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Ichika

~Semanas más tarde/Anteiku~

Sentados en una de las mesas cercanas a la ventana del restaurante, Eto y Hide se encontraban comiendo un pastel de fresa de tamaño medio, acompañado por una tasa de café. Hoy era un día festivo, no había clases y el restaurante no estaba abierto al público, así que podían pasar un buen rato aquí como lo hacían cuando eran niños. Pero en lugar de tener una sonrisa en su rostro, Eto tenía una mirada de tristeza al igual que Hide, quién hacia fuera a través de la ventana de su derecha.

Eto: entonces... hoy se cumplen dos años desde que él...*habló la peliverde con algo de nostalgia en su voz*

Hide: ¿desde que Sacchi-san murió? Sí.*finalizó el bicolor con algo de lastima en su voz* Pobre Rize. Es difícil olvidar como rompió en llanto cuando Kaneki se lo dijo.*decía mientras recordaba aquello*

Eto: sí...*tomando un sorbo de su café* El mundo llega a ser cruel con las personas que no se lo merecen...

Hide: ¿no crees que ya debas hablar con ella? Ya han pasado tres semanas desde que nos lo contó todo. Todos la perdonamos, incluso hablamos con ella. Hasta Touka lo hace.*mirándola fijamente* ¿Por qué tú no?*intentando saber la razón del distanciamiento de la peliverde*

Eto: no puedo hacerlo...*respondió mientras volvía a tomar otro sorbo de café* Al final yo era la villana. La traté muy mal por una razón errónea. No creo que deba hablarle a ella, ni a Ken-kun...*bajando un poco su mirada en señal de tristeza*

Hide: crees muy mal.*girando su cabeza y mirando las calles a través de la ventana* Rize ha querido hablar contigo desde hace un tiempo, pero la evitas por completo. Ella quiere... volver a tener a su mejor amiga.*dijo mientras dibujaba una leve sonrisa en su rostro*

Al escuchar aquellos, la peliverde abrió los ojos con sorpresa, y en cuestión de segundos los ojos de la chica se cristalizaron y dejó escapar varias lágrimas de manera descontrolada. Leves sollozos eran escuchados por el bicolor, quién solo mantuvo esa pequeña sonrisa, para luego mirar directamente el rostro de la peliverde. Y ahí estaba; siendo acompañada por las lágrimas que quería deprimir a toda costa. Pero no podía hacerlo.

Durante mucho tiempo creyó que Rize era la villana, y el saber que solo era una víctima la destrozó. Todo su odio había sido injustificado, todo lo había vertido sobre una persona que no tenía la culpa. ¿Qué debía hacer entonces? ¿Hablarle, después de todo lo que le dijo? No, no podía hacerlo. ¿Hacer borrón y cuenta nueva? No, la herida iba a quedar ahí de todas formas. La única solución que se le podía ocurrir era alejarse de Ken y Rize.

Sí. Era lo mejor desde su punto de vista. Ellos dos siempre debieron estar juntos. Ella se lo merece...

Eto: yo... ¡no sé lo que debo hacer!*declaró mientras cubría su cara con ambas manos* Quisiera poder disculparme con ella y hacer como si nada hubiera pasado, y volver a reír junto a ella, ¡pero no puedo hacerlo! Cada vez que lo pienso, me arrepiento. No soy capaz ni de mirarla por mucho tiempo sin que la culpa me fuerce a apartar la mirada.*dijo con un tono apagado mientras quitaba sus manos de su rostro* No... No sé qué debo hacer...

Hide: sí. Sí sabes.*inclinándose un poco hacia delante* Dime, Eto. Aquí, de mejores amigos. ¿Qué es lo que quieres?

Eto: yo... ¡Yo quiero estar con Ken-kun!*alzó la voz* Él es la persona más importante en toda mi vida. ¡No me quiero separar de él! ¡Lo amo! ¡Lo amo demasiado!*apretó con fuerza su falda mientras lloraba* Pero... ¡También quiero volver a tener a mi mejor amiga!*gritó mientras sus lágrimas continuaron bajando de manera descontrolada*

~Time Skip/Cementerio de Tokio~

Parados al frente de una tumba adornadas por varias flores marchitas, Ken y Rize se encontraban observando el nombre del propietario de aquella tumba: "Sacchi."

Tristeza era expresada en el pelinegro y la pelirosa, quienes traían en sus manos varios ramos de flores frescas. Ambos, en silencio, comenzaron a quitarle de encima las flores marchitas y las cambiaron por frescas, y al terminar volvieron a sus puestos iniciales y observaron por unos minutos más la tumba. En el lapso de ese tiempo, Ken vio como la pelirosa empezaba a llorar nuevamente, ya era la tercera vez que la veía llorar de esta manera tan dolorosa. Solo que esta vez trataba de no hacer ruido.

Era doloroso verla llorar. Después de todo lo que tuvo que pasar, ya no quería que Rize llorar más, quería verla sonreír. Sin embargo, cuando Rize preguntó por Sacchi, no pudo mentirle. No porque le gustaba verla sufrir, sino porque si no lo hacía ahora, sería más doloroso cuando ella se enterase. Así que, tratando de calmarla, llevó su mano izquierda cerca de la derecha de la chica y la tomó. Rize se sobresaltó un poco al sentir la mano del pelinegro, pero volvió a aquella misma expresión tiempo después, mientras apretaba el agarre con fuerza.

Rize: ¿por qué...?*preguntó en voz baja*

Ken: ¿huh?*miró a la pelirosa a la cara al escucharla*

Rize: ¿por qué él tuvo que morir? No lo entiendo. ¿Por qué las personas buenas tienen que morir? No lo entiendo.*se preguntaba mientras trataba de encontrar la respuesta a aquella duda que la atormentaba*

Ken: no lo sé.*respondió mientras volvía a mirar la tumba* Los acontecimientos de la vida son impredecibles. Puede que un día te sientas bien y al otro te encuentres hospitalizado en una habitación de un hospital a punto de morir. Así de impredecible es...*dijo un tanto melancólico*

Rize: ¿eso quiere decir... que en cualquier momento... tú, yo o alguien más... va a morir?*preguntó mientras dejaba de apretar la mano del pelinegro*

Ken: sí.*respondió con total sinceridad*

Rize: ¡no!*exclamó casi gritando, para luego tomar de ambas manos a Ken* ¡No quiero morir!*dijo mientras miraba directamente al pelinegro a los ojos* ¡Tampoco quiero que mueras!*volvió a decir mientras apretaba las manos del chico* ¡Y tampoco quiero que nadie que quiero muera!*dijo por última vez mientras soltaba las manos del pelinegro* Así que, por favor...*lo abrazó* ¡no me dejes sola!*pidió mientras volvía a llorar* Te lo suplico, Ken...*dijo mientras hundía su cara en el pecho del chico* No quiero estar sola otra vez...

Ken quedó sorprendido por las palabras de Rize. El dolor y miedo de perder a alguien más lo pudo sentir. Mientras que la pelirosa se desahogaba en el pecho del chico, este enrolló sus brazos en su cintura y la atrajo hacia él.

Ken: está bien. Te prometo que no te dejaré sola.*dijo con un tono suave y una leve sonrisa* Solo... no llores más, ¿sí?*pidió mientras colcaba su barbilla en la cabeza de la chica*

Rize: Ken...*dijo entre lágrimas, aferrándose más al pelinegro*

~Time skip~

Caminando hacia la salida del cementerio, el pelinegro caminaba al lado de la pelirosa, intentando levantarle el ánimo de alguna manera. Y al parecer lo estaba consiguiendo. Las anécdotas más vergonzosas del oji-gris estaban logrando hacer sonreír a Rize.

Rize: jejeje.*rió suavemente mientras sus manos cubrían su boca* ¿Es en serio, Ken?*preguntó entre risas* ¿Tuviste que disfrazarte de un payaso para el cumpleaños de Hinami-chan?

Ken: s-sí...*afirmó con una sonrisa amarga mientras una gota de sudor recorría su mejilla izquierda y miraba hacia otra parte*

Rize: oye, ¿y cómo es eso que se te rompió el pantalón en gimnasia? ¿Puedes contarme cómo fue?*preguntó mientras se inclinaba un poco hacia el pelinegro y lo miraban con algo de burla*

Ken: p-pues, verás...*se rascó su mejilla por la vergüenza* la tela del pantalón ya estaba vieja. Así que cuando fui a hacer las sentadillas que nos mandó hacer el profesor, oí el desgarre de la tela...*rascándose la cabeza* Ese día tuve una excusa para usar la camisa del uniforme amarrada a mi estómago.*finalizó la historia*

Rize: ¡jajajajajajajaja!*rió descontroladamente mientras apretaba su estómago* ¡Qué risa! ¡Que mala suerte tienes!

Ken: sí... y que lo digas...

Aunque sentía una inmensa vergüenza al contar aquellas situaciones tan vergonzosas por las que pasó, con tal de hacer sonreír a Rize hacia que esa vergüenza valiera totalmente la pena.

Ambos siguieron caminando hacia las afueras del cementerio mientras el pelinegro seguía recordando algunas cosas graciosas, y al quedarse sin anécdotas, precedió a contar algunas de Eto, Touka y Hide, ocasionando que la sonrisa de la pelirosa se mantuviera y la tristeza se alejara.

Al llegar a la salida del cementerio los dos se detuvieron repentinamente, la razón: Eto y Hide se encontraban delante de la entrada, aparentemente esperándolos. Al cruzar miradas con la peliverde, esta la apartó rápidamente, no los podía mirar a la cara.
Por el lado de Ken solo mostró una leve sonrisa por ver que la peliverde, aparentemente, había venido a hablar con la pelirosa. Desde que Rize tomó el valor de contar toda la verdad no habían hablado mucho. En realidad, Ken intentaba hablar con ella siempre que podía, quería volver a tener aquellas agradables conversaciones con su novia, pero Eto siempre respondía de manera rápida y cortante, o simplemente no lo hacía y se iba a su habitación. Quería que todo quedara en el olvido; incluso le pidió disculpas por haberla golpeado en aquella ocasión. Pero nada funcionaba. Ya era hora de pasar página.

Rize, por su parte, se encontraba sorprendida de verla. Al igual que Ken ella también quería hablar con quién en su momento fue su mejor amiga; pero también era ignorada y eso no le gustaba. Así que respiró hondo y tomó la iniciativa, dio un paso adelante y se empezó a acercar a Eto. Al ver lo que hacía la pelirosa, Hide se apartó del lugar y le hizo algunas señas a Ken para que viniera. Debían hablar ellas a solas, ellos sobraban.

Y así fue. Estando solas y con Rize al frente de Eto, quién aún no era capaz de mirarla a los ojos, la conversación comenzó...

Rize: Eto... mírame, por favor*habló con determinación al querer arreglar todo de una vez*

Eto:...*quiso mirarla, pero su culpa se lo impedía*

Al ver que no la vería por su cuenta, Rize la tomó de sus mejillas y la obligó a mirarla. La mirada que transmitía culpa y tristeza de Eto contrastaba con la mirada llena de determinación de Rize.

Rize: Eto... háblame, por favor.*pidió mientras le suplicaba con la mirada*

Eto: ...*intentó apartar la mirada pero Rize se lo impidió, forzándola a mirarla* ¿Por qué...?*habló con un tono de sorpresa al notar que Rize se aferraba en hablar con ella* ¿Por qué quieres que te hable después de todo lo que te hice?*preguntó buscando la razón del por qué era tan amable con ella cuando la había despreciado e insultado*

Rize: pues...*bajó un poco la cabeza ante le pregunta* yo quisiera...*sus mejillas empezaron a ruborizarse* poder tener a mi mejor amiga de vuelta.

Ante la respuesta de la pelirosa, Eto se sorprendió de sobremanera. Aún después de todo lo que le hizo, ¿ella la consideraba su amiga todavía?
En ese instante Eto tomó de los hombros a la pelirosa y la sacudió con algo de fuerza, mientras que pequeñas lágrimas se asomaban por los ojos de la chica.

Eto: ¡¿cómo puedes decir eso?! ¡Después de que te haya tratado de esa manera tan cruel sin conocer nada de ti, ¿cómo puedes tan siquiera considerarme tu amiga?!*apretó el agarre* ¡Yo te grité, te golpeé, te insulté! ¡No merezco siquiera que llegues a pensar en mí como una amiga!*lágrimas se deslizaron a través de sus ojos mientras apretaba sus dientes* ¡Soy celosa, rencorosa, insoportable, odiosa! ¡No soy alguien con la que debas estar-

Justo en ese momento fue interrumpida por el repentino abrazo de la pelirosa. Eto se quedó estática por unos momentos mientras era abrazada por una sonriente Rize.

Rize: jejeje...*rió ante lo último que Eto dijo* Sí, tienes razón. Eres todo lo que acabas de decir. Y aún así...*la abrazó con más fuerza* te quiero.

Eto: ¿eh...?*abrió los ojos al escucharla, para después sentir la suave mano de la pelirosa en su mejilla izquierda*

Rize:*se separó un poco de la peliverde y le dedicó una suave y cálida sonrisa* hola, me llamo Rize Kamishiro. ¿Quieres ser mi amiga?*sonrió abiertamente*

Y tan solo con ver aquella sonrisa, la peliverde mordió su labio inferior por unos momentos mientras que las lágrimas se intensificaban, para después, abalanzarse sobre Rize y abrazarla fuertemente.

Eto: ¡Wuahhh! ¡Rize! ¡Rize! ¡Lo siento! ¡Lo siento!*se disculpó mientras lloraba como una niña pequeña que le había quitado sus dulces*

Al ver esto, Rize abrazó a Eto y sobó su espalda como si de una hermana mayor consolando a su pequeña hermana se tratara. Al final, se podría decir que Eto aceptó volver a ser la amiga de Rize, ¿cierto?

Y mientras la reconciliación de las chicas se llevaba a cabo, Ken y Hide observaron todo desde la distancia con una sonrisa. Ellos vieron como aquella amistad inició, se fortaleció y se destruyó. Y el ver como aquella amistad resurgía, les generaba una sensación agradable y armoniosa; era como si todo volviera a aquellos tiempos en los que hacían todo juntos. Los momentos más felices.

Hide: entonces... el grupo original está de vuelta, ¿eh?*comentó mientras miraba al pelinegro con la misma sonrisa*

Ken: sí. Ojalá Touka pudiera ver esto...

Touka: lo ví.*dijo mientras se acercaba por la espalda de los chicos* Bueno, solo pude ver el final.*deteniéndose detrás del pelinegro para después abrazarlo por la espalda con mucho cariño* Me alegra que todo pueda volver a ser como antes.*dijo mientras apoyaba su barbilla en el hombro derecho de Ken*

Ken/Hide: sí...*dijeron al unísono mientras miraban a la peliverde y la pelirosa reír*

Touka: aunque debo criticar el tiempo que se tomó en hacer las paces con Rize. ¡¿Eran necesario tres semanas?! Me molesta un poco lo indecisa que es Eto en algunas ocasiones.*crítico con un leve enojo*

Hide: ¿ya olvidaste que Eto es así? Cada vez que comete un error o es regañada le toma mucho tiempo sincerarse y tomar valor para disculparse. A sido así desde pequeña...*le recordó a la peliazul*

Touka: oh, sí. Ya recuerdo. También recordé que hubo una vez en la que Eto empujó por accidente a Ken-nii-chan, dejando caer su desayuno. Le tomó tres días mirarlo a la cara y disculparse, jajajajaja.*rió al recordar lo apenada que estaba ese día*

Ken: sí. Eto...*miró por unos momentos a Eto, contemplando aquella hermosa sonrisa acompañada por unas mejillas sonrojadas de tanto llorar que le dedicaba a Rize* aún es una niña pequeña...

~Mientras tanto en el departamento de las Nakano~

Como los días anteriores todo transcurría con normalidad en el hogar de las quintillizas. Miku se encontraba sentada en el sofá de la sala viendo una serie japonesa a todo volumen; siendo acompañada por una Yotsuba que miraba atentamente la pantalla como la castaña. Ciertamente solo se había sentado a acompañar a su hermana porque no tenía nada más que hacer, pero el tiempo se fue volando y cuando quiso darse cuenta ya habían pasado más de 40 minutos en los cuales no apartó la mirada ni un solo segundo. Al final, Yotsuba quedó enganchada a esa serie.

Yotsuba: ¡wuahh! ¡No puedo creer que la princesa Nagisa y el príncipe Sengo son en realidad hermanos!*exclamó sorprendida al ver esa escena*

Miku: sí... Pero lo más sorprendente es que el padre de Sengo y Nagisa, Murata, ¡también es su hermano!*también exclamó con sorpresa*

Yotsuba: ¡ya quiero saber si Lenore matará a Enji o lo perdonará!*mencionó mientras se acomodaba en el sofá*

Miku: solo espero que maten a Sarayama. Me cae mal.*comentó la castaña con disgusto mientras colocaba otro episodio*

Y mientras que las dos hermanas continuaban viendo aquella serie llamada "Empire", la segunda hermana, Nino, se encontraba preparando el almuerzo para el resto. Pero había algo diferente en ella el día de hoy, parecía más feliz que de costumbre; felicidad que era reflejada por una leve sonrisa y un tarareo bajo y armónico. ¿Y cómo no estarlo? Si dentro de dos días se cumplía el mes desde que ella y Ken se volvieron amantes. Era cierto que debían mantener el secreto, pero eso no evitaba que salieran como "amigos", ¿cierto?

O eso era lo que pensaba Nino mientras se imaginaba dónde podrían ir pasado mañana. Quizás lo podía invitar a una cena romántica... no, eso podría levantar mucho las sospechas entre sus hermanas al verlos salir  vestidos de una manera elegante. Quizás podría prepararle alguna comida y hacerlo aquí mismo, en su casa... no, ese día tenían que asistir a clases.

Nino suspiró y volvía a sonreír, todavía tenía algo de tiempo para planear algo. Y si todo salía bien, podrían volver a tener aquel acalorado momento bajo las sábanas que deseaba volver a tener.

Pumn!~

De repente, la puerta de la entrada fue abierta abruptamente, sobresaltando a las tres hermanas que se encontraban en la sala; segundos más tarde la menor de las quintillizas, Itsuki, entró a la sala esbozando una deslumbrante sonrisa. En sus dos manos traía dos bolsas reciclables, y en sus antebrazos cuatro más. Itsuki caminaba alegremente a la mesa central, y cuando llegó colocó las seis bolsas que traía.

Yotsuba: Itsuki, ¿qué traes ahí?*preguntó con curiosidad la pelinaranja al ver que las bolsa que traía la pelirroja estaban llenas*

Itsuki:¿esto? Estoy preparando algo para Ken-kun.*dijo mientras sacaba varios artículos decorativos de las bolsas* Dentro de dos días, Ken-kun y yo cumplimos cinco meses desde que somos novios. ¡La relación más larga que he tenido!*exclamó con una enorme sonrisa*

Nino/Miku/Yotsuba: (es la única que has tenido...)*pensaron al unísono las tres mientras una gota de sudor recorrió sus nucas*

Nino: ¡un momento!*alzó la voz llamando la atención* ¡¿Cómo que en dos días se cumplen cinco meses?!*cayó en cuenta en lo dicho por la pelirroja*

Itsuki: ¡sí! ¿No es genial?*se ruborizó y tapó sus mejillas con sus manos* Ya son cinco meses con Ken-kun.

Nino: no puede ser...*susurró mientras daba un paso atrás*

Y como si de un balde de agua fría se tratara, las esperanzas de volver a pasar un agradable momento con el pelinegro se disolvieron. Sus planes habían sido arruinados por su pequeña hermana.

Miku: oh... ya veo...

Yotsuba: que les vaya bien, jejeje...

Ambas hermanas miraron al televisor, ocultado su tristeza al oír esa noticia de su pequeña hermana. Aunque ya hubiera pasado un mes desde que decidieron decirles sobre su relación, aún no se acostumbraban a los cariños y besos que Ken y Itsuki se daban. Es más, en algunas ocasiones no sentían tristeza, sino envidia.

Por momentos deseaban ser Itsuki y estar con el pelinegro. Incluso se les llegó a pasar por la mente hacerse pasar por Itsuki y estar a solas con él. Quizás así, podría hacer algo más que solo besarse. Pero no era correcto. Hacer eso no era para nada correcto y lo único que ganarían sería el desprecio de su hermana.

~De vuelta en Anteiku~

Ahora mismo el pelinegro se encontraba ayudando a Touka a lavar los platos que habían ensuciado hace apenas unos minutos. Era festivo, y por esa razón se tomaron la libertad de festejar de que el quinteto de amigos había vuelto. Y mientras Hide hablaba con Eto y Rize, Touka y Ken se encontraban en la parte trasera del restaurante terminando de lavar los platos.

Ken: entonces, ¿vendrá el set de filmación del que nos hablaste hace rato?*preguntó mientras secaba los platos*

Touka: sí. Deben llegar en pocos minutos.*respondió mientras lavaba los platos* Cielos, perdimos la noción del tiempo celebrando.*suspiró un poco, para luego esbozar una leve sonrisa* Pero valió la pena, ¿no?

Ken: sí. Totalmente.*sonriendo de la misma manera que la peliazul*

Touka: ¿sabes algo?*observó detenidamente al pelinegro* Me he dado cuenta de que has cambiado.

Ken: ¿eh? ¿En serio?

Touka: sí.*asintió* Mírate. Hace meses era muy raro verte sonreír, pero llegaron las quintillizas y todo cambió. Sonreíste más, reíste. Te volviste más abierto con los demás... y contigo mismo.*se detuvo de lavar los platos por unos momentos* Y desde entonces pude ver al Ken-nii-chan que tanto extrañaba.*reanudó el lavado de aquel plato que tenía en sus manos* Por último, cuando Rize contó toda la verdad, pude ver... No, más bien, sentir que podías volver a ser aquel chico sonriente del que me enamoré.*al terminar de hablar las mejillas de la chica se ruborizaron, acompañada a aquella pequeña sonrisa que mostraba*

Ken:*mostró una pequeña sonrisa* ya veo. Pero ese chico sonriente será un poco diferente, ¿sabes?

Touka: lo sé. Soy consciente de que no serás el mismo, pero se vale soñar, ¿no?*cambió aquella sonrisa por una amarga que duró unos segundos* Aunque, te amo tal y cómo eres ahora.*volvió a cambiar su sonrisa por la misma de antes*

Ken: ya veo. Yo también... te amo tal y cómo eres Touka.*llevó su mano derecha al hombro derecho de la chica y la abrazó de manera lateral*

Touka: Ken-nii-chan...*pronunció aquel apodo con algo de vergüenza mientras era abrazada*

Ken: Touka-chan...

Dejó de lado el plato que sostenía en su mano izquierda en la barra, para después tomar de la barbilla a la peliazul y girar un poco su cabeza. Mirándose mutuamente por unos segundos, Ken procedió a acercarse a los labios de Touka, quién esta última solo se limitó a cerrar los ojos y esperar el beso de su novio. Y así fue, ambos se dieron un cálido beso que duró tan solo unos pequeños segundos. Y al separarse, juntaron sus frentes con delicadeza y esbozaron una pequeña sonrisa mientras juntaban sus manos.

Touka: te amo...

~Time skip~

Minutos después de haber terminado de lavar los platos, los dos jóvenes volvieron a la parte delantera del restaurante; dónde eran esperados por sus tres amigos, Rize, Eto y Hide, los cuales los recibían con una cálida sonrisa. A los ojos de Ken y Touka era como volver al pasado, y ver a sus yo más jóvenes jugar en aquella misma mesa, en este mismo restaurante.

Hide: vaya, sí que se demoraron. Díganme, ¿solo lavaron los platos o hicieron algo más?*preguntó con cierta picardía en su tono de voz, provocando que la peliazul se sonrojara, el pelinegro se estremeciera, la peliverde los mirara de la misma manera que Hide, y la pelirosa se ruborizara*

Touka: ¡¿de qué demonios estás hablando?! ¡¿Por qué no mejor vas a molestar a tu novia?!*gritó la peliazul avergonzada por la pregunta del bicolor*

Hide: jejeje. Nao está ocupada buscando alguna noticia paranormal que investigar.*explicó mientras estiraba sus piernas sentado* Ha pasado un tiempo desde que fuimos a aquel zoológico abandonado. ¿No quieren ir a otro lugar abandonado el fin de semana?*propuso a los demás con una sonrisa algo maliciosa*

Ken/Touka/Eto: ¡no!*respondieron al unísono con un semblante serio*

Hide: ¿eh? ¡¿Por qué?!*exclamó mientras se colocaba de pie*

Eto: ¿como que por qué?*se levantó y apuntó con su dedo índice al bicolor* Cuando volvimos del zoológico no podías dejar de decir que habías oído algo y viste a alguien. ¡Lo cual fue falso! ¡¿Oíste?! ¡Falso! El supuesto vídeo que iba a darle veracidad a tus palabras no es más que tú y Nao-chan actuando.*le recordó*

Hide: ¡oye, no es mi culpa de que no se hayan escuchado! ¡Te lo juro por mi madre, había alguien!*juró mientras se levantaba de su silla*

Eto: ¡tu madre está muerta!

Hide: ¡la tuya también!

Ambos se miraron con una leve enojo, mientras que los demás los miraban con algo de gracia, puesto que, comúnmente, Hide y Eto discutían y luego de unos minutos volvían a ser los mejores amigos que se contaban todo.

Rize: pff... Jejeje...

Pero, repentinamente, la pequeña risa de la pelirosa hizo que aquel duelo de miradas de Eto y Hide cesara y la miraran; y del mismo modo, Ken y Touka lo hicieron. Los cuatro pudieron ver cómo la chica de lentes se reía en voz baja de lo que estaba viendo. Rize, a pesar de que sus manos taparan su boca y redujeran el sonido, no podía aguantar más la risa ruidosa que intentaba apagar.

Rize: lo siento...*se disculpó al notar las miradas de los demás* Es solo que... Jejeje... Es solo que...*intentó calmarse un poco se limpió las lágrimas que habían surgido a partir de la risa* sus peleas me traen muchos recuerdos.*finalizó con una leve sonrisa*

Numerosos momentos casi olvidados fueron recordados cuando Rize dijo la razón de su risa, provocando una ligera sonrisa en los demás al recordarlo.

Rize: recuerdo que... Eto y Hide peleaban por casi todo. Comida, juguetes... e incluso por la atención de Ken.*recordaba con algo de melancolía aquellos momentos*

Touka: tienes razón. Un día discutieron por ver quién era el mejor amigo de Ken-nii-chan.

Ken: y al final respondí que eran mis guantes.*finalizó el con una leve sonrisa en su rostro a punto de convertirse en una carcajada*

Hide: sí... Aún te odio por eso.*respondió con algo de resentimiento*

Rize: ahora que mencionas a tus guantes...*cambió aquella sonrisa por una mueca de resentimiento hacia ella misma* ¿cómo está tu herida?

Ken miró su mano izquierda y su antebrazo, miró la herida que Furuta le había dejado tras aquella pelea que tuvieron. La herida estaba vendada, pero aún podía sentir algo de dolor, a pesar de que la zona le empezara a dar algo de picazón, lo que indicaba que había empezado a cicatrizar.

Ken: está... cicatrizando. Sin complicaciones.

Rize:*suspiró aliviada* ya veo. Me alegro.

Ken: lo malo es que el guante quedó dañado. Me va a costar mucho tiempo repararlo.

Hide: para nada, solo debo comprarte otro y ya.*dijo rápidamente mientras se acomodaba en su silla*

Ken: pero...

Hide: nada de peros.*interrumpió* Fui yo quién te dió esos guantes, ahora seré yo quién te dé otros.*dijo con una gran sonrisa*

Ken:*esbozó una pequeña sonrisa* no tienes remedio.

Clink!~

De repente, la pequeña campana que se encontraban encima de la puerta de entrada sonó, indicando que alguien había entrado. Las cinco personas que se encontraban miraron en dirección de la puerta, encontrándose con la mayor de las quintillizas, Ichika; la cual vestía como colegiala. Con una camisa blanca con un lazo que simulaba ser una corbata de color rojo cerca de su cuello, una falda de color azul oscuro, una largas medias de color negro al igual que sus zapatos y su cabello estaba amarrado por dos ligas.

Ichika: con permiso...

La quintilliza miró hacia la mesa en la que se encontraban los cinco jóvenes que se encontraban hablando hace unos momentos; las miradas de todos chocaron con la de la hermana mayor, sorprendiéndose de verla aquí y vestida de esa manera. Pero entre aquellas miradas resaltó la de aquel pelinegro que había robado su corazón, y de la misma forma, lo había roto. Ken miró fijamente a la hermana mayor con algo de sorpresa; aquella mirada analítica provocó que la oji-azul se avergonzara de estar ahí.

~Time skip~

Unos minutos más tarde el set de filmación se encontraban grabando una escena de lo que parecía ser una película. Ichika interpretaba el papel de la dulce, adorable y tonta "Tamako-chan", la cual se encontraba junto a algunas de sus compañeras comiendo unos pasteles de fresa proporcionados por el restaurante. Mientras comían, las amigas le preguntaron a Tamako-chan si sabía sobre una especie de maldición, a lo que la pelirosa solo respondió que era muy tonta como para saber de lo que hablaban.

Mientras el rodaje seguía, aquel grupo que se encontraban antes de que set llegara, se encontraban al otro lado del mostrador, mirando el rodaje con una taza de café en mano.

Ken: nunca me dijiste que Ichika estaría aquí.*dijo el pelinegro mientras continuaba mirando*

Touka: ni siquiera yo lo sabía.*contestó para darle un sorbo a su café*

~Time skip~

Pumn!~

Sorpresivamente la palma de mano de Ichika chocó con la pared que se encontraba detrás del pelinegro.

Ken: ¿qué sucede, Tamako-chan?*preguntó con una expresión neutral ante el rostro avergonzado de Ichika*

Ichika: Ken-kun, ¿podrías dejar de mirarme tanto mientras trabajo?*preguntó con un notable rubor en sus mejillas* Es vergonzoso.

Ken: ¿vergonzoso? La última vez que practicamos no estuviste avergonzada.*respondió mientras retiraba el brazo de la chica*

Ichika: eso no viene al caso.*retrocedió un paso ya más calmada*

Ken: además, por qué te avergüenzas si lo estás haciendo de maravilla.*cuestionó levantado una de sus cejas*

Ichika: oh...*rápidamente se dió la vuelta para evitar que su sonrojo sea visto* ¿En serio crees eso?*preguntó con un tono de voz bajo y suave*

Ken: sí. Lo creo.*asintió completamente seguro de lo que acabó de decir*

Ichika: K-Ken-kun...

Ken: ¿sí?

Ichika: este... ¿Estás libre pasado mañana?*preguntó con algo de timidez* ¿Quisieras salir por la ciudad un rato... conmigo? Para platicar y esas cosas...

Ken: oh... Ah... Pues... no sé si lo sabías, pero pasado mañana ya tengo planes. Itsuki y yo cumplimos cinco meses de noviazgo, ya tengo planes. Lo siento.*se disculpó mientras se rascaba la cabeza*

Ichika: oh... Ya veo.*susurró con algo de desilusión* Bueno, no te preocupes, jejeje. La novia es lo primero, ¿cierto?*dijo mientras intentaba ocultar su desilusión*

Ken: pero, si te apetece, podemos ir a dónde tú quieras el sábado.*propuso con la esperanza de no ver a Ichika desilusionada* ¿Quieres?

Ichika: ¡sí!*respondió inmediatamente con el mismo tono optimista de siempre*

Ken: jeje. Bueno, ya va siendo hora de que regresemos, ¿no crees? Tienes un rodaje que terminar.*le recordó mientras iba de regreso con sus amigos*

Ichika: dentro de cinco minutos iré. Tengo que acomodar mis ideas antes.*le respondió con su típica sonrisa*

Como respuesta Ken también le sonrió y se fue del lugar, dejando completamente sola a Ichika en el almacén trasero. Tras asegurarse de que Ken se había ido, Ichika suspiró, borró aquella sonrisa y caminó de espaldas hasta chocarse con una pared. Apoyándose en esta volvió a suspirar y bajó la cabeza.

Ichika: invitar a salir al novio de mi hermana... En serio, ¿qué tan bajo he caído por algo de atención?*se preguntó a sí misma mientras se sentaba en el suelo con su espalda continuando apoyada en la pared* Itsuki y Ken-kun son felices, no debería molestarlos.*continuó hablando consigo misma para después abrazar sus piernas* Hay más hombres en el mundo... y aún así... solo lo quiero a él.

~Días más tarde~

Hoy era el día. Cinco meses desde que empezaron a salir se cumplían, y Itsuki no podría estar más feliz. Desde que se levantó mostró una sonrisa determinada a hacer que este día fuera especial, como los todos los meses anteriores. Aquella buena vibra fue sentida por sus demás hermanas, quienes ya sabían lo que sucedería hoy, pero aún así decidieron apoyar a su pequeña hermana.
Marcharon hacia la escuela y dieron sus clases con normalidad hasta la salida. Actualmente, Itsuki se encontraba arreglando sus cosas antes de irse a ver con Ken.

Ichika: entonces, ya te vas...*dijo la única hermana que se encontraba a su lado*

Itsuki: ¡sí! Tengo unas cuantas cosillas planeadas, jeje. Volveré tarde, así que hazme el favor de decirle a Nino que me guarde mi comida, ¿de acuerdo?*guardó todo y caminó hacia la salida junto a su hermana* Por cierto, ¿cómo te fue en el rodaje? ¿Salió todo bien?

Ichika: ¿ah? Ah, la película. Sí, todo fue bien. Ya solo falta un par de ediciones y la lanzarán. Espero que la veas.*dijo con una pequeña sonrisa*

Itsuki: ¡por supuesto! Veré todas tus películas. Incluso las malas.*bromeó al final*

Ichika: ¡oye! Mi Sol y mis Estrellas no fue tan mala.*recriminó con un puchero de molestia*

Itsuki: pero admites que es en parte mala, ¿eh?*continuó burlándose*

Ichika:*suspiró y sonrió levemente* cielos, no sé en qué estaban pensando los directores en ese momento. Si no se hubiera peleado, quizás el resultado hubiera sido distinto.*reveló*

Itsuki: ¿se pelearon? Eso nunca lo dijiste. ¿Por qué?*preguntó con curiosidad*

Ichika: diferencias. Uno quería hacer una película romántica con comedia de por medio, mientras que el otro quería que se mantuviera sería. Al final, no fue ni una cosa ni la otra.*dijo con una sonrisa amarga mientras recordaba las veces que discutían sus directores*

Itsuki: ya veo.*dijo con sorpresa, para después cambiarla por una sonrisa burlona* ¿Entonces aceptas de que es una mala película?

Ichika: qué persistente eres. Está bien, Mi Sol y mis Estrellas es una mala película.*admitió con ligera sonrisa*

Itsuki: jejeje.

Ambas hermanas siguieron caminando hasta salir de las instalaciones de la institución, y en la entrada, se encontraba Ken, Rize, Eto y el resto de las hermanas hablando de trivialidades para pasar el rato.

Yotsuba: ¡oh!*miró a Ichika y Itsuki salir* ¡Son Ichika y Itsuki! ¡Chicas, por aquí!*alzó su mano y la empezó a agitar*

Nino: sí que se tardaron.*comentó Nino de brazos cruzados*

Eto: ¡Itsuki!*alzó sus brazos y corrió hacia ella*

Itsuki: ¡Eto!*alzó sus brazos y corrió hacia ella*

Y mientras que ambas amigas se abrazaron, Ichika se acercó a sus hermanas a saludar.

Rize: así que... saldrás con Itsuki-san ahora, ¿no?*preguntó con una pequeña sonrisa*

Ken: Rize...*rápidamente se dió cuenta de lo que trataba de decir* Sobre tus sentimientos, yo...

Rize: no importa.*interrumpió mientras mantenía aquella misma sonrisa* Con estar a tu lado es suficiente para mí.*confesó con una sonrisa angelical exclusiva para él*

Ken: Rize...*susurró con sorpresa de que lo aceptara tan rápido*

Pero antes de que pudiera decir algo más, Itsuki tomó repentinamente la mano del pelinegro.

Itsuki: entonces, Ken-kun. ¿Estás listo?*preguntó mientras abrazaba el brazo del chico*

Ken: pff... Jejeje.*soltó una pequeña risa por el comportamiento de la pelirroja* Sí. Vamos.

Y así la pareja se fue del lugar mientras que el resto de chicas los despedían con una pequeña sonrisa.

Yotsuba: bueno, ahí van.

Nino: nosotras también deberíamos irnos, mi telenovela inicia en media hora.*dijo mientras empezaba a caminar junto a las demás quintillizas*

Miku: lo siento, pero mi documental inicia también en media hora.

Ichika: no empiecen...*pidió mientras sonreía de una manera incómoda*

Yotsuba: ¡adiós, Yoshimura-san! ¡Kamishiro-san!*se despidió con una sonrisa*

Rize: ¡adiós!*se despidió de la misma manera*

Eto: ¿quieres ir a mi casa?*preguntó sin rodeos al estar solas*

Rize:*sonrió levemente* sí.

Y así, cada quién tomó su caminó y se fue.

~Time skip/Con las quintillizas~

En el departamento de las Nakano, las hermanas se encontraban haciendo diferentes actividades en la casa. Miku, al final y por votación popular, se encontraba mirando la misma serie japonesa, Empire, junto a su hermana Yotsuba. Ambas contemplando la serie con unas tazas llenas de palomitas y a su lado un refresco gaseoso helado.

Atrás del sofá en el que las dos quintillizas se encontraban, en el comedor, Nino simulaba estar viendo sus redes sociales a través de su celular, pero en realidad miraba a escondidas la misma serie que Miku y Yotsuba. Por culpa de su orgullo no podía ir y sentarse al lado de las demás después de que ellas conspiraron contra ella para conseguir el televisor.

Soltando un suspiro, Nino se levantó de su silla y fue directamente hacia su habitación en silencio. Mientras subía por los escalones apoyada al barandal de su lado derecho, alzó su mirada hacia el pasillo que daba acceso a las habitaciones de sus hermanas y la suya; encontrándose con su hermana mayor, Ichika, parada al frente de la puerta abierta del cuarto de su hermana Itsuki. Curiosa, Nino decidió preguntar qué hacía ahí.

Nino: ¿qué haces ahí parada?*preguntó una vez que se encontraban en el segundo piso y a un metro de distancia de Ichika* Esa es la habitación de Itsuki.

Ichika: Itsuki se esfuerza mucho en su relación, ¿no te parece?*dijo mientras seguía observando el interior de la habitación*

Nino: ¿huh? ¿Por qué lo dices?

Ichika: mira.

Nino dió un paso adelante y miró al interior de la habitación, quedánse sorprendida por unos momentos de la decoración de la recámara. Había confeti y serpentinas regadas por el suelo y un poco en la cama, rodeando una caja de regalo sellada de color verde con azul. En las paredes había varios grupos de globos colgados por lazos de colores que los amarraban y trozos de cinta que los pegaban a la pared. Y por último, se encontraba un pastel de fresa encima de la mesa de noche de la pelirroja.

Ichika: parece que Itsuki piensa traer a Ken-kun cuando terminen de salir. Supongo que ya sabes lo que harán, ¿no?*preguntó sin rodeos, haciendo que Nino se estremeciera un poco, pero se mantuvo en silencio*

Nino: deberíamos ir a nuestras habitaciones.*dijo mientras caminaba hacia su habitación*

Ichika: sí... Tienes razón.

Y con eso último, Ichika cerró la puerta, dejando al cuarto sumergido en la absoluta oscuridad.

~Paralelamente a eso en la casa de Ken~

Sentadas en el suelo mirándose mutuamente, Rize y Eto se mantenían en silencio. Hace unos minutos todo eran risas y chiste para esta amistad que estaba siendo nuevamente forjada; pero cierta pregunta hizo que el ambiente se tornara pesado para la pelirosa. Esta miraba hacia el suelo, mientras que la peliverde mantenía su mirada puesta en la otra, juntando sus manos cerca de su boca como si estuviera jugando póker, mantenía un semblante serio ante esa situación.

Rize: ¿puedes... repetir... lo que dijiste?*preguntó sin levantar la mirada y verla directamente a los ojos*

Eto: ¿quieres vivir aquí con nosotros?*volvió a preguntar sin rodeos*

Rize se mantuvo en silencio al volver a escuchar esa pregunta. Fue muy repentina, no se la esperaba para nada. Vivir en la misma casa junto a sus amigos era una idea tentadora. Sin embargo, y pese a querer estar con ellos, no podía hacerlo.
Años de constantes abusos habían creado una baja autoestima, se sentía inferior, que no merecía nada. Incluso si Ken le había demostrado que aún la quería y estaría a su lado, aún no era libre de su yo pasado. Una mitad quería aceptar, mientras que la otra se negaba rotundamente a que se esmeraran tanto en ayudarla.

Rize: ¿vivir con ustedes...?

Eto: así es. Oí que no haz pagado el arriendo en el departamento donde vives, están a punto de correrte. Papá aún no ha regresado de su viaje, así que no ha podido aceptarte en Anteiku oficialmente. No tienes dinero.*dijo mientras se levantaba, le sonrió y extendió su mano hacia ella* Por eso, ¡ven y vive con nosotros!

Rize: ¿eh...? No, no merezco—

Eto: ¡bla bla bla!*interrumpió mientras se cruzaba de brazos y miraba con algo de molestia a la pelirosa* Rize, yo te traté mal, muy mal. Y aún así me perdonaste. ¿Por qué? Me dijiste que querías ser mi amiga de nuevo, y la de Touka. Todos te hemos perdonado... excepto tú.

Rize: ¿eh?

Eto: Rize, debes perdonarte. No eres capaz de aceptar que no tienes la culpa de todo lo que pasó. Debes dejar el pasado atrás y olvidarlo. ¡Viniste a nosotros para iniciar de nuevo, ¿no?!*se agachó y la tomó por los hombros*

Rize: no es tan fácil...*susurró* Muchas cosas pasaron en estos dos años. Fui usada de muchas maneras y muchas cosas entraron en mí.*se abrazó a sí misma con fuerza* Nunca podré olvidar todo eso. Las cicatrices siempre estarán ahí.

Eto:*la abrazó con fuerza* tienes razón. No me imagino todo lo que te hicieron. ¡Pero...!*la tomó de las mejillas y la hizo mirarla a los ojos* ¡...ahora estás aquí! ¡Libre! ¡Sin ninguno de esos hombres! ¡Sin Furuta! ¡Ahora estás... conmigo, con Ken y con todos los demás!*acercó al rostro de la pelirosa, quién se encontraba a punto de llorar por las palabras de su mejor amiga* Te lo preguntaré una vez más: ¿Quieres vivir con nosotros?

Lágrimas se desbordaron de los ojos rosados de la pelirosa y un pequeño sollozo empezó a escucharse. Conmovida, Rize tomó las manos de la peliverde y le dedicó una pequeña pero hermosa sonrisa.

Rize: sí.

~Mientras tanto con Ken y Itsuki~

La pareja se encontraba regresando al hogar de la pelirroja con adornos de estrellas. Ya habían pasado unas cuantas horas desde que habían ido a comer y pasear por la ciudad. Pero ya era hora de regresar, mañana tenían que ir a la escuela, la diversión debía terminar.

Ambos jóvenes se detuvieron al frente del departamento de la pelirroja a punto de despedirse.

Ken: bueno, supongo que hasta aquí a llegado nuestro día especial.*dije con una leve sonrisa* A menos de que...

Itsuki:  tenga algo más planeado, ¿cierto?*terminó la oración mientras soltaba una pequeña risita* Dime, ¿no te da curiosidad saber qué tengo planeado?*preguntó mientras se acercaba a él y lo abrazaba*

Ken: hmn... Veamos.*empezó a pensar el lo que podría tener planeado mientras su abrazo era aprisionado y apretado en contra de los pechos de la chica* Por tu forma de actuar, me llevarás a tu cuarto, comeremos algo, luego veremos una película y al final terminarémos teniendo sexo, tal y como pasó la penúltima vez.*dijo mientras le dedicaba una sonrisa con los ojos cerrados*

Itsuki: humn...*apretó con fuerza el brazo del chico, para después hacer un puchero y mirar hacia otro lado con su rostro sonrojado* No siempre pienso en sexo, ¿sabes?*dijo un poco molesta*

Ken: je... ¿Ah, sí?*dejando escapar un tono de burla* Entonces, bien. Muéstrame qué tienes planeado.

En respuesta, Itsuki abrió la puerta y caminó hacia dentro con Ken tomado de la mano, cerró la puerta con algo de fuerza y procedió a ir a la sala de estar. Y al llegar fue recibida por todas sus hermanas.

Ichika: ¡oh, miren! ¡Los jovencitos volvieron de su cita!*anunció con su típica sonrisa coqueta* ¿Cómo les fue?

Itsuki: nos fue bien, pero esto aún no termina.*dijo con una sonrisa* Nino, ¿me puedes hacer el favor de llevar la cena de Ken-kun y la mía a mi habitación?*preguntó al pasar cerca de la segunda hermana*

Nino: está bien...

Itsuki: ¡gracias!

Agradeció y caminó aún más rápido a la habitación aún tomada de la mano con el pelinegro, quién a duras penas logró decir un "hola" a las demás hermanas por la rapidez a la que Itsuki se movían.

Ichika: ¿creen vayan a usar protección?

Ya adentro de su habitación todo era oscuro, no se podía ver nada. Itsuki, quién conocía perfectamente su propia habitación, encendió las luces, revelando la llamativa decoración que la pelirroja había puesto. El pelinegro observó por unos momentos la decoración antes de que su vista de centrara en la llamativa caja de regalos que se encontraban en medio de la cama de la chica.

Repentinamente Itsuki lo tomó de la mano, haciendo que este la mirara de una manera intrigada de saber más acerca de aquel regalo que llamó su atención. En contraste a la mirada del pelinegro, Itsuki esbozó una pequeña sonrisa e entrelazó sus dedos con los de Ken, para después caminar hacia la cama.

Itsuki: pienso en muchas otras cosas a parte de tener sexo contigo, ¿sabes? Pienso en la escuela, en mis amigos, en el futuro, en el pasado. E incluso, llegó a perderme viendo una mosca volar y pienso en cómo será vivir siendo una mosca.*dijo mientras se sentaban en la cama* Pero cuando estamos juntos no puedo evitar pensar en ti. Aparto cualquier otro pensamiento y solo pienso en ti; porque el tiempo lo amerita.*soltó la mano del chico y tomó la caja de regalos* dentro de dos semanas es tu cumpleaños, ¿cierto? Pienso hacer que la pases bien en tu día especial. Pero, en estos momentos...*empezó a abrir el regalo* pienso que esto te podría gustar.*finalizó con una hermosa sonrisa y mostró el contenido de la caja*

Al ver lo que había dentro de la caja hizo que el pelinegro se sorprendiera de sobremanera. En el interior de la caja se podían apreciar tres libros, uno encima de otro. Extendió su mano con lentitud, tomó el primer libro y lo sacó. La portada de ese libro era un trono de piedra adornado por una tela azul con toques dorados. A su lado derecho inferior había espada negra con algunas escritura en la hoja que brillaban de un color azul. A su lado izquierdo inferior había katana casi enfundada en su totalidad cuya hoja también era negra y las escrituras brillaban de color verde. En su lado derecho superior había una lanza de color negro, cuyas escrituras resaltaban de un color morado. También, en medio de la lanza había un arco de color negro, y al igual que la lanza sus escrituras resaltaban, pero de un color amarillo. En su lado izquierdo superior había un mandoble negro con las escrituras que brillaban de color rojo sangre. Y por último, en el asiento del trono se encontraban dos libros, uno blanco y uno negro, que a diferencia de las demás armas no tenían ninguna escritura visible.

Ken dejó a un lado el primer libro y sacó el segundo.

El segundo libro tenía como portada a un gran dragón dorado sentado en la punta de una montaña mirando lo que parecía ser el crepúsculo, y encima del dragón se encontraban un hombre de cabello blanco, afilando lo que parecía ser una espada.

Ken volvió a dejar a un lado el segundo libro y procedió a sacar el último libro.

El tercero y último tenía como portada el mismo trono que el primer libro, solo que este se encontraban destruído, al igual que las armas que se encontraban a sus lados y los libros que estaban en el asiento del trono. Parecía como si hubieran pasado años o fue producto de una guerra.

Itsuki: ¿y? ¿Qué te parecen?

La voz de la pelirroja hizo que el pelinegro saliera de sus pensamientos y alzara la mirada para verla. Este solo pudo esbozar una pequeña sonrisa y agradecer por el regalo.

Ken: gracias. En verdad, muchas gracias, Itsuki.

Itsuki: oh, no es nada. Eres mi novio, y quería darle algo muy especial a mi novio.*dijo algo sonrojada*

Ken: aunque no debiste haberte molestado tanto en comprar la trilogía de Garras y Hierro. La trilogía completa valen un montón de dinero y—

Itsuki: ¡no te preocupes por eso!*interrumpió* Con tan solo saber que te gustó, hace que cada uno de los yenes que gasté hayan válido la pena.*dijo con una sonrisa*

Ken: hmn... Vaya...*suspiró* No tengo palabras para agradecerte por esto.*dijo mientras seguía mirando los libros*

Itsuki:*abrió sus brazos* solo ven acá y dame un abrazo.

Haciendo caso al pedido de la chica, Ken abrazó con fuerza a Itsuki, dibujando una pequeña sonrisa mientras lo hacía. Al notar el cariño y fuerza del abrazo, Itsuki soltó una pequeña carcajada y correspondió también con una sonrisa.

Ken: muchas gracias, Itsuki.
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~A la mañana siguiente~

La mayor de las quintillizas caminaba por los pasillos de la escuela en busca de un lugar silencioso en dónde comer y pensar en lo que harían ella y Ken el sábado. Aún tenía dos días para planearlo todo, pero quería que se llevara una buena impresión de ella, quería que todo fuera perfecto. Solo era una salida de amigos, nada más; no era como si fuera a enamorar al pelinegro y este cortara con Itsuki por ella, no... O es lo que ella se metía en la cabeza para tratar de hacer una estupidez que lo arruinara todo.

La pelirosa de cabello corto salió al patio trasero en busca de aquel lugar silencioso al darse cuenta que la azotea estaba totalmente llena, al igual que la cafetería y los salones. No obstante, su búsqueda del lugar idóneo para pensar se cortó repentinamente al ver a lo lejos a Ken y Nino caminando juntos hacia la parte trasera del almacén donde el profesor de educación física guardaba los distintos balones y las herramientas de su clase. Curiosa de ver a ese par irse a un lugar tan alejado de los demás caminó hacia donde ellos iban, y una vez al llegar ahí se escondió cerca de los arbustos de su alrededor y escuchó.

Ken: entonces, ¿de qué querías hablar?*preguntó un poco incómodo al saber qué era lo que quería*

Nino: oh, vamos. Quita esa expresión de tu cara, cariño.*dijo con una voz seductora mientras se acercaba a él* Ahora estamos solos.

Ichika: (¡¿"cariño"?!)*exclamó con sorpresa al escuchar la manera en la que llamó al pelinegro*

Ken: Nino, yo—

Y de repente hubo silencio. Ichika que se encontraba entre los arbustos, al no escuchar nada movió un poco los arbustos con mucho cuidado de no hacer ruido para poder ver lo que pasaba, y lo que vio fue algo que la dejó atónita. Delante suyo, Nino y Ken se encontraban besándose. La mirada de la primera quintilliza quedó en blanco mientras los dos se besaban.

Ichika: (Nino... Ken-kun... ¿Qué están haciendo?)*preguntó en su mente*

La atónita Ichika se sorprendió aún más al ver cómo la mano de su hermana se metía en los pantalones del pelinegro, sobando y tocando su miembro.

Ken:*rompió el beso* N-Nino, no podemos hacer esto aquí.*dijo mientras se estremecía un poco*

Nino: no te preocupes. Estamos muy lejos y aún falta mucho tiempo para que el descanso se acabe.*dijo mientras comenzaba a quitarle el cinturón*

Ken: pero no traje protección.

Nino: fufufu. Solo acaba afuera.*le susurró al oído*

Tras eso, Nino sonrió de manera pervertida y se agachó hasta quedar a la altura de su entrepierna; luego procedió a bajarle el pantalón y el boxer que llevaba, para después introducir su miembro en su boca.

¿Y después? Ella lo vio todo. Vio como Nino era penetrada y tocada por Ken. Vio como ella gemía de placer, sacando su lengua y pidiendo más. Vio como ambos disfrutaban de aquel momento, aunque estuviera mal.

Ella lo vio todo...

(Próximo capítulo: La felicidad propia)

Lore-Craft: vaya... Más de 8 mil palabras. Sí que a tomado tiempo en actualizar, ¿no? Pero bueno, vamos con el aviso: como ya algunos de ustedes sabrá, estoy preparándome para una prueba importante que dará inicio el próximo mes. De ella depende si podré estudiar la carrera que quiero estudiar, así que hasta que no finalice la prueba estaré inactivo.

También he de comentarles que he estado pensando en hacer una historia propia, pero ya no como pasatiempo, sino como un trabajo. Sí. Quiero ser escritor. ¿Y cuál es el título de esa historia que estoy planeando hacer? Pues lo puse en el capítulo, solo deben encontrarlo. Es muy obvio :v

Y por último, con este capítulo inicia el arco final de este fic y el que llevará a su fin a esta historia. En septiembre se cumplen los tres años desde que empecé a escribir esta historia, puse todo mi esfuerzo y al final, se convirtió en mi historia preferida. Es una pena que esté llegando a su fin. Lo único que espero es que no pase algo que haga que la cancele, ya que pienso que esta historia merece un final. Una conclusión.

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Les gustó?

La felicidad propia decidirá por las chicas...

Sayonara...

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