Al despertar no encontré a Michael a mi lado, supe que se había ido a ensayar. Me di una ducha y me cambié.

Me encontraba desayunando con los niños. En eso el teléfono de la mansión sonó.

-Yo voy.- Paris se levantó y salió de la cocina.

-¿Que quieren hacer?- pregunté a los demás.

-Bailar.

Abrí los ojos sorprendida.

-¿Quieres bailar?- preguntó Prince.

-No... digo si.

-Cuando terminemos de desayunar bailamos todos.

-De acuerdo.- me alivie.

-Abuela vendrá, ______.

Casi me iba ahogar con la leche de chocolate.

-¿Que dijiste, Paris?

-Van a venir mis abuelos.

-¿Tus... tus... abuelos...?- casi no podía respirar.

-¿Te sientes bien?- preguntó acercándose a mí.

-Si... lo siento... ¿a que hora?

-En un rato.

Rayos.

-Esta bien, hay... hay que terminar el desayuno...

Paris se sentó y alzó los hombros inocentemente. Al terminar de desayunar fui a lavarme los dientes, me arreglé un poco más para verme bien... por lo menos. Mientras esperábamos a los papás de Michael todos decidimos jugar a las escondidas en lugar de bailar.

-¡Ya llegaron!- gritó Blanket.

Paris y Prince corrieron hasta la salida mientras yo respiraba una y otra vez, intentando controlar los nervios.

-Haz como si los conocieras.- me dije.

Dos figuras se me hicieron conocidas, cuando se dieron cuenta de mi presencia Katherine me abrazó.

-¡Hola! ¿como estas, querida?

-Hola... Katherine... bien... ¿y tú?- por un momento creí que le tenía que hablar así... ya que para ellos Michael y yo hemos sido amigos como seis años.

-Muy bien, me alegra mucho que estés bien.

Vi a Joseph acercarse a mí con una gran sonrisa. Lo cual por dentro me sorprendí.

-¿Como estas, ______?

-Muy bien... ¿y tú?

-No podría estar mejor.- me sonrió.

-Vamos _____, tenemos mucho de que hablar.- Katherine tomó mi brazo y salimos afuera.

-¿Como va todo?- preguntó mientras se sentaba al igual que yo.

-Bien... estos días... han sido algo extraños.

-¿Por que, querida? Cuéntame, ¿todo esta bien entre Michael y tú?

-Eso creo.- dije algo nerviosa.

-¿Por que lo dices?

-Bueno... ayer acompañamos a Michael al Staples Center y... por fin me presentó a Lisa.

De un momento a otro me miró sorprendida.

-¿Lisa? ¿Te refieres a Lisa Marie Presley?

-Si...

-¿Y que ha pasado?

Suspiré.

-No es nada... solo que ha actuado extraño.

-Cariño, no te debes de preocupar, no pasa nada... seguro tiene cosas pendientes de hablar con ella.

Tomó mi mano con seguridad.

-Tienes razón, Katherine.

-¿Y como están tus padres?

Me quedé como un maniquí, pero reaccioné rápido.

-Bien...- fue lo único que pude decir.

-¿Cuando regresarán de viaje?- preguntó.

-Creo que en unos días más.

Juro que no tenía idea de lo que estaba hablando exactamente.

-¿Y como han estado ustedes?- pregunté nerviosa.

-Muy bien, gracias. Janet ha querido comunicarse con ustedes pero no ha tenido tiempo, ha estado ocupada.

Abrí los ojos.

-Oh... todavía esperamos su llamada.

Katherine me sonrió.

-¡Abuela! ¿no quieres comer?- preguntó Blanket arrucandose a Katherine.

-¿Tienes hambre, ______?- me preguntó.

-Un poco.

-Vamos a comer entonces.- se levantó e hice lo mismo.

(...)

Cenabamos un rico postre con los chicos y con los papás hasta que oímos llegar a Michael a la mansión.

-¡Papi llegó!- gritó Paris feliz.

Todos nos dirigimos a la salida.

Cuando Michael se percató de nuestra presencia se sorprendió.

-¡Hijo! ¡Al fin llegas!

Katherine abrazó a Michael y él le correspondió el abrazo.

-¿Como están?- preguntó.

-Muy bien, te estábamos esperando.

Michael me miró interrogativo.

-Vamos, _____.- Katherine me agarró de la mano y nos dirigimos a la cocina.

-¿Como te fue, hijo?- preguntó mientras tomaba de su té de canela.

-Muy bien, los chicos están haciendo un gran trabajo.- le sonrió a su madre.

De un momento a otro Katherine nos miró raro.

-¿Que sucede?- preguntó Michael al darse cuenta.

-Hijo... no saludaste a _____.- soltó unas risillas.

Michael me miró y soltó unas risillas.

-Ven.- me dijo.

Me acerqué y depositó un beso en mi mejilla. Me alejé y me senté.

-¿Esta todo bien?- preguntó esta vez con un tono sorprendente.

-Si madre ¿por que lo preguntas?- dijo Michael algo nervioso y sorprendido a la vez.

-¿Están seguros? ¿Todo esta bien?- me miró y después a Michael.

-Si, no hay de que preocuparse.- le sonrió.

Pasó un rato cuando Katherine tenía que irse, dijo que mañana vendría a comer con nosotros, aceptamos con gusto.

Casi al final cuando Michael se despidió de su madre me di cuenta que ella le susurró al oído, Michael me miró algo molesto.

Así que me encontraba en la cama, dando vueltas mientras estaba pensando en lo que le habrá dicho Katherine, no podía dormir, así que me levanté a tomar agua. La puerta sonó. Fui hacia la puerta y abrí.

-¿Puedo hablar contigo?

Me quedé perpleja, asentí con la cabeza. Me hice a un lado para que pasara a mi habitación, se sentó en la orilla de la cama y copié su acto.

-Dime que pasa.- dije.

-¿Que le contaste a mi madre?- comenzó a mirarme molesto.

-Le dije...- aclaré la garganta. -Bueno, tu mamá me pregunto que si todo estaba bien entre nosotros, le dije que si, que no había problema... y le comenté lo de anoche, que actuabas raro con nosotros, fue lo único que le dije.

Tomó aire y exhaló.

-¿Y quien te dijo que le dijeras sobre Lisa?- me respondió un poco molesto.

-Nadie...- contesté un poco nerviosa.

-No tenias que decirle eso.

-Michael, tu mamá vino, para ella piensa que somos amigos, realmente no sabía que decirle, y si te molestó dímelo de una vez.- dije ya enojada.

Pasaron unos segundos.

-Lo siento.... de verdad, no quise hablarte así.- me tomó del hombro.

-No te preocupes.- le sonreí sin mostrar mis dientes.

-¿Tienes sueño?- acariciaba mi brazo.

-Un poco.- respondí.

-Bueno, yo me iré a dormir.

Se levantó.

-De acuerdo.- asentí con la cabeza.

-Buenas noches.- depositó un beso en mi frente, y salió de la habitación.

-Creí que te dormirías conmigo, Jackson.- suspiré. Me metí a la cama y apagué la luz.