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El testigo es la luna


Silencio...

Era lo que gobernaba la sala de las quintillizas en ese momento. Sorpresa, miedo, incredulidad. Sentimientos que se notaban con sólo mirar a los ojos a las hermanas.
Y en el centro de esta, cabizbaja y callada como sus hermanas, se encontraba Nino esperando la reacción de las demás chicas.

Todo esto era observado por un pelinegro que se encontraba en un extremo de la sala, apoyando en una pared, de brazos cruzados. Ken miraba atentamente lo que pasaría a continuación.

¿La razón? Fácil: Nino les había contado lo que estaba pasando. Dejando atónitas a todas sus hermanas quienes no se esperaban esa noticia en el momento en que fueron llamadas.

Ichika: bueno... Yo no sé qué pensar de eso...

Miku: ¿por qué no nos lo habías dicho antes?

Nino: es qué... no quería preocuparlas. Todas ustedes tienen cosas qué hacer, no quería distraerlas.

Itsuki: ¡pero eso no es motivo de que nos oculares algo tan grave!*preocupada* ¿Qué hubiera pasado si mantenías el secreto más tiempo? ¿Y si ese chico te hacía algo?

Ichika: no puedes ocultarnos algo tan grave como eso, Nino. Somos tus hermanas, deberías tener más confianza.

Nino:*suspiró* lo sé. Lo lamento.

Yotsuba: no, no hay problema. Sólo no vuelvas a hacer eso, ¡¿está claro?!

Nino: sí. Está bien.*sonriendo levemente*

Miku: pero, cambiando de tema, ¿qué haces aquí, Ken?*mirando al pelinegro*

Ken: su padre me dijo que cuidara a Nino. Por ende, debo averiguar quién es el chico que la está acosando.

Miku: ¿chico? Un momento, ¿sabes que es un chico?

Ken: probablemente. No sé si es un chico o no. Sólo me refiero a él o a ella como "chico".

Ichika: ¿ella? ¿Quieres decir que podría ser una chica quién la esté acosando?

Ken: sí. Mientras no tengamos ni una pizca de información, las teorías son infinitas.

Nino: entonces... ¿qué debemos hacer ahora?

Ken: buscar información.*acercándose a las chicas*

Miku: ¿información?

Ken: sí.*sentándose al lado de Yotsuba* para saber quién es el acosador, debemos recolectar información de todo. Mientras más información tengamos, podremos deducir quién es el acosador.*sacando su pequeña libreta de bolsillo* ¿Alguien tiene un lápiz?

Yotsuba: yo.*sacando uno de su bolsillo* Toma.

Ken:*tomándolo* gracias. Bien, para empezar, sabemos que el acosador sabe donde viven y tiene su correo electrónico.*anotándolo en la libreta* En circunstancias normales, eso sería malo. Pero...*mirando a Nino* podemos usarlo a nuestro favor.

Todas: ¿eh?*confundidas*

Ken: fácil, el acosador escribe de vez en cuando a Nino, diciéndole cuanto la ama... Si hacemos creer que correspondes su amor, probablemente nos dé algo de información. Y si nos ganamos su confianza, podría dejar inconscientemente, pistas.

Nino: un momento, ¿me estás diciendo qué hable con él?

Ken: sí. Puede que sean quintillizas, pero cada una es diferente. Puede haber la posibilidad de que haya estudiado tus acciones, reacciones, gestos, gustos... Todo puede ser posible mientras no tengamos información.

Yotsuba: wow... Kaneki-san parece un detective, jeje...*tratando de animar el ambiente*

Ken: ¿tú crees?

Yotsuba: sí. Dentro de poco serás el nuevo Sherlock Holmes.*riendo al igual que sus hermanas*

Ken: je, je, je...*rió levemente* Quizá... pero sólo soy un chico de preparatoria.*suspiró* Nino, ¿lo harás? Has de saber que no estás sola.

Ichika: nosotras y Ken-kun estamos aquí para apoyarte, ¿cierto?

Miku: sí.

Itsuki: ¡por supuesto!

Yotsuba: ¡somos hermanas después de todo!

Ken:*suspiró* por esta vez... te apoyaré, Nino.*sonriéndole levemente*

Al saber que no estaba sola, Nino sonrió levemente mientras sus mejillas se teñían rojas. ¡Podía hacerlo! Después de todo, ella era fuerte.

Nino: ¡lo haré!*segura*

Al escuchar lo segura que estaba, todas sonrieron, y el pelinegro sólo pudo mirar levemente a un lado mientras su leve sonrisa aún se mantenía en su rostro.

Ichika: bien. Ken-kun, ¿qué sigue?

Ken: bueno, Nino hablará con él y me dirá toda la información que logre sacar. Las demás podrán hacer lo que hacen normalmente, pero deberán estar muy atentas a su alrededor.

Ichika/Miku/Yotsuba/Itsuki: ¡entendido!

Ken: y por último, yo recolectaré toda información posible en la escuela. Las visitaré más seguido y pasaré de vez en cuando la noche aquí. Espero que no les moleste.

Ichika: para nada.

Miku: ésta también es tu casa.

Yotsuba: ¡Kaneki-san siempre será bienvenido!

Itsuki: nunca serás una molestia.

Nino: lo aceptaré sólo porque la situación lo requiere.*mirando a otro lado*

Ken: gracias.

Yotsuba: entonces, ¿puedes quedarte hoy, mañana y pasado?*sonriendo*

Ken: ¿eh? ¿Perdón?

Ichika: dijiste que te quedarías de vez en cuando.*sonriendo*

Miku: puedes hacerlo, ya que mañana es domingo y el lunes no hay clases.*sonriendo*

Itsuki: además, así nos cuidarías si algo malo nos pasa con un acosador rondando.*sonriendo*

Nino: esperen, chicas. No pueden...

Ichika: sí podemos.*interrumpiendo*

Yotsuba: ¿entonces?

Ken: no tengo opción, ¿cierto?

Yotsuba: nop.

Ken:*suspiró* le diré a Hide.*yéndose al balcón*

Todas-Nino: ¡yei!

~Time skip~

Ken avisó de que pasaría la noche en casa de las Nakano. Hide, como de costumbre, le pareció buena idea; así le podría decir a Eto donde estará para que no se preocupe de más.
Ya le había dicho todo lo que debía decir, pero decidió hablar un rato con su amigo. Eran mejores amigos, sí. Pero no han tenido mucho tiempo de hablar últimamente.

Después de casi 20 minutos hablando con él se despidieron. Ken regresó a la sala, viendo como todas las quintillizas llevaban puestas sus pijamas para dormir.

Ichika: oh.*mirando al pelinegro* Ken-kun, ven un momento, por favor.

Ken:*acercándose* ¿qué sucede?

Ichika: no nos ponemos de acuerdo en qué hacer. Pensamos en estudiar un poco, pero ya se está haciendo tarde para hacerlo. 

Ken: ya veo. ¿Y si vemos una película?

Ichika: ¿una película?

Yotsuba: a mí me gusta la idea.

Itsuki: pero, ¿qué película veremos?

Nino: Miku, ¿en tu habitación no hay algunas baterías del control?

Miku: sí, pero están encima del clóset. ¿Por qué las necesitas?

Nino: ¿ya olvidaste que las perdimos cuando nos vimos "Son como Niños 2"?

Miku: sí. Pero, de todas formas, están muy alto...

Ken: ¿quieres que te ayude?

Miku: c-claro.*sonrojada*

El pelinegro y la castaña fueron a la habitación de la chica, mientras eran vistos por una pelirroja celosa. Itsuki no había podido acercarse a él desde hace unos días, ya necesitaba volver a besarlo, abrazarlo.

A parte, estaba realmente celosa de no poder estar a solas con él ni un sólo momento. Algo que Miku había logrado, y quién sabe qué podrían hacer allí dentro.

~Crack~

El sonido de algo que se había quebrado había regresado a la realidad a la pelirroja, quién miró a su mano derecha, notando que la bolsa de galletas que tenía habían quedado hechas migas...

Itsuki: rayos...

~Mientras tanto con Ken y Miku~

Ambos se encuentraban entrando a la habitación de la castaña. Miku se encontraba muy sonrojada de estar a solas con el chico que le gustaba. También, los recuerdos vergonzosos del día que durmieron juntos la invadió, ocasionando que su rostro se volviera aún más rojo.

Ken: encima del clóset...*estirándose hasta la cima* Las tengo.*bajando las baterías*

Miku: sí...

Ken: parece que ya está. Volvamos.*caminando hacia la salida*

Miku: ¡K-Ken!*lo llamó*

La tímida voz de la castaña hizo que el pelinegro se detuviera y la mirara con curiosidad. Miku se encontraba sonrojada y pensativa sobre una sola cosa que no había podido sacar de su cabeza, pero había podido disimularlo.

Miku: s-sobre nuestro b-beso...

Al mencionar eso, los ojos grises del pelinegro se abrieron un poco, recordó que ellos se habían besado antes...

Un silencio incómodo se hizo presente, haciendo que la castaña se sintiera más nerviosa sobre avanzar o dejar esto...
Mientras que el pelinegro se encontraba cabizbajo, pensando en qué podría decir...

Ken: bueno...

Miku: s-sólo espero que no me odies.

Ken: tonta.

Miku: ¿eh?*abriendo sus ojos*

Ken: es imposible que te odie...*sonriéndole* Un beso no va a dañar nuestra amistad. Sólo... olvidemos eso, ¿de acuerdo?

Miku:*asintió feliz* eso no significa nada.*sonriendo*

Ken: ahora, vamos. Las demás esperan.

Al bajar, las demás hermanas preguntaron el motivo de su demora... Bueno, sólo tres. Itsuki no preguntó nada, sólo se limitó a mirarlo con tristeza, para luego voltear y mirar al televisor.

Nino: ¿por qué la demora?

Ken: al parecer las baterías estaban más lejos de lo esperaba. Me costó un poco llegar al final.

Miku: pero lo importante es que ya tenemos las baterías.

Ken le entregó las baterías a la pelirosa. Viendo que todas estaban sentadas en el sofá, él hizo lo mismo, sentándose al lado derecho de su novia de cabello rojo.
Itsuki al verlo se sorprendió, ya que creyó que sentaría al lado de otra. Pero se sorprendió más y sintió algo de felicidad al sentir como su mano era levemente apretada por la de él. Ambos se miraron a la cara para darse un rápida sonrisa y volver a ver la pantalla antes de que las demás notaran eso.

Nino se metió a Netflix, buscando la película que verían hoy. Las demás daban su opinión sobre el género que deberían ver y daban sus argumentos del por qué. Pero Ken y Itsuki no. Ellos, al estar tan cerca el uno del otro, podían tomarse de las manos sin que las demás se dieran cuenta. Y eso era lo que estaban haciendo ahora; tomado de las manos, sintiendo la calidez de la otra.

Aunque Ken llevaba sus guantes, aún así la calidez de las manos de su novio, hacían que Itsuki sintiera una paz inmensa. Quería poner su cabeza en el hombro de este, pero se contuvo y apretó con más fuerza el agarre.

Ambos sentían la necesidad de besarse, pero debían aguantar. Ya lo harían más adelante.

Nino: ¡está decidido! Una de terror será.

Y como su una piedra atravesara el vidrio de la casa. La paz de Itsuki se fue, mientras un miedo la invadía.

Itsuki: ¿n-no podemos resolverlo con diálogo?

Nino: no seas miedosa, Itsuki.

Yotsuba: vamos será divertido.

Ken: tranquila. Yo estoy aquí.*susurró lo suficientemente  fuerte como para que ella fuera la única que escuchase*

Al oír esas palabras, Itsuki se relajó un poco y aceptó a duras penas la película. Y así comenzó la tortura/película de las chicas/Itsuki.

La película seleccionada fue: "Mamá". Todo era normal, los primeros minutos de la película fueron livianos, pero tiempo después, ya no lo eran. El miedo se apoderaba de ellas mientras se iban acercando, inconscientemente, al pelinegro.

Itsuki, quién era la más miedosa de por sí, estaba abrazando al ojis-gris mientras lloraba en su pecho. Las demás hermanas se acercaron a él, y en cuestión de segundos, Ken estaba siendo abrazado por las cinco hermanas.

Ken miraba la película con neutralidad, pero en el fondo también estaba sintiendo algo de miedo. ¿Quién diría que esa película haría que él tuviera miedo?

~Time skip~

La película terminó. Todos estaban en silencio, nadie decía una sola palabra. Ken miraba a todas y cada una de las chicas, quienes todavía lo seguían abrazando...
Itsuki aún seguía pegada a él, no había dejado de llorar. Pero se estaba calmando.

Ken: creo que deberíamos ir dormir. Ya es tarde, no creen.

Todas-Itsuki: s-sí.

Itsuki: n-no, p-por favor...*mirando al pelinegro* no me dejes sola.

La mirada de la pelirroja cautivó al chico. Las lágrimas aún seguían bajando por sus mejillas, su voz era temblorosa, su agarre era fuerte.
Ken al mirarla quedó sorprendido, y con un recuerdos llegó a su mente...

"Por favor, no me dejes sola"

Esas palabras... Esa persona quién las dijo...

Ken limpió las mejillas de las pelirroja y le dio una sonrisa.

Ken: tranquila. No iré a ninguna parte. Te lo prometo.

Las demás hermanas sintieron algo de celos al ver como el pelinegro y la pelirroja actuaban de una manera tan cariñosa.
No obstante, decidieron ir a dormir. Ya era muy tarde y el sueño las abrumaba.

Así que decidieron obviar lo visto y subieron a su habitación... Dejando solos a la pareja.

Ken: vaya... Parece que el sueño les ganó más que el miedo.

Itsuki: sí...

Ken: a propósito, ninguna de ustedes me dijo donde dormiré.

Itsuki: la respuesta es sencilla: conmigo.*dándole una leve sonrisa*

Ken:*devolviendo el gesto* no me molesta.

Y así, la pareja se tomó de las manos mientras subía las escaleras hacia la habitación de la pelirroja.
Al llegar, entró primero el pelinegro y miró un poco un habitación. Itsuki quién se encontraba cerrando la puerta, sonrió maliciosamente mientras colocaba seguro.

Itsuki: por fin estamos solos, Ken-kun.*acercándose*

Ken volteo a verla. No era necesario hablar, los dos sabían lo que querían en ese momento: besarse. Y así fue... En un rápido movimiento, la pelirroja se encontraba besando al pelinegro con pasión y amor. Muchos días sin poder probar esos labios habían válido la pena para este momento.

Ken no se quedó atrás y metió su lengua en la boca de su amada novia. Quién soltó un gemido ahogado, mientras un sonrojo empezaba a cubrir su rostro.
El pelinegro comenzó a acariciar la espalda de la chica, mientras que ella hacía lo mismo con el abdomen de este.

Ambos se separaron por unos segundos, recuperaron aire y volvieron a besarse. Duelo de lenguas y saliva era lo que podía verse en ese momento, como Ken empezaba a desabotonar la parte superior de la chica, mientras que esta subía la camisa del pelinegro.

Volvieron a separarse, esta vez con un sonrojo notable en sus rostros. Ambos querían hacerlo. El siguiente paso como pareja, los dos querían hacerlo.

Itsuki alzó su mirada y se puso recta mientras seguía respirando de manera agitada.

Itsuki: quiero hacerlo, ahora.*segura*

Al decir eso, el pelinegro quedó levemente sorprendido. Ya sabía que iban a hacerlo tarde o temprano, así que no era tiempo para estupideces. Esto iba a significar un antes y un después en su relación; así que respiró hondo y fue sincero también.

Ken: yo también.*tomándola de los hombros* Quiero hacerlo, contigo.*sobando su mejilla izquierda*

Itsuki: Ken-kun...

Ken: Itsuki...

Y ante la mirada de la luna, que entraba por la ventana de la habitación, Ken quitó la parte superior de la pijama de la chica y procedió a acostarla en la cama.

Lujuria...

Sentimiento que ambos sentía, al igual que su calor corporal. Itsuki sentía cómo era desvestida y tocada por su amado. No sentía vergüenza en ese momento, como tampoco lo sentía Ken, quién se encontraba sobre la pelirroja desnuda.

Ambos se miraron por unos segundos para después, tomarse de las manos y sentir la piel desnuda de su pareja.

Y mientras que la luz de la luna seguían entrando por la ventana, ambos jóvenes se habían hecho una sola carne. Sintiendo un felicidad inmensa al hacerlo.

Apunto de llegar al clímax y terminar por hoy. Itsuki sintió como algo salía de su interior, y del mismo modo, sintió como la semilla de amor había caído encima de ella...

Lo habían hecho... Todo había sido asombroso... Ambos lo disfrutaron mucho...

Ken se encontraba al lado derecho de su amada, respirando agitadamente como ella.

Itsuki se movió un poco y abrazó el cuerpo de su amor, y le dedicó una sonrisa angelical.

Itsuki: te amo, Ken-kun.

Ken: yo también, Itsuki.

~Time skip~

Unos pocos minutos habían pasado desde que ambos había tenido sexo. Itsuki se encontraba abrazando a su amado, mientras este devolvía la acción. Una sonrisa en sus rostros, una satisfacción enorme...

Itsuki: Ken-kun...

Ken: ¿huh?

Itsuki: este... Sobre la propuesta de Eto... ¿Qué fue lo que decidiste?*con voz tímida*

Ken: ....

Itsuki: ya veo. Sólo olvida eso, ¿sí? No quiero que esto arruine nuestra relación.

Ken: no puedo...

Itsuki: ¿eh? ¿Qué...?

Ken: Itsuki. No puedo dejar de amar a Eto, no importa lo que haga, aún la sigo amando. Pero tampoco, puedo dejar de amarte a ti.

Itsuki:*alzando su mirada sorprendida* ¿qué dices?

Ken: te amo. Pero al mismo tiempo amo a Eto. Las amo mucho a las dos, y estoy feliz de que me amen. Por eso... acepto la idea del trío.

Ante la respuesta, Itsuki abrió los ojos de la sorpresa. ¡Aceptó! ¡Ken aceptó!

La pelirroja dibujó una pequeña sonrisa en su rostro, para después besar al pelinegro con amor.

Itsuki: yo también. Acepto la idea del trío. Te compartiremos, te amaremos siempre.

Y dándose un último beso antes de dormir, la pareja concluyó con su "unión".

Todas las hermanas se encontraban profundamente dormidas, así que no oyeron nada.

Pero había alguien que sí vio todo lo que sucedió en el cuarto de la quinta quintilliza...

El testigo es la luna.

(Próximo capítulo: Verde, Negro y Rojo)

Lore-craft: hola, lectores-chan. ¿Cómo están, cómo andan? Yo la verdad es que estoy excelente.
Y sí, he escuchado sus peticiones, ¡y Ken a aceptado el trío!

Bueno, lo que siempre dicen, voten, comenten, síganme, ya somos más de 200 seguidores, muchas gracias por ello.
Como regalo por ello, les daré un pequeñito spoiler de lo que se viene.

~Spoiler alert~

Ken: 2 años... Ja... Pensaba que te habías ido para siempre.

???: no. ¿Crees que me olvidaría tan fácil se ti?

Ken: si hubo una primera vez, habrá una segunda.

???: me duele que seas así conmigo, Ken. ¿Acaso no me extrañaste?*acercándose a él*

Ken: no.*mirándola con odio* Nunca te voy a extrañar...
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...Rize.

Sayonara...

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