Capítulo 17: Borrón Y Cuenta Nueva
−¿Una casa subterránea?
−Sí.
Ya me había levantado, me di un baño y me puse la ropa que me había comprado Joseph, desayuné con él y después me estuvo mostrando la casa.
−¿Por qué una casa subterránea?
−Ya lo sabrás cuando te diga la verdad...
No dije nada, la verdad es que era extraño, solo seguí como si nada.
−¿Que haces aquí después de que me dejas en casa?
Nos sentamos en la sala y él juntó sus manos mientras me miraba.
−Llegando a veces... me pongo a dibujar en los cuadros blancos que tengo, o a veces escribo cosas.
−¿En serio? ¿Puedo verlos?
−Claro que sí, vamos.
Entramos a una habitación enorme, con varias pinturas y al frente estaba una pintura de una chica.
−Guau.− me impresioné, me acerqué a la pintura y empecé a contemplarlo. −¿Aún no lo terminas verdad?− pregunté.
−Todavía falta para terminarlo.
−Muy bien.− le sonreí. Seguí caminando para ver las demás pinturas.
−¿Que quieres hacer?− preguntó.
Me quedé pensando mientras seguía viendo las pinturas.
−¿Que te parece si todo el día nos quedamos aquí a ver sólo puras películas?
−Me parece una buena idea. Vamos.
Salimos de aquella habitación, nos fuimos a otra habitación y estaba una gran televisión más de 60 pulgadas, una gran colección de películas, dos bocinas y los sillones eran como los que había en los cines.
−Escoge la película que quieres ver.− comentó.
−De acuerdo.− respondí como niña pequeña, fui hacia donde estaban las películas y empecé a leer los nombres en silencio. Después de unos segundos saqué una.
-Entrevista Con El Vampiro, ya tiene micho que no la veo.
-Oh, es genial esa película.
-Entonces ésta.- busqué el DVD y metí la película, la televisión se prendió automáticamente, me senté a lado de Joseph y la película comenzó.
[•••]
Al terminar de verla me había quedado algo sorprendida por el final.
−Rayos, había olvidado el final.
−¿Te gustó verdad?
−Claro, la película es una joya.
−Y también los actores ¿verdad?
Giré a verlo.
−Si, me encantan.− dije medio coqueta.
−Vaya... creí que no.
Le di un codazo suave.
−No seas tonto.
Ambos nos reímos.
−Ahora veamos esta, Una Novia Sin Igual. También ya tiene mucho que no he visto.
−Bien, ponla.
Hice lo que me dijo y me senté a lado de él. Disfrutaba cada momento con él, y tenía la impresión de que él también lo disfrutaba. Me daba temor pensar que él se fuera de nuevo, y que está vez no volviera jamás.
Casi me atraganto con las palomitas de maíz por reírme en una escena chistosa, entonces el teléfono sonó.
−Aguarda.− dijo Joseph. −Sigue viendo la película, tengo que atender una llamada.− se levantó y salió de la habitación. Me quedé algo halagada, así que seguí viendo la película.
Y como la puerta de la habitación donde me hallaba estaba abierta pude alcanzar a entender lo que Joseph decía.
−¿Todo esta listo? De acuerdo. Bien. Sólo esperenme unos días. Que todo quede perfecto. Bien. Gracias.
Giré hacia la televisión y seguí comiéndome las palomitas, como si nada hubiera pasado, Joseph llegó y se sentó a mi lado.
−¿Quien era?− pregunté curiosa.
−Una persona.
−Ah...- fue lo único que se me ocurrió decir.
Él no dijo nada, así que ambos solo pusimos atención a la película.
¿Pero quien rayos era esa persona con quién hablaba? ¿Se quedó de ver a alguien? _____, comienzas a actuar raro, asi que no le di importancia. Después de esa película puse No me quites a mi novio. Esa película me encantaba y yo la disfrutaba al igual que Joseph. Sentía que los párpados me pesaban, y sentí como cerraba los ojos lentamente.
[•••]
Abrí los ojos y me tallé los ojos, encima tenia una cobija, la quité de encima y me levanté, fui al baño a hacer mis necesidades y me lavé la cara. Salí y casi se me salía el corazón.
−¡Joseph!− toqué mi pecho del susto.
−Lo siento, es que desapareciste.− no podía contener la risa.
−No seas bobo, casi se me sale el corazón, me asustaste.
−Oh, vamos, debiste ver tu cara.− seguía riéndose. Lo único que hice es sacarle la lengua burlona.
−¿Cuanto tiempo dormí?
−Como... casi cuatro horas.
−¿Tanto tiempo?− me sorprendí.
−Si, dormías como un bebé.
−Hay dios... espero no haber babeado.
−Solo un poco.
-¿Lo dices en serio? Dios, que pena...− me tapé el rostro apenada.
−No es cierto.− de nuevo se empezó a reír. Abrí la boca de sorpresa, agarré un cojín y lo aventé hacia su cara, se quedó serio y esta vez me reí yo. Sin darme cuenta también me aventó el cojín, se la devolví y así estuvimos toda la tarde hasta que cayó la noche. Ya era hora de que Joseph me dejará en casa. Y a decir verdad yo no quería. Me dio mi uniforme bien lavada y todo lo que traía, nos subimos a la camioneta, y no logré ver como es que salimos de su casa, durante el transcurso nos contábamos chistes y no podíamos aguantarnos de la risa. Hasta que llegué a casa.
Nos quedamos en silencio, nadie decía nada.
−Joseph...− llamé su atención.
−Dime.
−¿Nos seguiremos viendo?
−Claro que sí.
Me alegré mucho y lo abracé. Nos bajamos de la camioneta, y nos quedamos en frente de la puerta.
−Tendré que defenderme de esas tres estúpidas.− dije con algo de molestia.
−Hazlo, pero si te dicen algo que te haga sentir mal, no les hagas caso, por que lo que tú estás pensando ellas apenas van.
−Lo haré.
−Bien, mañana paso por tí en la mañana.
−De acuerdo, Joseph.− le sonreí ampliamente.
−Cuídate, te quiero mucho, _____.
−Yo también te quiero mucho.− una vez más lo abracé. Nos alejamos, él se subió a la camioneta y desapareció. Entré a la casa, cerré la puerta a mis espaldas y suspiré. Ya me sentía mejor, ahora que me habia prometido que jamás me iba a dejar sola me daba esperanza y mucha paz.
Pero lo que temía tanto... era que Joseph fuera alguien... y es que no quería pensar que era Michael, vamos, sabía que era una gran estupidez. Solo le pedía a Dios que lo que me dijera Joseph no me afectara.
Thilleeeeeeeer, thriller night xd
Ah no verdad? Xd, ya está el capítulo, comenten, de verdad que me gusta muchísimo saber sus opiniones.
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