Empezamos con el segundo misterio, los que aun no han entregado su relato pueden hacerlo con ambos capítulos.

El día domingo sera el plazo máximo para entregar este segundo misterio, los participantes que cumplan tendrán cinco puntos extras a su participación por responsabilidad. Es como un bonus extra.

Ahora aquí vamos con nuestro segundo misterio...

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El patio techado no era muy concurrido. Era frio, anticuando, y cuando llovía sonaba tan fuerte como si fuera a caerse en cualquier momento. Los profesores repetían eso cuando los padres se quejaban por el mal estado y desuso de este. Lo que no se les permitía decir, era que en realidad bajo el aparentemente nuevo asfaltado de la cancha, se ocultaba el cuerpo del profesor Olivera, quien había sido enterrado vivo en circunstancias desconocidas hace tan solo seis años.

Cuando no había asistido a clases por tres días, se decidió acudir a las cámaras de seguridad, donde se le vio discutir con una mujer y luego de varios minutos, ser arrastrado hasta la fosa donde al día siguiente los obreros taparon el hueco con cemento sin siquiera ver si había algo distinto ahí. Se decidió no romper el reciente cimentado por no llamar la atención, y la policía no logro explicar que había sucedido con aquel amable profesor. Actualmente, se dice que cuando algún estudiante intenta jugar en la cancha, es inevitablemente que un hecho lamentable suceda, pues el profesor Olivera busca que lo saquen de ahí, ya que nunca le gustó la oscuridad.