? Cuando fuimos a ver los fuegos artificiales.
Ichika: oh, ya recuerdo.*recordó* También le dió uno a Yoshimura-san, ¿no?
Yotsuba: los fuegos artificiales... ¡Ya quiero ir a verlos otra vez!*emocionada*
Nino: cierto. Volveré a alquilar la terraza, ¿les parece bien?*propuso*
Miku: siempre y cuándo nos digas la dirección.*comentó mientras veía el documental que pasaba por la televisión*
Nino: ¿ah? ¡Ya supéralo!*avergonzada* Además, dame permiso. Mi programa favorito comienza en cinco minutos.*tratando de coger el control*
Miku: no.*esquivando el agarre* Sasaki Kojiro se va a enfrentar a Miyamoto Musashi. No me la puedo perder.
Nino: ¡¿ha?! ¡Pero si ya sabes qué Sasaki muere y termina luchando contra Poseidón en el Valhalla!*tomando el control y jalándolo hacia ella*
Miku: ¡eso es Shuumatsu no Valkyrie!*aferrándose al control*
Mientras que las dos hermanas peleaban, Itsuki miraba con una gota de sudor desde la cocina todo lo que pasaba. De repente, sintió como alguien ponía su mano en su hombro; girando su cabeza y encontrando al responsable, Ichika.
Ichika: yo también quiero hacerme uno.*refiriéndose a los sándwiches*
Itsuki: adelante. Yo ya estoy terminando.
Ichika: gracias.
Ichika comenzó a sacar los ingredientes necesarios para preparar su sandwich, mientras que la pelirroja se encontraba con una sonrisa acercando su sandwich a su boca, mordiéndolo y disfrutando de él. Sin embargo, la sonrisa de la pelirosa se fue borrando al pasar el tiempo, y una pregunta se iba generando en su interior.
Ichika: oye, Itsuki. ¿Cuándo fue que Ken-kun y tú se hicieron novios?*sin mirarla*
Itsuki: oh.*mirándola con sorpresa* Fue durante el campamento escolar.
Ichika: ¿podrías decirme qué fue lo que pasó para que se volvieran novios?*interesada*
Itsuki: este... Es un poco vergonzoso.*apartando la mirada, evitando que viera sus mejillas sonrojadas*
Ichika: vamos, vamos. No me voy a reír de ti.*riéndose un poco por la actitud de su hermana*
Itsuki: b-bueno... ¡Pero no te reías!*apuntó con su dedo índice*
Ichika: ¡te lo prometo!
Itsuki: bueno, verás...
La pelirroja empezó a contarle todo lo que pasó aquella noche cerca del acantilado, omitiendo el detalle de que hizo que tocara uno de sus pechos. Ichika, con forme más escuchaba la historia un presión en su pecho iba creciendo. "¿Tan fácil había sido enamorarlo?" Se preguntaba la primera hermana mientras terminaba de preparar su sandwich. La historia continuó, causando que la pelirosa bajase un poco la mirada y dejara de sonreír, contrastando así con la sonrisa de felicidad que la última quintilliza mostraba.
Itsuki: ...y eso fue lo que pasó.*terminó con una leve sonrisa*
Ichika: y-ya veo.*terminando de preparar el sandwich* Oye, una pregunta. ¿Crees que si otra chica se le hubiese confesado en ese momento, Ken-kun la habría aceptado?*preguntó con la mirada baja, haciendo que su flequillo cubriera sus ojos*
Itsuki: no creo. Ken-kun no acepta a quienes no conoce.*dando media vuelta* ¡Bien, a comer!
Ichika: ¿y si te lo quitan?
Al escuchar aquello, Itsuki paró en seco su mandíbula y abrió los ojos con sorpresa. Dando media vuelta nuevamente y mirando a su hermana, quién se encontraba dándole la espalda.
Itsuki: ¿qué?
Ichika: ¿no lo has pensado?*dando media vuelta* ¿Qué tal si alguien más enamora a Ken-kun y termina contigo? ¿Dejarías que te vayas o te aferrarías a él?
Itsuki: ¿qué...? ¿Qué quieres decir?
Ichika: ¿si otra chica enamora a Ken-kun y se vuelven novios, estarías dispuesta a dejarlo ir, o te aferrarás a él?*preguntó esta vez mirando a los ojos a su hermana*
Itsuki: bueno, yo... no creo que pase, la verdad. Ken-kun ya tiene mucha atención.*recordando a las demás* Pero sí llegara a pasar...*cambiando su expresión por una de tristeza* entonces, no me quedaría otra opción que aceptarlo y apoyarlo. A pesar de que ya no seamos pareja, yo siempre voy a querer a Ken-kun.*sonriendo con tristeza*
Ichika: Itsuki...
Itsuki: qué mala eres, Ichika. Hablar de esto hizo que perdiera el apetito.*mirando su sandwich* ¿Lo quieres?*ofreció*
Ichika: sí... Gracias.*tomándolo*
Itsuki: estaré en mi habitación un rato. Nos vemos.*yéndose de ls cocina*
Y mientras que la pelirroja se iba de la cocina manteniendo aquella sonrisa de tristeza, Ichika miraba aquello con algo de pena y remordimiento. Había llegado a esa conversación para saber si podría ser perdonada por ella en el caso de que le lograra quitar a Ken.
Ichika: (¿debería hacer algo...?)*pensó mientras iba a la mesa* (Itsuki dice que lo aceptaría, pero ¿qué tan cierto es eso?)*sentándose en la silla* (Itsuki llega ser muy posesiva con lo que es suyo. ¿Quitarle a su novio no causará problemas?)*suspiró* (¿Por qué...? ¿Por qué tuviste que enamorarme, Ken-kun? Quisiera poder aceptar que estás con mi hermana...)*tocando sus labios*(Pero aquella sensación...)*recordando la vez que lo besó* (Quisiera volver a repetirla...)
Y mientras que la mayor de las quintillizas se encontraba debatiendo si actuar o no, la menor de las cinco se encontraba en su habitación, acostada en su cama, las palabras de Ichika habían logrado atormentar a Itsuki. Abrazando aquel oso de peluche blanco que ganó para ella la primera vez que salieron, negaba cualquier posibilidad de ser dejada por el pelinegro. "¿Qué podría hacer para que él la odie y la deje?" O, "¿él la llegaría a odiar?" Preguntas que pasaban por su mente y todas eran con respecto al odio; ya que era la única manera de que él terminara con ella.
Itsuki: no...
Dijo en voz baja mientras imaginaba un sin fin de escenarios posibles en el que ella era odiada por el pelinegro que tanto amaba, aferrándose más al peluche, sumergió su cabeza en él.
Itsuki: no...
Pequeños sollozos empezaron a provenir de la chica que en cuestión de segundos se convirtió en un llanto.
Itsuki: no me dejes...
Aunque solo era un pensamiento, el miedo de que se volviera realidad hizo que las lágrimas simplemente saliera...
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~Al día siguiente/Unos minutos antes de que la fiesta comience~
Sentados en unas mesas, las quintillizas y Ken se encontraban charlando un poco antes que todos los estudiantes puedan ir al gimnasio, donde se dará inicio a la fiesta de manera oficial. Hablando sobre lo divertido que sería este día, Ichika, Nino, Miku y Yotsuba emanaban un aura de felicidad, el cual era superior al aura depresiva de la última hermana.
Itsuki, recostada sobre sus brazos, recordaba las palabras de su hermana mayor la noche anterior. Desde ese entonces, el pensar de que su novio la dejara le dolía. Quizás sea tonto pensar que con la primera pareja que tengas formarás una familia, pero para Itsuki ese sueño lo quería cumplir. Ni siquiera cuando estuvo enamorada de Goki hace muchos años sentía lo mismo que en los momentos que pasaba con el pelinegro. Ser abrazada, elogiada, acariciaba, felicitada, ayudada y besada, eran momentos en los que sentía que era la persona más feliz del mundo. Momentos que no quería perder...
Ken: ¿estás bien?*preguntó con algo de preocupación mientras la movía*
Itsuki: ¿uhm?*alzando su mirada* Ken-kun...
Ken: ¿sucede algo?*colocando una de sus manos en su hombro*
Itsuki: Ken-kun, ¿podemos hablar ahora?*preguntó con una expresión algo decaída*
Ken:*notando aquella expresión* sí.
Dicho eso, la pareja se levantó de sus asientos y caminaron hacia lo más alejado de la biblioteca. Mientras se iban de lugar, las demás hermanas pararon de hablar y miraron con atención hacia donde iban.
Ichika: ¿qué irán hacer?
Miku: cosas de pareja, quizás...*bajando un poco la cabeza* No es de nuestra incumbencia...
Yotsuba: bueno, hay que preguntar cuando regresen si tenemos dudas, ¿cierto?*aguantando las ganas de ir y escuchar*
Nino: háganlo ustedes. Yo iré a escuchar.*levantándose y yendo detrás de ellos*
Ichika:*levantándose de golpe* ¡Nino! Déjalos solos. No es de nuestra incumbencia lo que tengan que decir. Seguro no es nada grave.*dijo, tratando de que se quedara*
Nino: oh, vamos. ¿No me digas que tú no sientes curiosidad?*sonriéndole de manera burlona* Además, si no es nada importante, no habrá problema.*continuando avanzando*
Ichika: ¡espera, Nino!*acercándose a ella con algo de impaciencia* Por favor, quédate con nosotras.*sacando unos naipes* Mira, traje naipes. Podemos jugar y esperar, jajaja...*rió con nerviosismo*
Nino: ¿qué te sucede? ¿Por qué insistes tanto en que me quede?
Ichika: porque... Porque...*recordando las palabras que le dijo ayer* Por nada, en realidad.*mintió*
Nino:*suspiró* como sea... Ustedes hagan lo que quieran, yo iré a ver qué es lo pasa.
Y mientras Nino tomaba otra ruta para no ser vista, las demás hermanas quedaron pensativas sobre qué hacer en ese momento. Pocos segundos después, Ichika empezó a caminar hacia donde se había ido Nino, seguida de Miku y Yotsuba.
~Con Ken y Itsuki~
La pareja se encontraba en lo más alejado de la biblioteca, apoyándose en la pared que se encontraba, Ken miraba a su alrededor para saber su venía alguien, mientras que Itsuki se encontraba cabizbaja con las manos juntas.
Ken: no hay nadie.*miró a la pelirroja* ¿Puedes decirme lo que sucede?
Itsuki: ...Ken-kun. ¿Recuerdas lo que te dije hace tiempo cuando salimos? ¿Lo del sueño que tuve?*sonriendo levemente*
Ken: sí.
Itsuki: yo... aún quiero que eso pase.*alzando su mirada, mostrando una leve sonrisa de tristeza* Tú... ¿todavía quieres eso?
Ken: ¿eh? ¿A qué viene eso?*confundido*
Itsuki: pues... teniendo a Touka y Eto, he estado pensando que quizás ya no querías tener una familia conmigo...*apretando con fuerza su falda* Dime, ¿aún quieres hacerlo? ¿O no quieres que sea yo la que te dé un hijo?*empezando a sollozar* Sea cual sea tu decisión, quiero saberla aquí y ahora. Respetaré... lo que decidas...*con voz quebrada dijo lo último*
Al ver cómo la pelirroja que amaba estaba a punto de llorar, Ken se acercó más Itsuki y le dio un cálido abrazo. Mientras que las lágrimas salieron de sus ojos por el repentino movimiento, la sorpresa se presentaba en el rostro de la pelirroja, quién alzó la mirada encontrándose con la cálida sonrisa de su novio.
Ken: no sé por qué preguntas eso, ni tampoco me importa.*sobando un poco la mejilla de la chica* ¿Recuerdas cuál era el nombre que le pondrías?
Itsuki: Kenny...
Ken: bien.*limpiando sus lágrimas* Recuérdalo de ahora en adelante...*tomándola de la cintura y acercándola a él* porque ese será el nombre de nuestro hijo.*sonriéndole*
Itsuki: Ken-kun...
Ken: creo que nunca te lo he dicho.*tomándola de la mano* Pero no te imaginas lo feliz que me siento a tu lado. Te amo, Itsuki.*besándola*
Y de la misma manera en la que el miedo se apoderó de ella, el miedo se fue al sentir el calor de los labios del pelinegro. La calma y la tranquilidad dominó el cuerpo de la chica, quién se dejó llevar y abrazó el cuerpo del pelinegro mientras correspondía al beso.
Y mientras que la pareja demostraba su amor y cariño a través de ese beso, las demás hermanas que se encontraban escondidas detrás de la estantería, estaban cabizbajas, deprimidas...
Pero, aún así, la palabra de "familia" les quedó grabado en su mente.
~Time skip~
Sentadas en las gradas del gimnasio, apartadas del resto de estudiantes, Ichika, Nino, Miku y Yotsuba, miraban con algo de envidia como Ken y Itsuki bailaban. Abrazados, siguiendo el ritmo de una melodía armoniosa, sus leves sonrisas eran vistas por la mayoría de estudiantes, quiénes se encontraban sorprendidos de que el chico más frío y distante de toda la escuela, estuviera bailando con una de las bellezas más deseadas por los estudiantes. Miradas de envidia tanto de las quintillizas como de los alumnos eran percibidas por ambas partes, ignorando olímpicamente lo que pensaran los demás, ambos seguían sumergidos en ese momento tan especial.
No obstante, unos minutos más tarde, Itsuki soltó al pelinegro, dándole una hermosa sonrisa antes de irse a sentar donde estaban sus hermanas. Y mientras se acercaba a las gradas, Eto quién se encontraba cerca de ahí se levantó de su puesto y caminó hacia el pelinegro. Cruzando las miradas, ambas se dieron una leve sonrisa; para después, volver a mirar al pelinegro.
Ken: así que tú serás la siguiente.*habló cuando la tuvo al frente*
Eto: sí.*extendiendo su mano* ¿Empezamos?*sonriéndole*
Ken: sí.*tomando su mano y devolviéndole el gesto*
Así, ambos amigos de la infancia y ahora pareja empezaron a bailar de la misma manera en la que Ken lo había hecho antes con Itsuki. Abrazados de una manera que los demás podrían afirmar que eran una pareja, pero las miradas de los ajenos no les importaba en ese momento.
Ken: sabes que tendremos que inventarnos muchas mentiras, ¿cierto?*dijo mientras abría levemente los ojos*
Eto: no importa. Que piensen lo que quieran.*abrazándolo con más fuerza* Ahora solo quiero disfrutar de este momento.
Ken: yo también.*mirando a su alrededor* Je, por lo que veo solo Hide y Nao se están divirtiendo.*mirando a los mencionados* El resto se nos queda mirando.
Eto: ja... como se nota que no tienen nada mejor que hacer.*mirando a su alrededor también* Incluso sus parejas están celosas.*rió en voz baja*
Ken: sí...*sobando su cabeza* ¿Recuerdas hace dos años, cuando estábamos practicando el baile del festival cultural?
Eto: sí. Estábamos todos. Tú, yo, Hide y...*cambiando su expresión de alegría a una de molestia*
Ken: Rize...*dijo con algo de tristeza*
Eto: no la menciones, por favor.*un poco molesta* Ojalá se haya marchado ya.
Ken: Eto... ¿podríamos seguir en otro momento? Tengo que ir al baño.
Eto:*dejando de abrazarlo* claro. Bailemos luego, ¿sí?*sonriéndole*
~Time skip~
~Snif, snif~
Deteniéndose al escuchar aquellos sollozos repentinos, el pelinegro que se encontraba regresando del baño, quedó confundido aquel llanto y curioso de saber quien provocaba aquello, siguió aquel sonido, esperando ayudar a quien estuviera llorando.
Sin embargo, grande fue su sorpresa al girar una esquina y ver a aquella chica que tanto odiaba llorando, sentada y abrazando sus piernas y sumergiendo su rostro en ellas, el llanto de quién una vez amó, hizo que toda clase de odio que estuviera en su interior se esfumara, y en su lugar, miró con lástima a la pelirosa. Sacando un pañuelo de su bolsillo, este lo lanzó hacia donde se encontraba sentada. Al caer en la cabeza de la chica, y para sorpresa de Ken, Rize reaccionó moviéndose rápidamente hacia un lado, como si de un víctima estuviera huyendo de su secuestrador.
Rize: ¡¡basta!! ¡¡Ya no más, por favor!!*gritó aterrada*
Ken: Rize...
Al oír la voz de aquel chico, rápidamente limpió sus lágrimas y dio media vuelta para evitar ser vista.
Rize: ¡no me mires!*cubriendo su rostro con sus manos*
Ken: Rize, ¿qué te sucede?
Rize: nada en especial. Por favor, vete. Eto se enojará conmigo si nos ve.*tratando de que se vaya*
Ken: ya veo.*sentándose en el suelo* Pero antes de irme, quiero que me respondas algo. Con toda sinceridad.*serio* ¿Qué soy para ti?
Al oír aquella pregunta, Rize bajó sus manos y abrió los ojos en señal de sorpresa.
Rize: ¿por qué preguntas eso?*confundida*
Ken: ¿debe haber alguna razón?
Rize: claro que sí. No me hablarías así como así. Dime, cuál es la razón. ¿Para humillarme? ¿Gritarme? O... ¿golpearme?*bajando un poco su cabeza*
Ken: oh... Pues... ni yo mismo sé la razón.*mirando el pasillo* Quizás sea porque tengo la costumbre de ayudar a las personas. O puede que hoy sea un día especial... Sea cual sea la razón, la desconozco.
Rize: ...
Ken: siento haberte hablado de esa manera el otro día.*mirando al suelo* Perdón.*arrepentido*
Rize: ...
Ken: deberías ir a la fiesta y relajarte un poco, ¿sabes?*mirándola*
Rize: ...*dando media vuelta*
Nuevamente, la sorpresa... No. Esta vez no fue sorpresa, sino preocupación al ver el rostro de la chica. Marcas de dedos en su cuello, una línea de sangre saliendo de su boca y nariz, y su mejilla izquierda morada, como si alguien le hubiera pegado un puñetazo.
Ken: ¡Rize, ¿qué te pasó?!*tomándola de los hombros*
Al notar la preocupación del chico, la pelirosa dibujó una leve sonrisa en su rostro, y con algo de delicadeza tomó una de las manos del chico.
Rize: no te preocupes, yo... estaré bien.*sonriéndole*
Ken: Nimura...*cabizbajo*
Rize: ¿eh?
Ken: ¡fue Nimura el que te hizo esto, ¿cierto?!*enojado*
Rize: n-no.*nerviosa*
Ken: ¡¡la verdad, Rize!!*gritó*
Rize:*asintió intimidada*
Ken:*suspiró y se levantó* Rize, quiero que me hagas un favor. ¿Lo harás?*calmándose*
Rize: s-sí.
Ken: aléjate de Nimura. No te acerques más a él, ¿oíste?*mirándola fijamente*
Rize: sí... Está bien.
Ken:*sonriendo levemente* entonces, ven.*extendiendo su mano* Vamos.
Tomando aquella mano con timidez, dibujando una leve sonrisa en su rostro mientras tomaba la mano del chico al que ama, levantándose del suelo gracias ella. Siendo guiada por él a la fiesta, sintiendo paz en su interior, por primera vez en mucho tiempo, se sintió libre.
Rize: tú... Tú...*deteniéndose*
Ken: ¿huh?
Rize: tú eres... lo más importante de mi vida.*declaró con una gran sonrisa*
Al ver aquella hermosa sonrisa, el corazón de Ken comenzó a latir más rápido y sus mejillas se sonrojaron en pocos segundos, al igual que la pelirosa, quién miraba al suelo para no ser vista.
En ese instante lo supo, Ken seguía estando enamorado de ella. Aquellos sentimientos que creyó haber superado, no se habían ido del todo.
Ken soltó la mano de la pelirosa y dio media vuelta, intentando ocultar sonrojo.
Ken: andando.
~Time skip~
Ambos habían vuelto a la fiesta, observando como todos ahora se encontraban bailando con sus parejas. Caminando en medio de ellas hacia las gradas donde se encontraban sus demás compañeros, Ken estaba dispuesto a darle la oportunidad a Rize de ser amigos y de conocerse, pero para llevar eso a cabo, debía hablar con todos.
Furuta: oh, ahí estás.
En ese instante, el rostro de Rize se volvió pálido y gotas de sudor frío se deslizaron por su frente. Por otro lado, Ken solo pudo apretar sus puños por la ira de que él estuviera aquí.
Furuta: Rize-chan, te estaba buscando por todos lados. ¿Dónde te habías metido? Me tenías muy preocupado.*acercándose a ella* Ven, vamos a divertirnos juntos.*sonriéndole*
~¡Slap!~
Justo en el momento en el que Furuta iba tomar de la mano a Rize, Ken golpeo con furia la mano del pelinegro. Rápidamente, tomó de la cintura a Rize y la acercó a su cuerpo. De repente, la música se detuvo y todos los estudiantes miraron a los dos pelinegros y a la pelirosa.
Furuta: Kaneki-kun, ¿se puede saber qué haces con mi novia?*acercándose a él*
Ken: Nimura. Creí habértelo dicho, pero parece que no lo dejé muy claro, ¿cierto?*mirando con odio a Furuta* Déjame repetirlo. ¡¡Aléjate de mi Rize!!
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(Próximo capítulo: La mejor fiesta de bienvenida *2da parte*)
Lore-Craft: hola p*tos. ¿Cómo están, cómo se encuentran? ¿Todo bien?
Bien, chicos. Aparezco por aquí como de costumbre a darle unos cuantos anuncios. Lo primero y más importante, y la razón del por qué no he actualizado tanto en este mes es porque estoy en clases y desde el inicio está siendo complicado mantenerme escribiendo y estudiando al mismo tiempo. Por eso he decidido que las actualizaciones serán en menor medida. Espero y entiendan.
Segundo, estamos a dos capítulos de terminar el arco de Rize. Lo que significa que solo haría falta un arco para que el fic acabase después de dos años de actualización. Aunque, he de decir que el tercer arco será largo. Más que los demás. Y por fin, después de mucho esperar, se sabrá la razón de por qué todo terminó como se mostró en el prólogo.
Pero díganme, ¿qué les está pareciendo este segundo arco?
Bueno, sin nada más que decir...
Sayonara...
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