Encuentro no deseado
~Días más tarde~
En la azotea de un edificio. De pie cerca de la orilla de este, se podía ver a un pelinegro observando la ciudad como lo hacía siempre que tenía la oportunidad. Lo hacía como método de relajación; el estar en una gran altura y sentir el agradable viento recorrer su rostro, le daba la paz interior que necesitaba para poder seguir con la decisión que había tomado.
Mirando al borde de donde estaba, recordaba el pasado. En aquellos años en los que ya no quiera vivir, en los que solo quería dormir y nunca despertar. "¿Y si saltaba?" Era la pregunta que se le cruzó por la mente en ese momento. Saltar y dejar tus problemas atrás, morir y al fin poder descansar.
Se oía tentador después de todo lo que había pasado...
Para el Ken del pasado, ya no hubieran quedado más dudas y habría saltado. Pero para este Ken, eso ya no era una opción, ni necesidad, ni nada. Solo era una pérdida de tiempo.
Dando un paso hacia atrás, Ken negó con su cabeza varias veces. Debía apartar todo pensamiento suicida de él, tenía razones más que suficiente para seguir en este mundo.
Ken: no voy a saltar si era lo que te preguntabas, Arima-san.
Volteando un poco su cabeza, miró a un hombre de albino con lentes que lo miraba con una leve sonrisa.
Arima: ya lo sé.*acercándose a él*
Ken: ¿hay algo que necesite?
Arima: nada en especial. Solo quería hablar un poco.*metiendo sus manos en sus bolsillos*
Ken: ¿sobre qué?
Arima: Ken. Este será tu último año en la preparatoria. Luego de esto irás a la universidad. ¿Has pensado en qué serás?*mirándolo con intriga*
Ken: veamos...*pensativo* no sé. Todavía no sé qué seré. Alguien como yo tiene muchas opciones que elegir, pero cuál ¿será la que hará feliz? No tengo ni idea. Solo estudio para mantener mi mente alejada de esos recuerdos.*tomando su cabeza con su mano derecha*
Arima: ¿recuerdas todo lo que pasó esa noche todavía?
Ken: como si fuera ayer. Lo que pasó esa noche, en aquella casa... es algo que nunca podré olvidar.*melancólico*
Arima: ya veo.*suspiró* Deberías encontrar una carrera que te apasione. De lo contrario, te tocará abrirte un Only Fans, je, je...*bromeó*
Ken: je, je, je... Seguro. Oye, Arima-san. ¿Crees que les deba decir a todas la verdad? ¿Ya es hora?*serio*
Arima:*serio* diría que sí. Si no quieres armar un problema en el futuro, debes actuar en el presente. Aunque eso duela.*dando media vuelta* Adiós, Ken.
Ken: adiós.
Y mientras el albino se retiraba, Ken seguía contemplando la ciudad, pensando en lo que Arima le había dicho. Después de unos segundos, o quizás minutos pensando, Ken sacó su teléfono y llamó a alguien.
???: hola, Ken-kun. ¿Necesitas algo?*feliz*
Ken: Itsuki, necesito hablar contigo.
~Time skip~
Sentados en la cama de la última quintilliza, Ken y Itsuki se encontraban mirando al suelo, pensativos de lo que iban a hacer. Ya lo habían hablado hace poco, solo debían poner en marcha el plan.
Pero aún así, y pese a que estaba decidido a hacer esto, Ken se deprimía por una razón que odiaba con todo su ser.
Itsuki: ¿está seguro de esto, Ken-kun?*nerviosa*
Ken: lo hemos guardado por mucho tiempo. Ya es hora.*respondió mientras aún miraba al suelo* Además, no quiero guardarlo por más tiempo.
Itsuki: tienes razón.*respirando hondo* Ya es el momento.*levantándose* Muy bien, iré a reunir a las chicas para darles la noticia. ¿Vienes?
Ken: espera. Tengo que hablar un momento con Nino.*levantándose y yendo a la puerta* Te encargo al resto, Itsuki.*abriendo la puerta*
Itsuki: ¡déjamelo a mí!*sonriendo levemente*
Ken cerró la puerta, dándole una leve sonrisa a la pelirroja. Avanzando unos cuantos metros hacia el frente, giró hacia su derecha, encontrándose con la puerta de la segunda quintilliza. Tocando un par de veces, escuchó la voz de aquella chica que, tiempo atrás odió, pero ahora quería.
Nino: ¿Sí?
Ken: Nino, soy yo. ¿Puedo hablar contigo?*preguntó levemente deprimido*
Nino: c-claro, pasa.
Abriendo la puerta y alzando la mirada, Ken observó a la segunda quintilliza sentada en la cama mirando al suelo mientras movía involuntariamente la pierna derecha, en señal de ansiedad.
Ken miró eso mientras ocultaba su tristeza con una leve sonrisa.
Ken: hola.*saludó*
Nino: h-hola. ¿De qué quieras hablar?*evitando que viera su sonrojo*
Ken:*suspiró* en realidad, quería hacerte una pregunta.*sentándose al lado de ella*
Nino: ¡hmp!*nerviosa de tenerlo tan cerca* ¿Cuál pregunta?
Ken: Nino... ¿si yo llegara a hacerte daño... volverías a odiarme?*evitando el contacto visual*
Nino: ¡¿qué dices?!*sorprendida* Si eso llegase a suceder, te perdonaría.*sonriendo levemente* Aunque sé que dolerá, eso nunca será impedimento para dejar de quererte.*colocando su cabeza en el hombro del chico* Eres una gran persona, entiendo todo lo que las chicas decían antes. Eres increíble. Eres mi héroe.*tomando la mano del pelinegro* Oye, ¿has pensado en lo que te dije en ese día en el hospital?
Ken: sí... Mucho.*cabizbajo*
Nino: y-ya...*jugando con su cabello* ¿Y qué has decidido?*tímida* ¿Quieres ser mi novio?
Ken: Nino... Sobre eso... hoy sabrás la respuesta.*alzando su mirada* Pero antes de eso...*sonriéndole levemente* ¿quieres pedirme algo antes de responderte? Cumpliré cualquier cosa.
Al ver esa sonrisa, la pelirosa se sonrojó de sobremanera y apartó la mirada rápidamente. Pensando en qué podía pedirle al pelinegro, se le pasó por la mente besarlo, pero no tenía el suficiente valor para pedírselo.
Nino: no, no hay nada que quiera.*respondió dándole la espalda*
Ken:*sorprendido* ¿en serio? Pensaba que me ibas a pedir que te besara. En fin.*levantándose* Vamos, hay algo que debemos decirles a todas ustedes.
Nino: ¿huh?*confundida* ¿"Debemos"?
Ken: ven, por favor.
Sin decir nada más, Ken abrió la puerta y salió de la habitación, siendo seguido por Nino. En silencio, los dos bajaron las escaleras hacía la sala de estar donde se encontraban las demás hermanas esperándolos.
Yotsuba: ¡oh! ¡Son Nino y Kaneki-san! Por fin bajaron.
Ken: sí.*observando a todas* Todas están aquí. Gracias, Itsuki.
Itsuki: no es nada, Ken-kun. Ahora podemos iniciar.
Al escuchar la forma en la que la pelirroja llamó al pelinegro, las demás hermanas se confundieron. Ken avanzó hacia el lado de Itsuki, quién se encontraba de pie; y Nino se sentó en el sofá junto a sus demás hermanas, quiénes estaba tan confundidas como ella.
Estando al frente de sus hermanas, Itsuki se sentía nerviosa por lo que iba a contar, ya que era la primera vez que les presentaba a su novio a sus hermanas. No sabían cómo iban a reaccionar, pero ya habían guardado el secreto lo suficiente.
Ichika: este... Ken-kun, ¿nos puedes decir qué está pasando?
Ken: por supuesto. Pero antes de eso, quiero saber qué soy para ustedes.*dijo en voz alta*
Ichika: ¿qué..
Nino: ...eres..
Miku: ...para...
Yotsuba: ...nosotras?
Ken: sí. Por favor, quisiera oír sus respuestas.
Yotsuba: ¡qué fácil!*sonriendo* ¡Eres luz, Kaneki-san!
Ken: ¿luz?*confundido*
Yotsuba: me guíaste cuando caí a un abismo oscuro hacia la salida. Literalmente, fuiste la luz que me impulsó adelante. Eso es lo que eres para mí. Más que un amigo. Más que un profesor. ¡Eres mi luz!*dijo con un brillo excepcional en sus ojos*
Ken: Yotsuba...
Ichika: amigo. Esa es la única palabra con la que puedo definirte, Ken-kun. Un gran amigo. No. El más grande de todos. Eres lo mejor que nos ha podido pasar, no solo en lo académico, sino que desde llegaste te volviste parte de nosotras. Un día sin ti, no es lo mismo.*sonriendo levemente*
Miku: guía. Eres la persona más inteligente, amable y divertida que he conocido. La forma en la que nos enseñas es incluso más divertida y dinámica que las de los profesores. Sin ti, nunca me hubiera aceptado como soy. Sin ti, todas seguiríamos siendo las misma que la primera vez que nos vimos. Te quiero, Ken.*sonriéndole*
Nino: héroe. Me salvaste la vida. Nos cambiaste para bien a todas. Estaba muy equivocada, quiera mantener el pasado, quería que nada cambiara. Pero insististe... hasta que cedí. Me demostraste que no eres tan malo. Me demostraste que... siempre hay que seguir avanzando.*sonriéndole* Gracias, mi héroe.
Ken: chicas...*sorprendido* Cielos. En verdad, es difícil no quererlas, ¿saben?*sonriendo levemente*
Ichika: ¡oh! ¡Chicas, ¿escucharon eso?! Ken-kun nos quiere, ji, ji, ji...*rió*
Las demás hermanas siguieron riendo junto a Ichika, sintiéndose halagadas al saber que eran queridas por el pelinegro. Ken, quién se encontraba con una leve sonrisa, miraba al suelo. De repente, las risas cesan y Ken toma de la pelirroja que estaba a su lado.
Ken: (precisamente porque las quiero a todas, esto va a doler tanto.)*dijo en su mente* Chicas, una última pregunta. Si las hubiéramos engañado por mucho tiempo, ¿serían capaz de perdonarnos?
Nino: ¿a qué viene eso, Ken?*confundida*
Ichika: qué raro. No pareces ser el mismo de siempre.*intrigada* ¿Te sientes bien?
Itsuki: chicas... este... No sé cómo se lo vayan tomar, pero espero que no cambié nada. Es... difícil de decir.*nerviosa*
Miku: somos hermanas. Nada va a cambiar.*dándole una leve sonrisa*
Yotsuba: Miku tiene razón, nada cambiará.*sonriéndole abiertamente*
Al decir eso, las demás hermanas afirmaron lo que la pelinaranja y castaña dijeron. Ken y Itsuki cruzaron miradas por pocos segundos, para después volver a mirar.
Itsuki: chicas... Creo que, como su hermana, me corresponde a mí decirles esto.*nerviosa* Es muy difícil de decir, pero...*bajando los brazos y mirando al pelinegro* supongo que es mejor mostrarlo.
Ante la mirada de duda de sus demás hermanas, Itsuki tomó del cuello a Ken, y delante de ellas... lo besó.
(Reproducir)
Tras ver aquella escena, el departamento de las Nakano quedó en total silencio. Las miradas de las demás hermanas mostraban sorpresa, y dolor.
Itsuki se separó un poco del pelinegro y apoyó su cabeza en el pecho de su novio, mientras que este solo se limitó a mirar hacia abajo.
Innumerables preguntas pasaron por la mente de las hermanas, ¿cómo había pasado? ¿Cuándo había pasado? ¿Dónde había pasado?... ¿Por qué... había pasado?
Itsuki: Ken-kun y yo... somos novios.
Fue lo único que dijo Itsuki en ese momento, mientras aún escondía su rostro apenado de ellas.
Ichika: ¿desde cuándo?*preguntó cabizbaja*
Ken: desde el campamento escolar.*contestó sin mirarla*
Ichika: ¿por qué no nos lo habían dicho...?*levantándose del sofá y caminando hacia él con su ojos ocultos por su flequillo*
Ken: no sabíamos cómo reaccionarían.*aún mirando al suelo*
Itsuki: Nino aún era hostil con Ken-kun. Nunca iba a aceptar nuestra relación. Debíamos esperar hasta que lo aceptara.*mirando a su hermana mayor*
Ichika: ¿solamente fue por eso...?*estando al frente de su hermana menor*
Itsuki: bueno... más o menos.*bajando un poco la cabeza de la vergüenza*
De repente, Itsuki sintió como Ichika tocaba su hombro con algo de fuerza. Alzando la mirada, se encontró con la típica sonrisa de la pelirosa; quién inmediatamente abrazó a la pelirroja.
Ichika: debiste decirnos eso antes, Itsuki. No deberías escondernos ese tipo de cosas.*sonriendo*
Yotsuba: ¡cierto! ¡Pensé que había pasado algo grave! ¡Me asustaron!*recriminó con un puchero de molestia*
Nino: tanto drama para decirnos que son novios.*de brazos cruzados* Hubieran ido al grano y ya.*apartando su mirada*
Miku: Itsuki, Ken. Felicidades.*sonriéndoles levemente*
Ichika: ya eres una adulta. Dime, ¿ya lo hicieron?*burlona*
Itsuki: ¡I-Ichika!*sonrojada*
Ichika: lo siento, lo siento.*dando unos pasos hacia atrás* Felicidades, hermanita.*mirando al pelinegro* Procura cuidar bien a Itsuki, Ken-kun.*apuntando con su dedo a Ken*
Ken: Ichika...*sorprendido*
Ichika: en fin, jóvenes.*dando metía vuelta* Me retiro por ahora. Tengo una importante reunión virtual dentro de unos minutos, adiós.*subiendo a su habitación*
Nino: ¡cierto! El capítulo 8 de mi telenovela inicia en dos minutos.*corriendo a su habitación* Por cierto, felicidades.*mirando al pelinegro*
Miku: tengo algo de sueño, iré a mi habitación un rato. Bajaré más tarde.*caminando hacia su habitación*
Yotsuba: en serio, nos hubieran dicho eso antes. Todo ese drama era innecesario.*cruzando los brazos*
Itsuki: lo siento, Yotsuba.*avergonzada*
Yotsuba:*sonriéndole* bien. Eso ya no importa.*abrazándolos a ambos* ¡Felicidades a ambos!
Al terminar aquel abrazo Yotsuba subió rápidamente a su habitación mientras se despedía de ambos con su mano. Todas las hermanas se habían ido del lugar, dejando solos a la pareja.
Itsuki sonreía levemente mientras tenía las mejillas sonrojadas, mientras que Ken solo miraba con seriedad a las habitaciones de cada.
Ken: (lo siento.)*pensó mientras cerraba los ojos*
Itsuki: parece que todo salió bien, ¿no?*mirando al pelinegro con una sonrisa*
Ken: ¿ah? Sí.*mirándola* Parece...
Itsuki:*tomándolo de la mano* ¿quieres ir a ver una película conmigo?
Ken:*sonriendo levemente* sí.
~Mientras tanto con las demás~
La oscuridad dominaba la habitación de cada una de las chicas que se encontraban en sus camas, llorando desconsoladamente. Había logrado disfrazar su dolor con una sonrisa y se habían animado a felicitarlos, pese a que a ellas les dolía hacerlo.
Con la luz de la luna asomándose por las ventas de cada una, ambas levantaban un poco la mirada, mirando al satélite natural. Deseando poder relajarse de este situación tan dolorosa, durmieron un poco para descansar de aquello.
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En la madrugada de el día siguiente, una adormilada Nino se encontraba yendo a la cocina en busca de agua. Su mirada era deprimente, y las ojeras, producto de llorar hasta quedar dormida, reforzaban aquella mirada sin luz.
De repente, un sonido llama la atención de la pelirosa, quién se detiene cerca de la puerta de la pelirroja. Era molesto, pero no sabía de donde venía. Queriendo callar al causante de ese molesto ruido, miró en todas las direcciones en busca del culpable. Pero no veía nada que causara el sonido.
Sin darse por vencida, Nino miró por casualidad que la puerta de su hermana menor se encontraba levemente abierta. Acercándose un poco más a la puerta, se dio cuenta de que el sonido venía de allí dentro.
Molesta, Nino abrió con fuerza la puerta de un solo golpe con la intención de callar a su hermana, sin saber lo que había detrás de la puerta.
Nino: Itsu-
No pudo terminar de hablar ya que quedó en shock por lo que veía. Delante de ella, se encontraban Ken y Itsuki desnudos. Con Itsuki encima del pelinegro, realizando aquel acto indebido con el que siempre bromeaba ella, Miku y Ichika.
La pareja miró a la pelirosa, quedando en blanco inmediatamente. Las miradas de los tres se cruzaron. Muchas emociones fueron transmitidas en pocos segundos en los cuáles cruzaron miradas, Itsuki tomó las sábanas de su cama y cubrió su cuerpo por la vergüenza de ser vista, mientras su nerviosismo aumentaba al tratar de decir una excusa.
Itsuki: ¡espera, Nino! ¡Esto no es lo que parece!*intentando explicar la situación* Nosotros estábamos-
Ken: Itsuki.*interrumpió* Ella no es tonta.
Fue lo único que pudo decir Ken en ese momento. No tenía ninguna excusa para explicar lo que estaban haciendo, simple debía aceptar lo que estaba pasando.
Nino, quién seguía en shock y no podía decir ni una sola palabra, dio media vuelta y camino de regreso a su habitación. Ya no quería nada. Solo ir a dormir.
Itsuki: ¡Nino, espera!
Queriendo detener a su hermana, Itsuki intentó ir tras ella, pero Ken se lo impidió. Lo mejor que podía hacer era dejarla sola.
Ken: mañana le explicaremos todo.
Itsuki: pero...
Ken: por favor. Solo déjala descansar ahora.*cabizbajo*
Aceptando aquello, Itsuki se sentó nuevamente en su cama, junto a su amado. Ken se levantó de la cama y cerró la puerta de la habitación, para luego volver al lado de su novia.
Itsuki: soy una idiota. Debimos haber saltado esa escena, no debí dejarme llevar.*decía mientras se acostaba en la cama nuevamente* Qué vergüenza. Espero que no le diga a las demás.*cubriéndose la cara con sus manos*
Ken: Itsuki...*mirando algo decaído a su novia* Si tuvieras que elegir entre tu felicidad y la felicidad de alguien que amas, ya sea familia o amigos, ¿qué elegirías?*preguntó mientras se sentaba en la cama*
Itsuki:*levantándose un poco* ¿qué dices?
Ken:*acordándose boca arriba* ¿qué elegirías? ¿Tú propia felicidad o la de tu familia?
Itsuki: mmm...*pensativa* Es un poco difícil de responder...*pensando un poco en la respuesta* Creo que la respuesta varía dependiendo de la persona a la que se le pregunte. En mi caso, elegiría las dos.
Ken: ¿qué?*mirándola con confusión*
Itsuki: sí. Si es por mí, elegiría que todos se llevaran una parte para que sean felices.*acostándose en la cama nuevamente* A quién quiero engañar...*suspiró* Está más que claro que elegiría mi felicidad.
Ken: ¿?*mirándola fijamente*
Itsuki: es más que obvio que cualquier persona va a querer anteponer su felicidad ante la de cualquier otro. Es normal. El humano quiere ser feliz sin importar lo que tenga que hacer para lograrlo. Está en nuestra naturaleza. No podemos evitarlo.
Ken: entonces, eligirías felicidad propia, ¿cierto?
Itsuki: sí. No creo que esté mal del todo. Mientras no esté perjudicando a alguien.
Ken: una última pregunta. Si por alguna extraña razón o circunstancia, una de tus hermanas se enamorara de mí. ¿Qué harías?*mirando al techo*
Itsuki: yo... no lo sé...*mirando al techo también*
~Al día siguiente~
En la habitación de la segunda hermana Nakano, Nino abría sus ojos por culpa de los rayos de sol que daban de lleno en su rostro. Quejándose un poco por la luz, con ayuda de sus brazos se levantó y sentó en la orilla de su cama cabizbaja.
El rostro de la chica era un desastre. Tenía lo ojos rojos, producto de tanto llorar por lo que dijeron... y vio. Grandes ojeras debajo de estos y una mirada apagada, sin emociones. Recuerdos de la noche anterior inundaron su cabeza, mientras su corazón empezaba a doler.
Colocándose al fin de pie, Nino se estiró un poco, pero al girar la cabeza hacia la puerta de la habitación, una gran sorpresa la esperaba. Sentados en el piso, Ken y Itsuki observaban a la pelirosa con vergüenza y nerviosismo.
Nino: ¿qué hacen aquí?*preguntó sorprendida y levemente enojada*
Itsuki: queríamos disculparnos por lo de ayer. Sé que lo hicimos estuvo mal y que somos muy jóvenes. En serio, lo siento.*haciendo una reverencia*
La segunda quintilliza miraba aquella disculpa con neutralidad. No era una idiota, sabía perfectamente qué hacían las parejas, lo había visto. Además de que ya había teorizado que algo como lo que vio ayer ya había pasado anteriormente. Después de todo, llevaban mucho tiempo saliendo.
La mirada de Nino se apartó de su hermana y se enfocó en aquel pelinegro que se encontraba callado y cabizbajo.
Nino: Itsuki. ¿Puedes dejarme a solas con Ken?*preguntó mientras miraba fijamente a los ojos del pelinegro* Es con él con quién quiero hablar.
Itsuki: e-entiendo.*levantándose* Estaré abajo, por si me necesitan.*dijo de una manera tímida mientras se iba de la habitación*
Estando solos, la pelirosa y el pelinegro se miraban fijamente mientras el ambiente cambiaba. Tornándose tenso entre ambos.
Nino: ¿por qué... no me lo dijiste?
Al fórmular aquella pregunta, Ken respondió agachando más su cabeza.
Nino: ¡responde! ¿Por qué no me lo dijiste antes?*enojada*
Ken: ¿qué ganaba si lo hacía...?*inexpresivo*
Los ojos de la pelirosa se abrieron de la sorpresa al escuchar aquella respuesta; al parecer, no le importaban los sentimientos de los demás. Apretando los dientes por la ira, avanzó hacia él, mientras abría la palma de su mano. Luego, lo único que se escuchó en la habitación, fue el fuerte sonido de la cachetada que le había Nino a Ken. Sin embargo, y pese a la fuerza del golpe, Ken seguía sin expresar nada.
Empezando a respirar pesadamente, mientras daba un paso hacia atrás, Nino no podía creer que aquel chico del que se había enamorado, era un insensible. Alguien que no le importaba herir a los demás con tal de ser feliz.
Nino: si tan solo me lo hubieras dicho antes todo esto sería diferente. Eres despreciable, Ken.*asqueada*
Ken:...*cabizbajo*
Nino: ¿dime una razón por la cual no me lo dijiste antes? ¿Era porque no querías que dañara la relación? ¡¿O es que lo que querías era tener otra chica esparando por si tu relación se acababa?!*acercándose a él con furia y tomándolo de la camisa* ¡Dime, maldito mujeriego!*sacudiéndolo con fuerza* ¡Responde! ¡Quiero que me digas el por qué! S-Solo quiero saber la razón del por qué elegiste a Itsuki... en lugar de a mí...*cabizbaja*
La furia de Nino empezaba a apagarse, apoderándose de ella un profundo dolor y tristeza. Quería saber en qué fue lo que falló para no ser elegida. Quiera saber la razón por la cual le escondió todo.
Nino: q-quizás s-si me lo hubieras dicho antes...*con voz quebrada* Y-Yo hubiera aceptado.*snif* Y mi corazón...*snif* no dolería, como ahora.
Ken:...
Nino: ¿solo te quedarás callado viendo como lloro?*preguntó mientras lloraba* ¿Te quedarás callado sabiendo que estoy sufriendo?*golpeado el pecho del pelinegro sin fuerza* Idiota, idiota. Je, je, je...*empezado a reír* Vaya... en verdad soy una idiota, ¿no?*preguntó mientras una leve sonrisa se dibujaba en su rostro* Quiero que te vayas de mi vida, pero al mismo tiempo quiero que quedes...*cerrando los ojos* Lo preguntaré una vez más. ¿Por qué no me lo dijiste?
Ken:... Quería conservar... tu sonrisa.*contestó mientras abrazaba a la pelirosa* No quería que lloraras, que sufríeras por un amor que nunca iba a ser correspondido. Estabas muy feliz. Tanto que me dolía tan siquiera mirarte sin recordar que, en algún momento, iba ser yo el que te la quitara.*abrazándola con más fuerza* Debía decírtelo lo más pronto posible, pero cada vez que venía, tu felicidad hacía que no pudiese. Nunca quise lastimarte, pero te ibas a terminar enterando.*separándose un poco de ella* Me siento como escoria, ¿sabes? Merezco ser llamado de cualquier manera por ti.*bajando la cabeza* Hice lo mismo que Rize hizo...
Cerrando los ojos, el pelinegro esperaba que la chica se enojara más con él y lo golpeara. Después de todo, fue una mierda de persona con ella. Era todo lo que ella decía.
No obstante, una sensación cálida en sus labios hizo que Ken abriera los ojos rápidamente; y tal y como pensó, Nino se encontraba besándolo.
Separándose un poco del chico, Nino abrió sus ojos y miró al pelinegro con una ligero sonrojo.
Nino: ¿por qué...?*se preguntaba ella misma* ¿Por qué no puedo dejar de amarte? ¿Qué fue lo que me hiciste?*acercándose más a los labios del pelinegro* No importa. Sea cual sea la respuesta, no me interesa en este momento.*tomándolo de las mejillas* No te importa si continúo, ¿verdad, Ken?
Antes de que respondiera, Nino lo volvió a besar, esta vez introduciendo su lengua dentro de su boca, explorando cada rincón. Sabía que estaba mal lo que estaba haciendo. Estaba besando al novio de su hermana, pero no podía detenerse. En realidad, no quería.
Aquel chico que salvó su vida, es y será el único hombre que Nino Nakano amará.
Nino: (te amo, Ken.)*sobando el abdomen del pelinegro* (Lo siento, Itsuki, no puedo detenerme, yo también lo amo.)
La pelirosa se separó del chico, dejando un hilo de saliva que unía ambas bocas. Ken miraba con un gran sonrojo el rostro de Nino, recordando inconscientemente a Itsuki. Sabía que estaba mal y que no debía hacer eso, pero... al mismo tiempo, sentía que esa era la forma de pagarle a Nino por el dolor que le había hecho.
Nino: ¡Ken...! ¡Quiero que tú...!*sonrojada* Quiero que tú seas el primero y el único.*finalizó mientras se sentaba en el abdomen del chico* Hoy... ¡quiero darte todo!
Ken:*cerrando los ojos* haz lo que quieras.
~Time skip~
Encontrándose sentado al borde la cama de la pelirosa sin ropa, Ken reflexionaba sobre lo que había pasado durante esos 30 minutos que él y Nino estuvieron bajo las sábanas. No sabía cómo definir lo que sentía en ese momento, ¿era felicidad por haber hallado la forma de pagar por lo que hizo? ¿Era tristeza por haber engañado otra vez a Itsuki con una de sus hermanas? ¿O era otro sentimiento que no había sentido antes?
Lo único que sabía con certeza era que ésta decisión traería repercusiones en el futuro. Quizás hizo bien en cumplir la petición de Nino, o quizás no. Solo el tiempo lo dirá.
Siendo sacado de sus pensamientos de repente al sentir a Nino abrazándolo por la espalda; hundiendo sus pechos en esta y causando un leve estremecimiento en el pelinegro.
Ken: Nino...
Nino: gracias por esto, Ken. Fue muy especial para mí.*ocultando su leve sonrisa en la espalda del chico* Se sintió... muy bien.
Ken: Nino... Sabes que esto estuvo mal. Yo estoy en una relación con Itsuki, y esto podrías arruinarlo todo.*mirando al suelo*
Nino: lo sé. Pero quería que tú te llevaras algo más de mí.*recoriendo con sus dedos el pecho del pelinegro* No puedo evitar amarte.*tomándolo de la barbilla, haciendo que gire su cabeza y la mirara* Te amo mucho, Ken.*besándolo*
Ken:*separándose de ella* Nino, basta.
Nino: ¿temes que Itsuki se entere de esto y te corte? Si es así, entonces no debes preocuparte, mis labios se mantendrán cerrados.*colocándose a cuatro patas y acercándose a él gateando* Lo único que pido a cambio... es volver a pasar un tiempo a solas contigo.*sonriendo de una manera seductora* ¿De acuerdo?
Ken: ¿si lo hago... no sufrirás? ¿No llorarás más? ¿Tu sonrisa se mantendrá igual de resplandeciente?*preguntaba con la esperanza de no ver a Nino destrozada*
Nino: te lo prometo.*tomándolo de las manos* Déjame ser... tu amante.
Ken: está... bien...*bajando levemente la cabeza* Solo no sufras más, ¿de acuerdo?
Nino: je, je... De acuerdo.*dándole una hermosa sonrisa* Bien. Supongo que ya es hora de salir de aquí.*levantándose de la cama* Llevamos casi una hora aquí metidos. Si no queremos levantar sospechas, lo mejor será que no nos demoremos más.*tomando su ropa del suelo y colocándosela*
Ken: s-sí.*haciendo lo mismo que la pelirosa*
~Time skip~
Nino: ¡buenos días!*saludó a sus hermanas*
Siendo acompañada por un callado Ken, Nino bajaba las escaleras hacia el primer piso del departamento, yendo a preparar el desayuno.
Mientras que bajaban, Ken pudo notar que las demás quintillizas se encontraban con la mirada levemente decaída, con excepción de Itsuki; quién se encontraba sentada en el sofá, alejada de sus hermanas.
La sonrisa de felicidad pura de Nino hacía que el ambiente deprimente que las demás hermanas tenían se esfumara al instante. Ocultando cada una de su tristeza al ver al pelinegro, Miku, Ichika y Yotsuba se acercaron a la segunda quintilliza con el pretexto de preguntar por el desayuno.
Ichika: ¡oh, Ken, Nino! ¿Dónde se encontraban? Llevamos bastante tiempo esperándolos.*sonriendo como siempre lo hacía*
Miku: Nino, ¿qué harás de desayuno?*acercándose a su hermana*
Nino: como estoy animada el día de hoy, ¡haré unas hamburguesas al estilo Nino Nakano!*respondió mientras sonreía más abiertamente y yendo a la cocina*
Ichika: pareces muy feliz. ¿Puedo preguntar por qué?*siguiéndola*
Nino: no es nada importante. Solo me levanté de buen humor.*dijo con simpleza*
Miku: ojalá fueras así más a menudo.*criticó* Nos vendría bien.
Nino: ¿qué quieres decir con eso?*frunciendo un poco el ceño*
Ichika: no peleen, ¿sí?*tratando de calmar a Nino*
Mientras que las hermanas iban caminando hacia la cocina; el pelinegro se encontraba todavía en el primer escalón, manteniendo su mente centrada en la decisión que había tomado hace unos minutos. Ser amante de Nino podría traerle muchos problemas. Pero, aún así, no quería ver a Nino tristeza, llorando; y al mismo tiempo, tampoco quería que Itsuki se sintiera mal y pasara lo mismo.
Recordando que ya tenía 3 parejas y ahora una amante. Sin lugar a dudas, un paso en falso y todo se acababa. "¿Y si le digo a Itsuki los sentimientos de Nino? Quizás acepte y pueda ser su pareja oficial." Fue la idea que pasó volando por su mente como una estrella fugaz; que en cuestión de segundos fue descartada. Ya tenía a las chicas que amaba, no necesitaba más. Eto se lo dijo en una ocasión en tono de broma: aceptar a Touka fue un caso especial, ya que quería que su hermana no sufriera más de lo que ha sufrido por él. Y todos estuvieron de acuerdo con aquello. Sin embargo, esto de Nino era diferente...
Yotsuba: Kaneki-san.
Cortando de manera abrupta los pensamientos del pelinegro, Yotsuba llamó su atención con su habitual sonrisa enérgica.
Ken: ¿huh? ¿Qué sucede?
Yotsuba: ¿sabías que dentro de dos días volvemos a clases?
Ken: ah, sí. Eto mencionó eso ayer en la mañana. ¿Por qué?
Yotsuba: bueno, este...*rascándose la cabeza en señal de vergüenza* ¿Quería saber si las clases seguirán?*riendo por la vergüenza*
Ken: no lo sé. Su padre no me ha dicho nada acerca de eso. Pero creo que les seguiré dando clases este año también.*dijo con simpleza*
Yotsuba: ya veo. Menos mal.*aliviada* Las cosas no serían las mismas si te fueras de aquí.*dijo con una sonrisa*
Ken: Yotsuba...*sorprendido* Gracias.*dándole una leve sonrisa*
Itsuki: ¡Ken-kun! ¿Podemos hablar un momento?*preguntó desde el sofá*
Ken: ¡sí!*respondió* Yotsuba, discúlpame.*yendo hacia Itsuki*
Yotsuba: ¡ah! ¡Sí, no te preocupes! ¡La novia es lo primero! Je, je...*bromeó*
~Time skip~
Apoyados en el pequeño pasillo de la entrada al departamento, Itsuki y Ken se encontraban mirándose uno al otro.
Itsuki: entonces... ¿qué fue lo que dijo Nino? ¿No está enojada con nosotros?
Ken: n-no. Ella dijo que todo está bien, solo le tomó por sorpresa vernos haciendo eso.*dándole una leve sonrisa*
Itsuki: me-menos mal...*aliviada*
Ken: pero te diré algo, Itsuki.*pellizcándo una de las mejillas de la pelirroja* Deberías saltar las escenas eróticas de las películas, te excitas muy fácil. Si eso te pasa con una escena de película, no me imagino cómo te pondrás al ver una porno.*regañó*
Itsuki: ¡ya dije que lo sentía!*llorando de manera cómica* Además, tú me seguiste el juego.
Ken:*dejando de pellizcar* cierto. También es culpa mía. Lo siento.*mirando al suelo levemente*
Nino: ¡chicos, ¿van a comer ya?!*preguntó desde la cocina*
Itsuki/Ken: ¡sí!
~Time skip~
Abriendo la puerta de su casa, Ken avanzó un poco hacia la sala de estar mientras dejaba sus zapatos en la entrada. Al llegar fue recibido por una peliverde que se a abrazarlo.
Eto: ¡bienvenido, Ken-kun!*sonriéndole* ¿Cómo te fue? ¿Cómo se tomaron las chicas la noticia?
Ken: (más o menos)*pensó* Bien.*respondió*
Eto:*tomándolo de las manos* ¿estás cansado? ¿Quieres comer algo?
Ken: no, gracias. Ya comí.
Eto: ya veo. Bueno, no importa.*separándose* ¿Me ayudas a estudiar? Falta poco para entrar a clase.*sonriéndole*
Ken: seguro.*dándole una leve sonrisa y acercándose a ella* Por cierto, ¿y Hide?
Eto: está con Nao-chan apagando su calentura.*respondió con simpleza y despreocupación*
Ken: espero que esté usando protección*bromeó*
~Time skip/Dos días después~
Hoy era el día. Hoy, todos los estudiantes volvían a la escuela. Caminando por las casi vacías calles de la ciudad, yendo hacia su institución, el trío de amigos charlaban sobre su regreso a clases. La emoción se sentía en el aire del bicolor y la peliverde, mientras que el pelinegro se encontraba un poco más distante de esa conversación, como era costumbre.
Eto: entonces, Ken-kun.*mirándolo con una sonrisa*
Ken: ¿huh?*mirándola con duda*
Eto: el año pasado no te uniste a ningún club. Has pensado en unirte, no sé, a mi club de literatura.
Ken: sí. Lo he pensando. Pero aún no me he decidido.
Eto:*haciendo un puchero* ¡llevas casi tres años diciendo lo mismo!*molesta* ¡Hmp!*mirando hacia delante* Si no quieres, solo dilo. No me dejes que con la intriga.*apurando el paso*
Ken: oye, Eto.*estirando su mano e intentando agarrarla*
Eto: ¡no me toques, idiota!*caminando con enojo*
Ken: mierda...*suspiró*
Hide: deberás hablar con ella luego. También opino que deberías darle una respuesta ya, en lugar de estarla pospiniéndo.*opinó*
Ken: no lo sé, Hide. Sabes que no me gusta estar en clubs. Suelen ser... aburridos.
Hide: puede ser. Pero de igual forma, estaría bien cumplir ese capricho de Eto. Con ella en el club, es muy difícil aburrirse.
Ken:*sonriendo un poco* quizás tengas razón. Lo pensaré.
Hide:*suspiró* y seguimos en lo mismo...
~Time skip~
Llegando al salón A-3, los tres amigos entraron a su nuevo salón con una sonrisa en sus rostros, listos para afrontar lo que se les viniera encima.
Girando un poco su cabeza hacia su izquierda, quedaron sorprendidos por lo que veían al fondo del salón. En su misma aula, cerca del lugar donde les tocó, se encontraban nada más ni nada menos que las quintillizas.
Eto: ¡Itsuki!*alzando los brazos y corriendo hacia ella*
Itsuki: ¿oh?*dándose media vuelta y mirando con sorpresa a la peliverde* ¡Eto!*alzando sus brazos y corriendo hacia ella*
Ambas amigas se dieron un abrazo mientras daban pequeños saltos y giraban un poco, pareciendo niñas pequeñas, causado que los demás estudiantes se rieran un poco de ellas en silencio.
Y mientras hacían eso, Ken se acercó a las demás quintillizas a saludar, mientras que Hide había visto algo más que le llamó la atención. En el fondo a su izquierda, se encontraba una albina que él conocía muy bien. Sonriente fue hacia ella a saludar.
Yotsuba: oh, Kaneki-san.*saludándolo con la mano* ¡Hola!
Ichika: hola, Ken-kun. ¿Qué cuentas?*sonriéndole*
Miku: Ken.*sonriendo levemente*
Nino: hola, Ken.*guiñándole el ojo sin ser vista*
Ken: chicas... Parece que vamos a estar en el mismo salón este año, ¿cierto?
Yotsuba: ¡sí!
Ichika: qué casualidad.
Hide: ¡¿casualidad?! ¡Esto es el poder del guión!*dijo a la distancia*
Ken: ¿otra vez con eso?
???:*tocando su espalda* qué casualidad vernos aquí.
Ken: ¿huh?*girando* ¿Touka?
Touka: la misma.*sonriéndole* ¿Cómo has estado, Ken-nii-chan?
Ken fijó su mirada en el uniforme que llevaba la peliazul. Llevaba la respectiva falda verde con cuadros y una camisa de botones blanca; la camisa blanca era cubierta por una camisa sin mangas, similar a la de Itsuki, pero siendo de un color azul como su cabello. A los ojos del pelinegro se veía hermosa, como siempre. Y lo demostró dándole una sonrisa, mientras acariciaba su cabeza.
Ken: bien, ¿y tú, Touka-chan?
Touka: igualmente. Me alegra que estemos juntos este año, Ken-nii-chan.
Hide: ¡¿Touka también va a aquí?! ¡El guión está potente!
~Time skip~
Sentados en su respectivos asientos, todos los amigos del año pasado se encontraban hablando entre sí, conociendo la peliazul que se había presentado como Touka Kirishima, una "amiga" muy cercana a Ken.
Dos horas pasaron desde que llegaron y llevaban hablando, pero desafortunadamente, debía terminar. Por la puerta, una maestra entró a recibir a los alumnos.
Profesora: ¡buenos días a todos!*saludó con la mejor energía positiva* Me alegra verles las caras a todos otra vez. Espero que este año sea mejor que el anterior, ¿de acuerdo, Sasaki-kun?*mirando a un castaño* ¿Y Itsuka-san?*mirando a una pelinegra* Espero que no hayan los mismos inconvenientes del año pasado. En fin, pasando a lo importante, he de informar dos cosas muy importantes: lo primero es que hoy conocerán a una nueva compañera de clases.*mirando a Touka* Por favor, preséntense.
Touka: ¡sí!*levantándose* Mi nombre es Touka Kirishima, un placer. Espero poder llevarme bien con todos.*haciendo un reverencia*
Profesora: muy bien, Kirishima-san. ¿Alguien tiene una pregunta para ella?*mirando a los estudiantes*
???: ¡yo tengo una pregunta, sensei!
Profesora: ¿sí, Itsuka-san?
Itsuka: Kirishima-san, ¿tienes pareja?*mirándola con un leve sonrojo*
Touka: ah, sí. Sí tengo novio.*contestó algo extrañada por la pregunta*
Itsuka: oh, ya veo.*desviando un poco su mirada* Gracias, Kirishima-san.
Profesora: bien, alguien-
???:*abriendo la puerta* disculpe.*interrumpiendo a la profesora* ¿Este es el salón A-3?
Profesora: oh, eres la chica que dijo el director que vendría.*sonriéndole* Adelante, pasa y preséntate.
???: sí.
Y al dar un paso al frente, Ken, Eto, Hide y Touka reconocieron en seguida aquel cabello rosa intenso. Con cada paso que daba aquella chica, los ojos de los 4 se habría cada vez más. Llegando al centro y dando media vuelta, aquella hermosa chica prosiguió a presentarse.
???: buenos días. Soy Rize Kamishiro, un placer.
(Próximo capítulo: Rencor)
Lore-Craft: ¡¡hey!! ¡¿Qué pasa, chavales?! ¿Todo bien, todo correcto? Y a mí que me vale ver- me alegro :v
Aparezco por aquí para decirles que apartir del próximo capítulo, las cosas se ponen interesantes. Al fin Rize ha hecho su aparición frente a Ken.
¿Cómo reaccionará?
¿Se armarán los vergazos entre ella y las novias de Ken?
¿Por qué Lore-Craft se demora tanto en subir un capítulo?.
Y lo más importante, ¿les gustó el cap?
"La percepción del villano cambia si la ves desde otro punto de vista"
Sayonara...
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