Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🍰!! ' Capítulo O2

ര ' Rosita.

Las últimas semanas habían pasado tan pesadas que Jimin necesitaba un buen descanso.

En primera; los exámenes habían sacado toda la paciencia de su cuerpo, ingiriendo cantidades masivas de café y chocolate, todo para permanecer despierto durante las noches, en segundo; había tenido que dividir su tiempo entre estudiar y asistir a las peleas que habían sido programadas para su agenda, lamentablemente no podía echarse atrás pues habían sido programadas incluso antes de que sus roles de exámenes salieran a la luz, y por último, pero no menos importante, Taehyung seguía ignorándolo, trataba y trataba de conseguir hablarle aunque sea por un segundo pero nunca lo lograba, siempre le evadía y cortaba con la frase "si no es algo de la biblioteca, por favor no me hagas perder el tiempo", asi que pasaba un par de horas en la biblioteca hundido en libros y silencio pacífico, constantemente observando a Taehyung, notando que tenía una pequeña rutina donde sonreía un par de minutos cuando el mismo chico de cabellos rosados venía a visitarle y dejarle una lonchera, a veces envidiaba que el chico tuviera la atención de Taehyung.

Al final se había dado por vencido, había dimitido su plan de acercarse por sí solo a Taehyung y conseguir por lo menos su número, el chico era tan difícil que tenía que recurrir a la ayuda, aunque no quisiera.

Tenía que recurrir a Yoongi, pues el chico había sido a la única persona que observó que era cercana a Taehyung.

Había escuchado hablar sobre Yoongi un par de veces, sobre todo por sus amigos que se veían encantados por todo lo que era. Lo había observado de pasada en la cafetería o en el campus, no sabía cuál era toda la maravilla que las personas hablaban de él. Era lindo, sí, muy lindo, pero no veía todo el brillo que las personas decían que destilaba.

Tal vez era por la apariencia tierna de Yoongi, pues constantemente se veía como un adorable hada, siempre vestido de forma elegante y tierna, siempre con una sonrisa en el rostro y aquel brillo en sus gatunos ojos. Pero Jimin no veía aquel brillo que tenía a todos babeando, sólo veía a un simple chico de cabellos rosados que se vestía adorablemente.

—Bien, ¿ya estás listo para conocer al pequeño Yoongi? —preguntó Namjoon mientras frotaba sus muslos denotando nervios.

Jimin soltó una ligera risa mientras se recostaba sobre el sofá y se sentaba de una forma autoritaria, casi ocupando el espacio personal de Namjoon.

El par de amigos se encontraba en el salón de descanso, agradecían al comité estudiantil que hayan hecho algo bueno por todos, pues podían sentarse a procrastinar en las horas libres o bien terminar alguna tarea y tal vez jugar algo ahí dentro, ahora mismo Namjoon y Jimin lo usaban de la forma correcta; sentados, disfrutando la comodidad del sillón y esperando a la persona que vendría.

—Te vas a orinar si sigues así de nervioso —habló mientras miraba con burla a su amigo—. Sólo es Joohyun hombre, ya la has visto un millón de veces.

—Déjame —golpeó el costado de su amigo—, ella me gusta, por eso me pongo así.

—Te diría que se te pasa cuando te la folles pero como ya lo hiciste... —se encogió de hombros—, te encaprichaste con la niña.

—Tú también te encaprichaste con Taehyung, no me jodas.

«Sí y no», pensó.

Taehyung le atraía, y mucho, pero no de la forma en la que Namjoon babeaba por Joohyun, era simplemente diferente. Mientras que Namjoon se ponía todo tímido cuando la presidenta de la clase aparecía, Jimin trataba de coquetear a toda costa con el bibliotecario. Era un encaprichamiento diferente; el de Namjoon era más tierno e incluso romántico y el de Jimin era pasajero hasta que pudiera tener a Taehyung.

Como siempre pasaba.

—¿En qué rato vendrá? —preguntó impaciente.

—Ya debe de estar en camino —Namjoon sacó su celular y miró la hora.

Cuando dirigió la mirada hacia la puerta y puso la cara de bobo, Jimin supo que Joohyun ya estaba ahí, soltó una risilla viendo cómo su amigo prácticamente le movía la cola a la chica. Sólo faltaba que sus ojos saltaran con forma de corazón en dirección de la chica.

La pelinegra se sentó frente a ellos con una sonrisa, arreglando sus cabellos a un lado y acomodando sus lentes, se acomodó en el sillón.

«Dios mío, Nam, disimula un poco», pensó.

—Hola Nam, Hola Jimin —saludó—, ¿para qué me querían ver?

—Hola Joo —sonrió Namjoon—, necesitamos tu ayuda.

—Eso ya lo sé —rió—, pero, ¿para qué?

—Iré al grano. Jimin quiere hablar con Yoongi.

Joohyun abrió sus ojos sorprendida mirando a Jimin.

—Así que... Yoongi —movió sus cejas de forma juguetona—. Sabía que algún día también ibas a caer en sus encantos, no vayas a jugar con él porque te mato.

—Nada de eso, quiero hablar con él porque Yoongi es cercano al bibliotecario —respondió desinteresado.

—Oh... ¿Taehyung?

—Sí, Jiminie está con un flechamiento enorme por quien ni siquiera lo mira —se burló Namjoon—. Por eso quiere hablar con Yoongi.

—¿Entonces por qué no sólo fueron donde Taehyung y ya? —cuestionó la pelinegra.

—Nam quería verte —se burló Jimin.

Después de una breve explicación sobre "tú conoces a Yoongi, es tu amigo, sería raro que nosotros vayamos y sólo le habláramos como si nada", por parte de Namjoon, los tres se encontraban caminando por los pasillos del colegio, era su hora libre por lo que no iba a ser un problema estar paseándose en busca del pelirrosa.

Jimin se dio cuenta de que entraron a la sección de bellas artes, pues podía reconocer perfectamente el olor de la pintura en aerosol e incluso podía escuchar el sonido que producía, Jimin amaba la sección de bellas artes, si pudiese solamente pasaría las materias de esa sección, pero no podía, no hasta terminar, pues era necesario que se memorice muchas cosas que no le iban a servir en su futura carrera.

La pelinegra se adelantó a los dos chicos y fue a abrir una puerta de la cual salía una melodía acompañada de ligeros tarareos, Joohyun los llamó para que se apresuraran sin hacer mucho ruido. Namjoon tomó a Jimin de la mano y lo jaló hasta llegar a la puerta.

En cuanto Jimin entró vio una menuda figura frente a un gran espejo, sosteniéndose de la barra de madera mientras extendía su pierna izquierda e irguiendo su brazo sobre su cabeza, estirándose de una forma tan elegante y cautivadora, a la cual no se pudo negar observar con cautela. Parecía que los tres se habían quedado paralizados al ver la ligereza con la que Yoongi empezaba a moverse al ritmo de la dulce melodía de piano que sonaba de alguna parte del salón.

Yoongi estaba tan absorto practicando que nunca se dio cuenta de que tres pares de ojos le observaban con cautela y admiración, sobre todo que uno de ellos lo observaba con fascinación, perdiéndose en los suaves movimientos del cuerpo del bailarín, mirando y admirando cómo la cara de éste denotaba mucha tranquilidad, con los ojos cerrados y con una diminuta sonrisa.

La melodía seguía sonando mientras que los tres estaban parados en la puerta sin hacer ningún ruido, pues creían que si hacían algún ruido interrumpirían la gran inspiración que tenía Yoongi. Jimin siguió observando, tal vez empezaba a entender la fascinación que todos tenían por Yoongi, tal vez.

No pudo evitar bajar la vista al cuerpo de Yoongi, pues sería un delito no admirar el pequeño cuerpo en mallas frente a él. Tragó duro cuando su vista se instaló en el trasero del bailarín que se veía apetitosamente apretado sobre esas mallas negras, bajó por los contorneados muslos cubiertos de la tela negra y nuevamente tuvo que tragar duro, ahora se encontraba tan ensimismado en observarlo que no se dio cuenta de la mirada cómplice que tenían Namjoon y Joohyun, mirando sorprendidos al hipnotizado Jimin.

Su perdición fue cuando empezó a recorrer con la mirada la nívea y rosácea piel, soltó un insonoro jadeo cuando se dio cuenta de los labios que adornaban el delicado rostro, soltando otro jadeo sonoro cuando descubrió la diminuta cintura de Yoongi, siendo ésta su sentencia de muerte, y siendo atrapado por los ojos del bailarín.

Yoongi abrió sus ojos asustado e hizo un movimiento en falso cayendo al piso, Joohyun se asustó y corrió hacia su amigo sentado en el piso.

—¿Estás bien, Yoonie?—preguntó acariciando la pantorrilla de Yoongi, creía que se había lastimado.

Yoonie.

—Sí, tranquila, no me hice nada —sonrió.

—Cayó sobre su trasero, es obvio que no se iba a hacer nada —comentó Jimin.

Se ganó un codazo por parte de Namjoon y una mirada de regaño por parte de Joohyun. Esperaba que Yoongi le mirara feo, pero al contrario, Yoongi solamente soltó una risilla, contagiando a Jimin también.

—Yoonie, Nam y Jimin quieren hablar contigo —decía la pelinegra mientras ayudaba a Yoongi a que se parara.

Yoongi asintió mientras les daba la espalda e iba por un abrigo, le ponía cohibido que personas con las cuales no hablaba le vieran en sus mallas de ballet. Y con mucha razón se cohibiría, pues Jimin tenía su vista puesta únicamente en el trasero de Yoongi. Jimin trató con todo el esfuerzo del mundo, en serio que trató, pero no pudo evitar alzar una ceja mientras admiraba los redondos que se veían los glúteos de Yoongi.

—Disimula —murmuró Namjoon mientras daba otro codazo en el costado de Jimin.

Jimin asintió rodando los ojos, Namjoon era el menos indicado para decirle que disimule.

—Hola —saludó Yoongi sonriendo, ya con el abrigo puesto—. ¿De qué quieren hablar conmigo?

«A eso se referían con brillar», se dijo a sí mismo mientras veía la sonrisa llena de vida de Yoongi.

—Jimin quiere hablar contigo —respondió Namjoon—. Tiene un flechamiento con alguien que conoces.

—¿Oh, en serio? —sonrió Yoongi, ahora haciendo que sus ojos se transformen en medias lunas—. Eso es muy lindo, dime quién es y yo hago de su cupido.

—El bibliotecario —dijo Jimin.

—Oh, ¿¡Taehyung!? —preguntó emocionado dando saltitos.

—Sí...

—Taehyung es mi primo —comentó feliz.

—¿En serio? —con un ceño fruncido y una cara que denotaba confusión, preguntó.

Yoongi asintió sonriéndole de nuevo.

Aquello le confundía, ¿cómo alguien como Taehyung podría ser familiar de alguien como Yoongi?, bien, sí, la familia no debía ser similar y casi idéntica, todos tienen su identidad propia.

Pero, Yoongi era tan rosita que ni en mil años se le ocurriría relacionarlo de alguna forma con Taehyung.

—Entonces, estás flechado por mi primo y quieres que te ayude —Yoongi ladeó su cabeza, buscando alguna respuesta por parte de Jimin.

Antes de que Jimin formulara una respuesta fue interrumpido por la sonora voz de Namjoon. —Los dejamos solos, así se organizan.

Yoongi se despidió con una sonrisa y ondeando su mano en dirección de Namjoon y Joohyun, soltando una risita cuando su amiga le mandó un beso, imitando la acción de su amiga vio cómo los dejaban solos.

Tan dulce.

—¿Cómo quieres que te ayude?

—Uhm, ayudándome a acercarme a Taehyung, ¿tal vez?

—¿No le has hablado?

—No, siempre que lo intento él me evade e incluso me trata mal.

—Típico de Taehyung —susurró divertido—. Es un hueso duro de roer, pero vale la pena recibir toda su indiferencia, es un buen chico.

—Lo pude notar las veces que ibas a verlo.

Yoongi sorprendido abrió sus ojos.

—¿Me has visto hablando con Taehyung?

—Sí, mi pasatiempo favorito es estudiar como un desquiciado en la biblioteca —sonrió—. De vez en cuando te veía con Taehyung.

—No, tu pasatiempo favorito es observar a Taehyung, ¿no es así? —habló juguetón.

—Tal vez.

Yoongi soltó una risilla mientras cubría su boca con la manga de su abrigo, durante un momento solamente se quedaron mirándose el uno al otro, cuando el ambiente se puso algo tenso Yoongi le dio la espalda a Jimin para recoger su mochila colgada en un perchero, colgándola en su hombro llamó a Jimin para que lo siguiera, Jimin lo hizo.

—Ahora tengo matemáticas y estaré algo ocupado en la tarde, por lo que hoy no podré actuar de cupido entre Taehyung y tú, pero mañana sí puedo —comentó mirando a Jimin.

—Oh, claro, está bien —asintió siguiendo a Yoongi—. ¿Puedo preguntar algo?

—Puedes.

—¿En serio son familia?, o, ¿son familia muy lejana?

—Uhm, somos familia cercana, hemos vivido juntos toda nuestra vida —rió incrédulo—. ¿Por qué la pregunta?

—Es que son muy distintos.

—¿Cómo?

—Taehyung ni siquiera sonríe, parece que te golpearía sólo por respirar cerca de él y tú...

—¿Yo...?

—Sonríes por todo, te ves tan amable y tan rosita...

—¿Rosita? —rió, deteniéndose y mirando a Jimin con una ceja levantada.

—Rosita —asintió con una sonrisa.

Yoongi siguió caminando mientras de vez en cuando soltaba risillas acompañadas después por pequeñas sonrisas por parte de Jimin. El pelinegro acompañó a Yoongi hasta su salón mientras iban en silencio, por alguna razón aquel silencio era tan cómodo que le hacía sonreír.

—Nos vemos mañana, ¿Jimin?

Jimin asintió. —Sí, Jimin, ese soy yo —bromeó—. Nos vemos mañana.

—Siempre voy a ver a Taehyung para dejarle bocaditos, mañana iré, nos vemos en la biblioteca por la tarde, ¿te parece bien?

—Perfecto —asintió—. Nos vemos mañana, rosita.

—Nos vemos, grandulón.

Con una sonrisa Yoongi entró a su salón, sin saber que aquel chico del cual no había recordado el nombre durante toda su charla en el salón de baile, sería el protagonista de sus pensamientos durante toda su clase y toda la tarde, recordando la bonita sonrisa que tenía y lo guapo que era.

Jimin también pasaría por ello, sin precaución alguna, Yoongi se coló en sus pensamientos todo el día, recordando las mejillas rosadas y los labios un poco rellenos, suspirando al recordar el sonido de la risa de Yoongi y comparando las sonrisas de Taehyung y su primo.

Sí, la sonrisa de Taehyung era encantadora, pero la de Yoongi era cautivante, cautivantemente hermosa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro