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Juicio estúpido


~Al día siguiente~

Ken se encontraba en la entrada al edificio donde se hospedaban las quintillizas. A simple vista parecía que todo estaba normal, pero no era así, en el rostro del pelinegro se apreciaba frustración.

La razón; no podía abrir la puerta automática que le impedía avanzar, es cierto que podía marcar el número de la habitación con la máquina que estaba a su lado, pero no recordaba el número de la habitación.

Ken: mierda... Debo recordar el número de la habitación.

???: ¿qué haces ahí?

El pelinegro miró hacia atrás, viendo que la persona que le había hablado era Miku.

Miku: ¿no sabes cómo funcionan?*refiriéndose a la puerta*

Ken: sí sé cómo funcionan. Pero no tengo una tarjeta.

Miku: ya veo.

La castaña se acercó a una pequeña máquina que estaba al lado de la puerta, pasó su tarjeta por ella y la puerta fue abierta.

Miku: vamos, debes enseñarnos ¿no?*preguntó con una leve sonrisa*

Ken: claro.*indiferente*

~Time skip~

Mientras Miku estaba en la sala de estar, Ken se encontraba reuniendo a todas las demás quintillizas.

~Con Itsuki~

El pelinegro tocó un par de veces la puerta de la habitación de la pelirroja, tiempo después fue abierta por Itsuki, quién al ver al pelinegro se sonrojó un poco.

Itsuki: hola Kaneki-kun.*dijo un poco nerviosa y tratando de ocultar sus sonrojo*

Ken: te esperamos abajo.*indiferente* Espero que vayas.

Itsuki: siempre iré contigo.*susurró*

Ken: ¿dijiste algo?

Itsuki: ¡¿eh?! ¡Nada no es nada! ¡Te espero abajo, adiós!*corriendo hacia abajo*

Ken: (¿qué le pasa?)*confundido*

~Con Yotsuba~

El pelinegro tocó un par de veces y al instante la puerta fue abierta por una enérgica Yotsuba, quién miraba con una sonrisa al oji-gris.

Yotsuba: ¡bienvenido Kaneki-san!

Ken: hola. ¿Irás?

Yotsuba: ¡claro!

~Con Nino~

Ken: mejor no.*llendo a la siguiente habitación*

~Con Ichika~

El pelinegro entraba con dificultad a la habitación de la pelirosa de cabello corto, ya que por toda la habitación había un desorden masivo. Yotsuba, quién se encontraba al lado de Ichika, buscaba algo para que su hermana se pudiera vestir; ya que lo único que cubría el cuerpo de Ichika es la sábana con la que se cobija.

La pelinaranja después de un rato de búsqueda, por fin pudo encontrar algo... Pero no era lo que esperaba. Yotsuba tomó aquél sostén, mientras que el pelinegro miraba la situación con una ceja arqueada.

Yotsuba: Ichika, ¿esto es tuyo? Qué maduro.

Ichika: tenemos la misma cara, debería quedarte a ti también. Además, ya es hora de que tires a la basura la ropa interior que tienes desde la primaria.

Al oír eso, Yotsuba se alteró y empezó a sacudir sus brazos.

Yotsuba: ¡Kaneki-san está aquí! ¡Shi Shi!*colocando su dedo índice en su boca*

La pelinaranja dejó de hacer eso, y miró de manera disimulada al pelinegro con un pequeño sonrojo. Yotsuba se puso el sostén por encima de su camisa y volteó a ver a Ken.

Yotsuba: dime Kaneki-san, ¿qué opinas?

Ken: no es que no te veas bien. Solo que no va contigo.

Ichika/Yotsuba: ¿hum?

Ken: tú eres una chica enérgica y divertida, no una atrevida como Ichika.

Ichika: ¡oye!

Yotsuba: ¿en serio creés eso?*dijo en susurro, pero audible*

Ken: sí. Vamos.

Yotsuba: ¡sí! ¡Vamos Ichika!

Ichika: ya voy...*con algo de pereza*

~Time skip/ en la sala~

Yotsuba: ¡muy bien chicas, comencemos a estudiar!

Ichika: creo que solo miraré.

Miku: enséñanos historia de Japón, por favor.

Itsuki: yo quiero estudiar matemáticas.

Ken: bien.

???: vaya. Aún no te has ido.

Todos inmediatamente reconocieron la voz de la persona que los llamaba, y voltearon a ver a una Nino con una sonrisa algo maliciosa, cosa que causó mala espina a Ken.

Nino: ¿no vas a preguntarme si me puedo unir?

Ken: bueno chicas, comenzaremos con historia, más específicamente en el período Kamakura.*ignorando a Nino*

Nino: eres un grosero.

Ken: ¿por qué no les explicas cómo inició está era, Miku?*guiñándole el ojo, y ignorando a Nino nuevamente*

Miku: ¿eh? ¿Por qué yo?*sonrojada*

Ken: sabes por qué. Confío en ti.

Nino quién veía todo desde el segundo piso se molestó mucho al ser ignorada dos veces por el pelinegro, su expresión de molestia cambió a una sonrisa maliciosa, Nino tramaba algo.

La pelirosa de cabello largo bajó de por las escaleras y se acercó al grupo.

Nino: Yotsuba, una conocida que forma parte de el equipo de baloncesto necesita un reemplazo para el partido de hoy. ¿Por qué no vas a ayudarlas?

Yotsuba: pero...*viendo al pelinegro*

Ken: el primer día que vine aquí dije; no obligaré a nadie a estudiar, la que quiera estudiar que venga. Si no quieres dar la sesión ahora no hay problema, puedes hacerlo en otro momento.

Al escuchar la respuesta de su tutor, Yotsuba le dió un gran abrazo.

Yotsuba: gracias. Te prometo que la próxima vez estudiaré.

Ken: vale.

Después del abrazo, la pelinaranja fue a la puerta de la salida. Kaneki miró con una leve sonrisa a la pelirosa de cabello largo, la cual esta última se enojó.

Nino: Ichika, ¿no tenías que ir al trabajo a las 2?

Ichika: ¡rayos, lo había olvidado!*viendo al pelinegro* Ken-kun yo...

Ken: ve, no hay problema, ¿verdad, Nino?

Al escuchar la aprobación de su tutor, Ichika abrazó al pelinegro y le dió un beso en la mejilla.

Ichika: gracias.*saliendo del departamento con una sonrisa*

Ante la acción de la pelirosa de cabello corto, Ken quedó algo confundido, Nino enojada, y Itsuki y Miku algo celosas.

Al saber que su jugada no estaba funcionando como ella quería, Nino se empezó a desesperar.

Nino: Itsuki, ¿por qué no vas a la biblioteca? Ahí hay más silencio.*algo desesperada*

Itsuki: no quiero. Kaneki-kun me explicará mejor, ¿verdad?

Ken: claro.

Nino: ¿y tú, Miku? Me debes un refresco, de la vez que te tomaste el mío, ¿cuándo me lo piensas pagar?

Miku: ya lo traje, está en la bolsa.*llendo con el pelinegro* ¿Por dónde comenzamos?

Ken: por el período Kamamura.

Miku: me parece bien. ¿Y a ti, Itsuki?

Itsuki: estoy de acuerdo.

Nino: ¿soda de Matcha?... ¡Oye esto no es lo qué...!

Nino no pudo terminar de hablar, ya que vió como Itsuki y Miku hablaban tranquilamente con el pelinegro. Al ver eso, Nino se enojó más con el oji-gris.

Nino: un momento. ¿Desde cuándo ustedes son tan cercanos?

Miku: desde el momento que parpadeaste.

Nino: ¿no me digas que te gustan los chicos aburridos?*apuntando al oji-gris*

Miku: eres muy superficial.

Nino: ¿eh?... ¿Tienen algo de malo los chicos guapos? ¿Dices que solo importa la belleza interior?

Miku: ¿y si así fuera?

Nino: ya veo. Por eso te vistes tan mal. Porque solo te importa tu "belleza interior".

Miku: ¿crees que esas uñas se te ven bien?

Mientras que las dos quintillizas peleaban, Ken miraba esa situación con algo molestia, mientras que Itsuki miraba con vergüenza.

Itsuki: siento mucho que se comporten así, Kaneki-kun.*haciendo una reverencia*

Ken: no importa. ¿Quieres ir a la biblioteca? Parece que esas dos estarán así durante un buen rato.

Itsuki: ¿a la biblioteca? Nosotros solos...*susurró lo último sonrojada* v-vamos.*nerviosa*

El pelinegro y la pelirroja salieron del apartamento y fueron rumbo a la biblioteca. Al llegar, ambos prepararon todo para poder iniciar su sesión de estudio.

~Después de la sesión~

Ken: bien... Eso sería todo por hoy.*su teléfono empieza a sonar* Dame un momento, por favor.*contesta la llamada* ¿Qué necesitas Eto?

Al oír ese nombre, Itsuki se enojó un poco como ya venía haciéndolo desde hace unos días. Estuvo metida en sus pensamientos que no pudo escuchar lo que el pelinegro decía. Una duda estaba empezando a crecer en el interior de la pelirroja, necesitaba una respuesta ahora, ya que la curiosidad la estaba carcomiendo.

El oji-gris terminó de hablar con Eto, para luego empezar a arreglar su bolso bajo la mirada de una Itsuki que cubría su mirada con su flequillo.

Itsuki: oye, Kaneki-kun, ¿puedo preguntarte algo?

Ken: claro.

Itsuki: ¿qué es lo que sientes por Yoshimura-san? ¿Ella te gusta? ¿Tú sales con ella?*dijo sin mirarlo*

Ken: eh... ¿Me gusta Eto? Tal vez sí... Tal vez no.

Itsuki: ¡dime sí o no, por favor!

Ken: no lo sé. Creo que... Sí. Eto siempre a estado conmigo en las buenas y en las malas. Ellas es como mi familia, la amo... Pero no sé si es amor familiar o atracción.

La pelirroja al escuchar eso, se acercó al pelinegro y se lanzó encima de él, besándolo en el acto. Ambos cayeron al suelo, Ken estaba algo sonrojado y confundido por la acción de la pelirroja. Pero el beso, le había gustado.

Itsuki: ¡te amo Kaneki-kun, no me gusta que hables de Yoshimura-san!*volviéndolo a besar* (¡no puede ser! Estoy besando a Kaneki-kun. No quiero separarme de él... Esto es irreal. Estoy besando a Kaneki-kun)*pensaba con felicidad*

Ken: Itsuki, Itsuki...*pasando su mano por delante de su visita* ¡Itsuki!

Itsuki:*volviendo a la realidad* ¿eh?... Kaneki-kun, ¿tú no estabas en el suelo?

Ken: ¿de qué estás hablando? Te quedaste dormida con los ojos abiertos cuando me preguntaste si me gustaba Eto.

Itsuki: ¿eh? (así que todo fue un sueño... Bueno... Era de esperarse.)*pensó con algo de tristeza* ¡cierto! ¿Te gusta Yoshimura-san?

Ken: no... Lo sé...*susurró lo último*

Itsuki: ¿eh?... ¿No te gusta Yoshimura-san? ¿De verdad?*decía con algo de felicidad en su voz*

Ken:*suspiró* volvamos a tu hogar.*parándose*

Itsuki:*siguiéndolo* a propósito, ¿para que te llamaba Yoshimura-san?

Ken: me dijo que Hide volvería a llegar tarde del trabajo. Por lo tanto... Eto y yo estaremos solos.

Itsuki: ¿eh? (¡¿Solos?!) U-Un momento, Kaneki-kun. N-No puedes quedarte con Yoshimura-san solos. E-Es más, ¿por qué ella está en tu casa?.*celosa*

Ken: Eto, Hide y yo, vivimos juntos desde hace mucho tiempo. El estar con ella no me agrada del todo... Pero ¿qué más da? Hay que aguantarla.

Itsuki: oye... Hace unos días... ¿Es cierto lo que dijo Yoshimura-san? ¿Qué tú y ella se besaron?

Ken: sí, es cierto. Ella y yo nos besamos.

Itsuki: ya veo.*bajando la cabeza* ¿Te gustó? ¿La volverías a besar?

Ken: puede que sí.

Itsuki: (Yoshimura-san ya ha besado a Kaneki-kun... Pero aún no son novios, debo hacer algo para que no lo sean...)

Ken: ¿por qué te interesa saber lo que Eto y yo hicimos?

Itsuki: porque... Porque...(Te amo) ... Porque pienso que tener una relación en pleno ciclo estudiantil está mal. Deberíamos enfocarnos en estudiar en lugar de perder el tiempo con el amor.*mirando hacia otro lado*

Ken: ya veo.*indiferente*

~Time skip~

El pelinegro y la pelirroja habían llegado al edificio donde se hospedaban las hermanas Nakano. Ambos iban en el ascensor mientras Itsuki intentaba sacar un tema de conversación, ya que no le gustaba estar sin nada de lo que hablar.

Itsuki: oye Kaneki-kun.

Ken: dime.

Itsuki: ¿qué dirías si una chica se te declara?

Ken: ¿a qué viene esa pregunta?*confundido*

Itsuki: responde por favor...

Ken: creo qué... La rechazaría. Ya que no la conozco.

Itsuki: ¿y si fuera Yoshimura-san? ¿La aceptarías?

Ken: tal vez sí.

Itsuki: ya veo... ¿Y si fuera yo?

Ken: te rechazaría...

La respuesta del pelinegro hizo que Itsuki abriera los ojos cómo platos de la sorpresa. Aunque era de esperarse, ella y él no han tenido nada para que el pelinegro se enamorara de ella.

Sin que la pelirroja se diera cuenta, una lágrima cayó por su mejilla. Al notar esto, rápidamente miró hacia otro lado y limpió su lágrima. Cuando por fin salieron del elevador, Itsuki llevaba una mirada de tristeza, mientras que Ken una de indiferencia.

Al entrar al departamento, Itsuki corrió rápidamente hacia su cuarto, dejando al oji-gris confundido. La confusión de él se desvaneció al ver una de las quintillizas en toallas, que estaba al frente de él, sentada en el sofá. Ken no sabía quién era esa quintilliza, ya que no pasaba mucho tiempo con todas, por lo tanto no sabía muy bien quién era quién.

Sus dudas se desvanecieron al ver como la quintilliza ponía unos adornos en su cabello. El rostro del pelinegro pasó de ser uno indiferente a uno que mostraba algo de molestia... Y ¿cómo no? Si la quintilliza que estaba al frente de él... Era Nino.

Nino: ¿eh? ¿Hay alguien ahí? ¿Itsuki, eres tú? ¿Me podrías pasar mis lentes de contacto? Están dónde siempre.

Ken: no soy Itsuki.

Fue lo único que dijo antes de que la pelirosa abriera los ojos de la impresión. La persona con la que estaba hablando era aquél oji-gris que tanto odiaba. Su molestia no se hizo presente, ya que en lugar de molestarse, su rostro se sonrojó mientras que se avergonzaba más.

Nino: ¡KYAAA!

~Time skip~

Ichika: ¿me podrían repetir lo que pasó?

Nino:*sonrió* verá, el acusado Kaneki. Fingió que se había ido del departamento, para tiempo después volver a entrar y espiarme. Por la gravedad del delito, ¡exijo que no se le permita la entrada a este edificio nunca más!

Ken: eso no fue lo que pasó...

Nino: ¿ah no? Entonces ¿qué hacías en la sala justo cuando yo estaba secando mi cabello?

Ken: ¿cómo se supone que iba a saber que estabas ahí? Además, solo entré porque Itsuki se había comportado de forma extraña. En ningún momento para verte.*mirando de manera enojada a la pelirosa*

Nino: tus mentiras no servirán aquí. ¿Verdad, señoría?

Ichika: eh... Lo que tú digas, víctima.

Miku: protesto. Ken es inocente, él no se comportaría así. Él no es un pervertido. Nino solo busca la forma de que lo echen.

Nino: señoría, Miku solo defiende sus preferencias personales.

Miku: (¿preferencias personales?)

Miku: t-te equivocas...*sonrojada*

Nino: ¿cuál es su decisión señoría? ¿Va a permitir que este acosador siga entrando aquí? ¿O lo va a echar?

Ken: (maldita Nino. Estaba equivocado contigo, eres diabólica)*pensó con enojo hacia Nino* (Si me despiden... Haré que sepas porque me llaman el Segador Negro)*dejando escapar una pequeña risita*

Nino: ¿qué te pasa? ¿Por qué reiste? ¿Ve señoría? Debe estar pensando algo indebido.

Ken: ¿hasta cuándo vas a dejar de inventar cosas sin sentido?*alzando la mirada* Solo quieres que me vaya, para que sean libres de mí.*serio*

Nino: ¡señoría, no lo escuche...!

Ken: basta de juegos Nino. No digas más mentiras.*poniéndose de pie*

Ichika: ¡oye, estamos en medio de un juicio! Debes seguir las re...

Ken: este "juicio" es un juicio estúpido. Las mentiras dichas por Nino son prueba de ello. Ella no quiere que yo esté más aquí, quiere que me vaya, por eso intentó drogarme el primer día que vine.

Nino: ¡eres de lo peor! Aún sabiendo que todos están en tu contra, decides decir una mentira más. Ya ríendete, no tienes oportunidad de salvarte de esta.

Ken: ya veo.*indiferente* Itsuki. ¿Por qué no dices lo que de verdad pasó?

Todos voltearon a ver a Itsuki. La cual había estado en silencio todo este tiempo, estaba metida en sus pensamientos, producto de la respuesta dada por el pelinegro hace un rato. La pelirroja al oír su nombre, levantó la mirada; a pesar de que estuviera metida en sus pensamientos, ella había escuchado todas las acusaciones de su hermana Nino hacia el oji-gris.

Itsuki estaba molesta con Nino por decir eso de Ken, así que tenía que decir la verdad.

Itsuki: Kaneki-kun es inocente. Nino inventó todo eso.

Ante la verdad, Nino se sorprendió de que su hermana la traicionara, mientras que Ken sonrió levemente.

Nino: ¡espera Itsuki eso...!

Miku: Nino cállate. Itsuki, dinos lo que viste.

Itsuki: bueno... Kaneki-kun y yo volvíamos de la biblioteca después de una larga sesión de estudios. Cuando llegamos, corrí hacia mi cuarto y me encerré en el. Después de un tiempo escuché el grito de Nino, así que salí de mi habitación para ver lo que sucedía. Y ahí estaba... Kaneki-kun miraba a Nino... Pero no la miraba con lujuria o hacia su cuerpo, simplemente a la cara. Eso es todo. Kaneki-kun no le hizo nada a Nino.

Ichika: ya veo. Entonces, el acusado Ken Kaneki queda absuelto de cualquier caso. ¡He dicho, caso cerrado!

Nino: un momento... ¿Y si viste mal Itsuki...?

Miku: suficiente Nino. No más mentiras.

Al no saber que hacer, Nino salió corriendo del departamento. Dejando a sus hermanas algo preocupadas, y Ken indiferente.

Ken: ya es tarde. Debería irme.

Itsuki: ve con cuidado Kaneki-kun.

Ken: sí. Adiós.

Todas: ¡adiós!

El pelinegro salió del departamento y fue dirección a su casa. Al estar en la salida del edificio, el oji-gris pudo ver a una Nino sentada en el suelo, pensativa. Ken pasó cerca de ella.

Ken: tus hermanas... Están preocupadas por ti, idiota.

Dijo mientras continuaba su camino.

~Time skip~

Ken: ¡estoy en casa!*entrando a su hogar*

Eto: ¡bienvenido, Kaneki-kun!*saltando y abrazándolo*

Ken: ¿podrías despegarte, Eto?

Eto: no. Quiero estar así. A parte quiero pedirte algo.

Ken: dime.

Eto: primero cenemos.

Ken accedió a cenar. Ambos fueron a la cocina donde Eto había servido la cena del pelinegro. Acto seguido, se la ofreció y este la acepto, para luego la peliverde tomar su comida y sentarse al lado del pelinegro.

En la cena, se la pasaron hablando de lo que habían hecho. Claro está que Ken había omitido ciertas partes. Tras terminar, ambos se encontraban tomando algo de té, para luego dormir.

Eto: ¿qué te pareció la cena?

Ken: ya deberías saberlo; tu comida es la mejor.*con una leve sonrisa*

Eto: ¡Ken-kun!*tirándose sobre él* Siempre haces que me sienta mejor.

Ken: Eto... ¿Podrías pararte?

Eto: no. ¿Podría pedirte algo? Claro... Si puedes...

Ken: está bien. ¿De qué se trata?

Eto: ¿podrías darme un beso?*sonrojada*

Ken: ¿eh?

Eto: dijiste que un beso no se debía pedir en público. Así que... ¿Me lo darías aquí? En casa.

Ken: Eto...*suspiró* Está bien. Pero esto no nos convertirá en novios.

Eto: de acuerdo.

La peliverde se acercó lentamente a los labios del pelinegro. Estaba sonrojada y nerviosa, Eto no sabía que podrían hacer si el beso se salía de control. Pero sus dudas fueron dejadas de lado al sentir algo cálido en sus labios.

Abrió los ojos de sorpresa al darse cuenta de que Ken había sido quién la había besado. Ella se sentía tan feliz de que eso haya pasado, tanto que sus preocupaciones las dejó de lado y se concentró en disfrutar ese momento.

La peliverde tomó del cuello al pelinegro, mientras que el pelinegro tomó de la cintura a Eto. Sin duda, ambos estaban disfrutando ese momento, que para ellos era especial.

Al separarse, dejaron un fino hilo de saliva, lo que indicaba que habían usado su lengua. Ambos estaban sonrojados y respirando pesadamente.

Eto: gracias... Ken-kun.

Ken: no es nada...

Eto: te amo. ¿Podemos repetirlo otra vez?

Ken: quizás sí...

Eto: ¿puedo dormir contigo hoy?

Ken: está bien...

Después de eso, la peliverde fue a su habitación a buscar su almohada para dormir, mientras que el oji-gris se cambiaba de ropa. Pero por alguna razón, se dejaba sus guantes rojos.

Tras cambiarse, la puerta de su habitación fue abierta por una sonriente Eto, la cual venía acompañada de su almohada. Al verla, el pelinegro solo suspiró y se acostó en su cama, haciendo un espacio al lado suyo.

Eto se acostó y abrazó el brazo del pelinegro. Después de un corto periodo de tiempo, Eto quedó profundamente dormida con una sonrisa, la cual era vista por Ken.

Ken: (¿me gusta Eto...?) Creo que sí...

(Próximo capítulo: Los fuegos artificiales*parte 1*)

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