Capítulo 27: Presley
Esperábamos a Michael en la camioneta, queríamos acompañarlo en los ensayos en el Staples Center. Unos minutos después Michael se subió a la camioneta y este arrancó.
Los chicos estaban algo extraños, nos miraban extraños.
-¿Están enojados?- preguntó viendo a su padre y después a mi.
-No Prince, estamos bien ¿por que, hijo?
-Parece que están enojados, no se hablan.
Michael y yo nos miramos.
-¿Aún te sigues sintiendo mal, _____?- me preguntó Prince.
-No... estoy bien.
El silencio se hizo presente. Al llegar a Staples Center nos bajamos y entramos. Justo como el documental de This Is It. Una chica con cabello güero se nos acercó. Supe quien era.
Orianthi.
-¡Hola! ¿Como están?
Me abrazó y después a los chicos. Me quedé perpleja pero reaccioné rápido.
-¿Ya ensayamos, Michael?
-Claro.- nos miró y se alejó de nosotros subiendo al escenario, listos para ensayar.
Una parte de mí sentía felicidad por que lo estaba viendo con mis propios ojos, casi me ponía a llorar por recordar el documental. Fui al baño a hacer mis necesidades, salí, no hallaba el lugar donde estaban los chicos, suspiré para no desesperarme. Fui a varios lugares, habían pasillos, a decir verdad no tenía idea donde me encontraba ahora. Comencé a reírme, hasta que de pronto escuché una voces a lo lejos, caminé hacia donde se oía esas voces, el reflejo de la luz reflejaba la pared. No quería ver, solo quería saber quien estaba hablando, solo quería escuchar.
-¿Por que estas aquí?
-Michael, he vuelto.
-¿A que?
-A estar contigo.
-¿Lo dices en serio? ¿Ya lo pensaste?
-Si Michael, sabes que te amo, daría mi vida por ti.
-Oh... entonces... ¿si quieres estar conmigo y con mis hijos?
-Claro.
Sabía que Michael estaba allí, y esa voz femenina supe al mismo tiempo quien era ella.
Y odiaba admitirlo en ese momento.
Odiaba saber que era ella.
Esa mujer a que en realidad supo amarlo, supo hacerlo feliz.
Pero odiaba que Michael aunque la amaba ella lo dejó.
Lisa Marie Presley.
Suspiré del coraje.
-¡_____!
Me sobresalte de mis pensamientos.
-¿Donde estabas? Te estuvimos buscando.
-Aquí estoy, lo siento.
La agarré de la mano y justo que nos íbamos a retirar de ahí escuché que la puerta se abrió.
-¿_____? ¿Que haces aquí?
Paris estaba a punto de hablar pero yo interrumpí.
-Quisimos explorar.- fue lo único que dije.
-Oh...
-Si, ya nos vamos.- en eso me alejé pero me agarró de la mano.
-_____, quiero que conozcas a alguien.
Suspiré.
-Paris, ve con tus hermanos, en un momento vamos para allá.- dijo Michael, Paris asintió con la cabeza y dejó mi mano libre. Michael tomó mi hombro con suavidad y nos dirigimos al cuarto.
-Lisa...
Ella volteó y me miró.
-Hola.- me sonrió.
-Hola.- sonreí sin mostrar mis dientes.
-_____, ella es Lisa...- me miró algo nervioso.
-Lo sé.- dije.
--Tú eres la afortunada ¿verdad?
-Sí...- no logré comprender a que se refería.
De un momento a otro se me quedaba viendo raro.
-Bueno... tengo que irme, fue un gusto conocerte al fin, _____.
-Lo mismo digo.
Nos despedimos de la mano y Michael fue a dejarla en la salida. Suspiré de nuevo rodeé los ojos de verla.
Salí de la habitación pero tropecé con Michael.
-¿Estas bien?- preguntó.
-Si.
-¿Que te pareció?
-¿Ella?- esta vez evité mirar sus ojos.
-Sí... ¿sucede algo?- me tomó de los hombros.
-No nada, me pareció agradable.
-¿Por que no me miras?- levantó mi
mentón pero seguía sin verlo.
-Por que...- esta vez lo miré. -Por que sí.- no sabia que decirle.
-¿Estás molesta?
-No, ya... dejemoslo así.- dicho eso me alejé de él. Aguantaba las ganas de llorar. Y eso significaba una cosa.
Eran celos.
Muchos celos.
Llegué con los chicos como si nada hubiera pasado.
-¿Donde está papi?- preguntaron los tres.
-En un momento regresará.
Los tres me veían con atención, era como si me estaban estudiando.
-¿Que dicen si vamos por unos dulces?
-¡Si!- dijeron al mismo tiempo.
-Vamos.- nos levantamos.
(...)
Llegamos a la mansión, Michael no me habló durante todo el camino, me metí a la habitación y me puse la pijama, jugué un rato con los chicos, y se durmieron.
Eran las tres de la mañana, no tenía sueño, así que bajé a comer algo, subí a la habitación y puse una película Adictos Al Amor.
Alguien tocó la puerta, puse pausa a la película y me levante de la cama para abrir.
-Pensé que estabas dormida.
-No...- me hice un lado para que pasara.
-¿Adictos Al Amor?
-Si... como no podía dormir quise ver una película.
Me senté sobre la cama y solo me limité a ver la película.
-_____.
-¿Que?- no lo miraba a los ojos.
Se acercó más a mí. Así que me puse nerviosa.
-Mírame.
Miré lentamente sus ojos.
-¿Que tienes?
-Nada.
Desvié la mirada y miré hacia la televisión. Michael agarró mi mentón con suavidad e hizo que mirara de nuevo sus ojos color marrón.
-¿No te agradó Lisa?
Suspiré de nuevo.
-Mira... son tus cosas, es tu vida, son tus decisiones y... no importa si es que me haya agradado o no.
-¿Entonces?
-¿Que quieres que te diga?
Comenzó a mirarme de una manera indescifrable.
-No tienes nada que decirme.
-Bien.- de nuevo miré la televisión.
-¿Puedo dormir contigo?
Miré a Michael con ternura.
-Claro.- le sonreí.
Se metió entre las cobijas al igual que yo, esperamos a que la película terminara. Fui a lavarme los dientes y cuando regresé a la cama Michael ya estaba dormido. Sonreí y me metí con cuidado de no despertarlo. Apagué la luz, la luz de la luna de nuevo reflejaba el rostro de Michael, sin pensarlo dos veces me acerqué más a él.
-Te amo Michael... pero es tu decisión, si quieres estar con ella...
Le dedique un suave beso en su nariz.
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