Salí de la habitación, bajé y fui a la cocina, todavía faltaban unas pocas horas para que Michael viniera.

La siguiente opción era; cocinar.
Aun que realmente... nunca he cocinado, les pedí a los niños que me ayudarán, y aceptaron con gusto.
Compramos los ingredientes. Toda la tarde fue muy divertida para mí y para los chicos.

Me encontraba poniendo los platos sobre la mesa.

-¡Papi ha llegado!- dijo Paris.

Mis nervios aparecieron como chispa. Respiré hondo y exhale. Vi a Michael como miraba la mesa. De pronto me miró a mí sorprendido.

-Hola.- se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla.

-Hola.- le sonreí.

-¿Que es todo esto?

-La cena. Yo preparé la cena.- dije con algo de temor.

-¿En serio?- me miró sorprendido. Asentí con la cabeza.

Agarré su mano y ambos nos sentamos en la mesa junto con los chicos. Serví la cena, me resultó muy sorprendido por lo que había hecho, al igual Michael. Todos probaron la comida.

-Esta delicioso.- comentó Michael. Yo sonreí.

-Tiene razón, papi, esta delicioso.- le sonreí a Paris.

Ya que habiamos terminando la cena comimos postre. Los niños me ayudaron a recoger la mesa y nos sentamos en la sala a ver una película.

Me sentía feliz en ese momento, a lado de Paris, Prince y Blanket, también a lado de Michael. Giré a ver a Michael, que estaba viendo la película atentamente, los chicos ya estaban durmiendo. Con esa mirada que el poseía me daba cuenta el gran ser humano que era, alguien que en esta vida no habrá otro hombre que sea igual a él. Excepto Prince, yo se que él seguirá los pasos de su padre. Y tan solo pensarlo me ponía a llorar de la felicidad.

(...)

-_____.

Abrí los ojos poco a poco hasta encontrarme con sus ojos.

-¿Que pasó?- me levanté de golpe. Miré alrededor y no estaban los niños.

-¿Y los niños?

-Ya están dormidos en su habitación.

-Oh.- me levanté. -Entonces creo que es hora de que yo me duerma.- le sonreí.

-Si...- susurró.

-¿Sucede algo?- pregunté preocupada.

-No... bueno si.

-Dime.

-¿Puedo dormir contigo?

No podía creer lo que acababa de escuchar.

-Claro que si, Michael.- le sonreí de oreja a oreja, al igual que él me la devolvió.

Subimos en las escaleras y llegamos a la habitación, fui al baño a lavarme los dientes, me arreglé un poco el cabello y respiré hondo, tratando de controlar los nervios.

Ahí estaba Michael sentado en la orilla de la cama viendo un retrato.

-Michael.- llamé su atención. Giró su cabeza y me dedicó una de sus bellas sonrisas que siempre me hacían sentir como el Paraíso. Apagué la luz de la habitación y nos metimos a la cama.

Nadie decía nada, ni una sola palabra.

Hasta que Michael decidió romperlo.

-¿Como te has sentido?

-¿A qué te refieres?

-A todo lo que ha pasado.

Me quedé pensando por unos segundos.

-Pues... jamás me imaginé que pasara todo esto... realmente me ha hecho bien estar aquí, me ha hecho sentir feliz.

Miré a Michael.

-¿Es verdad?- me miró sorprendido.

-Si, es verdad. ¿Y tú?

-Muy... bien... me siento mejor, en paz.

-Me alegra saberlo.

Otra vez el silencio estaba presente.

-______.

-Dime.

-¿Has tenido novio?

Realmente no esperaba que Michael me preguntará tal cosa.

-Que yo recuerde.... no.

-¿Por que?

-Por que... bueno ¿Por que quieres saberlo?- solté una risillas.

-Es solo curiosidad.

-Bueno... nunca he tenido novio por que... para empezar no me consideran bonita, yo jamás he tenido la oportunidad de acercarme a un chico de la escuela y que... llegue a hacer algo más ¿no? Ya que... no era tan social.

-Eres bonita.

Como chispa me sonroje. Claramente sabía que Michael no lo iba a notar.

-No es verdad.- dije.

-¿Por que lo niegas?

-Por que simplemente se que no lo soy, Michael.

-Para mí lo eres.

¡Rayos! Justo en ese momento comencé a sentir el dolor en el estómago que había sentido otra veces.

-Si tú lo dices.

-¿Y yo?

-¿Tú que?- no comprendi.

-¿Soy bonito para ti?

Comencé a reírme por lo bajo.

-Hay Michael, no eres bonito, eres guapo.

Me tapé un poco el rostro con las cobijas. Michael quitó las cobijas.

-¿Por que te tapas?

-No se... me dio pena decírtelo. ¿no es obvio?

-Tonta.

-Tonto.

Pasaron unos segundos.

-¿Y que hay de Lisa?- dije.

-¿Que tiene que ver ella?

-Si... ¿es tu novia?

-Solo somos amigos, _____.

No dije nada, realmente me molestaba que Michael estuviera con ella.

-Buenas noches.-dije.

Me di la vuelta dándole la espalda y me tapé con las cobijas.

-_____.

- ¿Que?

Hizo que quedará frente a él.

-¿Por que te cae mal?

-¿Para que quieres saberlo? Aún asi no serviría de nada.

Estaba a punto de darle la espalda pero tomó mi brazo con cierta fuerza.

-No me gusta que te enojes conmigo.

Hice una mueca de dolor.

-A mi tampoco me gusta enojarme contigo... pero el problema es...- me detuve.

-¿Que?- insistió.

-Solo... es Lisa, Michael. Pero no tengo derecho a decirte cosas de ella.

No dijo nada, solo permanecio en silencio.

-¿Sabes que? Ya es hora de dormir.- dije.

Sin más le di la espalda y cerré los ojos.

A decir verdad... no se por que le había dicho eso, no quería que pensará mal de mí, aún que por otra parte podría darse una idea de que yo lo amaba como a nadie mas. El problema de todo esto era... Lisa. Esa arpía arruinaba todo, en serio... no se si ella quería recuperarlo o es que se sentía sola y solo quería usar a Michael por un rato. No me cabía en la cabeza saber que Michael la quería.

¿Realmente Michael la quería?