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Capítulo 12: Un Sueño

Después de ese día, Joseph había estado actuando muy extraño, parecía que estaba triste por algo, y no lograba saber que es lo que le sucedía, le había estado preguntando que si estaba bien, que que le sucedía. Y había estado tan raro que parecía que no quería dejarme, cada vez que me dejaba en la casa me abrazaba mucho tiempo,  pero tenía la sensación de que no me quería dejar nunca.

Oh rayos...

Era viernes, solo faltaban dos exámenes, Historia y Orientación. A la hora del receso estaba tan concentrada en mis pensamientos mientras escuchaba música. Y es que tenía la sensación de que Joseph escondía algo, no creía que fuera algo grave, pero me había prometido que en cuanto estaba listo me diría la verdad del por qué usaba ese cubre bocas negro, ese sombrero fedora y esos guantes de cuero.

¿Pero que rayos estaba ocultando? Quedaba muy claro que no era Michael Jackson, pero dios mío... casi podía jurar que era él, sus... movimientos, la forma en como hablaba. Rayos.

¡No, no, no!

Como era de esperarse, el timbre de la escuela sonó, recogí mis cosas y salí del salón junto con los demás. Al llegar al parque me senté en el columpio y comencé a columpiar mientras cantaba una canción de Katy Perry.

I got the eye of the tiger, a fighter
Dancing through the fire
'Cause I am a champion, and you're gonna hear me roar
Louder, louder than a lion
'Cause I am a champion, and you're gonna hear me roar!

−¡Boo!

Salté del susto y giré la cabeza para saber quien había hecho eso.

−¡Joseph!

Puse mi mano en la frente.

−¿Te asusté?− decía entre risas.

−¡Oye! No es gracioso.− me crucé de brazos
−No lo vuelvas hacer, ¿acaso me quieres matar del susto?

Le di un empujoncito con el brazo.

−Oh vamos, fue divertido.− dicho eso le saqué la lengua. Agarró mi mochila y nos dirigimos a la camioneta, me subí y después él se subió, estando en la camioneta, arrancó.

−Estoy algo nerviosa por mi promedio de mi último año.

−Estoy seguro que sacarás un buen promedio.

−Eso espero.− suspiré.

−Bien, ¿que quieres hacer hoy?

−Estaba pensando que si... ¿que te parece si me duermo?

−¿Dormirte?- se sorprendió. −¿No has dormido bien?

−No, mi mamá no me ha dejado dormir bien en esta semana... al parecer habla con alguien por las noches y no tengo idea de quien es.

−Ven.− abrió sus brazos, me acerqué y me abrazó con ternura.

−Si quieres duérmete, todavía tenemos unas cuantas horas.

−De acuerdo, no me vayas a dejar sola ¿eh?

-Claro que no. Tú tranquila.− me dio un beso en mi cabeza y sonreí como boba y me acomodé mejor, recargué mi cabeza sobre su hombro. Así que a los pocos segundos caí en un profundo sueño.

[•••]

Un movimiento hizo que abriera los ojos. Tallé mis ojos con algo de dificultad, a mi alrededor estaba Joseph comiendo y viendo algo en la ventana.

−¿Que hora es?- pregunté algo adormilada. Joseph volteó y miró reloj que estaba atada en su muñeca. Pero tanto que estiró la manga de su saco pude distinguir más  su color de piel.

−Las 4:01.- me miró.

−Joseph, ¿cuando piensas quitarte esos guantes?− señalé sus guantes.

Se quedó callado.

−Creo que estás ocultando algo, y no me quieres decir.

−No estoy listo, _____.

−Joseph... ansío ver tu rostro, por lo menos tocar tu piel y verte sin esas cosas que traes puesto.

−_____, dame tiempo.

−Disculpa si soy necia pero quiero que te quites eso ahora mismo.

−_____, no hagas que este día se arruine por esto.- susurró con tristeza. Me quedé pensando y casi al mismo tiempo reaccioné.

−Lo siento... yo... yo tampoco quiero arruinar este día. Lo siento.

Agaché la cabeza. Agarró mi mentón y lo alzó para poder ver casi sus ojos.

-No te preocupes.− me dio un beso en la frente.

−Tengo hambre.− solté unas risillas.

−Toma.− me dio una quesadilla.

Las últimas horas que nos quedaban fueron especiales, todo fue entre risas y alegría, me sentía en mucha paz estar con él y me hacía sentir muy bien, por desgracia tenía que volver a casa, pero durante el camino ambos olvidabamos donde estábamos, parecía que estábamos fuera de todo, fuera de la realidad. Y simplemente era hermoso.

La camioneta se detuvo, nos percatamos que habíamos llegado a mi hogar.

−Bueno... creo que es hora de irme.− comenté. Joseph no dijo nada, agarró mi mochila y con su ayuda me bajé de la camioneta. Nos páramos en frente de la puerta de mi casa.

−No me quiero ir.− lo abracé.

−Lo sé...

−Va a ser aburrido todo sin tí este fin de semana.− hice puchero.

−Solo son dos días.− soltó una risillas.

−Son millones de años.

Pasaron varios segundos.

−Si seguimos así tu mamá se morirá de vernos así.

−No me importa.

−Vamos _____, solo son dos días, anda.

Me solté de sus brazos.

−Te voy a a extrañar.

−Lo mismo digo, _____.

−Hasta luego.

Se agachó a mi y deposito un beso de despedida en mi frente. No dijo nada pero se acercó más a mi, como si fuera la ultima vez que nos viéramos. Podía sentir su mirada. Pero no se que significaba. Se alejó de mí y no giró la cabeza para verme. La camioneta arrancó y desapareció de mi campo de visión. Abrí la puerta, llegué a mi cuarto, hice la tarea y me di un baño.

Algo se traía, y algo me decía que lo iba a pasar muy mal...

[•••]

No vale la pena vivir, se fue y no volverá. No vale la pena que vivas por que al final, cuando una persona entra en tu vida te deja una enorme felicidad y cuando se va te deja un vacío en el corazón.
No seas estúpida, sigue con ese corazón frío como el hielo, sigue encerrada en tu mundo y solo vete con tus fantasías que bastante te ha jodido la realidad.

Me levanté con el corazón latiendo a mil por hora, salí de la cama y me dirigí al baño para remojarme la cara. Regresé a la cama, intentaba dormirme pero no lo conseguía, así que saqué los audífonos y puse a Guns And Roses.

¿Que demonios significaba ese sueño?









¿Que tal les pareció? comenten, me gustaría saber que tal les ha gustado la novela. Besos.

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